Partida Rol por web

Atala no consigue ver nada en la oscuridad, pero Galmor y Julianna les cuentan lo que ven y ya solo piensa en actuar. Lo primero que hace es quedarse en la puerta del granero para que los bandidos la vean y la sigan.

Vamos, entrad dentro,  se acercan cuatro ... Susurró el enano desde la puerta del granero. Galmor esperó a que todos entraran dentro y al ver cómo Atala se quedaba de cebo, entró y se escondió detrás del portón esperando con su martillo preparado.

-¿Entrad dentro?, ¿Y si quiero entrad afuera?, jijiji. Piensa el gnomo riendo internamente a raíz del comentario de su amigo.  Sin hacer aspavientos ingresa sigilosamente al granero al tiempo que prepara su bastón en la zurda, al tiempo que prepara mentalmente una pequeña plegaria al poder de la naturaleza.

Fadrique se pone fuera de la vista mientras prepara sus hechizos. Su símbolo sagrado, que es su maza ceremonial, con el hierro en forma de media luna, en la mano derecha. El escudo, también muy historiado, con el símbolo de las siete estrellas de Selune, en la zurda. Procura moverse sin hacer ruido y sin cruzar por delante de la puerta, donde el enano está.

El grupo de compañeros se va moviendo a sus posiciones a la espera de poder dar un ataque sorpresa a sus enemigos.

Los segundos se hacían interminables. Claramente estaban acostumbrados a robar, ya que se tomaban su tiempo.... Seguramente estaban estudiando la situación antes de actuar.

Al poco rato tres figuras, caminando lentamente y con bastante cautela, comienzan a acercarse al fuego que habían hecho. 

Los tres son humanos, aunque les llama la atención de que el cuarto no aparece en escena todavía.

La picara, tratando de moverse sigilosamente por detrás de uno de los ladrones para flanquearlo, pisa una ramita y se descubre a sí misma, más no pierde la posibilidad de atacar sorpresivamente a sus acechados y con sus dagas se avalansa sobre uno de ellos.

Para su mala suerte, y por la adrenalina causada en el ataque, al intentar atacar una de las dagas se le escapa de las manos y va a caer al piso unos metros más allá donde se encuentra actualmente, y con la otra no logra impactar en su objetivo, el cual se mueve con bastante fluidez.

Heskan estaba acostumbrado a esperar no tendría ningún inconveniente en hacerlo. Esperó con paciencia hasta que ésta dio su fruto. Allí había tres intrusos. Sonrió y se preparó para lo que estaba a punto de suceder. Heskan decide acechar a la víctima como suele hacer siempre.

Verlor se mantuvo paciente, a la expectativa del momento adecuado, en las escaramuzas frente a drows o duergar, la mejor táctica era siempre atacar por sorpresa, no importaba si era necesario esconderse en algún pequeño nicho de la montaña en total oscuridad durante horas, la paciencia lo era todo. Al ver que sus compañeros se alistaban al combate y que Jullianna podía caer presa de los tres bandidos, el pequeño gnomo dio un paso fuera del granero y elevo una pequeña suplica a la fuerza vital de la naturaleza.

-Despierta del pequeño corazón de tu semilla, eleva tus sinuosas curvas por sobre la tierra, ya que suplico tu auxilio en esta contienda. Enseguida el pequeño trazo un arco con su bastón, cual si dibujase el área de donde solicitaba la ayuda de la vida, enseguida, brota bajo los pies de los trúhanes toda una enredadera que les sujeta sus pies y les rodea en un área de 20 pies. 

Fadrique estaba espiando por entre la rendija que dejaban dos tablas, esperando a que los tipos entraran en el granero, cuando Julianna atacó. Espero que puedan pillar al cuarto de ellos, el que venía rezagado, pensó. No podía hacer mucho más. Él se encontraba tras la línea de batalla que se había formado dentro, así que esperó a que sus servicios como curador fueran necesarios. Entre tanto no se hizo notar, y permaneció fuera de la vista.
 

Atala saca su espada larga y se dirige tras Julianna a por el bandido para atraer la atención de esté y atenta para esquivar cualquier posible ataque que puedan lanzar contra Atala.

Galmor esperaba tras la puerta a que los bandidos se acercaran, sin embargo Julianna quiso sorprenderles antes de que entraran y terminó siendo ella la sorprendida, echando por tierra el plan que habían pensado. Los puños de Galmor se cerraron de rabia alrededor del su martillo y toda su cara se arrugó de puro enfado   Pero qué ha hecho esta loca, ha tirado por tierra nuestro plan....

Por un instante pensó en dejarla frente al bandido para que asumiera el error que había cometido, pero no podía arriesgarse a que el escarmiento costara la vida de Julianna. Al fin y al cabo eran del mismo bando.  Más cuando Atala salió en su ayuda sin mucha fortuna y ambas quedaron a merced de los bandidos. El enano, en un acto de responsabilidad, cargó todo lo rápido que pudo contra otro de los bandidos que acababan de aparecer con la esperanza de que entre Atala y Julianna pudieran encargarse del suyo.

RENDIOS Y VIVIRÉIS !!!  Gritó Galmor mientras cargaba contra su oponente

Atala se acerca al ladrón que ha quedado atrapado en el hechizo de Anru y esgrime su espada contra él.

Al ver a su compañera en apuros, y ante la sorpresa de los bandidos, Galmor y Atala saltan hacia adelante para ayudarla, Galmor haciendo uso de su Martillo, y sin intención de reventarle la cabeza a nadie, golpea con el cabo del mismo, impactando sobre uno de los bandidos.

Atala, por su parte y sin tanta consideración como Galmor, salta sobre otro con su espada y le propina un profundo corte en una de sus piernas.

Heskan trata de ver donde esta el bandido restante, aunque no tiene demasiada suerte en ello, y logra mantenerse en las sombras, al menos por ahora sin darse a conocer. Algo similar hace Fadrique.

Anru, tratando de ayudar, conjura unas lianas para poder ayudar a sus compañeros y retener a los bandidos, logrando hacerlo con uno de ellos. El tema es que las plantas tienen voluntad propia, y agarran todo lo que tienen a su paso, Julianna no tiene tanta suerte y ve como sus pies se ven aprisionados sin posibilidad de moverse de donde se encuentra.