Partida Rol por web

Lidia estaba decidida a cargarse al menos a uno. Al final todos tenían buena puntería menos... ¿Jade?

Conoce sus limitaciones, eso es bueno.

Lidia no era que no las conocía sino que no le importaban. Disparó sin saber si su disparo era necesario porque creía que sus amigos ya habían liquidado a todos.

Patt se ocultó mientras escucha el sonido de láseres pasar de un lado a otro, vio como caian dos piratas.

-¡PARAD! .-Gritó desde su cobertura.- Soy medico, y si parais ayudare a que vuestros amigos no mueran...

Susurró el intercomunicador.

-"Capitana si aceptan podemos coger a Manji, un intercambio..."

Volvió a gritan apretada contra la pared y con la pistola apretujada contra el pecho, apuntando a las alturas.

-...TIRAD LAS PISTOLAS Y OS PROMETO QUE LOS CURARE! LA VIOLENCIA NO ES NECESARIA .-Se sintió mal consigo misma cuando dijo aquella frase, por que al fin y al cabo había disparado llevada por la inercia de los demás.

-¡Buena idea, Patt! -respondió por el comunicador.
"Si queda alguno vivo, claro" .   Pero quería animar e infundir ánimos a su compañera. Una función más, importante, de su labor como capitana. 

"Ains, qué sacrificada soy."

¿Buena idea? ¿Realmente creen que a alguno de estos cerdos, y no hablo de Douglas, se interesará por sus camaradas? Jajajjajajaja -también por el comunicador-.

-Espero que estéis todos bien, he escuchado algunos ruidos que no me han gustado nada. ¡Tened cuidado que la asistencia sanitaria esta carísima!- 

A pesar de que Douglas no logra dominar su poder. El certero disparo de Larry acaba con uno de los dos piratas que aun quedan en pie, mientras que entre Jen y Lidia terminan con el otro. Por lo que los intentos de Patt y de Jade de un alto el fuego llegan demasiado tarde.

Aunque la calle aun esta vacía, se escuchan pasos, es posible que alguien se acerque a ver que es lo que esta pasando. Incluso podría ser que alguna patrulla de la policía de Edén no tardase mucho en llegar a la zona.

En mitad de la calle, rodeado de los cuerpos de los piratas, esta Manji, medio arrodillado y gimoteando, en estado de conmoción, ya que seguramente habría pensado que se acercaba su momento final.

Día 1, 17:16 hora local.

Vuestro turno.

-¡Corred, vamos, vamos! -Jade es lo que hizo. Guardó su pistola sin usar y siguió su carrera hasta el atribulado Manji. Pensó en soltarles una chapa a la tripulación, pero no era el momento. 

-¡Venga, arriba! ¡Manji, espabila! ¿Estás herido?

Tiró de él para que se pusiera el pie.

-Chicos, sacadlo de aquí -les dijo a Douglas y Larry-  Chicas, moved el culo, deprisa, hay que desaparecer.
Oteó por el callejón a ver si venía la poli. 

-Estamos bien, amiga. -informó a Siri- Qué maja. Ningún herido. -cosa que era verdad; los piratas estaban muertos.

Lidia no dudó y se echó a correr.

_Vamos chicos. No vamos a desaprovechar que por una vez nuestra intrépida líder nos da una orden sensata. ¡A correr como si no hubiera mañana!

Luego del caos Larry guardó su arma y rápidamente movió hacia Manji.

Y tu te vienes con nosotros.

Lo agarró del brazo fuertemente y lo hizo correr tras el. Mientras lo hacía agregaba con cara de pocos amigos.

Y cuando lleguemos vas a tener que darnos algunas explicaciones.

Patt se guardo el arma temblando.

Miró a su alrededor. Contempló los cuerpos, llevándose las manos a la boca en un gesto mudo de horror, le tomó unos segundo recobrar la compostura, aunque ella nunca disparara a puntos vitales... sus compañeros en cambio...

Pero de nuevo de dejo llevar por el grupo y corrió junto con Lidia para salir de alli.

A Jen le costaba creer que todos los disparos que había efectuado hubieran dado en el blanco y, tras finalizar el tiroteo y guardar el arma, se tuvo que pellizcar un par de veces en el brazo para convencerse de que todo era real. Sin duda las lecciones de Larry habían conseguido mejorar su puntería.

Pero ahora no era el momento de pensar en eso. Era el momento de largarse cagando leches de allí, pues su trifulca con los piratas había llamado demasiado la atención, así que la técnico, al igual que hacían sus compañeros, salió corriendo de la escena del crimen en dirección a la nave.

Douglas dejo escalar un suspiro después de su preocupación inicial y fallar en el uso de su poder, por suerte el siempre confíable Larry estaba con el.

-bien hecho Larry. Comentó al tiempo que de tiraba a descansar, pero pronto entendió los gritos de Jade. Y se dio cue ta que se lo estaba quedando atrás, pues todos corrían. Sin saber bien hacia que lugar se dirigían. Su instinto le indicaba que siguiera a Larry. 

Tras recoger a Manji, abandonáis con prisas la zona, cuatro hombres muertos o malheridos, podrían implicar un serio problema con las autoridades de Edén, y eso es algo que tratáis de evitar. Tras varias calles y un pequeño desvió, os dirigís hacia vuestra nave, a la que llegáis sin haber tenido mayores problemas.

Una vez en la nave, os disponéis a interrogar a Manji, y a que este os cuente todo lo que sabe.

Pronto os queda claro que Manji está muy asustado, piensa que su vida corre peligro y quiere dejarlo todo atrás. Salir de Edén cuanto antes y tratar de comenzar una nueva vida en algún otro lugar.

Conoce la existencia del servidor en el que se guarda la posición de las naves averiadas, pero no su clave, cosa que Jen ya ha conseguido. Tiene miedo de Rakasha. Admite cobardemente que cree que quiere matarlo por escapar.

Tras la presión a la que ha sido sometido, y sabedor de que como no abandone Edén tiene los días contados, tras un rato, os cuenta lo siguiente:

“John y yo teníamos el hangar de reparaciones, que nos daba para ir tirando, pero la inversión en la maquinaria que hicimos se estaba comiendo todos los ingresos, y tardaríamos un par de años en estabilizarnos económicamente.

En un bareto conocí a un tipo de los bajos fondos que se hacía llamar Tao. Resultó estar enterado de la situación de nuestro negocio. Con el tiempo logré convencer a John para que se encargara de sacar la información de navegación y carga de los mercantes que solicitaban nuestros servicios. John era tan jodidamente bueno reparando todos los sistemas telemétricos y de comunicación… El caso es que esa información se la pasábamos a Tao y él la colocaba, pagándonos por ella, gracias a lo cual pudimos reducir considerablemente la deuda.

Pero fui más ambicioso y quise montarme el negocio por mi cuenta. Tao me propuso hablar con Rakasha. Dijo que era un pirata con malas pulgas, pero estaba convencido de que llegaría a un acuerdo con él. Y así lo hice. A cambio de un porcentaje del saqueo de los mercantes, yo me encargaría de sabotear el salto hiperespacial dejando las naves a la deriva y… matando a su tripulación. Un tesoro en el espacio listo para ser recogido sin oposición por Rakasha.

Iba a hacerlo una última vez y largarme de EDÉN, pero de pronto, John se negó a darme la ubicación de la nave. Creo que se dio cuenta de mis intenciones, así que volví para convencerlo con algunos hombres de Rakasha y todo se fue de madre. No quería que le hicieran daño y terminaron por matarlo. Asustado, activé los robots de reparación que habíamos modificado para que hicieran de guardias, y aproveché la confusión para huir del lugar.

Después me puse en contacto con Tao, que se ofreció a ayudarme, y así es como terminé con Low Pang, que me llevará hasta una nave que me saque de aquí”.

- ¡Joder menuda historia! Manji eres un pedazo de cabrón! Si por mi fuera, te entregaba a Rakasha que era lo que estaba haciendo Tao, y Low Pang. John era un tipo cojonudo y tu un enorme pedazo de mierda.-