Partida Rol por web

-Cuando usted desee profesor estoy a su disposición, en realidad vine aquí para meditar un poco acerca de lo ocurrido , ya fue bastante raro descubrir que puedo respirar agua como si fuera aire, pero el hecho de descubrir que puedo adoptar otra formas...- digo callándome de nuevo antes de proseguir.

-Aun no he decidido si me gusta la idea o no , durante el intento de transformación perdí toda mi humanidad y era solo puro instinto , y eso resulto muy doloroso, mientas mi aparato limbico enviaba señales para terminar la transformación , mi córtex frontal lanzaba señales en su contra, como si mi parte racional luchara contra mi parte instintiva, y ello me lleva a preguntarme si al terminar la transformación ... seguiría siendo yo mismo o si estaría limitado a un estado animal en el que solo mis instintos tuvieran validez. Se me ha ocurrido la idea de que quizás no quisiera volver a ser humano.

Una vez vaciada mi mente de los problemas que me aturullan pierdo la vista entre los surcos de la arena tratando de serenar mi espíritu, a fin de cuentas si vine aquí fue para aprender mas , fuera de lo que fuera , y tal vez haya llegado la hora e aprender mas acerca de mi mismo.

No reprimo una sonrisa ante las palabras de Jane.

- Si, admito que suele tener ese efecto en la gente, es... fastidioso. digo esto ultimo mientras les guiño un ojo complice De todas formas, y respondiendo a tu pregunta JP, el viernes sabremos algo mas, pero de momento parece que se ha unido a los marines.

En cuanto Dorian vio que Simon había regresado, se acercó a saludar a su compañero. No le preguntó directamente por cómo les había ido, ya que sabía que, cuando Simon quisiera, se lo contaría.

¿Cómo van las clases, amigo mío? Las de medicina con el Dr McCoy son realmente muy interesantes, y el chico ese, Shiro, va a ser el ayudante de Hank...

Y riendo añade Me han dicho que el tal Kingsfield es todo un hueso... pero seguro que lo superarás, todo es cuestión de fuerza de voluntad y a ti de eso, te sobra...

Hizo como si se marchara y, de repente se dio la vuelta y, guiñándole un ojo a su amigo le reveló Por cierto, me han comentado que ha llamado cierta amiga tuya para decir que vendrá a verte esta tarde. Nosequé de un entrenamiento especial...

Tras una charla distendida en la que el Dr McCoy procuró aclararle a Shiro sus dudas sobre su nuevo poder, ambos se dirigieron hacia el laboratorio que había en las plantas inferiores de la Escuela

Bien, como te he comentado, cuanto antes hagamos estos tests, mucho mejor para poder saber específicamente más sobre ese poder nuevo... No estaría de más que hablaras con Rahne, si quieres puedo hacerlo de una manera formal, o tenéis una charla improvisada, cualquiera de las dos opciones es buena.

Y, desde luego, una vez sepamos más del tema iremos a ver a la Srta Grey, que acabará de iluminarte y guiarte sobre todo esto que tanto te desconcierta y tantos problema te causa en estos momentos...

En el laboratorio estaba también la Dra McTaggert, que se ofreció a ayudar para agilizar las pruebas

Bueno, primero empezaremos por algo muy rutinario y elemental: pruebas de reflejos, motricidad... empezó a decir Hank mientras lo preparaba todo

Una vez se hubieron separado de Lorna y Scott, habiéndoles felicitado por un buen trabajo de investigación, Brian paseó lentamente con Miles por el embaldosado camino hasta las caballerizas. Al joven mutante no le hacían especial gracia los caballos, pero no había visto aún esa parte de la Mansión y tenía curiosidad.

- No se, Miles - dijo, retomando la conversación que habían dejado a medias durante el viaje de regreso - Cuanto menos caso hago a las chicas... más me confunden.

Brian estaba aturdido por lo que había sucedido durante el día. En toda su vida había tenido éxito con las chicas, recibiendo negativas y fracasos uno tras otro. No había sido hasta que había renacido como mutante que habían empezado a fijarse en él. Primero Magik estaba volcada en llamar su atención, y luego Mary le había dado su número de teléfono sin él pedírselo.

- Además, ¿qué puedo ofrecer yo? No soy como tú, o como Eddy. Miráos, tenéis poderes chulos y en el futuro estoy seguro de que Scott os pedirá que os unáis a los X-Men. ¿Qué me pedirán a mí? ¿Que decore el jardín?

Seguí buscando gente para ir a la maldita fiesta aquella. Bueno, uno iba seguro. Sonreí. Pobre Brian, en qué lío le había metido.

Sacudí la cabeza para centrarme en buscar más gente y vi a Shiro y al Dr. McCoy juntos, dirigiéndose al laboratorio. Como antes, iba a interrumpir conversación, pero, ene ese momento, fui egoísta y me acerqué a ellos corriendo.

-¡Eh! ¡Shiro!- grité y agité una mano en el aire, saludándolo-. Shiro, Shiro, porfa, porfa, tienes que venir a una especie de fiesta que hace la embajada de no sé qué. Anda, di que sí. También viene Brian- agregué, como si fuésemos toda una tropa.

Me interrumpí y miré al mutante.

-Esto... Hola, Doctor McCoy- dije, cambiando de registro totalmente en la voz-. Si quiere, usted también puede venir- dije, sonriendo.

Miré a Shiro y le interrogué con la mirada. "Porfi, vente" pensaba.

-Ah, y puedes invitar a alguien para que te acompañe- alcé las cejas, sonriendo.

Caramba, muchísimas gracias, Srta Hawking, por la invitación dijo algo divertido Hank que, guiñándo un ojo a la chica, añade

De hecho el Dr McCoy será de los dos profesores que os acompañará, pero no se lo cuentes a Hank... que es una sorpresa! dice en tono bromista

Buena labor de reclutamiento, desde luego, Ororo y yo vamos a ir bien acompañados aunque puede que ella acabe con una pareja distinta, una vez lleguemos allí, si mis informaciones no me fallan... dice en un tono entre misterioso y cotilla, pero por mucho que insistes, no sacas más de él

Por cierto, seguramente no querrá ir, pero no estaría mal que se lo propusiera a Amara. Aunque no sea de primero, necesita distraerse y así tendría una pareja segura para toda la velada... termina diciendo sonriente, mientras se aleja con Shiro hacia el laboratorio

Porque no soltaba prenda, que, sino, estoy todo el rato preguntando hasta sonsacarle algo sobre la pareja de Ororo.

-Vale, entonces, venís. Muy bien- asentí con la cabeza-. Ale, poco a poco, vamos a ir la mitad de la escuela- exageré.

Me despedí de ellos y fui a buscar a la tal Amara, que si ya la conocía, ni me acordaba de quién era. Para los nombres era nefasta por lo que, seguí caminando por los pasillos, continuando buscando gente para la fiesta.

-Anda que ya podrían haber hecho invitaciones o yo qué sé- murmuré, fastidiada-. Esto de ir preguntando es un rollo...

Recibi a mi amigo con una sonrisa. Mas tarde ya le contaria todo lo referente a Jason, ahora me conformaba con hablar de cosas poco trascendentales.

- Me alegro por ti, Hank parece un buen profesor. Respecto a Kingsfield dije poniendo los ojos en blanco supongo que sera un experto en su campo, pero de momento me ha parecido demasiado soberbio, y creo que tienes mas confianza tu que yo en mis resultados.

No dije nada sobre el entrenamiento especial, solo una leve sonrisa que indicaba que me imaginaba de que hablaba.

Deambulé por los pasillos, mirando a todo el mundo por si veía a la tal Amara. Sin embargo, giré una esquina y vi a Simon charlando con otra persona.

Como siempre, sus conversaciones no me importaban, por lo que interrumpí sin pensármelo dos veces. La verdad, ya me estaba ganando el papel de maleduacada oficial.

-¡Simon! ¡Simon! ¿A que vas a venir a una fiesta que celebra la embajada de Latveria? ¿A que sí?- pregunté-. Tú no me puedes fallar, ¿eh? Van a venir Brian, Shiro y seguro que más gente... cuando se lo pregunte- murmuré-. Anda, anda, vente, vente. Ah, y puedes traer a quien quieras, ¿una pivita, quizá?- bromeé, alzando los ojos. Era poco creativa, siempre hacía la misma porquería de chiste-. Bueno, ¿cuento contigo o no?

Tras mucho buscar, le preguntas a Ventura y éste te indica dónde puede estar Amara. La encuentras estirada bajo un árbol,  leyendo un cómic y, por lo que parece, pasándoselo muy bien por sus risas...

Al acercarte la reconoces... es la chica que entró llorando en la biblioteca y a la que tú trataste bastante mal...

Quo vadis? te pregunta levantando la nariz del cómic, y exhibiendo una sonrisa bromista Perdona la mala educación, quería decir que adónde vas... me he dejado llevar por la lectura... Y es que, para tu sorpresa, se trata de un cómic en latín!!!

Y, mirándote con más calma, añade Caray, si eres la chica de la biblioteca, perdona, menudo espectáculo te monté... dice en tono arrepentido

Bajé la cabeza.

"Encima que me comporté como una idiota, he de aguantar que me pida disculpas".

Negué con la cabeza.

-Ni se te ocurra pedir perdón- dije, sentándome a su lado-. Fui yo quien se comportó coma una niñata engreída. No tenía por qué hablarte así, pero es que la gente que llora...- me mordí el labio inferior-. Me ponen muy nerviosa, es un poco impotencia. No poder hacer nada, ya sabes...

Me quedé un rato callada, mirando el cómic.

-Me encanta el latín- sonreí-. Un amigo intentó enseñármelo, pero no tuvo mucho éxito, aunque algo se me quedó.

EL hecho de pensar en Landry hice que me diese una punzada de dolor. No sabía que lo echaba tanto de menos. Sacudí la cabeza para apartar esos pensamientos de mi mente y la sonreí.

-Oye, verás, estoy preguntando persona por persona si les apetece venir a una fiesta que van a dar en la embajada de Latveria- le informé-. No sé si tienes muchos ánimos para venir, pero, puede que te distraigas y siempre puedes invitar a alguien a venir contigo- sonreí, pícara-. Bueno, ¿qué me dices? ¿Te apuntas? Ya somos unos cuantos, ¿eh? Seguro que te lo pasas muy bien.

Callé. Tal vez, no quisiera hablar de fiestas.

-Oye, ¿puedo preguntarte qué es lo que te pasaba en ese momento? Quiero decir, que por qué llorabas y eso- murmuré.

La actitud extrovertida de Jane me hizo sonreir de nuevo.

- Claro, no me lo perderia por nada. Pero solo porque me lo pides tu.

Luego me gire un poco para no dar la espalda ni a Jane ni a Dorian.

- Ya que estas aqui te presento a Dorian. Es un cerebrito, te lo aseguro, llevo seis años viviendo de sus apuntes, je, je.

Saludé al tal Dorian con un gesto de cabeza y miré a Simon.

-Entonces, vienes, ¿no?- dije, sonriendo-. Estupendo, uno más.

Miré a Dorian y le dije:

-Tú, si quieres, también puedes venir. Total, ni se van a enterar en quién viene o no- reí, encogiéndome de hombros-. Vale, pues, cuento con vosotros, ¿eh?

Me despedí con un gesto de la mano, mirándolos y cuando giré casi me choqué con otro alumno. Le miré con mala cara, como si él hubiera tenido la culpa y seguí con mi misión de buscar gente para la fiesta.

Amara duda unos instantes, pero termina por aceptar cuando le dices lo que ha comentado el Dr McCoy

Por Hank me sacrificaré y dejaré de aburrirme para ir a una fiesta... dice sonriendo

Cuando le preguntas por lo que le ocurría el otro día, su rostro se ensombrece un instante. Cierra el cómic y te hace señal de que te sientes a su lado, en la hierba

Pensé que toda la escuela lo sabía... Has oído hablar de Empath, y de la que lió el otro día en el parque de atracciones, y de su fuga ¿verdad? Bien, pues él y yo éramos novios. Poco a poco fue usando sus poderes para engañarme y convencerme de que todo lo que él me decía era verdad y alejarme de todo lo que yo apreciaba. Me puso en contra de mis amigos, dejé la escuela... en fin, para qué te explico.

Por suerte me di cuenta a tiempo, lo dejé plantado y volví corriendo hacia aquí. Y al poco me entero de todo eso... un horror, vamos. Me sentí, y me siento, la chica más estúpida y desgraciada de la Tierra... te explica con toda sinceridad, y mientras habla, ves que alguna lágrima rueda por sus mejillas

Miles le da unas palmadas en el cuello al pinto y te sonríe Ni se te ocurra pensar eso. Yo te he visto hoy ahí fuera y tienes algo muy importante: cerebro. Sabes pensar, y eso siempre es importante. Y sobre lo de los poderes... hazme un favor, no pidas que se te despierte de golpe...

Al decir estas últimas palabras el chico sonríe de una forma agridulce Mira, yo hace unos meses era un simple analista en prácticas de SHIELD que notaba que tenía una cierta empatía con las máquinas... y de golpe, un buen día, mientras estaba en el Helicarrier repasando unos datos... FLASH!!! La maldita ciberempatía se desbocó como jamás hubiera imaginado.

Me quedé clavado, como cuando te electrocutas... ¿sabes? sin poderme despegar ni reaccionar, y lo peor fue que el Helicarrier empezó a caer sobre Manhattan... Por suerte me desmayé y al cortarse mi conexión, todo volvió a la normalidad y los que estábamos allí arriba nos salvamos por un pelo.

Luego casi un par de meses de hospital -aunque eso no me es problema, ya estoy acostumbrado- y tenerme que recluir en la Mansión de los Vengadores porque diversas agencias del gobierno se me querían disputar como en un mercado de esclavos...

He tenido que llevar unos guantes especiales hasta aprender a dominar mi poder, y aún así, a veces por la noche me despierto sudando...

O sea, que no todo es tan guay. No pidas eso para ti. Los griegos decían que, aquellos a quienes los dioses querían destruir primero los enloquecían y luego les concedían sus deseos... termina diciendo con una sonrisa, porque, pese a todo, parece que ha sido capaz de superarlo, al menos en gran parte.

Y, sobre las chicas, uffff... no soy un experto. Mejor dicho, sí que lo soy, en meter la pata con ellas y liarla parda. Pero todo llega hasta para los tiupejillos como yo, y ya me ves, saliendo con una top model. Ni yo mismo me lo creo, chaval...

Y a ti ¿qué te ocurre con las chicas? A ver, cuenta y miramos de solucionarlo, o de liarlo aún más... añade con una carcajada sana y alegre

Mientras me contaba su historia, me dediqué a arrancar el césped con las manos. Miraba a Amara de vez en cuando y notaba toda su tristeza. Quise irme de allí, pero no me pareció adecuado, por lo que aguanté hasta el final.

Cuando terminó, la miré con el entrecejo fruncido sin saber qué decir.

-Pues, vaya...-conseguí decir-. Bueno, mira el lado positivo, estás aquí, te vas a ir de fiesta a una embajada, puede que conozcas a alguien... especial- le guiñé un ojo, sonriendo-. ¿Quién sabe? 

Reí. Miré hacia el cielo. El día era precioso, entendí por qué se había venido a leer fuera.

-De todas formas, Amara, no dejes embaucarte tanto por un tío- opiné-. Ni por nadie. Una persona no debería cambiar más que por sí mismo y, quien te diga lo contrario, es un maldito egoísta- escupí esas palabras con rabia.

Me daba tanta lástima Amara que lo que más quería en ese momento era que se distrajera con cualquier cosa.

-Si es que los tíos son muy raros. Las mujeres también, no lo niego- me eché los brazos a la cabeza y me tumbé en la hierba, cruzando las piernas-. Pero, lo que te digo, Amara, no le des vueltas a la cabeza, no lo merece- si me viera Landry dando este tipo de consejos, fliparía-. No soy quién para decirte lo que debes hacer, pero, yo que tú, me olvidaba de ese muchacho, me iría a la fiesta y me lo pasaría en grande- dije, sonriendo.

Amara se limpia una lágrima que le quedaba pugnando por caer y, sonriendo, te da un beso en la mejilla

¿Sabes que es el mejor consejo que me han dado hoy? Y te voy a hacer caso... puede que no encuentre a un chico en la fiesta, pero si voy del brazo del Dr McCoy me lo pasaré bien y me reiré un montón... dice riendo

Te mira un instante y asiente con la cabeza, como para sí misma Eres una buena chica, y me gustaría que fuéramos amigas ¿te parece?

Estáis charlando alegremente cuando, de pronto, oís un murmullo y veis bastantes alumnos que van hacia la parte delantera de la escuela, como si algo o alguien llamara su atención...

¿Vamos a ver qué ocurre? Tanto alboroto no es muy normal... dice Magma, picada por la curiosidad

Odiaba que me dieran besos, así como abrazos y esas cosas. Pero, intenté no oponerme y sonreír.

-Para lo que necesites, aquí tienes a una servidora- reí.

Me alegraba que hubiera decido a ir a la fiesta y, la verdad, si era de esas personas que necesitaban a su media naranja, deseaba que la encontrara allí.

-¿Qué coñ...? ¿Qué ocurre?- pregunté extrañada.

Me incorporé y me levanté del césped, sacudiendo la hierba de los pantalones.

-Sí, vamos a ver qué pasa- dije, un tanto extrañada.

Lo que ocurre es que, parado delante de la entrada principal de la Escuela hay un Ford Mustang GT descapotable que arrastraba una caravana y ésta, en la trasera, lleva en un soporte especial una soberbia Harley Davidson Custom...

Pero por si esto no fuera poco para llamar la atención y causar cierto alboroto, al bajarse el conductor del vehículo todo ello aumenta de forma exponencial, sobre todo entre los alumnos del sexo masculino...

Vistiendo unos chaps de cuero que cubren sólo parte de sus piernas, un top y una especie de taparrabos del mismo material, una rubia imponente desciende del coche... 

A ver, me parece que no me he equivocado ¿no? Esto es la Escuela del Profesor... ¿Xavier? pregunta mirándolo en un papel

Un alumno que iba leyendo se da un sonoro trompazo contra el marco de la puerta, al girarse a mirarla, y varias chicas hacen corrillo para mirarse a la recién llegada

Guau, guau y reguau! Seguro que ésa sí que nos enseña a bailar sobre una barra de un bar, en plan Bar Coyote... ¿no te parece, Rahne? dice en voz baja Illyana, que aún no puede creerse que alguien vaya así por la calle

Ésa saber bailar encima de una barra... y de otras cosas dice uno de los chicos, que se gana un pescozón de Ventura que, pese a todo, no puede dejar de admirar el cuerpazo que ve

¿E-esa es la chi-chica a la que han i-ido a reclutar la Srta Grey y la Srta Frost? comenta incrédulo Sam Guthrie

Y Eddy... piensa para sí misma frunciendo el ceño Rahne. ¿Pero cómo voy a competir con alguien que tiene esas... y ese... bueno, de todo eso? Seguirás siendo la chica invisible, y sobre todo para Eddy, si ha estado con la lagarta esa pensó Wolfsbane, aunque enseguida se arrepintió de las últimas palabras que había pensado

Así que haciendo de tripas corazón, Rahne sonríe a su amiga Ajá, seguro que será maravilloso aprender lo que sea de ella...

¿Pero bueno, me he equivocado o no? pregunta Suzi, a punto de echarse a reír al ver el jaleo que su mera presencia había armado...