Partida Rol por web

Notas cuando cierras la puerta del cuarto de tu hermano otra vez ese tic nervioso, no era tan usual que le diera pero ciertamente le daba a veces, no sabes que le habrá pasado, solo sientes que pone la música más alta  cuando sales de la habitación. Sientes como si en parte no quisiera verte, era extraño... pero tu hermano era muy extraño, no te sorprendería saber que se droga, siempre tus padres le sobreprotegieron porque era un chico poco listo, rebelde y poco habil, a la edad de él ya se hubiera ido a ir solo, pero por alguna razón no lo hacía.

Por un segundo te preocupas, ¿le sucederá algo?

Pero el reloj no miente y  te falta  arreglarte, así que no te sorprende cuando a tu puerta esta tocando el empleado de ese extraño hombre.
 

Buenas noche señorita.

Dice el empleado.

El señor Santano la espera, ¿desea que le ayude en algo?

Dando una última mirada a aquella puerta fui en dirección a mi habitación, donde termine de arreglarme, le di una mirada al vestido, negro de cuello alto y sin mangas, cerré el abrigo, mientras tomaba el estuche del violín y salía de mi habitación en dirección a la puerta.

Estaba allí.

-Buenas noches- salude con voz clara al chofer observándole con una sonrisa leve y negué levemente con la cabeza –gracias pero no se preocupe, estoy lista- sonreí mientras salía de la casa con el estuche del violín en una mano y cerraba la puerta tras mío, las llaves estaban  en el bolsillo interior de abrigo… 

Vestida con ese encantador traje negro caminas hacia el auto el cual Raúl, el chofer te manera rápida te abre la puerta. Cuando estas entrando al vehiculo por el rabillo del ojo ves que tu hermano te mira desde una ventana, su expresión no te gusta por algún motivo, pero no tienes tiempo de pensarlo porque en ese momento estas  dentro del vehículo y la puerta ya se ha cerrado.

En el interior esta este hombre con una sonrisa. Me alegra tanto que haya venido, debo decirle que realmente usted  se ve muy hermosa, deslumbrará a todos en la fiesta. Dice el con una sonrisa mientras el vehiculo  comienza andar alejandose de su casa. Entre otras, me he tomado el atrevimiento de comprarle una máscara que hiciera juego con su vestido, la  fiesta es algo tematica y todos llevaremos de estas...

Espero que le guste.

Me acomodo en el interior del auto con gesto sereno mientras hago el esfuerzo por mantener una expresión serena que no traicione la ligera inquietud que siento por mi hermano, el señor Santano habla y le observo al tiempo que mis labios se curvan en una sonrisa halagada por sus palabras.

-Gracias, es muy amable- logro decir con voz suave un segundo antes de que continúe hablando, en silencio recibo el antifaz observándolo con un poco de curiosidad cuando dice lo de "temático" y me pregunto que clase de evento sera... es cierto, es negro y sin duda se verá a juego con el vestido- es precioso- digo sinceramente observando el antifaz unos segundos más antes de verle y sonreír sinceramente- gracias, señor Santano– termino manteniendo el antifaz en mis manos, no creo poder ponérmelo dentro del auto aun… cuando lleguemos allá será lo mejor... l

Mientras estaba en el auto el señor Santano no habló mucho solo se dedicaba a mirar por la ventana y comentar que esperaba no hubiera trafico para el sector, tu realmente te encontrabas un poco nerviosa, pero dada lafria tranquilidad del hombre y el hecho que no mostrara real interés en acercarse te tranquilizó es en el momento que el chofer dice: "Ya estamos llegando señor"

Ves como el hombre procede a ponerse una mascara bastante bonita y simple, y tu procedes a poner la tuya.

En eso miras por la ventanilla, es una especie de teatro. Lo que llama la atención además de un cúmulo de gente con máscaras y vestidos elegantemente es un titulo enorme en la fiesta "¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!"

Se te erizan los nervios al leer eso. La puerta se abre del auto y Raul te invita a salir. Un chico joven te entrega un programa y en ese momento entiendes que la fiesta es temática de la divina comedia de Dante.

El señor Pietro te ofrece la mano para continuar caminando, y mientras entras ves un hall muy elegante y en el fondo dos chicas fotografas, tambien con máscara que los reciben.

Justo luego de eso esperan, pueden ver como todos  hacen los últimos preparativos, los meseros estan nerviosos poniendo platos, copas, los artistas parecen  andar de un lugar a otro, hasta que son llamados al camerino y desaparecen.

Es entonces que ustedes dos se ubican en la puerta esperando a los invitados. Pueden ver como  Jorgi esta ahí supervisando todo,  no muy lejos de ustedes, se habia puesto una máscara muy bella, y un poco más fina.

Observaron que algunos entraban con diversos trajes, todos con máscaras, algunos  para su sopresa tenian máscaras completas que  cubrian toda la cara y que además tenian una tela que  cubria el pelo

A todos y cada uno les preguntaban si deseaban foto, algunos decian que no, otros que si, y así como con los diez primeros.

Es entonces que desde  el sector donde estan, el cual podía ver la puerta  observan que  se paquea una limosina, de ella sale el chofer abre la puerta y ayuda a salir a una chica joven, con un vestido negro y una máscara que contratasta muy bien, a la par hay un hombre de cabello oscuro, con vestido caro y con una máscara elegante y sobria. Un chico le da el papel del programa a la chica la cual  lo mira, toma un  maletin de lo que parece un instrumento, posiblemente un violin y se dirige hacia ustedes.

Como siempre deben preguntar a los invitados si desean ser fotografiados.

Has llegado al evento en el auto, y te has quedado afuera del edificio observando un poco la noche, por alguna razón no deseabas entrar inicialmente. La fiesta  es de máscaras, en parte una idea del toreador para que los nosferatu pudieran pasar sin ser vistos, estos en especial se distinguian por mascaras completas con una tela  que cubria la parte posterior de su cabeza y guantes, esas máscaras daban mucho mal rollo, pero eran preferibles al horrendo semblante de los nosferatu.

Por tu parte no quisiste  usar unas mascara muy complicada, así que tenias una muy simple dorada que se veia bien con el color de tu pelo.

Sea como sea estabas a la espera de observar tranquilamente mientras las personas ingresaban. Notabas que el toreador había armado un gran show,  artistas que salian enmascarados a fumar un cigarrillo o conversar estaban al lado tuyo, y en la puerta un letrero que decia: "¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!"

Vaya humor negro el de Jacinto, no había más verdad que aquella, dentro de la tematica de la divina comedia era perfecto. La puerta conducia a un pasillo donde estaba el criado de Jacinto (ya lo conocias de cara, por eso le identificabas), su nombre era Jorge y era un homosexual bastante afeminado, y quien al parecer coordinó todo durante el día. Lateral a él estaban dos  mujeres jovenes con cámaras profesionales de fotografía, una rubia y otra morena quienes le tomaban foto a los que entraban, primero  preguntaban si deseaban  fotografiarce y procedía a realizar una foto bajo un fondo rojo especial para ello.

En esas, luego de que varios entraron  puedes ver que se apea una limosina. De ella sale una chica  joven con  un vestido negro, una máscara que convina y  un estuche de violin. El hombre que sale luego por la puerta no es otro que Pietro Santano.

Empieza nuestro trabajo, y me coloco en el lugar de llegada, saludando a todo el mundo con la mascara lila puesta y una sonrisa en el rostro. 

-Bienvenido al festival. ¿Le podemos tomar una foto de bienvenida?- pregunto a todos, unos saludan y se niegan, otros saludan y muy amables posan para ser fotografiados, y otros menos amables ni si quiera saludan, pero nuestro deber es recibirlos con una gran sonrisa.-No pensé que sería tan difícil, no entiendo porque no quieren que se les fotografíe- pienso mientras sigo haciendo mi trabajo. 

Algunas mascaras me llaman bastante la atención, y alguna persona de las que entra hace que se me ponga la piel de gallina por su manera de actuar, o de saludarnos, sobretodo si llevan el rostro tapado del todo. 

Cuando veo llegar a la chica joven en limusina, al igual que a los demás invitados la saludo con la misma sonrisa y la misma bienvenida como a cualquier otra persona. 

-Bienvenida al festival ¿Le podemos tomar una foto de bienvenida?- aunque permanezco con la sonrisa, estoy ya un poco cansada, ha pasado mucha gente por aquí, mas de la que yo esperaba, y tener que saludarlos a todos y cada uno, se hace un tanto pesado. 

Yo paso de fotos- dice el caballero con máscara que lo acompaña- pero tu querida Darla, pienso que una foto con tu violin sería estupendo, será un evento para recordar sin lugar a dudas.

Bajo del auto tras colocarme bien el antifaz, y con el estuche del violín en mano, el viaje ha sido tranquilo, aunque la serenidad que sentía dentro del auto se haya desvanecido en cierta medida por el título de la  fiesta, “la divina comedia” la obra es sin duda una obra de arte, aunque a mí no me cause demasiado afecto, puesto que a pesar de todo representa imágenes propias de pesadillas en algunas de sus descripciones. Formo una sonrisa en los labios mientras avanzo a la par del señor Santano, quitando de mi mente aquellos pensamientos tan poco adecuados…

En eso estoy cuando veo dos jóvenes fotógrafas, tan enmascaradas como yo en la puerta, una de las cuales nos sonríe mientras saluda, la observo con curiosidad bajo el antifaz y mis labios se curvan en una sonrisa tan cortes como la suya a modo de saludo mientras Pietro habla, le observo ligeramente sorprendida aunque asiento suavemente.

-Por supuesto –mis labios continúan con la sonrisa y vuelvo a observar a la joven de cabello rubio -me encantaría una foto – lo último lo digo con una sonrisa serena al tiempo que observo a la joven y avanzo hasta ponerme dentro de su campo de dominio - ¿desea que me ponga en alguna posición especifica?- pregunto mientras la observo, después de todo allí ella tendrá mejor visión que yo o al menos eso supongo, no estoy segura de que una posición de “lista para tocar” sea muy conveniente, aunque ¿Quién sabe?  

Miro a Pietro, y asiento en forma de respeto hacia el. Respeto que no quiera hacerse la foto de bienvenida, así que dirijo mi atención a la joven Darla, veo como me mira y me sonrojo, disimuladamente me coloco la falda de tubo negra y me aseguro de que el escote de mi camisa blanca no este mas abierto de lo que toca. -Creo que no hay nada fuera de su sitio- me llama la atención el como me observa, pero no le doy demasiada importancia. 

-Pasé señorita, la foto es de bienvenida y de la llegada al evento, puede posar como quiera, siempre y cuando sea acorde con el lugar, ya sabe...- le guiño el ojo cómplice y se me escapa una pequeña y tímida risita. 

Señalo la zona ideal para realizar la fotografía de la entrada, para que se coloque y preparo la cámara para disparar unas cuantas fotos, siempre hago un par para elegir la mejor de todas. 

Busco a Blanca con la mirada y con un gesto le pido ayuda, como hemos colaborado juntas con todos los invitados por ahora. 

 Karen, vuelvo cuando venga más gente, he tenido una idea.

Además de las fotografías normales, había utilizado los disparos múltiples para captar escenas con las luces tan especiales del lugar, tal vez podrían usarlas o expandir el negocio inicial. Una vez tenía varios de los rincones y escenas Blanca volvía a la zona inicial donde empezaba a llegar más de una persona y seguro que Karen necesitaría asistencia.

 ¿Qué tal va? He conseguido algo precioso -comenta, y le muestra el montaje donde se ve la luz moviéndose a cámara lenta como si fuese un gif animado, pero con el rastro de las luces marcados donde habían estado en la foto anterior- creo que podría gustarles para pagina web o algo así. Bueno, me voy al otro lado y cojo los perfiles de quienes quieran. Por cierto, he olvidado el agua ¿tu tienes? 

Y después de aclarar el tema del agua se dirige hacia casi abajo de las escaleras donde tomará las fotografías desde otro ángulo.

Una vez que la señorita Torrance sale del coche y habla con Karen, toma su foto mientras sonríen la una con la otra, las sonrisas naturales son el punto fuerte de la gente y a Blanca le encantaba retratar esos momentos, además por la reacción de Karen, quién sabe... Tal vez le vaya bien que ambas salgan en la foto más adelante.

 ¿Quiere una foto caballero? - le dice a Pietro Santano, pues está demasiado alejada de Karen como para oír la misma conversación.

No señorita, no soy fotogenico- dice el de manera calmada mientras  ve como la mujer posa con una sonrisa dice mientras mira como Darla es fotografiada.

-De acuerdo – es lo que contesto con tono agradable, el gesto de complicidad basta y sonrió en respuesta mientras me coloco en el lugar señalado, reconociendo lo de “acorde con el lugar” descarto la posición de lista para tocar o tocando, no sería de buen gusto o al menos eso pienso,  con el violín entre mis manos, sostengo el cuello del instrumento con la mano izquierda, rozando mis dedos las cuerdas con cuidado, un cuidado necesario puesto que no quiero hacerme daño y apoyo la otra mano contra la caja colocándola de tal manera que este pegada contra mi cuerpo, los dedos índice y medio de la mano derecha al mismo tiempo sostienen la vara de manera recta de tal modo que esta termina de apoyarse en donde termina el vestido, ofrezco una sonrisa clásica al tiempo que la foto se toma.

Esta noche se definía en la palabra: incomodidad. Un solo pensamiento rondaba la cabeza de Max mientras juntaba ánimos para ingresar, a la par que se entretenía vigilando muy disimuladamente a los que iban llegando: “Dale una careta a un hombre y veras quien realmente es”. Estos no eran solo hombres, ni siquiera humanos completamente si se entraba a hilar fino, pero la norma seguía aplicando.

La llegada de Santano, como sin duda él deseaba, poca tenia de discreta, pero eso no le interesaba al Tzimisce. Su compañía era otra cuestión. Aquellas dotadas de encanto y arte estaban entre las favoritas de Max…  Aunque su elección de compañero para esta noche dejara mucho que desear, se podía arreglar eso. Y si todo acababa como era normal de un banquete de sangre, seria una pena que solo la secaran en un rincón. La miro atentamente para grabarse sus rasgos, antes de volver a adoptar un aire paciente, expectante.

No iba a distraerse de la tarea pendiente, por supuesto, pero cuando la noche acabase, sin duda querría algo con que recompensarse. Por el momento, no obstante, se imponía esperar. Tan solo saludo con un cabeceo la presencia del Lasombra, sin aproximarse más; ya habría tiempo para eso.

Disparo la cámara hacia Darla, en varios ángulos y posiciones, buscando su mejor perfil. Una vez acabo como con todos los que han pasado, le sonrío agradecida.

-Muchísimas gracias, tiene un precioso violín y seguro que han quedado preciosas las fotos- la observo con atención fijándome en su violín, y la verdad es que de música entiendo mas bien poco. -Supongo que tocará en la fiesta- tampoco le doy mas importancia. 

Después observo curiosa al señor Pietro, que le dedico otra sonrisa amable. -¿Porque no querrá fotografiarse con ella?- me pregunto, viendo como la ha estado esperando mientras ella posaba. 

Espero, con tranquilidad y la sonrisa en los labios a que la joven termine de tomar las fotos, hasta que al fin me libera sonriéndome agradecida, ladeo la cabeza mientras la oigo hablar, pensando en lo amables que son sus palabras, "que linda" 

-No hay de que- sonrió respondiéndole- ha sido un placer... gracias –digo con respecto a que mi violín es precioso y asiento en su dirección- sin duda han quedado preciosas, me gustaría verlas llegado el momento- contesto antes de caminar de vuelta al lado del señor Santano, colocando el violín de vuelta en el estuche y sonriéndole, me supongo que ya es hora de entrar y que debo hacerlo con él, de repente siento cierta ansiedad, es verdad que hoy tocare.  

Blanca revisa las fotos por encima y luego mira hacia Darla y Santano esperando a que suban para mover ficha, pues estaría bien conocer cuantos invitados más van a llegar. También mira el reloj, puede que así consiga hacerse a la idea de qué toca hacer, porque si quedan muy pocos invitados tal vez es mejor entrar, o si va a empezar alguna eventualidad de la fiesta.