Partida Rol por web

Asentía sin pestañear prestando suma atención a lo que me contaba Dani. No dejaba de ser un, digamosle, don interesante, pero sí es cierto que debía ser duro. Y yo, luego, me quejaba de lo mío.

Me aclaré la garganta y, finalmente, bebí del refresco.

-De todas formas, Dani, no creo que sea un problema estar con Pat. Ocurren cosas, siempre van a ocurrir y, por mucho que tú te niegues, si algo le ocurriese a Pat, Dios nos libre, tú no vas a poder impedirlo, por lo que, yo creo que deberías intentarlo. Porque, sino, la alternativa es ¿cuál? ¿No salir con nadie porque sabes que les va a ocurrir algo? ¿Y qué?- dije, encogiéndome de hombros-. Eso es como salir con una persona y decir: "No sé para que salgo con él, si sé que no me voy a casar con esta persona". Lo que quiero decir, Dani, es que no sabes lo que puede ocurrir, no sabes lo que va a pasar, no sabes si a Pat le va a pasar algo grave mañana o dentro de 40 años o, directamente, no le ocurre absolutamente nada.

"Madre mía, qué mal me explico", pensé con amargura. "Si es que estos temas no se me dan bien".

-Que salgas con él, copón, y punto- dije, tajante, tomando el último trago del refresco.

Vaaaale, seguramente tienes razón y yo soy demasiado precavida en según qué... contesta Dani con una sonrisa, tras un hondo suspiro. Parece que se haya sacado un gran peso de encima...

¿Y tú qué? ¿Esperas a tu príncipe azul o te vas a quedar para vestir santos? te pregunta divertida, mientras coge uno de los tuppers y pone un poco en tu plato, y otro poco en el de ella...

Uhmmm... esta especie de ensalada está de vicio! Parece sushi, pero muy diferente...

Me gustó que Dani se hubiera quedado más tranquila. No sólo porque yo había podido llegar a sentir su angustia y, egoístamente aquello no me gustara, sino porque ella se sintiera mejor. Lo cierto es que yo no sabría si podría haber llevado ese poder como lo llevaba ella. Supongo que me hubiera aislado aún más de la gente.

Sacudí la cabeza y abrí otro refresco, mientras Dani volvía a insistir.

-Sí, claro...- dije, irónica-. Príncipe azul...- reí-. No, gracias. Príncipes, no- me negué-. Pero, no hay prisa, no hay prisa, Dani, todo llegará. De momento, voy a tantear el terreno con el don perfecto de Warren Worthington III- bebí un sorbo-. Me lo paso bien con él, aunque esté todo el rato picándolo- reí-. Ya veré si me termina convenciendo o no- me encogí de hombros, sin poder evitar sonrojarme, como siempre me pasaba cuando hablaba de esos temas.

Probé la ensalada y asentía con la cabeza mientras masticaba.

-Está muy rica, sí- coincidí con Dani-. Muy rica.

Reí, de repente. Dani había sido sincera conmigo, le debía al menos eso.

-¿Sabes el problema? A mí quien me mola es Landry, colega, me encanta- me sinceré-, ¿para qué te voy a engañar? Y, sí, me gustó durante una temporada, pero cuando estuve en la fiesta, madre mía, porque es sacerdote, sino, te digo que allí arde Troya- reí, encogiéndome de hombros-. Pero, sí, me me encanta. ¿Problema? Obvio. No está en el mercado. Lástima- sonreí, chascando los dedos-. Él se lo pierde- reí.

¿Warren? ¿En serio? Dani mira cómicamente la botella de vino y niega con la cabeza No he bebido tanto, así que he debido de oír bien...

Chica, entonces lo que son emociones no te van a faltar... aunque lo vuestro puede ser un choque de trenes, por el carácter... te aconseja divertida

Entonces escucha tu confesión y lanza un profundo suspiro A veces el amor nos juega estas malas pasadas... pero tú no desesperes y no bajes la guardia, que igual el día menos pensado el Padre cuelga los hábitos y te lleva en volandas hasta el altar!

Tras estas palabras abre el otro tupper y mientras te pone un poco de pastel de patata en el plato, se fija en tu medallón

¿Y eso, de dónde lo sacaste, si puedo preguntar? dice con obvia curiosidad

-Sí, hija, Warren, el mismo- reí-. Ya te digo, me lo paso bien con él y me río. No habrá nada serio, ¿alguna canita al aire, quizá?- bromeé, riendo a carcajadas-. No, pero es divertido, me gusta picarle, es como un niño enano- sonreí, comiendo de la ensalada.

Me atraganté cuando dijo lo de Landry.

-No, no, no, no- negué, rotunda-. Amor no es. Es.... ¿encoñamiento?- reí, dando un sorbo a la bebida-. No sé, es raro- dije, encogiéndome de hombros-. Y dudo que de deje los hábitos. Le gusta demasiado ese mundo como para dar carpetazo a todos estos años por una tontería.

Me pasé la lengua por los labios.

-Que buena pinta tiene- murmuré, mirando el pastel de patata.

Iba a llevarme el cubierto a la boca, cuando Dani me preguntó por el medallón.

-¿Éste?- pregunté, cogiéndolo entre mis dedos-. Es extraño porque me lo dio un hombre que no conocía de nada. Verás, estaba acompañando a Landry a no sé qué de una señora, bueno, da igual, el caso es que voy andando y me para un hombre, tenía pinta de mendigo, pero no me hagas mucho caso, cada uno va con las pintas que quiere, y me dice, no me acuerdo qué y me da el medallón. Yo, claro, flipando, porque no tenía ni idea de quién era ni de qué cojones me conocía, pero, vamos, que me lo quedé.

Bebí un sorbo del refresco y dije:

-Pero, lo más extraño fue que, o Landry no se enteró de nada o, efectivamente, no pudo ver al hombre que me daba el medallón- me quedé con cara confusa, como intentando transmitir el sentimiento de: "me estás tomando el pelo"-. Así que, yo no sé que creer. Pero, bueno- suspiré-, lo tengo desde entonces y no me separo de él. A ver si va a venir el hombre y lo quiere de vuelta- bromeé.

Dani parece contener la respiración mientras mira de cerca el medallón y escucha la historia de cómo lo conseguiste...

¿Así que te lo dio un hombre con pinta de mendigo? ¿Un hombre mayor, tal vez? ¿Te fijaste en su rostro?

A cada pregunta, la curiosidad de Mirage parece crecer ¿Y dices que quien estaba contigo, dice que no lo vio?

Se aclara la voz, y añade Pues es muy bonito... en verdad he visto algunos parecidos ¿sabes?

-Ya no lo recuerdo, Dani, no me quedo con las caras. Soy un desastre en eso- dije, encogiéndome de hombros.

Seguí comiendo el pastel de patata y me terminé el segundo refresco.

Asentía mientras Dani preguntaba.

-Exacto. Landry no lo vio porque luego me preguntó que qué hacia hablando sola. Claro, en un principio, no le di importancia, y, después, pensé, simplemente, que el hombre estaba en sus mundos de yupi y no se enteraba de la Misa la media- reí, con el estúpido chiste-, pero más tarde, me quedé pensando y...- dejé caer la frase-. Y nada, porque no logré encontrarle explicación. Así que, me olvidé del asunto.

Se me iluminó la cara cuando Dani mencionó que había visto más.

-¿En serio? ¿Dónde?- pregunté-. Y eso que Kurt lo estuvo examinando y tampoco es que pudiera llegar a una conclusión muy en firme. ¿Dónde has visto más?- insistí.

Dani sonríe algo divertida por tu curiosidad... Si quien te lo dio es quien yo creo, es un objeto mágico. Y bueno, claro, Kurt habrá hecho sus investigaciones y consultas de la forma tradicional, pero si sabes de dónde procede, todo es más rápido...

Mirage parece que disfrute manteniendo la intriga, y mientras rebusca en un bolsillo lateral de su pantalón, añade Voy a llamar a alguien que podrá aclararlo...

La chica saca una pequeña flauta de hueso y toca unas notas que apenas puedes oír...

Unos instantes después escuchas a Brightwind relinchar alegre, y otro relincho que viene de las alturas...

Los vi en Asgard... te dice con una sonrisa pícara mientras alza la mano para saludar a la recién llegada...

Ansiaba porque me contara lo que sabía del medallón y recabó toda mi atención cuando habló. Yo asentía, como una alumna aplicada escuchando a su profesor.

Cuando tocó la flauta, intenté como una idiota escuchar las notas, pero sólo oí el piar de los pájaros y el agua caer de la cascada.

Me levanté de un salto cuando vi aquello.

-No me jod...- dije, incrédula, sin apartar la vista de los nuevos visitantes.

Saludos! ¿Qué problema tiene mi hermana, en el que pueda ayudarle Brunilda, líder del Valkyrior? dice la rubia asgardiana, mientras desmonta ágilmente de su caballo alado

Una vez en tierra, la figura de la valkiria es realmente impresionante. Alta y hermosa como sólo los escultores clásicos podrían haber esculpido, su cuerpo y sus movimientos denotan que es una gran guerrera

Dani la saluda con familiaridad, pero en tono serio y le explica en pocas palabras la historia del medallón, mientras Brightwind y la montura de la valkiria parecen hacer buenas migas, como si ya se conocieran.

Brunilda se acerca a verlo y sólo entonces aparece una ligera sonrisa en la cara de la valkiria...

Uno de los medallones de Freia... a veces el Padre de Todos se muestra extremadamente generoso dice en un tono entre simpático y crítico

¿Y así dices que quien te lo entregó era un hombre mayor que no te dijo gran cosa al respecto? te pregunta directamente, mientras te hace gesto de que se lo dejes un momento...

No era una persona envidiosa, pero al ver esa mujer de bandera, no pude sino maldecir al destino. ¿Por qué? ¿Por qué yo tenía que ser tan bajita y ella ser una maldita diosa?

La miré de arriba a abajo sin poder despegar los ojos de ella y conteniendo la respiración. La verdad que era encantadora. Cuando me habló, ni me enteré.

-¿Eh?- dije, totalmente perdida-. Sí, sí, el medallón.

Pestañeé varias veces y sacudí la cabeza, volviendo a la realidad y me quité el medallón y se lo di a la mujer.

-Sí... Eh... Me lo dio un hombre. No sé quién...- informé, mirándola sonrojada-. Estaba caminando, me abordó el hombre, me dijo que "toda buena acción merece su recompensa. Coja lo que debe ser suyo, y lo entenderá todo a su debido tiempo" o yo qué sé qué y me lo dio. La cuestión es que sólo lo vi y oí yo, porque iba con otra persona y él creía que estaba hablando sola- me encogí de hombros.

Es lo que al Padre de Todos le gusta hacer habitualmente, no tienes porqué preocuparte... dice Brunilda, mientras se mira el medallón

Como bien pensaba, es un gran obsequio, del que debes estar orgullosa. Aquellos que merecen la atención de Odín cuando vagabundea, no acostumbran a ser mortales corrientes...

Bien, como te ha dicho mi buena hermana Moonstar, es un medallón mágico que confiere grandes poderes a su portador... empieza a contar la valkiria, sonriendo ante tu cara

Quien lo porte ganará el favor de Freya, siendo más ágil y sabio. El interior está recubierto con cerdas de Gullinbursti, el cerdo mágico creado por los enanos Brokkr y Sindri y que es propiedad de Frey, su hermano gemelo.

Si lo abres con cuidado, por muy oscura que sea la noche o la negrura que reine donde estés, lo iluminará como si el mismísmo sol lo hiciera, desvaneciendo toda ilusión que allí se encuentre...

Y si lo abres de esta otra forma, puedes cegar a tus adversarios con la intensidad de la claror solar!

Por último, al mismo tiempo que te lo devuelve, Brunilda añade Y además es transporte y pasaporte hasta las mismísimas puertas de la Ciudad Dorada, allí donde termina el Bifrost y Heimdall, el Guardián que nunca descansa y todo lo ve observa lo que ocurre en los diversos mundos, y controla quien intenta entrar en la morada de los dioses...

Escuché a la mujer, mientras miraba el medallón.

Me sentía totalmente confusa al tiempo que intentaba comprender todo lo que me decía.

"¿Un regalo de Odín?", pensé, incrédula, con la boca abierta. "¿Más ágil y sabio?"

La cabeza me empezaba a dar vueltas.

"Transporte y pasaporte para ir a ¿dónde?".

Si hubiera tenido una silla allí, me habría sentado, porque me empezaban a temblar las piernas.

Cuando la mujer terminó de hablar, busqué durante un momento el refugio de la mirada de Dani y hablé.

-Esto...- me aclaré la garganta seca-. Esto es muy fuerte- murmuré, con una media sonrisa de incredulidad.

Tomé el medallón y lo miré como si fuera la vez primera.

-Vamos a ver, vamos a ver, que yo me aclare- miré a la mujer y Dani alternativamente-. Venga, vamos a coger aire todas, y me lo vuelves a explicar, esta vez para que lo entienda una simple mortal.

Dani te sonríe de forma tranquilizadora y hace gesto de que os sentéis en la hierba. Habla unos instantes con Brunilda y entonces pasa a ser ella quien te lo explica

Como ya pensé en cuanto me dijiste cómo había llegado a tus manos, fue el mismísimo Odín quien te lo dio. A veces gusta de mezclarse entre los mortales de forma anónima. Su disfraz de vagabundo es uno de sus favoritos desde hace mucho, mucho tiempo... dice Dani con una sonrisa cada vez más ancha

Algo ha debido ver en ti, ahora o en un futuro, para hacerte este regalo. Y es que la sabiduría del P... de Odín, está por encima del tiempo y el espacio gran parte de las veces...

Te cuenta que quien lleve el medallón se sentirá más ágil y más sabio No de forma inmediata, pero pronto notarás el favor de Freya, o eso es lo que dicen quienes han llevado uno...

Respecto a la luz que emana del medallón, te cuenta más o menos lo que te dijo Kurt y ha ampliado Brunilda, pero la parte nueva es la última, la que Rondador no entendía...

Y por último, sirve para que el portador y hasta 11 personas que elija y estén junto a él viajen de forma inmediata al final del Puente del Arco Iris, hasta la entrada de Asgard, donde vigila Heimdall, el que todo lo ve...

Esto es un don para no ser usado a la ligera. Se espera que un día, cuando quieras y estés dispuesta, viajes para cruzar las puertas de la Ciudad Dorada y agradecer a Odín el presente y que, aparte de eso, lo uses con tiento y cuando juzgues que es realmente necesario utilizarlo...

Dani hace una pausa y, mirando a Brunilda ve que ésta siente, conforme con la explicación que te han dado...

Bien, ahora puedes preguntarle lo que quieras...

Me senté en el césped y escuché como una niña escucha a su abuelo cuando éste le cuenta un cuento. 

Toda mi atención la tenían Dani y el medallón. Medallón al que no quitaba ojo.

Mi corazón latía más deprisa a medida que Dani me explicaba todo y abrí la boca cuando me comentó lo de poder llevar a varias personas hasta...

-Perdón, ¿hasta dónde nos puede llevar el medallón?- pregunté, confusa-. No me he quedado con el nombre. Es que...- me llevé las manos a la cara, frustrada-. Es que esto es mucho para mí. ¿Me decís que un dios, un dios- repetí, enfatizando- se ha fijado en mí, me ha dado el medallón, tiene poderes espectaculares, brilla como el sol, cosa que ya comprobé, y que puede transportarnos a mí y a otras personas a... a allí?- levanté el brazo, señalando hacia ninguna parte.

Me levanté y di vueltas, nerviosa, con los brazos en jarras.

-Es que es muy fuerte- comenté, sonriendo-. Quiero decir, no soy nadie, soy una más entre todos los neoyorquinos, entre los millones de habitantes de esta ciudad y es en mí, en mí- dije, señalándome- en quien se fija un dios- conté, para terminar de creérmelo.

Dejé de dar vueltas y miré tanto a Dani como a la valkiria.

-Sólo tengo una pregunta, aunque no creo que puedas contestármela tú: ¿por qué?

Hasta Asgard, y el medallón es de Freya, o digamos que es la diosa que le confiere poderes... ríe Dani, abrazando por los hombros cariñosamente a Jane

Ya estoy viendo que me tocará darte unas cuántas lecciones de mitología nórdica... te sonríe tu amiga

Cuando haces tu pregunta, Brunilda sonríe suavemente y se encoge de hombros

Muy pocos conocen lo que pasa por la mente del Padre de Todos. Puede que haya tenido una visión, o un presentimiento y por ello haya obrado así... Es así como obra la sabiduría del Pozo de Mimir, del que él bebió a cambio de un ojo... te explica la valkiria, aunque Dani levanta una mano y le corta el discurso

No la atosigues, Brunilda, que poco sabe de todos vosotros. Y mucho es lo que ha conocido en un  momento...

Y mirándote, Mirage te pregunta si hay algo más que quieras saber que pueda decirte la valkiria, a fin de que pueda regresar a Asgard y vosotras seguir con vuestro día de campo...

Intenté no poner mala cara al abrazo de Dani y sonreí, aún asombrada.

-Bueno- dije, para aclararme un poco las ideas-. Sí, tal vez, necesite una especie de clase de mitología nórdica. Algún día, quizá- me encogí de hombros.

Volví a mirar el medallón y negué con la cabeza.

-No, no tengo nada más que preguntar- contesté-. Bueno, sí... ¿Cuándo podré ir a agradecer a... Sí, hombre, este... a Odín, eso, a Odín el regalo? No me gustaría enfurecer a un dios- murmuré, enarcando una ceja-. Te prometo que es la última pregunta. Después, ya te puedes volver a... tu casa.

La valkiria, pese a su seriedad, no puede evitar acabar riendo ante las dudas y atropellos de Jane

Como te ha dicho mi hermana Moonstar, ve cuando quieras y te sientas dispuesta. Tú lo sabrás en tu corazón. Y no dudes en llevar a tus amigos más cercanos para que vean el esplendor del Reino Dorado.

Si tienes alguna duda sobre ese día, ella te ayudará... añade Brunilda antes de montar en Aragorn*** y abandonar el claro surcando los cielos

Una vez Brunilda ha desaparecido entre las nubes, Dani mira en la cesta y saca una bandejita de postres, como si no hubiera pasado nada, o apenas gran cosa...

¿Te gustan los de chocolate? Porque Ventura hace unos pastelillos buenísimos... pregunta con sonrisa pícara

Despedí con un gesto de la mano a la valkiria, pensando en lo mucho que me gustaría ser tan alta como ella y miré a Dani, para volverme a sentar en el césped.

-Vaya, vaya- dije-. O sea, un regalo de Odín...-comenté, para terminar de creérmelo.

Tomé uno de los pastelitos de chocolate y dije a Dani:

-Tienes amigas muy extrañas, Dani- bromeé-. Y yo que creía que eras una chica normal y corriente y resulta que conoces a personas de... muy lejos- reí, sin acordarme del nombre vikingo.

Terminé de tragar el pastelito y continué:

-Yo, ahora mismo, estoy flipando un poco y terminaré de asimilarlo en unas horas, voy lenta, sí- asentí, riendo-. Bueno, ¿de qué estábamos hablando antes de que bajara a la tierra el personaje del "anillo de los Nibelungos"?- pregunté, tomando otro pastel de chocolate. Me encantaban.