Partida Rol por web

Como dijo Estel, el cuerpo era del padre de Cathalyn.
Los restos del lugar indicaban que no era una habitación como para un huésped, mas bien de quien vivía allí. El era el dueño de la posada.

 Estaba desecho, me levanté y evitando ver el cuerpo de mi maestro, acompañé a Estel en silencio, tratando de serenarme.

 Me parece bien contesté al de la carreta.

Me acerqué al primer cuerpo que estaba más próximo a mí. Me arrodillé y le empecé a golpear en la cara.

Venga, despierta, tus amigos te esperan.

Busqué por su cuerpo sus heridas, y empecé a taponarselas con cuidado de no provocar una mayor hemorragia

Cuando estaba mirando como la monja intentaba reanimar a uno de nuestros compañeros, note que Gaheris se acercaba . Estaba tan destrozado cómo yo... Habiamos perdido todo en unos segundos. Otra vez tenía que volver a empezar, y lo peor de todo para mí, era que el gnomo era el único que conocía mi secreto y con el único que había hablado del tema. Tratando de alejar de mí esos pensamientos abracé a Gahi sin decir nada. Las palabras sobraban en aquellos momentos y ambos necesitabamos saber que podiamos apoyarnos el uno en el otro.

Lia atiende al muchacho con el tatuaje del dragón en la cara.

Zyrion, que titubeaba por fiebre, tenia un pedazo de madera clavada en la zona inguinal, este le había destrozado el cinturón y provocó una hemorragia con la que perdió una gran cantidad de sangre. 

La estaca era imposible sacarla, al parecer se había clavado hasta el hueso de la pelvis.

Lia apretó bien el vendaje que puedo improvisar, pasándolo por las caderas de Zyrion, por su entre pierna y alrededor del pedazo de madera clavada.
Estaba pálido, muy débil, apenas le quedaban fuerzas para respirar.

Se hizo todo lo posible para ayudarlo, solo queda que pueda ser atendido por un experto.

Tan solo quedaba la pequeña Cathalyn, a la que, inconsciente, un hilo de sangre corría por entre sus cabellos.

Me dirijo a la monja y digo " curemos a la que nos falta y nos vamos antes de que se desangren "

Sí, pero antes ayúdame a llevar a éste a la carreta. Podría yo sola, pero temo que su herida se agrave.

Tras llevar al joven a la carreta, me dirijo a la muchacha que queda allí y examino sus heridas, buscando bloquear sus heridas y conseguir que se reponga.

Parecía que recuperaba el conocimiento, así que al menos estaba en condiciones para moverse.

Me dirigí a mi "amigo" y le dije

En tu carreta no cabemos todos, así que vete ya con todos ellos. Yo iré caminando hasta la ciudad y allí me encontraré con vosotros. Parte cuanto antes, alguno de ellos puede morir en breve

 -N-n-no... Crixus?- Dice mientras intenta moverse doloridamente y finalmente se incorpora, quedandose sentada, mirando a su alrededor con ojos grandes, sin pensar en lo que sucedió.

 Abracé a mi amiga en silencio, hasta que oímos la voz de Cathalyn, que parecía herida y confusa. Me acerqué como pude a ella y le dije:

 - Esta bien, él anda por aquí, buscándote. ¿Como estás tú?.

A la monja la digo:No hace falta que nadie vaya andando, ire encima de un caballo, peso muy poco

Mira, si resulta que este tipo al final será majo pensé al ver cómo se ofrecía a ir encima de un caballo.

Si es lo que quieres, está bien. Yo iré vigilando a los enfermos

Escucho la voz de Cath a lo lejos, me levanto a trompicones haciendo un esfuerzo sobre manera, mis ojos la buscan  y una vez que la veo, comienzo a andar desesperadamente hacia a ella, quiero abrazarla y sentirla otra vez dentro de mi.
Me acerco a Cath

Cathalyn como estas por favor no me dejes sin ti me faltaría algo en el mundo

Le abrazo como puedo y me quedo junto a ella.

debajo d una de las ruedas de la carreta logras ver el cadáver de un trasgo, estaba algo enterrado, pero, algo te llamo la atención, una especie de herramienta de mano, y un objeto redondo metálico, del tamaño de una naranja.

debajo d una de las ruedas de la carreta logras ver el cadáver de un trasgo, estaba algo enterrado, pero, algo te llamo la atención, una especie de herramienta de mano.
Al parecer el muchacho de capucha también la vio, siendo que la tenia delante de los pies.
Ahora tu principal preocupación es Cathalyn.

Los ojos conmocionados miraron un segundo al mago.

No queda nada... nada...

Solamente encontró resguardo en los brazos de Crixus, rompiendo en llanto.

Mirando los restos de lo que fue la posada
-P-p-papa...- Dice con su cara roja y su voz aguijoneada.

No queda nada... nada...

Sentada junto a Gaheris y los demás, contemplando las dificultades para respirar de Zyrion y ¿Como se llamaba aquel hombre? ¿Homar? y el abrazo de Crixus y Cathalyn me puse a analizar lo ocurrido. La carreta no era tan cómoda como en la que viajabamos Gahi, Manny y yo, pero al menos nos llevaría a un lugar donde nos curasen las heridas.

-Maldita sea...es culpa mía-murmuré bajando la cabeza pensando en lo ocurrido.-Si lo hubiese avisado antes de salir...

No podía parar de culparme. En el fondo de todo yo solo era una cría estupida que jugaba a ser adulta y por primera vez contemplaba todo con otros ojos.Quizás por eso mismo había recogido uno de los huesos de nuestro maestro. Porque era una niña estupida con el cerebro lleno de paja...Apreté el arpa contra mi pecho, de lo poco, junto con el dinero que había conseguido salvar. Pensé por un momento en aquel bardo que conocí en mi niñez y entonces supé exactamente lo que había que hacer. Levante la cabeza y rasgué sus cuerdas entonando una canción con voz grave y profunda en memoría de los caidos:

cojo y examino la especie de herramienta de mano, y el objeto redondo metálico

La herramienta, es un metal en forma de 8 con rocas de silex en un extremo, es un util chispero que se puede usar con una mano, al apretarlo el metal rosa al pedernal produciendo grandes cantidades de chispas.

La pelota de metal negra no tienes muy en claro lo que es, solo encuentras que tiene una mecha que sale de ella.