Partida Rol por web

Año 2 aBY.

Sois miembros del 2ª Escuadrón Imperial de Armas Pesadas, del Pelotón de Asalto Mogeris, enviados en misión oficial al planeta Eos, mundo volcánico en el Sector Cadavine, en el Borde Exterior. En cierta latitud del hemisferio norte del planeta, el Imperio ha establecido un campamento militar con una improvisada plataforma de aterrizaje. Todo está encuadrado en una campaña imperial de limpieza del contrabando en la Galaxia, denominada en los bajos fondos como el lustre imperial.

Tras llegar en una lanzadera de tropas repleta de soldados descendísteis de la lanzadera formando con el resto de soldados de las arenas de los mundos volcánicos. Allí había gran trasiego militar: ir y venir de uniformes y oficiales imperiales estableciendo orden en aquel campamento.

Un instructor dió orden al pelotón Mogeris, 2º pelotón de artillería y al que pertenecíais, estaba bajo el mando directo del sargento Krydan, el cual aguardaba vuestra llegada en un habitáculo de campaña en medio del terreno. Mientra el pelotón de ocho hombres avanzásteis pisando ya la dura y caliente superficie rocosa y volcánica de Eos, vísteis salir de su habitáculo al sargento para dirigirse a vosotros.

Os cuadrásteis en dos filas de cuatro cuando el sargento Krydan se os acercó. Luego, mirándoos a vuestros cascos protectores, os habló (él también llevaba el suyo, y su identificativo como sargento).

¡¡Soldados!!, habéis venido aquí para efectuar la limpieza del Imperio de la escoria de esta Galaxia. No sólo esa maldita lacra autollamados los Rebeldes son de nuestra incumbencia, sino también todo aquel que trafica con drogas, negocios ,asesinatos y otros peligros generales. Habréis de avanzar por el terreno siguiendo el itinerario establecido hasta una antigua fundición abandonada de la desaparecida Confederación de Sistemas Independientes. Cada uno de los cuatro pelotones de la escuadra tendrán un itinerario diferente aunque paralelos, para batir mejor el terreno.

Hizo una pausa.

¡Oid! Una vez en la fundición tendréis que desbaratar un entresijo de negocios y contrabando de dos conocidos contrabandistas fugitivos; Ponda Baba y Orsel Dar, ya que se espera que cierren un trato de gran importancia en varias horas. ¿¡Alguna pregunta!?

Nuevo destino, Eos. Lo más cercano al culo del universo que uno se pudiera imaginar.
Aterrizamos con la lanzadera y formamos, a la espera de órdenes.
Observé de refilón el entorno, sin mover mi posición de formación. Rocas y arena hasta donde alcanzaba la vista. Me sentía mucho mas cómodo en entornos urbanos, pero no siempre obteníamos lo que nos gustaba, no?
No tardamos mucho en recibir órdenes: nuestro nuevo sargento, Krydan, nos esperaba en una pequeña tienda de la cual salió a recibirnos.
Nuestras órdenes, limpiar de escoria este planeta. El mismo tipo de escoria con el que me crie y que tanto aprendí a odiar desde mi alistamiento. Esto iba a ser divertido.
Nuestro objetivo final, una antigua fundición, punto de encuentro de dos contrabandistas. Intenté memorizar los nombres de los contrabandistas, Ponda Baba y Orsel Dar, aunque sabia que probablemente los olvidara en unos minutos.
Finalmente, nuestro sargento no dijo si teníamos alguna pregunta.
 

-Señor, va a designar un cabo para el escuadrón? – pregunté con tono firme y saludando con la mano en el lateral de mi cabeza. Con un poco de suerte, me nombraría a mi.

Muy bien... tu primer día de trabajo y ya te han mandado a una roca en llamas en el borde exterior...-seguro que ese maldito instructor me a cogido manía - dijo para si DZR-0101 mientras esbozaba una sonrisa y desembarcaba con sus compañeros de pelotón.
La cosa no pintaba bien,con todo ese polvo y fuego,y...(por no hablar del sofocante calor que hacia que el sudor le empezase a correr por la piel).
El ruido de sus compañeros al cuadrarse sacó de su ensimismamiento a DRZ, y casi estuvo a punto de no formar a tiempo.
Miro al frente y ante ellos vio un hombre con identificatívo de sargento que les miraba fijamente.El casco no permitía ver sus ojos,pero cuando el "Sargento Krydan" giro la cabeza en su dirección,un escalofrío recorrió su espina dorsal al ver esos dos agujeros negros que parecían querer devorarlo y escupirlo despues -tragó saliva-.
Después de escuchar las ordenes del sargento y de el nombre de sus dos objetivos,intento hacer memoria de sus tiempos en Corellia cuando rondaba los bajos fondos de su ciudad natal en busca de algún "trabajillo",por si alguna vez hubiese oído sus nombres de alguno de aquellos contrabandistas que rondaban las cantinas.
Tras preguntarnos si teníamos alguna duda nos volvió a mirar fijamente.
Después con la "honestidad" (Que a veces me causa tantos problemas... ) dije:
¿Cuando podremos usar nuestro nuevo juguete señor?,Creo que a este le voy a llamar Leila.¿Le gusta Sargento?-dije mientras acariciaba nuestro recién adquirido E-Web.

Con el descenso desde el destructor que nos había acercado al planeta ya me había hecho una idea de como sería lo que tendríamos que patear en las siguientes semanas, cuando el puerta de la lanzadera se abre....mi opinión sobre el sitio no ha cambiado, un pequeño infierno que deberíamos doblegar.

Nuestros pasos son firmes, nuestra formación eficaz, nos dividimos en escuadras y esperamos a nuestro mando. No se diferenciaba mucho a nosotros, no como esos soldados y mandos de los destructores espaciales, lo único que le delata es una marca en el brazo que lo retrata como un mando. No tarda mucho en salir y darnos un pequeño informe sobre lo que deberíamos hacer en esta localización.  Podía llegar a entender a los rebeldes, gentes sencillas que pensaban que con la República y los jedis todo era mejor, gente que no comprendían la pureza de la paz imperial. Pero ni entendía, ni perdonaba a los traficantes, gente que intentaba minar desde dentro todo lo que el Emperador había conseguido, debían ser rápidamente suprimidos. 

- Señor, tengo un par de ellas señor. ¿Que oposición podemos esperar de esa escoria?¿Tenemos algún punto de suministro localizado, por donde podamos empezar a patearlos?.

*Acababa de aterrizar en este planeta, no era mi primera mision y por supuesto tampoco iba a ser la ultima, las intrucciones eran claran, buscar esos malechores y arrinconarle como si fuera un animal, entonces cuando suplicara por su vida lo llevariamos ante nuestro superior, que entonces se darian cuenta tarde de que era mejor una muerte rapido. Estaba de buen humor, era otra forma de demostrar mi valia vistiendo el uniforme imperial y no iba a defraudar a nadie...

Todo claro señor, solo indiquenos el camino, y si pudieramos llevar un mapa digital para saber la ruta que seguir y nos encargaremos del resto

Tal vez no los olvidaras tan pronto: recordas te que Ponda Baba era para tí un conocido Aqualish muy violento y Orsel Dar, su compañero, un gungan exiliado de su reino de las profundidades del mar en Naboo.

¡Por supuesto, KN-287! -dijo para sorpresa, pues sabía vuestros nombres-, usted está al mando de sus siete hombres, cabo -acaba de ascender a Korvin en la propia conversación-. Usted será el encargado de batir el terreno y de cuidar de...

... entonces miró a DRZ-0101- ¿Leila, soldado? -dijo a Eli, con tono malhumorado-. Esta una misión de importancia para el Imperio. NO lleváis precisamente un juguetito -el bláster de repetición pesado era de nueva adquisición-. Llamadle como queráis, pero sabed que os puede sacar de muchos apuros...

Después el sargento se encaró con Zer, BK-2100.

. ¿Que oposición podemos esperar de esa escoria?¿Tenemos algún punto de suministro localizado, por donde podamos empezar a patearlos?.

De momento no se sabe: por eso va la escuadra entera, y cada pelotón bate una zona distinta. Desde dos tipos a veinte, quien sabe. Todos ellos serán eliminados. No queremos escoria contrabandistas ni para nuestras prisiones.

luego hizo una pausa.

Además, el punto localizado es el que he comentado, la antigua fundición de droides de la CSI. La ruta está grabada en vuestro datapad. ADemás, estaremos en comunicación si surge algo. ¡Adelante, soldados, el transporte hovoexplorador os está esperando!

Fue entonces cuando volvió a su habitáculo, dejándoos que ultimárais los últimos preparativos. Unos metros más allá había un hovoexplorador esperando, delante de otros vehículos similares (deslizadores terrestres). Por lo visto tendríais que pilotar uno durante un rato siguiendo el mapa de vuestro datapad.

El sargento responde a mi pregunta, nombrándome cabo en ese preciso instante.Luego, responde a las preguntas de mis compañeros, comentando la situación del objetivo final y el hecho de tener la información necesaria en nuestros datapads.

Realizo un saludo militar al sargento mientras se retira a la tienda, para luego girarme a hablar con mis compañeros, que ya están rompiendo la formación.

-Chicos, en 5 minutos los quiero en el hovoexplorador, a punto de partir. No quiero ser el último pelotón en estar listo.

-Usted, soldado – digo dirigiéndome a SA-436 -, parece que sabe lo que se hace. Tiene usted entrenamiento en el pilotaje de este tipo de vehículos?

-Y ustedes – digo señalando a DRZ-0101 y BK-2100 -, parece que les gustan las armas tanto como a mi – digo esbozando una sonrisa dentro del casco -.  Encargados del Bláster de Repetición. Cárguenlo en el hovoexplorador y luego colóquense en las posiciones del lanzador de misiles y el cañón láser.

Me reservo para mi la posición del cañón bláster pesado, un pepino de arma.

-El resto – digo dirigiéndome a todo el pelotón – cojan sus cosas y al hovoexplorador. Esa escoria contrabandista no se va a matar sola…

Gracias por su confianza Cabo KN-287 - digo cuadrándome y saludando a mi nuevo superior, después mirando hacía BK-2100. - Será un un honor cuidar de esta hermosura... ¿Verdad camarada?

Tras esto, compruebo los sistemas de comunicación y soporte vital de mi uniforme.

-Mensaje de comprobación rutinario, DRZ-0101 en linea.

Y después de cargar el armamento, me situo en el puesto asignado.

Tras las palabras del sargento poco mas podía decir, ahora teníamos un esbozo de plan y un cabo nuevo para mandar a nuestra escuadra. Como mando provisional tenía las competencias del cargo, como tal el poder para poder darnos ordenes.

- Ningún problema cabo, será un honor servir a sus ordenes. Mientras ayudo a DRZ-0101 a cargar el Blaster de repetición, le respondo. - Mientras no tengamos que estar cargándolo y descargándolo todo el día, podremos cuidar de esta máquina de matar. Había sonreido al decirlo, pero el casco hacía su trabajo de marcar unas facciones sin sentimientos y nunca sabías si el que estaba a tu lado hacía o no una broma.

Me acerco junto a DRZ-0101 a los puestos asignados en el hovoexplorador. - DRZ-0101, sino te importa me quedo con el lanzamisiles. 

*Miro al soldado que vino con nosotros en el mismo transporte y acaba de ascender a cabo, asiento con la cabeza y mirando al transporte le digo...

Es similar a otros trasnportes señor, yo me encargo de pilotarlo, voy preparando los mandos señor.

*Preparo un saludo marcial y me dirigo al transporte rapidamente para ponerme en los mandos e intentar arrancarlo.

KN parecía haber alcanzado un puesto que le venía bastante bien, como armadura imperial al cuerpo: se estaba desenvolviendo con soltura con su nuevo rango. DRZ y BK cargaron el arma del pelotón en el hovoexplorador. En esos momentos, uno llevaba el arma en sí y otro el trípode. La ametralladora pesada era un arma que sólo podía ser disparada si se colocaba en su trípode, y los soldados del imperio sabían hacer tal proceso en poco tiempo. Después de hacerlo, ambos se colocaron en las armas del hovoexplorador, listos para vigilar el camino que habríais de recorrer según la ruta marcada en el datapad. Por su parte, SA se ofreció a pilotar el vehículo repulsado y llevar a sus siete camaradas imperiales por los áridos y volcánicos terrenos de Eos. Os recordaba bastante a planetas como Mustafar, pues a lo lejos se veían hasta ríos de lava en constante movimiento.

* * *

Minutos después todo el pelotón estaba ya dentro del transporte. Otros hovoexploradores y deslizadores parecidos recorrerían sus rutas de la misma manera hasta llegar a la fundición. En teoría, deberíais llegar en unos días, amén de las inclemencias del terreno o climatologicas. El pelotón estaba en silencio, sentado en su asiento o su puesto. Finalmente, avanzásteis dejando atrás el campamento improvisado, bajo la atenta mirada, desde lejos, del sargento Krayt.

El terreno era árido y rojizo; marrón y duro: las rocas ofrecían un espectáculo de terror y muerte, de nada: poca gente o alienígenas podrían vivir en tal lugar. Era inhóspito, seco y peligroso. El datapad mostraba un camino entre las rocas, ascendente, sin muchos desvíos, aunque, mientra avanzábais, apareció algo delante de vosotros.

Era un muro, un gran muro de piedra. Parecía una gran roca que debía de haberse desprendido en el camino por una erupción cercana, algún coorrimiento de tierra o algún derrumbamiento provocado por los ríos de lava ahora más cercanos. El hovoexplorador manejado por SN se detuvo.

El pelotón empezó a moverse como un mecanismo de relojería. Cada uno asumió su tarea y su puesto, y en breves momentos estábamos listos para la partida.

Empezamos nuestra marcha dejando atrás el campamento y dirigiéndonos entre rocas y grietas hacia nuestro destino. No me había equivocado al valorar el planeta. Una roca gigante, rota y humeante y menos hospitalaria que la entrepierna de una prostituta veterana.

Llevábamos un buen ritmo de viaje, avanzando por una franja un poco más despejada que el resto de la superficie y que, siendo muy generoso, se podría llegar a llamar camino. A ese ritmo, en un par de días podíamos llegar a la fundición.

Pero, como si el simple hecho de pensarlo hubiera gafado la situación, apareció ante nosotros una gran roca, que bloqueaba el paso y obligo a SN a detenerlo.

-Demasiado bien íbamos –remugué mientras bajaba de mi posición en el cañón bláster pesado

Activé la radio y empecé a organizar al pelotón:

-DRZ, BK, ojos abiertos y armas listas. Usted – dije señalando a uno de los soldados que iba en el compartimiento de transporte – ocupe mi posición en el cañón bláster pesado – SA, acompáñeme, vamos a ver de cerca este pedrusco y a buscar la manera de volarlo. Los tres restantes, sígannos y cúbrannos, no quiero sorpresas.

Me dirigí hacia la roca que tenemos delante, acompañado por SA y con los tres soldados cubriéndonos las espaldas. Al llegar cerca de ella, la examiné, valorando la posibilidad de abrirnos paso con varias granadas o con un par de mísiles de impacto.

-¿Que opina, SA?  – dije dirigiéndome a mi compañero -. ¿La piedrita ha caído sola, o alguien quiere fastidiarnos el día?

¡A la orden cabo!.Tengan cuidado caballeros,no podemos fiarnos de esas ratas...-dije mientras me mantenia en mi puesto,a la espera de nuevas ordenes.

-Creo que las cosas se van a poner feas de ahora en adelante,esto me huele mal,muy mal....-

No creo que haya sido un accidente cabo, es cierto que estamos en un planeta con alto nivel de erupciones volcanicas pero... demasiada casulidad..., siento como si nos estuvieran observando en este momento, quizas todo esto sea ideado por esas escorias rebeldes

*Agarro bien el fusil con las dos manos y apuntos hacia los lados de nuestras posicion y empiezo a otear todo el terreno en busca de alguna ratilla que este escondida por la zona...

Tras unos instantes sopesando la situación, dedujísteis que aquella roca habría caído allí hacía tiempo (nada de trampas).

-Con su permiso Cabo,creo que deberiamos coger el equipo indispensable y continuar a pie.-Le digo por el intercomunicador a Korvin.-Otra opcion es hacer "volar" esta mole,estando aqui atascados somos un blanco facil,¡Señor!.-

Tras trastear un poco con los pedales y las palancas que manejan el lanzacohetes, ya creo estar dispuesto para poder realizar bien mi trabajo. El hovoexplorador devoraba los kilómetros que nos separaban de nuestro camino a toda velocidad, de la nada un obstáculo obstruye nuestro camino, antes de que KN-287 nos recuerde que vigilemos, empiezo a otear el terreno. SA-436 y KN-287 se acercan a comprobar si la piedra que nos bloquea es cosa natural o dejada en los alrededores por nuestros enemigos, y así como las opciones que tenemos para sortearlo. 

- Cabo, aquí somos como siluetas de tiro al blanco, lo mejor que podemos hacer es movernos. Miro con desconfianza hacia las el paisaje que nos rodea. - Hacer añicos esa piedra con explosivos, les daría un tiempo precioso para prepararse .... aunque deban morir, prefiero que no destruyan nada que podamos usar contra ellos.