Partida Rol por web

Patt solo sonrió cuando alabaron sus dotes, sonrojandose, pero sin apartar la mirada de los controles.

-Yo no llame a la DLE... .-Suspiro con una sonrisa.- Pero eso no quiere decir que nadie mas lo hiciera .-Sabiendo que su capitana tenia que estar pendiente de la nave aprovecho el momento.- Pero... la DLE ofrece recompensa por rescatar tan nobles criaturas viva a base de silicio...

Antes de que pudiera responder.

-¡LOS DOS AU YA!

Jen continuó jugando con el rompecabezas, ignorando por completo a Lidia y a su acusación. Aunque no le parecía bien lo que había hecho la mediadora, se guardó de expresar su opinión en voz alta. Si había que llamarle la atención, ya se encargaría la Capitana de hacerlo.

Entonces sonó la advertencia de Siri, y la atención de la técnico se centró en asegurarse correctamente al asiento en el que se encontraba. Aunque confiaba plenamente en la habilidad de Jade, era mejor ser precavida.

- ¿Pero qué le pasa a esos tíos? - murmuró, mientras pulsaba algunos de los botones de la consola que tenía delante, para, siguiendo las instrucciones de la Capitana, dejar grabado el número de registro de aquella nave. No creía que Jade tuviese intención de cumplir su amenaza, pero en caso de que finalmente decidiese hacerlo dicho número ya lo tendría disponible. Después, esperó pacientemente a que todo pasará, para así volver al rompecabezas, sin atender a la discusión que se había originado entre la Capitana y Lidia.

La Destiny se os hecha encima, pero entre la habilidad de Jade y los acertados consejos de Patt, la capitana logra evitar colisionar con el carguero y tampoco roza contra alguno de los peligrosos asteroides que están muy cerca.

Por la forma de maniobrar de la Destiny pensáis que tal vez haya tenido alguna avería que haya puesto en riesgo todos sus sistemas, ya que casi colisiona, hasta que vuelve a estabilizarse justo a tiempo para un aterrizaje de emergencia en uno de los mayores hangares de Edén.

-Cada día peor, se ve que a cualquiera le dejan pilotar una nave. ¡Porca miseria!- La voz de la Siri no parece estar muy contenta con los pilotos, y por su tono, no parece dirigirse solo al que casi os la lía.

Si más contratiempos atracáis en uno de los hangares del nivel 3, tras hacer los papeleos, vais por una transitada calle hacia el Dragón Astral, en el que dentro de un rato tenéis una reunión con John, vuestro mejor amigo. No será sencillo decirle que vais a necesitar que os haga algunos arreglos y hasta que os preste algunos créditos para combustible. Pero tras gruñir un poco, sabéis que lo hará con gusto. Es un buen tipo y le caéis muy bien.

El Dragón Astral es un bar regentado por Phai, un hombre cerdo de gran tamaño y prominente barriga que cuida con esmero los detalles de los platos que realiza en la plancha que hay tras la barra, alimentos que acompaña con el mejor sake de la galaxia, o eso dicen.

El local está ambientado con multitud de farolillos de color rojo que le otorgan cierta calidez, y es punto de reunión habitual para los miembros de la especie porcina que viven en EDÉN.

Cuando llegáis Phai os saluda y os indica un buen lugar, en el que os tomáis algo mientras esperáis.

Pero va pasando el tiempo y John no llega, cosa rara, ya que suele ser muy puntual. Sabéis que Phai es muy amigo de John.

Todos lleváis unos comunicadores, para hablar entre vosotros y con la Siri. Y esta no puede evitar comentar-

-La madre que los pario, no tenemos ni donde caernos muertos. ¡Ni combustible! Y ya están pensado en tragar. ¡Qué cabrones!- No parece que le haga mucha gracia que os gastéis los últimos créditos.

Pero va pasando el tiempo y John no llega, cosa rara, ya que suele ser muy puntual. Sabéis que Phai es muy amigo de John, así que le preguntáis por él.

-Pobre John, últimamente anda bastante preocupado. Debe tener algún problema serio, ya que no suele estar así. Espero que lo pueda solucionar pronto, es un buen tipo.- Os comenta Phai.

Tras esperar un buen rato, no parece que John vaya a venir. Así que tenéis que pensar en que es lo que queréis hacer.

Día 1, 12:30 hora local.

Vuestro turno.

_Pobre John y pobres de nosotros, que vamos a tener que pagar lo que consumamos si no lo encontramos... -reflexionó en voz alta Lidia-.

Es que Siri tenía razón en eso, podían dar vuelta a cualquiera del equipo que nada caería, estaban secos secos.

_¿Jen, cariño, podrías por favor buscar en la red dónde está el piso de John? Quizás tengamos suerte y quede cerca del taller. Si no está en uno, esperemos que esté en el otro. Igual reconozco estar preocupada. Esto no es propio de él.

-Jo, Siri, si yo siempre te trato bien, ¿Sabes que eres lo más bonito de la galaxia entera verdad?. -Le dijo con cierto tono infantil y dolido. 

Patt tomo un sorbo de su agua de grifo cuando Siri les incrimino lo de gastarse los créditos. 

-Venga Siri, estamos aquí también para buscarte alimento querida. -Le dio vueltas al vaso. - Y si consiguiera una forma más rápida para que los vegetales que cultivo se sintetizaran con la materia prima podríamos ahorrar mucho y darte combustible vegetal. -Suspiró como si soñara despierta. 

-¡Phai cariño! No me olvide de ti y te traje esa crema de la que te hable, que hago yo misma, te vendrá muy bien después de trabajar tanto. -Dijo guiñándole un ojo, se acercó más a él, susurrándole a una de sus orejas. - ¿Problemas? ¿Qué le pasaba? ¿Sabes algo? 

Preguntó con el rostro compungido de preocupación verdadera. 

Con un vaso de aquel brevaje verdiazul rodando en su mano, Jade miraba el local si desperdiciar detalle mientras atendía a la conversación de sus compañeros y la información que les proporcionaba Phai, un, más o menos, buen tipo y amigo.

-Eres un encanto, Siri. I love you a lot -ironizó. En el fondo, sabía que la I.A. de la nave se preocupaba por ellos y era su manera de expresarse. Suponía un esfuerzo acostumbrarse a ese perfil psicológico tan negativo, ofensivo e intrusivo, pero ya lo tenía superado. Muchas veces le entraba por un oído y le salía por el otro. 

Dejó sus amigos preguntasen acerca de la ausencia de John y sus posibles problemas. Todos tenemos problemas. Bebió un trago.

Pasó la tarjeta de crédito y abonó el importe completo de las bebidas * . Se puso en pie. Era una mujer decidida y resolutiva.

-Bueno. Unos para el taller, otros a su casa -arqueó una ceja hacia Jen- Alguien que se quede aquí, por si aparece. Voy al taller, ¿quién me acompaña?

Larry bajó con el resto de sus compañeros mirando a sus alrededores mientras se movían por Edén. A lo largo de los años se había metido en problemas con muchos de los otros piratas y no había ninguna necesidad de encontrarse con un viejo amigo que quiera venir a cobrarse venganza, deudas o algo parecido. Fue en ese momento que La Siri hizo su comentario sobre tragar y Larry no pudo evitar reirse.

Curioso que lo digas pensando en comida. Tu necesitas combistible y nosotros también.

Tras decir esto se golpeó la panza a pesar de que era obvio que la nave no lo iba a ver. Sin embargo la cara de Larry cambió de golpe cuando se enteraron que Jhon no había aparecido.

Esto no es normal, siempre es un hombre muy puntual y si nosotros llegamos temprano él debería haber llegado aún más temprano.

Preocupado empezó a mirar a su alrededor dudando si no había nada sospechoso. Pero cuando sugrió la idea del taller saltó enseguida.

Yo te acompaño jefa, seguro se quedó trabajando y se le pasó el horario. Pero por las dudas sería mejor que alguien se quede por las dudas y otros salgan para su casa cuando consigamos la localización.

Dicho esto se señaló la oreja como señalando el intercomunicador.

Lo bueno es que con esto podemos estar en contacto y reunirnos donde sea.

Bajando la voz agregó.

Si ven algo sospechoso no entren a los tiros. Ese es mi trabajo.

Dió una guiñada y salió detrás de Jade.

Tras el susto que se había llevado Douglas en la nave al casi colisionar con aquel carguero, y el tortuoso trayecto hacia el Dragón Astral, por fin estaba disfrutando de la botana que había llevado Phai, entre sus gruñidos característicos al comer, por unos instantes dejo de masticar tras preocuparse por John, pero sus papilas gustativas pronto le recordaron lo que estaba haciendo y continuó comiendo, hasta que la capitana menciono que iba a ir a buscarlo al taller y Larry menciono el posible tiroteo, dándole un pequeño escalofrío a Douglas este paro de comer con un brazo se limpió el hocico y se levantó para ir con el grupo.
-Yo... yo también voy Capitana. Comento tras imaginarse en su cabeza varios escenarios donde se desataba un tiroteo en el bar y él terminaba muerto. Siempre es más seguro con la capitana y Larry pensó para sí mismo. Además de que siempre le era más cansado estar entre Lidia y Patt, al ser tan empático se sentía abrumado por la montaña rusa de sentimientos que sentía cuando estas se encontraban peleando.

Para Lidia se apresuraban al dividir al grupo sin siquiera saber dónde quedaba el piso de John. ¿Y si vivía a la vuelta del mismo, o de paso? En ese caso todos tendrían que ir hacia el mismo lado. Sin embargo como ella no se movería de allí, que el resto hiciera lo que quisiera.

_Muy bien, yo me quedo. Veré si hay caras conocidas a ver si alguien sabe algo de John. Phai, cariño, cóbrale unos dos o tres tragos más a la capitana y ruega para que John aparezca pronto, que si se demoran y sigo bebiendo, el resto los tendrás que invitar tú.

-¡Eso! Iros que el pistolero y sin el medico .-Se despidió de ellos con una sonrisa.- ¿Que puede salir mal?

Después de eso miró a Jen, y luego a Lidia.

-¿Te quedas tu sola aquí? Que peligro... .-Dijo picándola con inocencia.- Yo que pensaba que seguirías acusándome por el camino .-Posó la mejilla en la mesa, mientras jugaba con el baso de agua, como si estuviera a punto de llorar por que Lidia no les acompañara.