Partida Rol por web

Ahí estaba la puerta y la cabina. Se escuchaban pasos. Clank, clank, clank.

Luego el arrastrar de una silla.

Silencio

-Eh...¿Hola? - susurro - ¿Hola? - repitió la voz insegura - ¿Hay... Alguien? Soy Daphne - una ligera tos nerviosa. Parecía un tono de voz joven, tímido y muy dulce. Un tono tembloroso. Un tono como si no quisiera llamar la atención.

Se escuchó un suspiro y luego un frotar de ropa, con un par de golpecitos sobre algo blandito.

El sonido apagado de unos pasos decididos, alguien parándose frente a la pared, luego más pasos lentos. 

-¡Hola, Daphne! Soy Morgan. ¿Qué tal? ¡Que ganas tenía de comenzar! -es una voz algo grave, con ciertos matices andróginos, un punto profunda. Se nota amistosa.
-Daphne. Qué bonito. ¿Es de origen griego? Yo soy inglés. De Bristol. Hace cinco años me mudé a USA. -sigue escuchándose el sonido amortiguado de los pasos, el roce suave de ropa.

-Soy un poco hablador, jaja. Me enrollo fácil. Si me paso me lo dices, vale. Va, cuéntame de ti, Daphne. Lo mejor es lanzarse al público, no te come. 

— Hola Morgan — se le notaba una voz entusiasmada, tímida pero mucho más entusiasta — Yo también tenía ganas de comenzar. Eres el primero con el que hablo. Nunca había hecho algo así —se escucha una risita un poco juguetona e infantil.

Tras hablar un poco más, parece un acento extraño, difícil de definir. Aunque en ciertos puntos te recuerda al Británico y al americano.

— ¿Griego? Pues...— dubitativa— No lo sé. Creo que no. Bueno, o quizás si. Era el nombre de mi tía, la hermana de mi madre. En la familia hay una extraña tradición de poner nombres. Romanos a los hombres y de Schakespeare a las mujeres. Creo que voy a tener suerte del que me tocó — jocosa.

Se escucha un frotar de tela, como un cambio postural.

— Yo nací en Fort Lauderdale y he vivir toda la vida allí. Pero mi madre es Escocesa y francesa, y mi padre es de Alabama. Imaginate que mezcla — soltó una risa límpida y suave.

—Me encanta que hables. Yo...soy algo tímida, pero me encantan las buenas conversaciones. Y sinceramente por trabajo no siempre tengo las mejores, pero si las más genuinas. Soy profesora de infantil y a veces recibo de los niños las mejores respuestas —aclaró —¿ A ti también te gusta lo que haces?

-Mezcla, diversidad, mola. Me gustan los colores, no el monocromo. Mi familia siempre fue Bristol, hasta donde se. Marinos. Mi padre y yo rompimos la tradicion.

De alguna manera se nota que Morgan sonríe.

-Estuve en Escocia, de visita, turismo. Hace años. Me hechizó. Literalmente. Y he pasado por allí varias veces. Hay muchas cosas por descubrir. Su gente, sus paisajes, las islas. El mar poderoso. –Los pasos se detienen. Suena la risa. Es fresca, vibrante, teñida de franqueza.

-Jajajaja. No digas eso de que hable, te abrumaré. ¿Profe? Oh, me aplicaré entonces. La verdad es que yo fui un trasto de jovencito. –se vuelve a reír- Sí, los críos te dan las respuestas sinceras, directas, sin filtro. Entonces debes ser muy dulce y paciente, se necesitan cualidades guays para enseñar a los niños.

Se escucha el sonido del sofa, se ha sentado.

-He nacido para lo que me dedico, desde pequeño. Soy actor, poeta, un mago con las cartas. Bueno, tampoco es eso, domino unos pocos trucos. ¿Te gusta la magia, la poesía? Cuando nos conozcamos, cuando nos veamos, quiero decir, te haré algunos trucos. Vas a flipar. 

— Pues si te soy sincera, nunca estuve en Wscocia — parece que comenta melancólica — Cuando la abuela y Tía Daphne murieron, mi madre y el abuelo se trasladaron a América. Tampoco estuve en Francia. Y me encantaría verlo. ¿Sabes?, mis padres tienen una casa frente al mar y me encantaba quedarme dormida escuchando el sonido de las olas.No sé si podría vivir en un sitio que no tenga mar

Ella también parece levantarse y pasear con pasos marcados alrededor de la mampara y por los ruidos agitados pareciera como si moviese algo. ¿Las manos?

— Yo quería ser como mi madre, artista. Ella es fotógrafa. Pero preferí los niños. Me encantan. Son tan reales y sinceros. En el jardín de infancia vienen sin maldad normalmente, si es que algunos son casi bebés. Son adorables, me encanta.

Al escucharte decir sobre la profesión, escuchas un gritito muy suave, como emocionada.

—¿Magia? Me encanta la magia. Mi padre me hacía trucos cuando era niña y me fascinan los trucos, a pesar de ser ya un poquitito adulta — comenta en un tono meloso — Me encantará verte hacer algún truco — confirma con firmeza.

La voz parece que va soltándose conforme pasan los instantes, algo más segura y tranquila.

—Si pudieras ir a una ciudad en el mundo ¿Cuál elegirías?

-Se me hace difícil imaginar un mundo sin mar. A veces, en las ocasiones que puedo pasear por la arena de la playa en esas noches de verano, o de otoño, o importa, miro al mar, y el rumor del oleaje me lleva a otros lugares y mundos. Me hace pensar en los antiguos navegantes...-sonaba con emoción contenida.

Una pausa de varios segundos. -Te encantan los niños. ¿Quieres ser madre? Quiero decir...pronto. Oh, bueno, tal vez ya lo eres. Serías una madre muy joven por el tono de tu voz. ¿Tienes hermanos? Yo tengo una hermana y un hermano. Buena gente. 

Un sonido de movimiento, quizá cruzaba las piernas en el sofá. - ¡Te gustan los trucos de magia! Qué genial. Me verás, Daphne. Claro. ¡Ya se! Te haré uno ahora mismo. Deja que me concentre...piensa en una carta, piensa con fuerza...La tengo. ¡El as de corazones! ¿He acertado?

Se escuchó su risa traviesa -Bueno, a veces soy un tonto soñador que quiere hacer sonreír a su dama. -el tono sigue siendo jovial, cercano, desenfadado. 

-¿Una ciudad en el mundo...? Mmm...elige tú, Daphne, y yo te acompaño. Una ciudad con mar, ¿no? ¿En el Mediterráneo? ¿En las costas francesas? ¿O en las bravas costas del norte de Escocia?

Medita tu respuesta, porque tarda unos segundos en contestar. O eso te lo parece.

— Me encantan los críos. Algún día, quiero ser madre. Dicen que las personas que quieren tener hijas o hijos, es que están cómodos con el rol que hicieron sus padres y quieren perpetuarlo. Mi madre adoraba a los niños y quiso por encima de todo tenerlos. Por desgracia solo estoy yo.Eres afortunado, a mí me encantaría tener hermanos. Así que...— parece que vacila un poco— ...si me gustaría tener dos o tres críos. Uno solo no.

Parece que cuando dices lo de la magia exhala un gemido ahogado y le escuchas una carcajada al decir "el as de corazones" y casi podrías imaginar, como si se tapase la boca — Pues si, había pensado el as de corazones— confirma con no mucha credibilidad pero si encantada.

—Ah no, no — regaña entre risas a tu respuesta sobre la ciudad — No me seas tramposo, eso no sirve, ¡Tienes que elegir tu! — divertida — Vamos a ver, yo elijo mi favorita y luego tú, así, iremos a dos sitios ¿ Um?— buscando tu complicidad — Yo iría a ver Venecia en carnavales. ¿No te parece romántica?

-Romántica sin turistas. ¿Un paseo en góndola, signorina? O sole mio... Che bella cosa na jurnata 'e sole N'aria serena doppo na tempesta Pe' ll'aria fresca pare gia' na festa…

Se pone a cantar. Es esa voz un punto grave, sonora, cálida -Chapurreo un poco de italiano y francés. Si desafino, será el pinganillo, no es de buena calidad…-se nota que bromea.

-Te diría París, la ciudad del amor. Pero está saturada. Viena. O Brujas. No tengo favorita, a decir verdad. Un pueblecito costero de alguna isla griega. Bajo la atenta mirada de la luna, tocaría la guitarra para ti…

Hay una pausa de varios segundos.

-Ejem. Va, preguntas clásicas. ¿Cuáles son tus aficiones? Dime si practicas algún deporte, ¿te gustan las motos, bailar, los juegos de mesa? 

La risa divertida que suelta te indica que le ha gustado escuchaste cantar.

— Bueno en carnavales, no está muy sola. Y si, tienes razón, lo mismo hay muchos turistas. ¿Hablas francés? — con ilusión — Yo también, aunque solo con mi madre. Me encantaría visitar Paris. No he estado nunca allí y mi madre paso tiempo mientras estudiaba la carrera. Imaginate.

Entonces, como con voz evocadora empieza a enumerar las ciudades para terminar diciendo;

—Una isla griega...un paseo por el puerto. Si, te lo compro. Pero una que no esté llena de turistas.

Entonces, se escucha pasos descalzos por la sala, especialmente por la zona cerca de la mampara.

— Veamos, las típicas... — reflexiona unos segundos — Me gustan las películas de comedia romántica mientras como palomitas. También los juegos de mesa. Y leer, me gusta mucho leer. El deporte....bueno ¿ Pasear cuenta? — bromista — ¿Y que me cuentas de ti? Si fueras un personaje de tu película favorita, ¿Quién serías?

Se escucha igualmente la risa al otro lado e tu cabina. –¿Descalza? Me gusta. Yo en casa voy descalzo casi todo el año, menos en invierno.Aquí no pensé que se pudiera. –Se oyen los susurros quizá de quitarse el calzado.

-Ya está. –Quedó claro que Morgan se había puesto en pie – Los paseos ejercitan las piernas y dan resistencia al corazón. Si no te vas parando en cada escaparate. Me aburren mucho las compras, ¿y a ti? Para mi hermana, Gwen, es una fiesta ir de compras, o simplemente probarse vestidos y zapatos.

Paseo. Parada junto a la mampara.

-Pelis de sci fi, fantasía. Series, de diverso tipo. Las rarunas, las que tocan temas misticos, sobrenaturales, fuera de lo común. Voy al gimnasio, un poco de ejercicios, a veces algo de boxeo, suave. Y a correr también salgo. –suena animado.

-Me lo pienso ese personaje. No sabría decirte. Creo que el héroe de tu vida eres tú mismo. Pero a ver…-la voz tiene su tinte de duda – El sombrerero loco me cae genial. Es un tipo divertido. ¿Y tú?

— ¿Como lo has sabido? Me encanta ir descalza. Lo adoro. Me pase toda la infancia peleándome con mi padre por qué me pusiera las zapatillas. Pero es que me pasa como a mí madre, que cuando estoy nerviosa o creando, lo mejor es sentir el tacto del suelo en las plantas de los pies.

El paseo se detiene junto a la mampara, de dónde viene la voz más intensa

— Así, que ambos estamos cómodos. Me gusta. Eso sí, lo de ir de compras, no me gusta tanto. Me frustro mucho porque no todo es como me gusta, así que si tu hermana quiere comprar ropa, me avisas y la mando con mi madre. Así tiene a alguien para vestir y no me da la tabarra — comenta cómplice

— Pues mira, fantasía también me gusta. Como Harry Potter, es una broma que tengo con la familia. Y también las de seres sobrenaturales como vampiros o ....o.... No se humanos con poderes.

Tamborilea los dedos en el suelo y suelta un gritito al escuchar tu comentario.

— No fastidies! Mi película preferida es Alicia en el país de las maravillas. La de Disney, claro. Con el gato guasón. Aunque yo no dije héroe, dije personaje preferido. Muy buena elección — aprobó — El sombrerero loco es genial, ya sea en 2D o en carne y hueso. Sin embargo....si tuviera que elegir, yo sería el gato de Chesire. Aparece y desaparece, misteriso y guasón. Nadie se mete con él. Si — ratifica — el gato guasón.

Notaba poco a poco, como su tono era más confiado y hablaba más y más.

— El día más feliz de tu vida?

 -El gato de Chesire y el Sombrero loco. Vaya pareja que formaríamos. Jajaja. Así que eres una guasona. O te gustaría serlo. Bien. Me gustan las chicas con sentido del humor. Y tú pareces tenerlo en grandes dosis.

Se oye rumor de pasos de nuevo. –Es curioso, no pense que esta mampara llegase a agobirme, pero empieza a ser molesta. Y eso que llevamos poco rato hablando. Será cosa de acostumbrarse –la voz contenía notas de ligera frustración.

Hubo un silencio de varios segundos tras tu última pregunta.

-No hay un día en particular. No se. El día en el que conseguí que me saliese mi primer truco de magia, a los siete años. O mi primer beso, ¿no? . El tono siempre es abierto, sin timidez.- Cuando llegó mi hermanito de bebé a casa, era un juguete. Tal vez el más feliz está por llegar…-sugerente.

-Ahora te toca. El más feliz. Y el más triste. La tristeza es parte de la vida. Y qué más…¿Cuál sería um día perfecto para ti? ¿Qué haces los findes? Mmm…Y una pregunta más atrevida, ¿Cómo te gustaría pasarlo conmigo?

— Pero seríamos formidables, ¿No crees? A ver si la reina de corazones nos tose — se ríe — En realidad, creo que no soy muy guasona. Me gusta la diversión, pero no soy la típica persona que termina siendo conocida por ser el Chandler del grupo. Pero sí que tengo sentido del humor. O eso espero — comenta algo temerosa de darse cuenta de repente que no lo tiene

Se nota como apoya algo pesado en la mampara a lo que te responde con suavidad

— La verdad que sí. Pero si está es por algo ¿No? O eso dicen - añade con un toque de picardía —lo mismo sirve como con la ropa, es mejor que insinúe a que enseñe.

Parecía, por los silencios y la forma de responde, encantada de tus respuestas.

—Es cierto, lo mismo está por llegar. Pero sí que se puede hacer, el histórico del día más feliz. Y supongo que hasta ahora, fue el día que terminé mi formación y me dieron el diploma, la cara de orgullo de mis padres, a pesar de que no era lo que ellos esperaban para mí - ensoñadora — Y el día más triste..
.— tarda unos segundos — ...cuando murió mi abuelo Philleas. Recuerdo que lloré muchísimo y sentí un dolor tan grande. A mi abuela materna no la conocí, ni tengo relación con los paternos, pero Abu era muy especial para mí.

Unos segundos después tras inspirar un poco más fuerte por la nariz, continua con la conversación.

— Depende del fin de semana. Generalmente algo tranquilo, paseo con las amigas, voy a alguna obra de teatro, o si tengo suerte alguna excursión. Visito a mis padres — nada suena especialmente excitante — y me meto en la piscina. Me fascina nadar, estar en medio acuoso te hace sentir como si flotaras. Algunas veces me hago la terapia de cámara de silencio. ¿Sabes cómo es? Bueno, por si acaso , te lo explico — comienza un poco en tono de maestra de escuela — Hundes la cabeza en el agua, metiendo los oídos dentro y te aislada del mundo y del ruido. Te quedas solo con tus pensamientos y tus ruidos internos. Es muy Revelador.

Suspira de nuevo con cierta melancolía

— Pues como pasaría el fin de semana - se escuchan golpecitos sobre algo. Lo mismo el dedo sobre el labio, por la forma de hablar — Me gustaría salir a pasear por el puerto, y tomar uno de esos batidos con nata y guinda. Luego me sentaría a ver la puesta de sol y a jugar a los bolos, mientras escucho música Rockabilly. O...o — parece que va a proponer algo más — O podríamos ir a una fiesta de disfraces. ¿De quer irías disfrazado tu?

-Mi abuelo decía que el secreto de una vida plena es aceptar que la vida se compone tanto de buenos momentos como de los malos. Aceptarnos como somos, comprender a los demás, reír y llorar. Quieras o no, Morgan, los días amargos existen, no les des la espalda, eso es dársela a una porción de tu vida. -un suspiro- la verdad es que no se si tenía razón del todo.

Escucha tu inspiración -¿Estás bien, Daphne? -atiende sin interrupción acerca de la cámara del silencio- Yo no soy de relajarme, mi cabeza está siempre revolucionada, menos cuando duermo, y seguramente también. Tengo que estar haciendo, pensando, algo. No se, el yoga y esas técnicas de relajación no están hechas para mí. -ríe suave, acompañando a sus palabras.

-¿Bolos? Te daría una paliza a los bolos, jajaja. ¿Y bailar Rockabilly, no solo escucharlo? ¿Te va el baile? No me has dicho nada antes sobre el baile. O las motos. ¿Le apetece una vuelta en moto a la signorina? -Más pasos.

-Me he disfrazado bastante en mi juventud. Y ahora, por mi trabajo, las actuaciones, el teatro. Pero vale, se a qué te refieres. ¿Me vas a invitar a una fiesta de disfraces? ¡Acepto desde ya! -está sonriendo, es inconfundible. Hay alma en lo que expresa Morgan.

- Yo iría de algo que destacase- hay un murmullo de movimiento de brazos, y su voz parece impostada- . De un tipo a lo steampunk. Con mi sombrero, y mi cara maquillada. Posiblemente un montón de anillos. ¿tú irías de gato guasón? Va, otra pregunta clasicona. ¿Por qué te has metido en este transgresor proyecto de Love Blind?

los instantes pasaban cargados,, en este caso de información.

—Tu abuelo era un hombre sabio. El mío era bastante serio. Tuvo mucho trabajo con mi madre, así que a mí me consentía mucho más aún. Estoy bien. Acordarme de él, hace que la vida merezca la pena. Seguramente, no había aprobado que viniese al programa. Era la niña de sus ojos - comento con un deje orgulloso

Los pasos también volvieron a soñar, pesados y descalzos en la moqueta.

—No habría ido de gato guasón, preferiría la reina de corazones, así, podría gritar "Que le corten la cabeza" — grito de una forma histriónica e impostada — Pero el Steampunk si que me parece un estilo genial. Y el Rockabilly. No sé si sabría bailar. Siempre he bailado sola, así que...digamos que es como el gato de Schrödinger. Ahora mismo estoy en un estado, que me gusta y no me gusta.

Tras tu pregunta bufa.

—¿No es obvio? Quiero conocer a alguien, más allá del envoltorio. Aunque en realidad quiero que me conozcan a mí, más allá de la superficialidad ¿Por qué te apuntaste tu? ¿qQue esperas encontrar?

Hubo un tamborileo de dedos sobre aquel muro que les separaba. Es Morgan, "tocando" una melodía.

-Tenemos que solucionar eso de bailar sola. Conmigo te estrenas. A lo grande. Ya verás. Déjame que piense en algo. -Entretanto, la chica arroja luz a su oscuridad.- Bueno, ese motivo lo tenemos todo. Conocer a alguien sin la influencia del "envoltorio", como dices. Pero algo más profundo tiene que haber. -la voz refleja una nueva emoción, la incredulidad o perplejidad.

-Que de aquí puedes salir camino a la luna de miel. O, claro, que igual hay quien viene a pasar el rato, divertirse y a no tomarse en serio el asunto. Vale, tenemos que disfrutar de estas...entrevistas o citas a ciegas. Puede que esa sea una de las principales ideas, la diversión y conocer personas. Quien sabe los caminos de esta aventura. 

Hay otra pausa, cortita - Yo quiero encontrar a esa persona que me llegue y arrebate como un ciclón. Que me levante del suelo, me zarandee, y explote dentro de mí una nova. Jajaja. Vale, es mi vena teatral y poética. Daphne. Pero en realidad sí que quiero enamorarme mucho y profundo. Sin obsesionarme por ello. Pienso que no importa el físico, que una persona te puede caer como una patada por muy bella que sea, y a la inversa. Sin embargo el físico pesa lo suyo. Quiero descubrir eso también.

Ya suena más serio. Aunque con su toque travieso de toda la conversación.

Al golpear con los dedos con el ritmo de una melodía, se escucha a ella acompañándole con alguna conocida canción, al tiempo que por los ruidos y la respiración algo más dificultosa, se podría intuir que está bailando.

—Quiero encontrar eso que tienen mis padres.Es como un amor que supera todas las adversidades, es como una llama que tienen el uno con el otro, incluso cuando no han sido cien por cien íntegros el uno con el otro. Es como el motor que les hace moverse. Yo quiero algo así. Y si hasta ahora, presentar el envoltorio no ha ayudado a la elección en el bufé libre, mejor lo intento con una cata a ciegas. ¿No?

Para de bailar por el sonido que hace al sentarse y con la voz algo tomada por el movimiento añade:

— Seamos sinceros, Morgan, al final no toda la belleza está en el interior. Eso sirve en Disneyland pero no en Adultosland. Estoy cansada de ser la amiga simpática que acompaña a la guapa. Esa con la que los chicos tienen que contentarse cuando la guapa no les ha elegido.

Inspira con profundidad.

— Veamos, algo menos serio y resentido. ¿Animales? En casa teníamos un gato gris y gordo. Que no me preguntes cómo, lleva vivo más años que yo

Los dedos continúan tocando, con más énfasis al saber que Daphne le sigue el juego. Ella se sincera luego.

-Te doy la razón. Entramos por los ojos. Me pregunto qué sucederá cuando nos encontremos en las diferentes elecciones. Si no nos importará demasiado el cascarón, si nos decepcionaremos o, sencillamente, nos dará igual. Creo que esto último es difícil…Por eso representa un desafío. 

Hablaban de físico, tarde o temprano iba a salir el tema. Era inevitable. -No se trata solo de ser la amiga de. Tú tienes tus gustos, no creo que a la amiga simpática le valga cualquiera.

Cambio de tema.

-Me gustan los animales. Pero en el mundo salvaje. Representan una responsabilidad, debes dedicarles tiempo. Y necesitan una casa grande. De peques, teníamos un conejito. -duda- Con mis horarios poco regulares, no puedo ocuparme de una mascota. Además, pienso que nosotros acabamos siendo las mascotas de ellos -añade en plan divertido.

-Un lugar de vacaciones. ¿Playa, montaña, circuito en ciudad, aventura? Un grupo, o grupos musicales. Un libro. Una canción.

Pausa.

- Un deseo. 

— Supongo que se verá si al final el amor es tan ciego como parece. Es cierto que hay cosas que nos están faltando y no tiene que ver con lo visual. El olor, el tacto, supongo que las hormonas que hace que te atraiga también alguien. Solo el tiempo, el más sabio de todos, lo dirá.

Expresó interés mientras hablabas sobre animales y te daba la razón con ciertos soniditos, así como se emocionó al escuchar sobre el conejito, de manera muy dulce.

—Animales salvajes...Me encantan pero me dan miedo. Si fuera un animal salvaje sería un oso panda. No requiere muchos cuidados, son adorables y quizás en peligro de extinción ¿Y tu? Mmm...déjame que adivine, que podrías ser... ¿Quizás una nutria? ¿O un ave libre?

Dejándote con ese pensamiento, contestó a tu última pregunta.

— ¿Un deseo? ¿Solo uno? Al menos Aladino tuvo tres — refunfuñando — me gustaría ser feliz. Lo sé, lo sé — inmediatamente — Es muy típico. Pero eso implica que tengo lo que deseo o al menos lo que necesito, que hay alguien conmigo para recorrer este camino y que la gente que quiero sigue a mi lado. Los que vinieron antes que yo. Y los que vendrán después. Sencillo. Que tengo tiempo para disfrutarlo, sola y con ellos. Y que no tengo miedos y angustias.

— Un sueño —Te devuelve la pregunta