Partida Rol por web

Kroon coge aire intentando contenerse. Si se dejaba llevar, sus impulsos le llevarían a coger a Frank y echarlo fuera del coche lo cual solo serviría para hacerle perder el control del vehículo  y que todo se fuese a la mierda. Sus manos apretaban el volante con fuerza debido a la tensión, pero haciendo un esfuerzo de autocontrol, consiguió refrenarse y relajar su tono. 

-Frank, tranquilízate. Vamos a salir de esta. Confía en mí...pero ahora necesito que domines tus nervios y te concentres en atender a Refered ¿Vale? Su vida depende de ti y sé que puedes salvarlo ¿Estás conmigo? 

Taurus Van Zan, Bicho y Lupe dentro del Outsider, fueron salvados por el tuerto Kroon y sus gatlin.

- Abajo del asiento hay mas munición para la bazooka, cierren las ventilaciones esto se va a poner movido - dicho esto tomo un trapo, le escupió y lo ato a su rostro para tapar su boca y nariz.

Aun había fuego sobre el capote pero el fuerte viento lo hacia mas pequeño cada vez, el motor rugía mientras escapaban de los roba pieles.

Kroon detiene su interceptor a tiempo para recoger a Referred y continuar su viaje. Lupe asegura su vehículo para lo que se avecina y también prosigue la marcha antes de ser nuevamente alcanzado por los perseguidores.

El Outsider ahora libre de sus enemigos avanza detrás V88 entre las columnas de arena levantadas por los vientos huracanados que ascienden y los relámpagos. La arena y el granizo del tamaño de un huevo de gallina se encargan de extinguir el fuego de la bomba molotov pero en contrapartida obstaculiza mucho la visión.

Delante del grupo una pared de aguanieve parcialmente congelada revela un gigantesco tornado en proceso de alimentación. Un carro de combate de los robarostros cayó presa del monstruo elemental. Ahora vuela por los aires despedazado por el viento y la presión. Un ocasional rayo se encarga de explotar el vehículo y carbonizar a sus ocupantes.

Entre el tornado gigantesco puede verse un pequeño sendero libre de las inclemencias. Tal vez con un poco de suerte logren pasar por allí pero necesitaran más velocidad para lograr escapar de la atracción de la gran aspiradora ascendente que es el tornado.

Frank por suerte solo tiene que preocuparse de curar las heridas de Genmu ya que sus disparos tan solo habían logrado perforar el chasis de los carros de guerra de los robarostros. Ahora el enemigo tiene problemas mayúsculos.

Parecía que Refered estaba estabilizado. Frank se había portado después de todo.

El V88 avanzaba con dificultad entre la tormenta. El caos de viento, nieve y arena que reinaba a su alrededor hacían que hiciese peligrosas derivas que Kroon intentaba compensar para evitar que el vehículo perdiese estabilidad y saliese despedido. Pero de pronto apareció aquel tornado colosal, como surgido de la nada mostrándose orgulloso en toda su magnificicencia. No tenía dientes, ni estaba hecho de metal, pero a los ojos de Kroon, aquella bestia natural hecha de viento, arena, rocas y hielo le parecía mucho más aterrador que el monstruo mecánico de los robapieles. Además, notaba como su propio coche, amenazaba con ser absorvido por él. Siguió compensando maniobras sin saber muy bien como iba a salir de aquella pues todo lo que podía hacer era avanzar.

Entonces vio un rayo de esperanza. Parecía que en medio de todo aquel caos había una especie de paso libre de inclemencias, pero necesitaría toda la potencia que pudiera conseguir para llegar hasta él. Por desgracia, no podía ayudar al resto. Esta era una prueba que habrían de superar por separado. Lupe y Bicho se las tendrían que arreglar solos.

Pisó a fondo el acelederador del V88, pero con todo, la succión del tornado era demasiado fuerte. El vehículo amenazaba con salir despedido directo hacia sus fauces. Los nitros, tenía que activar los nitros. Pero tenía que asegurarse de hacerlo en el momento adecuado porque si bien le darían velocidad, la capacidad de maniobra se vería mermada. Se concentró en la maniobra. Fue compensando la deriva hasta que en un momento, consiguió enderezar el coche en dirección al paso seguro.

-¡Agarraos!-dijo a modo de advertencia para el resto de los ocupantes del vehículo-.

Entonces, agarró la palanca de cambios y pulsó el botón que activaba los nitros. El vehículo salió despedido, a toda velocidad. Las agujas del cuentaquilómetros y de revoluciones por minuto se pusieron al máximo, empujando por alcanzar unos valores que era imposible reflejar en el la esfera. Kroon se hundía en el asiento mientras que el resto de los ocupantes del vehículo se vieron impulsados por la inecia hacia la parte trasera del vehículo y así el vehículo alcanzó la zona segura. Entonoces soltó el nitro y el vehículo recuperó su velocidad de crucero habitual, que de pronto, se les antojó mucho más lenta que de costumbre. Estaban a salvo.

Cuando llega la explosión del autobús estoy aún a un paso de llegar a mi presa, mi rostro de sonrisa maquiavélica se torna una máscara a partes iguales de maldad e ira, por no poder terminar el trabajo a causa de la explosión. Abro los brazos ante las llamas y la muerte que espero recibir con anhelante deseo de descansar por fin en paz.

Todo se queda sumido en la absoluta obscuridad, el calor de las llamas despiden hedor a plástico y carne quemada mientras un sudor frio recorre perlando mi frente en un brillante rocío.

Me levanto mientras miro a mis manos en ella vuelvo a llevar las armas que tanto odio y que manchan mis manos y mi alma ante la muerte que con ellas he producido.

Miro a mí alrededor y veo el destrozo, como el doctor está siendo alzado en hombros por el conductor de uno de los coches.

Es entonces cuando como en un sueño los recuerdos de los últimos minutos vuelven a mi mente para atormentarme. Mis manos guardan las guadañas y tras esto buscan con prontitud la biblia y la aferran, mientras lagrimas comienzan a recorrer mi rostro mezclándose con la sangre de tenía en la comisura de mis labios perteneciente a Rose y mi propia sangre.

Noto como el viento se alza desde la tierra y siento tras de mi el tornado que se acerca inexorable en mi dirección.

Trabajando a contra-reloj y contra todo pronostico, finalmente he logrado estabilizar al doctor.

El proceso me ha dejado echa un asco, tengo hasta los codos tintados de sangre y restos a los que me niego a identificar como partes de alguien.

Afortunadamente no he olvido el entrenamiento medico alguna vez aprendido durante mi juventud en el ejercito.

Abstraída por completo del entorno, solo tengo ojos – y mente -, puestos en aquel pobre muchacho destrozado que aun sigue respirando…gracias a mi pericia.

Le veo parpadear, murmura algo que no entiendo, tranquilo, le susurro amablemente, tranquilo doctor, estas a salvo.

El viento sigue soplando con fuerza y tras de mi, se perfila una silueta, una mole de hierro negro y caucho con forma de T-Rex, el viento cargado de arena sopla con mas fuerza difuminando aún mas mi figura asta ocultarla del todo.

Tras decaer durante el lapsus de un respiro el viento, mi figura ha desaparecido para quedar solo la figura del T-Rex que comienza a moverse hacia los coches que ahora huyen despavoridos tras recoger al último superviviente del autobús destruido que aún desprende calor y humo.

Miro con seriedad desde la cabina del T-Rex mientras relamo con la punta de mi fina lengua uno de mis dedos impregnados de sangre.

En las fauces del T-Rex aún se puede ver un trozo de carne que bien podría ser el muñón de una mano humana, una mano fémina con un guante de conducir aun colgando de los dedos y que da la sensación de estar buscando algo en el aire. Da la sensación de que aún anhela agarrar un volante para correr en una carretera sin fin.

Tras la cabina decido volver a guardar la biblia, ahora con bordes quemados, en uno de los bolsillos de la sotana mientras la expresión de mi rostro es de deleite y disfrute. Pronto llegaré a la tierra prometida y la haré a mi imagen y semejanza pues está escrito. Dios hizo a su imagen y semejanza y vio que era bueno y entonces descansó.

Me despierto en un coche. ¿Speedy? Mi primer pensamiento trae de golpe todos recuerdos de lo que acaba de pasar.

Me incorporo de golpe, mi cuerpo aulla de dolor mientras yo rujo. -!¿DONDE ESTA ESE PUTO CURA TRAIDOR?! !!!LO MATARÉ CON MIS PROPIAS MANOS!!!!!!!- La voz, normalmente tranquila y suave del doctor ahora es una pura muestra de odio y rabia.

Miro hacia los lados como una presa enjaulada, a mi lado veo una pantera que tiene todo el lomo erizado, parece que quiere atacar, supongo que no está acostambrada a esto. A otro lado veo a Frank, que también parece sobresaltarse, lo veo lleno de sangre, supongo que el me ha curado. -Gracias frank.- Mi voz ya sale como un gruñido.

-¿Dónde estamos? ¿Y el resto? ¿Dónde etan los robapieles? ¿Cuánto he pasado inconsciente?- Los coso ha preguntas, tengo muchas dudas de lo que ha apsado en mi ausencia, estaba en el autobús cerca de la muerte, pero desde luego me iba a llevar al traidor conmigo al infierno... y ahora parece que estoy a salvo... a salvo y con ansias de venganza... muchas, muchas ansias...

Kroon niega con la cabeza mientras sigue concentrado en la conducción.

-Tranquilo Doc. Te hace falta descansar. Ya nos encargaremos de ese cura cuando lo volvamos a ver...si es que lo volvemos a ver. Por lo demás, aterrizaste sobre el parabrisas de mi coche y decidí que era mejor meterte dentro que dejarte a la intemperie en medio de una tormenta de arena, piedras y hielo, con tornado incluido, aunque eso implicarse arrojarte en los brazos de Frank. Espero que sepas perdonarme. Llevas inconsciente ¿qué?...¿media hora? Por ahí.  Los robapieles han quedado atrás. No se han atrevido o no han podido seguirnos en la tormenta. Así que aquí estamos, intentando salir de esta tormenta infernal antes de que se nos lleve por delante. ¿Bien, no?.

-No.- Digo algo contrariado.- Te lo agradezco. Esta bien. -Sigo vivo, que ya algo. Pero en el fondo solo quiero sangre, sangre y muerte. Venganza, serás mía, y más pronto que tarde. 

-Dudo que los robapieles acepten una derrota. Yo he matado a "Hambre", uno de lo que supongo es su "élite de asesinos", muerte se ha quitado la careta, sin embargo falta uno de ellos, son 4 los jinetes del apocalipsis. No creo que esté entre nosotros, pero mantened los ojos abiertos. ¿Quiénes seguimos vivos aparte de nosotros 3?-

Kroon hizo una mueca de desagrado que Refered no pudo ver, salvo por el reflejo en el retrovisor. Se tomó unos segundos antes de contestar para .

-Lupe y Bicho,...en el Outsider. Del resto...no sé nada. 

Las palabra salieron de su boca a trompicones. No sabía cómo llevaría Doc la pérdida del resto de sus compañeros. La verdad es que conocía poco a aquella gente y aunque por su parte, las vivencias de los últimos días habían sido intensas, estaba lejos de conocerles.

-Volveremos a ver a los robapieles, no me cabe duda. Esta tormenta no durará para siempre y estamos escasos de comida y suministros. Tendremos que parar y en ese tiempo intentarán darnos caza de nuevo. Pero no les será tan fácil. El autobús...era un blanco fácil. Intenté defenderlo, pero me resultó imposible. Lo siento de veras.

Me quedo de piedra. cinco... quedamos cinco... Suspiro. -No es culpa tuya kroon.- por un segundo dejo que todas las emociones me abandonen, cierro los ojos, mientras recuerdo las caras de todos aquellos que ya no están, de repente me siento cansado. No fisicamente, que también, sino psicológicamente. Tanto camino, tanto esfuerzo... ¿para esto?

Vuelvo a abrir los ojos, y de nuevo refulgen de odio. He decidido. No descansaré en la aldea mucho tiempo, me recuperaré y sanaré a los que puedan y luego me iré, tengo intención de matar a todos y cada uno de los robarrostros... los exterminaré como si fuesen una plaga. Que lo son. Me infiltraré como l maldito cura, y los mataré desde dentro... O si... a todos.

El nitro del V88 es la llave para salir con vida de la vorágine de la tormenta de arena y del mismísimo tornado. Del otro lado el día comienza a morir y la tormenta aún perdura pero no por mucho. Pronto el mal clima cesara, tal vez para el anochecer los reciba la luna y las estrellas cuando lleguen a destino. El Edén.

Del Outsider de Lupe todavía no hay noticias. Todavía no ha salido de la prisión de la tormenta de arena y de sus senderos traicioneros. Afortunadamente tampoco hay señales de los Robarostros…

Referred asiste sus propias heridas en su breve estadio de conciencia pero sus heridas le obligan a descansar porque su cuerpo es incapaz de mantenerlo despierto por más tiempo. Ha sido un día demasiado largo para todos.