Partida Rol por web

Alterado, Charlie da dos pasos y se queda frente a frente junto a Ana Lucía mientras esta le está contestando. Ambos son de la misma estatura y gritándose a la luz de la hoguera montan una escena bastante violenta rodeado de los demás supervivientes.

- Quizás sea tu tono cuando dices "otro grupo se quedará", quizás sea tu tono en general, pero a mi no me vas a hablar así. - dice Charlie en voz más alta que antes - Además, a faltas de médicos, creo que sería lo más lógico que quien sepa primeros auxilios se quede en la playa por si hace falta socorrer a alguien. Pero es tu elección. Buenas noches.

Acto seguido, se gira dándose la vuelta y se tumba de nuevo en la arena.

Ana Lucía no se amedranta tras la intervención de Charlie, pero tampoco aviva la disputa.

Ya he dicho que hice todo lo que podía por los enfermos, si alguien empeora no podré hacer nada por ellos. En cambio si puedo ser de ayuda en la exploración, pues estoy adiestrada para esto también. Si hay alguien que crea que tiene la autoridad suficiente para dirigir el grupo de expedición que lo diga, en caso contrario la tomaré yo. Ojo, esto no significa en ningún momento dictadura, sino coordinación, ley y orden.

Después de esta disputa, el grupo pasa la noche con cierta tensión. Los otros supervivientes han oído la pelea y están un poco nerviosos e intranquilos. Aún así, todos duermen como pueden mientras Ana Lucía monta guardia, incapaz de dormir.

A las 6 de la mañana en punto, como habías previsto suena el "pip pip pip" de la alarma de unos de los relojes que has mangado. Te levantas con los músculos doloridos de dormir sobre la arena y un poco de frío. Afortunadamente, en esta zona tropical del planeta el sol enseguida calienta lo suficiente. Está a punto de amanecer y la silueta del sol rojizo comienza a alzarse desde el horizonte. Rápidamente, te acercas hasta la orilla del mar. La marea ha arrojado a la arena bastantes maletas y material del avión despedazado. Es posible que consigas cosas bastante interesantes.

Permaneces despierta durante casi toda la noche, dando a veces frecuentes cabezadas ya que el cansancio del día te pasa factura. Recuerdas tu época de policía cuando hacías la ronda nocturna junto a tu compañero y con un buen café en la mano. Las horas transcurren lentas hasta que el sol comienza a asomar por el horizonte. Te has quedado dormida junto al fuego pero te despierta un ligero "pip pip pip" que reconoces como la alarma de un reloj. Levantas la cabeza, el sol comienza a asomar por el horizonte y las fogatas se han apagado. Distingues a uno de los pasajeros, el rubio atractivo que se ha levantado sin hacer ruido y se acerca hasta la orilla. La marea ha devuelto a la costa gran cantidad de maletas y trozos del fuselaje del avión. El tipo rubio se acerca a las maletas y comienza a registrarlas...

Me acerco sigilosa al tipo y le digo:

-Eh! tú! ¿que estás haciendo?, ¿no se te habrá ocurrido por curiosidad revisar tú solo las maletas y quedarte con algo?

Dice Ana Lucía poniendo pose sexy, pero de tipa dura

 Antes de darme la vuelta y encarar a la entrometida, hago un gesto de fastidio... ¿Otra vez la marimandona esta? ¿No fue bastante con el parloteo incesante de anoche?

Me giro con una de mis más radiantes sonrisas, y la miro con la cabeza ligeramente ladeada...

- Vaya ¡buenos días a tí también, mami! Digo en un claro tono irónico ¿Ya has hecho el desayuno y limpiado los pañales a los bebés?

Me giro y sigo con lo que estaba haciendo, ignorándola. Sigo revolviendo entre las cosas de la playa, la miro de reojo y añado

- Deberías meterte en tus propios asuntos. Ahora si no te importa, voy a seguir buscando mis cosas, y hazme un favor, nadie te ha nombrado la reina del baile, así que no vengas ahora a venir a sermonearme ni a darme ordenes, porque no voy a aceptar ordendes ni de tí, ni de nadie, ¿entendido? ¿Por qué no haces tú algo útil, como ir a buscar comida en vez de estar molestando a la gente, para variar?

Y sigo a lo mío...

A Ana Lucia comienza a ponerle la cara de cabreada al oir al machista chulito, muchos como este habia tratado ella en sus patrullas.

MIRA IMBECIL!!! Vas a dejar esas maletas ahora mismo! primero porque no son tuyas, segundo porque no parece que estés buscando nada en concreto y tercero porque debemos estar presentes algunos de nostros por hay algo que pueda servir.

Ana Lucia ahora coje una de las maletas con la intención de llevarlas junto al resto de la gente.

ASI que ayudame a llevar esto alli y no me hagas cabrear, pues tengo muy malas pulgas.

Me quedo mirándola, divertido, y disfrutando de veras con esa reacción

- Uuuh ¡Miss Queen Latina tiene carácter! JA JA JA! 

Sigo haciendo exactamente lo que estaba haciendo antes de ser interrumpido al tiempo que añado

- Mira, para las malas pulgas, lo mejor es una buena ducha con jabón, y ya que nos ponemos con tecnicismos, tampoco son TUS maletas, así que vete dejándolas donde están. Y según las leyes internacionales de rescate marino, todo esto llega del mar, y el que lo encuentra, se lo queda, así que tú ve de madre Teresa si te apetece, pero yo no pienso estar obedeciendo tus órdenes. Si no me demuestras con una factura, o con un nombre grabado en ello, la pertenencia de las cosas, lo que encuentre es MIO, ¿lo pillas?

Y sigo a lo mío...

Salís de vuestro intranquilo sueño cuando unas voces demasiado altas os despiertan. Casi ha amanecido y los diferentes grupos se han ido despertando a medida que el vocerío se hacía más violento. En la orilla veis a Ana Lucía discutiendo a voz en grito con un hombre apuesto y rubio. La marea ha traído hasta la orilla gran cantidad de maletas y restos más ligeros del fuselaje. El motivo de la discusión parece ser que versa sobre las cosas que las olas han arrojado a la arena.

Charlie se despereza. No lo esperaba pero ha dormido bastante bien, se encuentra descansado y no nota secuelas físicas del accidente. Pero sigue igual de nervioso que por la noche.

Cuando se incorpora, ve a Ana Lucía discutiendo con alguien - Empieza a ser típico - piensa, para fijarse que detrás hay una serie de maletas que han llegado a la orilla. Sin dudarlo, pasa del individuo y corre hacia allá y busca dos objetos, la maleta que facturó y la funda de su guitarra.

Ana Lucía intenta controlar su rabía que el cara dura está deseando ver, no va a permitir que alguien como él saque provecho de nadie.

.YA estoy empezando a cansarme de tus palabras JODER!! Esas maletas no son tuyas y no voy a permitir que te adeuñes de nada de ellas, se llevarán con el resto de la gente y se almacenarán las cosas útiles que no sean de nadie. Tan solo si alguien reconoce su equipaje será suyo el resto será para el bien común. Si no te queda claro lo haré por la fuerza, no te tengo el más minimo miedo.

Tras eso se encamina a la maleta que tiene ahora mismo el rubio chulito y trata de quitarsela.

No dejaré que robe a nadie, hay gente que necesita cosas como la chica rubia que necesita su inhalador...

 Aparto la maleta de la entrometida girando sobre mi mismo y le digo

- ¡Eeeh! Tranquilízate cariño, te van a salir arrugas con tanta cara de cabreo todo el día... Y repito, tu no tienes más derecho que yo sólo porque tú lo digas, y si vas a tratar de obligarme por la fuerza, creo que deberías planteartelo dos veces... ¡Vive y deja vivir! ¡Paz! Y sonrío y hago el símbolo de la victoria ¡Ah! Lo siento, acabo de recordar que no me van las comunas hippis, me declaro estado indpendiente.

Por favor... En serio ¿Cuál es su problema? A ver si me deja en paz de una vez y se va a cuidar a los demás... Yo sé cuidar de mí mismo...

La vuelvo a ignorar y sigo con lo mío...

 Me hago el distraido, pero la vigilo y me quedo en guardia esperando que salte. Si se le ocurre levantarme la mano, se la paro y le arreo un bofetón con la misma

Me despierto sobresaltada por los gritos que da alguien. Me incorporo de un salto. No sé dónde estoy ni que ocurre. El accidente. el avion hecho pedazos. Creía que había sido una pesadilla. No puede se. No es posible que estemos todos aquí. Estoy soñando todavía. Al ver al chico correr hacia la orilla me dirijo hacia dónde él, y veo las maletas. ¿Estarán mis cosas ahí? Me acerco a él.

Hola. Ayer no nos presentamos. Soy Shannon. Encantada. ¿Buscas tu maleta? Yo voy a buscar la mía también. Y bajando la voz (aunque no es necesario con los gritos) le digo.¿A esa chica que le pasa?¿Siempre está así?

Al ver que el rubio listillo se aparta con una maleta que no parece de su propiedad digo al resto del grupo que parecen haberse despertado

- A ver por favor, necesito ayuda para poder sacar las maletas del agua, antes de que este señor que se ha declarado república independiente siga apropiandose del resto de las maletas, las pondremos en la arena y luego se verán de quién son...si no lo hacemos así puede que se las lleve de nuevo la corriente.

los gritos, el sonido de las olas, la arena pegada a mi piel... me cuesta un rato centrar mis pensamientos y recordar donde estamos y porqué. la playa, el accidente. abro los ojos y me incorporo. observo la discusión entre ana lucía y otro tipo. bostezo con pereza pero me levanto y voy hacia allí cuando se nos requiere. veo las maletas que flotan en el agua, que van y vienen con las olas. me adentro en el mar y acerco a la orilla las maletas que tengo al alcance. paso al lado de ana lucía y su nuevo amigo, quedándome con todo lo que dicen, pero sin abrir la boca.

 Me apresuro en mi trabajo antes de que me jodan el negocio. Estoy en forma y quiero tener moneda de cambio por si necesito algo más adelante.