Partida Rol por web

Acomodados, con cerveza y comida caliente para reconfortarse la noche comenzaba a parecer algo más lejano, pero el cansancio seguía ahí, como una manta pesada que no eran capaces de quitarse hasta que descansaran.

- Estas personas me estuvieron contando por el camino cosas muy preocupantes. – les dijo – Necesitaremos que alguien lo vaya poniendo por escrito conforme lo narre para que Roli pueda llevar la información al Gremio. Me temo que las raíces de este culto son profundas.

- En el fuerte Orkfoll hay un portal a Amphail, que creó el gnomo. Es constructor de portales.

- Amphail por si no lo sabéis es el patio de juego de los nobles de Waterdeep.

- El portal da a la mansión de la familia Perral, una familia noble bastante adinerada de Amphail. El elfo – señalándolo – trató de robar allí y fue cuando lo cogieron. Él solo vio entrar y salir algún siervo de vez en cuando, pensaba que estaba vacía, pero estaba bien protegida cuando entró. Por eso lo pillaron.

- Dentro de la mansión de la familia Perral hay otro portal más, un portal para esclavos que conecta con lugares debajo de la tierra. El gnomo – que parece asentir a las palabras de Lya – dice que nunca vio nada igual, y que ellos hablaban de la criatura con K. Ya sabéis quien. Tratemos de evitar decir su nombre por si acaso, ¿de acuerdo? – con una mirada seria a Eladamri.

- Usar el portal del fuerte Orkfoll es fácil. Basta con decir “Ábrete” en común, élfico o gnomo y se puede usar. Dos personas y un animal u objeto grande a la vez máximo. Quién lo contrató para construir los portales era un semielfo.

- El portal de la mansión Perral es más complicado. Para abrir el portal a K usaban unas palabras raras que el gnomo no es capaz de repetir, aunque incluían el nombre de K, y necesitaban también un Objeto, que hacía de Llave al tomar la sangre de la víctima que iba a atravesar el portal. El gnomo nos hará un dibujo del Objeto-Llave cuando terminemos de comer.

- Se pueden destruir los portales, pero hace falta alguien que sepa mucho de ellos. Por suerte, él se ha ofrecido a acompañarnos para destruirlos si pensamos hacerlo, pero aunque los destruyamos siempre queda la posibilidad de recuperarse desde el otro lado, así que hay que destruirlos de ambos lados. Claro que entonces no se puede regresar por el portal.

- Así están las cosas…

Terminó la historia y le hincó el diente a su comida antes de que se enfriara, que ella ya había hablado mucho.

Y todavía tenían que hablar de que iban a hacer con las personas que habían infectado con la licantropía…

–U-un momento, gatita... –interrumpió Hrönn con cara de que le estuvieran hablando en infernal–. ¿Un portal? Waterdeep está muy lejos de aquí. ¿Cómo un portal...?

Y cuando recibió la explicación, respondió para ratificar lo que ella pensaba que había entendido.

–Entonces este... señor se dedica a construir puertas. Puertas que no dan a otra habitación ni da entrada o salida en un mismo lugar, sino que... Te lleva a otro punto de... –todo esto con muchos gestos con los brazos indicando "aquí" o "allá, muy lejos".

Y viendo que sus compañeros asentían, se reclinó sobre la silla cruzada de brazos y con cara de pocos amigos. «Brujería...», pensó mientras miraba de reojo al gnomo con el ceño fruncido.

- El portal de la mansión Perral es más complicado. Para abrir el portal a K usaban unas palabras raras que el gnomo no es capaz de repetir, aunque incluían el nombre de K, y necesitaban también un Objeto, que hacía de Llave al tomar la sangre de la víctima que iba a atravesar el portal. El gnomo nos hará un dibujo del Objeto-Llave cuando terminemos de comer.

–Espera, espera. Repite eso. ¿A dónde dices que lleva el otro portal? ¿Para abrirlo hacen falta unas palabras que no conocemos, una llave que no tenemos, y alguien que se deje drenar la sangre? –preguntó nuevamente con semblante rígido.

...pero aunque los destruyamos siempre queda la posibilidad de recuperarse desde el otro lado, así que hay que destruirlos de ambos lados. Claro que entonces no se puede regresar por el portal.

–Entiendo que lo que pretendéis entonces es llegar hasta Amphail y cerrar el portal al... otro lado para entorpecer los planes de ese... ¿Culto? Por cierto, ¿qué creéis que hacen con los prisioneros que llevan bajo tierra? ¿Hay algún modo de llegar a ese lugar sin tener que usar ese... portal? ¡Niña, tráeme otra, a ver si me ayuda a comprender este galimatías!

A la norteña le comenzaba a doler la cabeza con tantas cosas nuevas. Tal vez, pensaba, era algo que podría ser dirimido tras la inminente batalla del día siguiente.

Alatia escuchaba con su silencio habitual, pero su cara denotaba interés. Un constructor de portales era algo extremadamente raro y era una tremenda casualidad que hubiera uno por aquí.

No le importaban los portales de los que estaban hablando, era otro tipo de portales los que le interesaban.

- Emmm, señor... - dudaba en hacer la pregunta, por si la tomaban por loca - ¿se puede construir un portal hacia... otros planos?

A todo esto cuando Alvina vio el halcón que estaba de guardia se relajó y bajo con los demás a tomar un poco de fruta con miel y estaba visible y relajada sentada en la mesa al lado de Alatia.

- Hay que descansar, aunque sea un poco. Aprovechemos ahora que podemos.

Lya le fue repitiendo todo lo que hizo falta a la norteña para que entendiese de lo que hablaba. Entendía que la magia no era innata para la mayoría de las personas y que para alguien con una vida más sencilla en las montañas debía ser algo realmente confuso.

- No sabemos a dónde lleva el otro portal. Dice que debajo de la tierra. Es probable que sea la infraoscuridad. – comentó con tranquilidad – Debajo de la tierra hay otros reinos lleno de cosas terribles. Si vamos allí salir llevará mucho tiempo, será difícil y no tenemos ni idea de dónde saldremos de nuevo a la luz. – dijo torciendo el gesto.

- No solo alguien se debe dejar drenar la sangre. Todo el que quiera, u obliguen a, cruzar debe dar su sangre en ese Objeto-Llave.

Iba comiendo y bebiendo mientras la bárbara hablaba y preguntaba.

- De momento no estoy proponiendo nada que hacer. Primero necesitamos sobrevivir a lo que se nos viene encima, asegurarnos que acabamos con el culto en estas tierras y que acabamos con Pharan. Luego informaremos al Gremio y que los jefazos decidan que hacer, si ir a destruir el portal en Amphail o mandarnos a nosotros o a otros a cruzar ese maldito portal y acabar con lo que hay al otro lado.

- Sin saber a dónde exactamente lleva el portal en la infraoscuridad, no tenemos ni idea de como llegar, ni de como salir si lo cruzamos y no podemos regresar por el portal. Tampoco tengo ni idea de que harán con los esclavos que mandan allí. Con suerte hacerlos trabajar, sin ella… - hizo un gesto con la cabeza y la mirada que indicaba que las posibilidades que se le ocurrían eran demasiado terribles para decirlas en voz alta.

No hizo comentarios sobre la pregunta de Alatia, aunque suponía que se debería poder, aunque sería realmente complicado.

Berta trajo más bebida y comida. La gente, en especial los prisioneros comían bastante, y con ganas.

Los pueblerinos que parece que están dispuestos a pelear os preguntan:

¿Qué hacemos? ¿Debemos preparar algo?

Y más de alguno añade

La gente del pueblo debería irse... La mayor parte no quiere luchar, tan solo sobrevivir

El gnomo asiente

Sí, a través de portales podemos movernos más rápidamente

Mira a Hrönn

Puede ser algo confuso al principio, aunque una vez que te acostumbras

Encogiendo de hombros responde a Alatia

Claro, en teoría se pueden construir portales hacia cualquier punto; teniendo siempre y claro los materiales y el conocimiento para hacerlo. Yo nunca he hecho ninguno. Y puede ser como dice vuestra compañera, un portal hacia la infraoscuridad*... Sé que son solo habladurías, y que a quien habla de ello lo toman por loco, pero... Puede tener razón

Escucho cada palabra y observo a los presentes pensativo, y, luego de cavilarlo un poco me pongo de pie y tomo la palabra.

Sólo hay una cosa que debemos hacer con esos portales y es destruirlos, no podemos correr el riesgo de que sean usados en nuestra contra por los agentes de la infraoscuridad o una casa noble corrupta de Waterdeep. - digo con seriedad.

Luego me giro hacia los pobladores, dispuestos a apoyar.

Lo que necesitamos es que se equipen con cualquier clase de arma a su disposición y no olviden sumergir sus filos en mierda de animales para poder causar heridas letales a los bandidos.

Y su pueden preparar un punto de emboscada para los bandidos en los cuales puedan entrar más no salir. Ahora voy a descansar, y, agradeceré que preparen algunas picas de madera que vuelvan impracticables las zonas más vulnerables del pueblo. - agrego con seriedad.

- Quien quiera marcharse, podrá marcharse, pero habrá de preguntarse esto, ¿qué harán mañana? ¿Y el mes que viene? – dijo Lya poniéndose en pie.

- Aquí tienen toda su vida. Si se marchan ahora, nada les impedirá perseguirles mañana en otro lugar, ¿y qué harán cuando los libremos de ellos? ¿Con que cara regresarán y mirarán a sus vecinos que bravamente defendieron sus hogares? ¡Yo se lo diré! ¡No podrán!

- Ahora, que cada un tome su decisión. – les arengó Lya para envalentonarlos a quedarse a ayudar a preparar la defensa del pueblo.

La gente asiente a las palabras de Eladamri, parecen entenderlo todo, y parecen dispuestos a ello.

Por último las palabras de Lya resuenan y hace que la gente se ruborice y eche las cabezas hacia abajo, más gente surge diciendo que se unirán a pelear. Alguna gente comenta que la iglesia puede ser un buen sitio para estar protegidos al ser de piedra.

Las palabras de Lya hicieron que muchos aldeanos sacaran fuerza de su interior y se decidieran a luchar, bien por su compañera.

Los que querían marcharse tendrían una oportunidad si el pueblo resistía, pero si los bandidos rodeaban el pueblo y los perseguían no tendrían la mínima oportunidad.

- Creo que estarán más seguros aquí que si intentan huir. Si los emboscan en mitad de la huida sin nadie que los defiendan no tendrán salvación. No tienen que luchar, basta con que, por ejemplo, hagan acopio de agua por si hay incendios o tengan a mano flechas para dárselas a los arqueros. Todos podemos contribuir en la defensa.

Pero Alatia seguía preocupada, los ataques mágicos serían un problema.

- Tenemos que tener muy claro quien tiene armas para enfrentarse a los licántropos ya que las armas convencionales no los dañan. Por otra parte ¿podéis disipar magia? Alvina puede, pero de forma limitada. No creo que para dar una lección a la aldea se presente el gran jefe, pero si nos toca el premio mayor habrá que contar con ataques mágicos de alto nivel. ¿Hay alguien que pueda purificar un área? ¿Un sacerdote en el pueblo?

Sí, siempre podremos dar manos para ayudaros, tanto a pelear como de apoyo. El mejor sitio para todos será la iglesia. Tiene muros sólidos y desde dentro se puede bloquear

A la hora de hablarles de magia, muchos miran a Alatia extrañados

No, magia, no, en el pueblo tenemos a un sacerdote, pero sirve a algunos pueblos más, y ahora mismo se encuentra en otro pueblo, y no sabemos cuando podrá volver, aunque tendría que ser pronto

Te responde un pueblerino aventajado

-Estoy de acuerdo con el elfo. Nada bueno saldrá de esos portales. La iglesia puede ser un buen bastión en caso de desesperación, si. Yo tampoco veo sentido en que huyan. Nuncios podrían escapar con vida de la persecución. Lo mejor es que se encierren en la Iglesia y que recen a Gond porque podamos con ellos. 

- Yo también creo que lo mejor será que los que no sepan combatir ni puedan ayudar durante el combate se resguarden en la iglesia. Allí estarán más seguros – y tampoco estorbaran durante el combate, que puede ser una complicación tanto para ellos como para nosotros.

–Si, será lo mejor...–respondió Hrönn con voz cansada–. Y creo que también puede ser prudente encadenar en aquel pozo a los... las criaturas condenadas que hemos rescatado, como Mike. Por su bien, y nuestra seguridad. No me gustaría que se volvieran locos y tuviéramos un problema añadido a nuestras espaldas.

–Bueno, yo me voy a descansar –dijo levantándose de la mesa y tras apurar la última jarra, y con paso lento comenzó a andar hacia su habitación.

En otro momento habría buscado con esmero a alguien que le calentara el lecho. Sin embargo, en estos momentos la refugiada se encontraba exhausta, y reprimió sus habituales instintos para afrontar con fuerza la batalla venidera. 

Por la tarde y tras una pequeña parada en las cocinas del viejo Nager, se dispondría a fortalecer la relación con las bestias que ayudarían en la defensa de Garedoth. Confiaba plenamente en la osa, y creía poder adiestrar y consensuar una serie de órdenes con la jauría de canes gracias a los conocimientos previos y el ejemplo de Destripador. Luego, haría un segundo reconocimiento del terreno y ayudaría a completar los preparativos de bienvenida.

- Puede ser una espada de doble filo, pero yo creo que serían más útiles en la batalla que encerrados. – replicó Lya cansada, sin ganas de discutir, simplemente por dar su opinión.

Cuando Hrönn se iba a descansar sus ojos se cruzaron con los de Lya, unos ojos en los que podía leer una invitación silenciosa a no dormir sola si así lo quería.  

La norteña se paró en seco al percibir la brillante mirada de la hechicera. Con el ceño fruncido miró primero hacia los lados, algo extrañada. Y tras comprender lo que le quería transmitir fijó de nuevo sus ojos verdes sobre esos azules juguetones y asintió dibujando una sonrisa pícara en su cara.

La dasharii estaba cansada, pero no se arrugaba ante ningún reto. Y por supuesto no iba a decir que no a tal invitación ni a una dulce lucha antes de la ruina que se avecinaba. Así que antes de dirigirse a su cuarto, y a pesar de querer conservar el fuerte olor que desprendía y con que tan bien podían identificarla los animales, decidió darse un rápido baño. 

Lya sonrió y devolvió el asentimiento. Pocos minutos después se deslizaba con sigilo en el cuarto de baño de la dasharii ayudándole con la esponja y el jabón. No buscaba una noche salvaje… por más que le gustase no estaban para gastar tantas energías, pero un momento íntimo más delicado les ayudaría a las dos a dormir mejor… y descansaría mejor sabiendo que contaba con alguien cerca para cubrirle las espaldas si las sorprendían…