Partida Rol por web

Estel lanzó una mirada a Lia como diciendo ¿Qué te dije antes? antes de levantarse para irse a dormir y decir burlona

Si quieres dormir cerca no me importa pero recuerda que todas las noches lanzo un hehcizo de protección y si te acercas de más...bueno...solo te diré que es un hechizo que me enseñó el gnomo.-añadió en un tono que no dejaba entrever si era verdad o no- De todos modos estamos en un templo, deberiamos dormir las mujeres juntas y los hombres juntos.

Yo despues de cenar voy a dormir

 El guerrero lanza otro espadazo, el cual falla.

A lo que el campesino vuelve a disparar, con cuidado, con tal de no pegarle al guerrero no le pega a ninguno.

La conversación tenia lugar en la mesa, mientras se procuraban que el sacerdote y Homar no escucharan, aprovechando a que el ayudo al viejo a levantar los platos para llevarlos a lavar...

Ya dispuestos a irse a dormir, se aparece el sacerdote con unas frazadas en las manos.

-No hay problema en que decidan quedarse otra noche, este es lugar para los afligidos...-

Y cargando a Gaheris con todas las pesadas frazadas le dice.

-...Y especialmente tengo que hablar contigo mañana, no son buenos modales meterse en los aposentos de mi disipula, como lo hizo en esta tarde, siendo que les ayudamos y damos hospedaje...- Concluye con rostro resignado.

keitara usando sus dos cimitarras a la vez que da un salto para ayudarse de la gravedad al golpear a su enemigo.

 - Una pregunta, padre. ¿Que pensaría de un sacerdote que va pregonando aquello que se le ha confiado en confesión?. - Respondí con tono lleno de molestia. - Porque esa discípula vuestra, que por cierto, solo quería hablar con ella, me dejé bien claro que el sacerdote que me confesó se había ido de la lengua... No se si me explico...

 Al descender el bandido de su ataque, el guerrero mete su espada a través del estomago de este. 

Keitara da unos pasos para atrás y cae al piso. Tose y sangra por la boca, mirando fijamente al guerrero con ojos llenos de rabia y dolor.

Crixus sacude su espada para limpiarla de sangre, mientras mira a los ojos 

de su rival. -Puedes ahogarte en tus propias blasfemias- 

Yo también creo que debemos ir a dormir. Estel, dormiré contigo encantada

Estel miró medio divertidala escena entre Gaheris y el sacerdote. Había hecho bien en no confesarse, ya se imaginaba que aquel sacerdote no era de fiar, pero allá cada cual con su dios. Estel para eso, como para todo en su vida, era variable y seguía tanto a Oghma como a Lurue o Laira según el día y su estado de animo.

-Si, dejemoslos discutir a ellos-respondió recogiendo dos de las frazadas y pasando una de ellas a Lia-Buenas noches a todos y por cierto Homar-añadió guiñandole un ojo alegremente. Nunca olvido a los que me ayudan. Gracias por lo de la posada. Te debo una.

 La idea de que dos mujeres que duermen juntas me pone a mil, pero no digo nada y permanezco impasible, mirando fijamente al sacerdote bocazas, con cara de pocos amigos...

Una sonrisa marcada en el rostro del viejo paresia burlarse de Gaheris. -¿Secreto de confesión? He? Pamplina! Ja. Un sacerdote debe procurar el bien de los fieles y ser guía de aquellos descarriados. Confesarse es solo una paso a ser perdonado, un paso en la luz de la guía, un paso en el bien propio y del prójimo.
El secreto de confesión es para los niños y hombres tímidos, los hombres se confiesan por que no hay nada que temer. Y solo guardan secretos aquellos que están mas lejos de ser perdonados y o aceptados...-

-Ahora no se que tipo de hombre seras tu muchacho... Pero tu problema con las mujeres sera algo que tendrás que empezar a cambiar-

Gahi...que inocente eres...los secretos una vez salen de su recipiente no pueden volver a meterse en él...

Estel se mordió la lengua. Podría haber respondido muchas cosas a aquel hombre respecto al "problema de Gaheris" con las mujeres, o mas concretamente a los problemas del sacerdote con las mujeres como tenía ganas de insinuar. Además aquella última coletilla, aquello de los secretos parecía ir por ella por no haber querido confesarse aunque ella consideraba que no tenía nada que confesar. Y menos a alguien en quien no confiaba.

-No pretendamos la perfección. La gente más encantadora y buena que conozco está llena de lo que la mayoría de la gente calificaría como "defectos."

 Le miré al sacerdote con ojos fríos como el hielo, mientras le respondía, con un tono que helaría la sangre a más de uno:

 - Cualquier oportunidad que tenías de darme consejos o de creer tus mentiras se han ido a pique, hipócrita, yo no digo mis secretos para que los pregonen..

 Me dí media vuelta y me marché, mientras caminaba, usé mi magia para bajar la temperatura ambiente, para dar una mayor sensación de intimidación.

Así se consigue que la gente deje de tener fe en nada ni en nadie. Bien hecho 

- Vayamos a dormir, creo que estamos todos cansados - Dark no creia que criticar justo antes de dormir a alguien que da cobijo sea la mejor forma de dar las gracias.