Partida Rol por web

Cuando terminan las pruebas, la agente Hill se dirige a vosotros, -“Llegó en momento de la verdad, ¿Quién quiere ser el primero voluntario?”-, dice señalando a las muestras del Cóctel.

     - Acabemos con ésto. Dice Daniel dando un paso al frente. Se había quitado la gabardina y los guantes cuando empezaron con las pruebas y ahora solo cubría su torso una camiseta de manga corta. Ofreció su brazo para recibir la inyección. Las preguntas que tengo no podrán ser respondidas si no me lo inyectan y ya es tarde para echarse atrás... pensó. - Solo espero que no me salgan escamas... suspiró mientras esperaba la aguja. 

Apenas hubo tiempo de responder ...y mucho menos de hacer preguntas. Aunque la pobre chica tenia a cada minuto mas dudas, cosa que se acentuo cuando Nick Fury los informo con total tranquilidad de que ahora eran agentes. Las revisiones medicas no fueron problema, era algo que no tenia miedo.

Por el rabillo del ojo miro a los demas, con complexiones mas adecuadas que las suya para algo tan importante ademas de que comenzaba a preguntarse como los habia elegido. Aunque la oportunidad de conocer a grandes heroes era un honor

-Heroes por que Iron man no es mutante pero no por ello merece respeto-

Cuando llego la explicacion del suero no pudo evitar arrugar la frente, le preocupaba como podia reaccionar con sus poderes iniciales . Inconscientemente se mordio la yema del dedo, signo inequivoco de que estaba nerviosa.

Espero a que Daniel terminase para adelantarse ella y terminar cuanto antes. Cerro los ojos pero no por que temiese las agujas sino ante la duda de que una vision llegase a ella y asustase a quien estaba frente a ella.

- Bueno seguro que no es para tanto-

Uno de los avengers fue el primero y la siguio una de las chicas de los X-men a la hora de probar el suero. Me adelanto yo a seguir.

Que no se diga que los agentes de SHIELD tenemos miedo de las agujas... Digo con una sonrisa algo nerviosa, en una misión se a lo que me enfrento, esto es algo nuevo.

Miro como poco a poco la gente va pasando inyectándose lo que sea el suero. Durante las pruebas me he tenido que quitar la americana del traje y la corbata, quedando solamente la camisa de manga larga, un poco remangada cuando me han sacado sangre, pero no tarde ni medio minuto en volver a ponerla en su posición y meterla por dentro del pantalón.

En cuanto puedo me pongo de nuevo la corbata y a la americana. Parece que Mark ya se ha decidido a dar el paso. Bueno, hemos firmado así que veamos a donde nos lleva todo esto. Me relajo, tratando de concentrarme pensando en la patria, en los montes nevados y los campos...

Para cuando me quiero dar cuenta ya  me han inyectado el suero... Bueno, parece que no ha sido para tanto. Ahora, veamos en que desencadena esto.

Miro a Mark al que tampoco parece que le haya salido un cuerno o escupa llamas por la boca. Luego miro a Shara, espero que nos vaya a los tres bien, y no ocurra nada fuera de lugar.

One observo como reaccionaba todo el mundo. Cuando le toco a el, se levanto un poco la mascara para qu ele inyectaran en el cuello y se echo para atras, esperando a ver que seria lo siguiente.

-Solo espero no volverme blanco, como Michael Jackson.
Dr. ¿Han habido casos de alteraciones fisicas en los casos anteriores?

Estaba arrepintiéndose ya de haber aceptado. Las aglomeraciones no iban con ella y el hecho de estar rodeada de tanta gente por la que no les unía una relación laboral le ponía nerviosa. Se cerraba, callaba, y tan solo miraba.

Vio a Kayla y sintió un deje de envidia al ver cómo se desenvolvía con el resto de la gente que allí estaba. Quizá, aún, faltaran algunas sesiones más con el psicólogo para poder llegar a actuar como ella y fingir que quería establecer un contacto con gente que acababa de ver.

Oh, siempre igual, Ivy, recriminó una vocecita en su interior, mientras veía cómo una mujer alzaba su mano para ser estrechada.

Ivy puso los ojos en blanco. ¿Por qué la gente se empeñaba en tocarse? Tragando con dificultad y poniéndose tensa e incómoda durante un segundo, estrechó la mano que le ofrecía aquella mujer y sonrío de manera falsa, alzando las cejas como si preguntara qué tal estaba.

Qué mal se me da esto, pensó, amargada, retirando la mano, quizá demasiado pronto, y se cruzó de brazos, deseando que todo aquello acabara cuanto antes.

Fue en ese momento cuando vio el gato. Alzó una ceja, sorprendida, y se preguntó por qué demonios alguien traía un gato a un sitio como aquel. Miró molesta a la chica. ¿Cómo podía ser tan egoísta como para condenar a un pobre gato a vivir aquello?

Resopló y puso los ojos en blanco. No quiso comentar nada al respecto, aunque le dieron ganas de decirle que liberara al gato y dejara que viviera más allá que en el interior de su mochila.

Cálmate, Ivy, se dijo, respirando profundamente. No te incumbe.

Se limitó a volver a mirar al resto de la gente y obviar las conversaciones que se sucedían a su alrededor. No quería comenzar una relación con nadie ni siquiera quería cruzar ninguna palabra con ninguna de aquellas personas. En el fondo, sentía que quería abrirse y comenzar a hablar, preguntando cosas triviales, pero, había algo que hacía que se le pegara la lengua al paladar y le impedía hablar.

Dio gracias al notar cómo se abría la puerta y vio entrar a aquel tipo. Escuchó atenta lo que tuviera que decir y siguió al grupo como si fuera una vaca a la que condujeran al matadero, sin preguntas, sin dudas, sólo caminando sin rechistar, sin voz.

Miró con dificultad, poniéndose de puntillas, debido a su estatura, y enarcó una ceja. No esperaba ver a aquellas personas allí y mucho menos metidas en aquel asunto como ellos, pero omitió el decir nada.

Sin embargo, notó que el corazón se le subía a la garganta cuando vio la aguja y después escuchó toda la explicación. Se quedó lívida y se mordió el labio inferior, con los ojos como platos, nerviosa.

Escuchaba todas las explicaciones y quería hacerse a la idea de que todo iba a salir bien y que no podía dar marchar atrás ahora que había firmado. No podía comportarse como una chiquilla asustadiza. Nunca lo había sido y no iba a empezar a serlo en ese mismo momento… y, además, con tanta gente delante.

Comenzó a ver cómo, uno a uno, pasaban para dejar que les inyectaran aquello. Ivy tragó saliva de nuevo y se clavó las uñas en las palmas con más fuerza.

De acuerdo, allá vamos, pensó.

-Bien, yo soy la siguiente- dijo, mostrando su brazo y pensando en lo bien que estaba limpiando mesas en el restaurante.

Blake miró como sus compañeros se acercaron voluntarios y sin dudarlo se pone en la fila a la espera de su turno. Cuando llega el momento, Shara pone su espada apoyada en una mesa colindante a ella, retira su pelo a un costado, baja una de las insignias que lleva en sus brazos, ofreciéndoselo al científico para que le inyectara el suero, sin decir palabra alguna. –Al fin y al cavo todos nos estamos sometiendo a lo mismo, espero que no nos ocurra nada raro a ninguno…-

El doctor Samson coge la última capsula, mientras os comenta, -“Os aviso, los efectos no son instantáneos, a veces tardan horas…, pero hemos descubierto, que bajo presión o estrés, el efecto suele ser mucho más rápido”-

Hill mira a Yasmina, que está al final del cuarto, apoyada en una columna acariciando a su gato, -“Agente, solo falta usted”-, luego mira María al gato y pone cara de pocos amigos.

Iron Man, se da cuenta que a Hill no le hace ninguna gracia la presencia del felino en el laboratorio, entonces se acercó a Meriamón, puso una mano en su hombro y miró a María, -“No te estreses, que la última inyección es para el gato, no para ella, ¡Jajaja!”-, bromeó, para aliviar la situación, le giñó un ojo a Yasmina y le pidió con un gesto que le entregase la mochila con el gato, para que Meriamón se adelantase  a que le pongan el Cóctel.

Observo a los demás que hacen las mismas preguntas sin respuesta y alguno me mira pero a mi me da igual, miro a mi gatito y recuerdo mientras le acaricio el dia que me lo encontre medio tirado en el borde de una acera junto al parque, estaba herido, probablemente atropellado por un coche, lo lleve a un veterinario y a los pocos dias ya estaba en mi casa pululando y cotillendo por todas partes sano y jugueton.

En cuanto se abre la puerta y asoma el Sr. Sitwell recojo mi mochila, parece que la gente tiene ganas de salir de ahi, ya que todos salen en motrollon en cuanto el hombre da la orden, asi que al final, acabo saliendo la ultima con mi gatito en brazos.

A algunos los conozco ya como Iron Man, Dr. Pym, el Capitán América, los agentes Fury, Hill y a los otros no, observo el maletin y las 8 capsulas y las jeringuillas, sólo espero que sea rápido e indoloro, al fin parecen aclararnos un poco los nuevos científicos con varias explicaciones.

Tras pesarme y medirme, y luego, me sacan sangre y me hacen alguna prueba más y pongo cara de circunstancia, tomándolo con resignación.

Entonces, la srta. Hill nos dice que hay ir para que nos inyecten el coctel, así que habrá que lanzarse en paracaídas y esperar que este se abra si no...

Mi compañero de Vengadores, Daniel, parecía ser siempre el primero, me parece muy valiente, luego, me fije en la siguiente, una de las dos chicas que entraron al final, algo más nerviosa por las agujas me parece, luego, le sigue Mark de SHIELD nervioso tambien pero no tanto. Andrey va más tranquilo, me fijo en cada uno y en los que ya han terminado preguntándome que les ha parecido y como se sienten pero están lejos de mi.

One con sus comentarios simpáticos y sus preguntas de ultima hora me hace sonreir, pero después, le sigue Ivy, se la ve muy nerviosa, era la chica que me había estado mirando cuando acariciaba a mi mascota con cara extraña. Cuando llego aquel agente, sentí gran alivio de que por fin pudiera salir de aquel sitio y me dejaran de mirar, era gente con la que no sabia bien de que hablar realmente, y con la que tampoco apetecía por las circunstancias. Cada vez quedaban menos, la otra chica, Shara, me fijo que lleva una espada, lo que me choca pero se la ve muy tranquila, lo que me hace sentir más relajada, parece fácil, es una inyección, tan sólo eso.

Finalmente, solo quedo yo, un científico hace un comentario que no se si lo dice para tranquilizarme o ponerme más nerviosa, pero el caso es que inevitablemente habia llegado mi hora. Entonces, me mira Maria Hill con cara extraña, se me acerca, parece enfadada, yo la ignoro acariciando a mi gatito apoyada en una columna, prefería esperar a ver que pasaba antes de actuar, y ver las reacciones de la gente, no era el momento adecuado, pero la mirada de la agente me dejo paralizada si poder reaccionar, hasta que apareció el Sr. Stark y puso una mano en mi hombro y le dijo a la Srta. Hill que se tranquilizara, entonces, le di mi mochila y replique haciéndole un guiño a Iron Man - está nerviosa, no? - le sonrio a el y luego, le pase mi gatito a Iron Man, el gatito de pelo negro me mira con sus ojos azules en brazos del Sr. Stark y luego le mira a el, entonces, le digo a Tony Stark - cuidamela bien, eh? - y comienzo a ir hacia la zona donde me tienen que inyectar la jeringuilla.

Camino con paso firme por entre los demás, mis caderas se mueven sinuosas como un gato, a cada paso miro a unos y a otros sin ninguna muestra de nerviosismo en mi rostro. Llego al fin, me siento en una banqueta preparada, extiendo mi brazo y miro a lo lejos a Iron Man que lleva a mi gato, me concentro en el hombre, y pienso en el Capitán América y todos los demás que he conocido, luego, miro la aguja que se desliza por mi piel y una especie de líquido seroso entra a través de mi vena, una vez terminado, y siguiendo los mismos pasos que los demás, me quedo apoyada en una columna pensando que sucederá ahora, si a mi me llegara rapido o sera muy despacio. Me hago muchas preguntas sin respuesta, asi que solo cabe esperar...

Fury se os acerca y con una voz  agradable, pero al mismo tiempo seria, os dice, -“Bueno agentes, como ya os comunicó el Dr. Samson, cuando se somete el cuerpo a presión, los poderes se manifiestan antes, para ello tenemos preparada ya nuestra sala de entrenamiento, algo parecido a la de los X-Men, pero con la participación del proyecto de los aquí presentes”-, comenta señalando con un barrido de su brazo a todos menos a ustedes, luego se dirige nuevamente a ustedes, -“Vuestra primera decisión como equipo, será decidir como os dividiréis en dos grupos de 4 personas cada uno, ya que entrareis a la sala por separado en los dos grupos que elijáis…”-

     Daniel mira a sus nuevos compañeros con interés. La verdad es que no le importa en que equipo le pongan ya que no conoce a ninguno ni sus capacidades, con lo cual es difícil hacerse una idea de quién podría tener habilidades complementarias a las suyas. Quizás preferiría unirse a Jay y a Jasmina simplemente porque ha cruzado algunas palabras mas con ellos y quizás preferiría no formar equipo con la chica con la que empezó con mal pie, pero simplemente por eso.

     La verdad es que el suero de momento no le ha hecho sentirse diferente y comienza a dudar del verdadero alcance de la fórmula. En su fuero interno casi preferiría que no le hiciera ningún efecto. La idea de que alguien trastease con su ADN recombinandolo con dios sabe que no le reconfortaba en absoluto. Solo quería salir de la incertidumbre cuanto antes.

     - Es difícil tomar una decisión sobre los equipos, teniendo en cuenta que la mayoría no nos conocemos de nada ni sabemos de lo que somos capaces. Cualquier decisión que tomemos al respecto será casi totalmente arbitraria. Contesta a Fury. - De hecho creo que SHIELD estaría mas cualificada para decidirlo pues tiene todos nuestros expedientes y sabe mejor que nosotros el porqué de que nos hayan escogido. De todas formas yo acataré la decisión que se tome si alguien tiene una buena idea para repartirnos.

Seria, como siempre ha sido Hill, mira a Daniel, -“Nosotros somos los encargados de daros una misión y un objetivo que cumplir, vosotros sois los que tenéis que resolver como un equipo, las dudas en el campo de batalla, tenéis 3 minutos para decidiros”-, luego se acerca a el resto del equipo de supervisores, los aleja a una distancia prudente para que deliberéis y  poder conversar entre ellos sin que los podáis escuchar.

Xavier se acerca a ustedes con su silla mientras los demás se retiran y les dice con un tono de voz pausado, tranquilo, tanto, que inspiraría confianza a cualquier, -“Chic@s, si no os conocéis entre vosotros, ¿porqué no aprovecháis este instante para poneros al día sobres vuestras habilidades para que podáis conoceros un poco mas como equipo... como compañeros y seguramente, pronto, muy pronto amigos?”-, luego os guiña un ojo con una sonrisa dibujada en su rostro, hace un giro de 180º con la silla y se acerca al grupo de supervisores.

     - Está bien... dice Daniel aunque no parece convencido del todo. Sigamos con la reunión de alcohólicos anónimos... piensa. Mira a sus nuevos compañeros pasando su mirada por unos y otros y encogiéndose de hombros comienza a hablar. - Mi nombre es Daniel Quale y mi fuerte son las artes marciales de todo tipo, la infiltración y el sigilo. Fuera de eso no hay mucho mas que decir de no ser que el cóctel opine lo contrario, claro...

Escuchas una voz que te habla en tu mente, -"Daniel, no los juzgues antes de conocerlos, dales una oportunidad... y datela a ti mismo, puede que sea tiempo de dejar de buscar el recordar tu antigua vida e intentar construirte una y esta vez por el buen camino, que no todos los dias la vida te presenta una segunda oportunidad"-

     ¡Vaya! Daniel da un leve respingo cuando los pensamientos de Xavier llegan a su mente. Una cosa era haber oído que el profesor podía hacer algo así y otra muy distinta conocerlo de primera mano. Tras la sorpresa intentó contestar al hombre pensando la respuesta tan claro como le fue posible. Le agradezco el consejo profesor, igual que agradezco la oportunidad que se me brinda de hacer algo grande, pero no busco el perdón ya que quizás ni siquiera lo merezco. Me conformo con intentar devolver algo al mundo cada día. En cuanto a mis nuevos compañeros, supongo que cualquiera de los chicos que están en ésta sala son mejores que yo. Es simplemente que no los conozco aun y me gustaría saber mas de ellos antes de catalogarlos. Solo eso. Se lo pensó unos segundos antes de continuar. En cuanto al tema de la memoria, imagino que es usted un hombre muy ocupado, pero quizás en alguna ocasión pueda visitarle para que le eche un vistazo a mi cerebro... si a usted no le importa, claro está. Un hombre con los talentos del famoso profesor X, quizás pudiese llegar hasta el "interruptor" que controlaba la memoria de Daniel... si es que eso era posible.