Partida Rol por web

Una vez la ceniza de Intolerancia tocó el piso del paraiso las plantas de al rededor se secaron. La conclusión era lógica, Intolerancia no era un ser de luz, sino un ente del mal.

La luz se oculta y la noche es evidente.

Pereza observa el cuerpo de Intolerancia caer con tristeza al descubrir que no era culpable - Vaya. Pensar que hemos perdido a uno de los nuestros - suspira algo triste.

Luego, observa a aquellos que la habían votado con algo de tristeza en su rostro - Esperaba de Engaño pero no de ti, Impunidad. ¿Puedo saber tus motivos? Sólo complace a esta anciana con una respuesta. No juzgaré tus modos, ya que son iguales de valederos que los míos - dice con tranquilidad. Era el único voto que le desconcertaba. Le dedica una mirada a Engaño para que comprendiera a lo que se refería.

Impunidad. Ese gordo gruñón había caido, uno de ellos. Una pena, podría haberles dicho que no había visto trazos de culpa en su cara, pero era tan complicado a veces saberlo a tiempo. Tendría que superar esa timidez si quería que la escuchasen. Pero se estaba tan bien en su apartada posición.

La noche había llegado. Seguramente los seres de luz brillarían ahora con más fuerza y más viendo que un ser del mal había caido. Venga, dar un paso hacia delante - pensó Culpa- dejaos ver!

Materializó un cómodo colchón en su esquina y se tumbó en espera del siguiente movimiento de sus hermanos.

A todo esto, dónde estaba su hermano Miedo? No lo veía por ninguna parte. Sería él el ente de luz y temía dar la cara?

Ira negó con la cabeza al comprender que el hermano caído no era uno de los traidores. Por otra parte era de suponer que hubiese sido bastante difícil dar con un ser de luz a las primeras de cambio. De momento se habían ocultado bastante bien y no habían mostrado sus cartas. ¿Utilizarían los seres de luz la noche para acabar con alguno de ellos? 

-¿Pero como matáis a uno de los nuestros?- Puso los ojos en blanco.

Cruzó los brazos y se irguió para observar a sus compañeros. O se ponía en serio o todos acabarían bastante mal. Miró de reojo a Chisme, y le dedicó una sonrisa y luego le tiró un beso.

-Sin rencor, ¿eh Chisme?

Exhalo una larga bocanada de humo tras la tensa calada mientras observaba la descomposición del cuerpo de Intolerancia y el radio de destrucción que éste creó a su alrededor mientras se desvancecía en la nada inmaterial de la eternidad.

- Joder - murmuro al tiempo que las comisuras de mis labios se tornan levemente hacia abajo - Puta mierda. - 

Vuelvo la cabeza hacia el sensual cuerpo de Vanidad. Por un momento mi mano se había detenido ante la expectación de las votaciones a unos centímetros de su entrepierna.

- Esto no puede segur así. - Le digo con un doble sentido:

- No podemos volver a fallar... - Arqueo una ceja y cambio mi expresión - Y habrá que hacer algo con todo el calor que sale de ahí abajo... - señalo con la mirada a mi mano entre sus piernas.

La llegada de la muerte rompe con la ensoñación de Vanidad, ese gris mensajero solo puede significar una cosa, la muerte de uno de los presentes, en este caso de Intolerancia, un pecado que ha ayudado ocasionalmente a Vanidad. Pero lo mas importante, un auténtico pecado.

Vanidad no se une a recriminaciones tontas, ni se preocupa en explicar su voto, este primer día ha sido un tiro a ciegas, y lo único que le sorprende es que Pereza vaya pidiendo explicaciones, o que Lujuria se disculpe.

Pero ahora queda una larga noche por delante, una en que los seres de luz actuarán, y una que tal vez podría compartir con Soberbia, si no fuera porque el ha ignorado lo único que le pidio, lo que realmente necesita ella.

Vanidad quiere que la piropeen y parece que eso soberbia no lo entiende. Con un movimiento gracil se levanta alejandose del sillón y las manos de Soberbia

-eso estaría muy bien querido, pero lo que le ha pasado a Intolerancia me ha dejado sin humor para divertirme. tal vez mañana, ¿vale?- sonrie a Soberbia y le lanza un beso antes de alejarse paseando entre las creaciones de los otros pecados

Más ironía, un intolerante que muere a manos de los prejuicios de sus hermanos. Duda ya dijo que votar en función de quien le caía mal a quien no era la mejor idea, su hermano había demostrado ser tan oscuro como ellos, descontando a los seres de luz.

-Ya sabíamos que hoy no había muchas probabilidades de cazar a un traidor de la luz, pero jode cuando se demuestra. Espero que mañana haya más indicios y no dejemos que esos asquerosos santurrones se salgan con la suya.

No importaba si sus hermanos les caían bien o mal, que ganaran los que querían que naciera el avatar del bien debían ser detenidos por el bien de todos.

Había resultado que el que murió, Intolerancia, no era un traidor. Casi lo sentía por él. Casi. Lo que si sentía de verdad era que en esta lucha en la que sin comerlo ni beberlo se vio involucrado, los suyos eran uno menos. Estaba un poquito más cerca de perder su poder. Apretó ligeramente el puño.

- Seguramente alguno (por no decir la mayoría) de los traidores se encuentren entre los grupitos de los votos más populares. Vamos, digo yo que tendrán algún tipo de organización. -Tiró la manzana que había estado comiendo las horas anteriores al suelo, al final solo le había dado un par de mordiscos y a estas alturas estaba marrón. Aquello le iba más a Enfermedad.

Gula miró el montón de cenizas que había sido Intolerancia, de nada sirve lamentarnos ya, pensó para sí mismo,está claro que hemos fallado. Espero que demos pronto con el ser de luz o caeremos muchos de nosotros.
Gula recordó los tiempos en que sólo estaban los 7 capitales, no es que fueran malos, lo pasaban bien, pero lo cierto es que todos los llamados pecados menores también contribuían de buen modo a la causa. Cuantos más fuesen, más perdida estaría la humanidad, y eso era lo que realmente movía a los pecados- Meditó un momento en lo que había sucedido a lo largo del día tratando de encontrar pistas entre sus hermanos, pero no encontró ninguna, lo cierto esque el hecho de que uno de ellos se hubiese unido al otro lado le tenía trastornado.
Terminó de comer un gran entrecot y después se reclinó en la mesa para echar una pequeña siesta.

Vió como Intolerancia se convertía en polvo, pronto le seguiría otro. Al escuchar las votaciones comprobó que él estaba metido en todo el lío. Apenas por un voto se había librado de ir al lugar donde no pasa nada.

Anotó los votos y leyó una y otra vez los mismos, intentando sacar alguna conclusión, pero de la primera ronda apenas se podía sacar nada en claro, excepto que se podía eliminar algún nombre de posibles roles.

En la parte de los votos recibidos pues entendía claramente los votos de Obsesión y de Desesperanza, pues él les había señalado con el dedo acusador, lo que le inquietó fué el voto de Enfermedad, pues a pesar de haberle mencionado en un primer momento, luego lo había descartado. Mirando a Enfermedad :

- No tienes porque darme ninguna explicación, pero me gustaría saber la motivación de tu voto.

Luego echó una mirada a Obsesión, teniendo en cuenta su carácter sería difícil hacerla cambiar de opinión, pero aún así intentó apaciguarla:

- Si sólo te he votado, tal vez estaba equivocado, por lo que te pido disculpas. Por otro lado - buscando por la zona se dirigió a Desesperanza- tu podrás seguir desconfiando de mí, no es que ya no desconfíe de ti, pero creo que han surgido otras opiniones sobre otros y sería de locos que no votásemos en bloques.

Se guardó para sí las consecuencias del voto que habían restado a Miedo

Al contemplar que las cenizas de Intolerancia dejan un rastro que lo hace inequívocamente parte de los que se han mantenido fieles a su naturaleza, Chisme niega apesadumbrado. El primer punto ha sido para los traidores y, a menos que encuentren pronto un método para dar con ellos, seguirán anotándose uno tras otro en los días venideros. Aquello no es nada agradable.

Le acerca el vaso a Impunidad para que se lo rellene y sin mirar a Lujuria, responde en tono socarrón. -Sin rencores baby. Ha sido un placer "intercambiar votos" contigo... jajajaj- luego saca otro cigarrillo y comienza a fumar. Los espera una noche larga, llena de incertezas y no duda que las acusaciones volverán a correr pronto.

Observa como las cenizas corrompen el suelo y suspira decepcionado con el resultado. Yo pediria una explicacion de los que votaron  a Intolerancia...y si soy sincero espero que algunos de ustedes no traten de decir que lo votaron por su silencio.  Me decepcionaria aun mas por escuchar una mentira asi. dijo sonriendo con malicia mientras se acercaba a pereza.

Comprendio su mirada y sonrio antes de hablar. Estuviste muy cerca Pereza, pero si quieres confia en mis siguientes palabras. No volvere a votarte mañana. le confeso mirando a su alrededor pensando en que haria ahora para pasar la noche.

La gente había estado con sillas, ropajes, comida, alcohol y otros vicios aún más tóxicos, envidia había ido tras ellos recogiendo cuanto podía y amontonándolo en un rincón, ya que cuando el resto dejaban de desearlo perdía su valor, y al final durmió sobre la pila de trastos acumulados. Cuando la elección fué aunciada, la muerte, aquella jinete con la que tanto nos codeábamos en el mundo mortal, se presentaba entre nosotros para llevarse a uno de nuestros hermanos, quien yacería convertido en polvo por mucho tiempo.

Ahora ya tenemos algunos votos, nuestras primeras sospechas pueden ser ahora infundadas si nos dedicamos a mirarlos bien.

- Quisiera hacerlo, ciertamente. Aunque aún espero una respuesta de parte de Impunidad - escucha las palabras de Odio y le dice - Creo que no dar disculpas, pero estoy de acuerdo con Egoísmo. Aunque su voto haya sido para mí - alza una ceja y le dice - Es posible que se hayan parcializado para votar unos cuantos. No sabemos cuántos traidores son pero seguro algunos son traidores - aparece un pequeño banco y se sienta.

Estaba algo agotada y ser casi eliminada, la dejaba desconcertada - Mañana debemos aprovechar mejor nuestras opciones -.

La mujer de labios gruesos observo como Intolerancia se fue porque nadie lo tolero, curioso pensamiento, el suyo, perfecto para una canción. Pero antes de ponerse a llamar la atención, que le entusiasmaba, tenia que responder a Engaño y a alguno mas.
-Gracias por tus palabras Engaño, me encanta cuando juegas contra el sentido comun.

Poco después bajo de su atril en busca de su culpable.
-Odio, odiame, no te vayas a humillar.-Le canto hasta estar a su lado.-Que suerte has tenido hermano, mi obsesión solo llego a un par de nosotros y esta noche dormirás entre algodones, que tu fueras mi acusado y que lo fueras de otro par era evidente, quien siembra oído, odio recibe, eso lo sabes mejor que nadie.

-Puede que con un poco de suerteee, mañana no estés entre nosotrosss.-Se aleja de él para pararse delante de Locura, si maldición preferida.-Dinos tu, como votan 4 camaradas a una Maldición que apenas parecía culpable, solo hablaba por hablar sin ningún bien, ¿Acaso entre vosotros hablasteis para echarlo del paraíso?-Se giro para mirar al resto.-Bien se sabe que en el paraíso no hay sitio para la Intolerancia, es un paso lógico echarlo el primero para los seguidores de la luz.

Puestas claras sus impresiones volvió al atril no sin antes pasar por delante de Vanidad.
-Querida si hoy no vas a jugar con él, sube conmigo, necesito un par de caderas para una nueva canción. Una que hable de muestro caído.-Miro también a Pereza.-¿Que tal tu la segunda?-Pregunto a la vieja Pereza por sus caderas.

Y sin mas distracciones pudo hacer lo que mas le gustaba, cantar, no sin antes buscar la entonación apropiada.

Descansando en su contenedor infecto, observó perplejo como Intolerancia se desvanecía cual estatua de polvo.Los seres de luz habían ganado la primera ronda.Aunque Intolerancia le había votado no le guardaba rencor alguno, tendría sus motivos, buenos o malos.Aunque no todo era malo en aquella muerte, pues el círculo se iba acotando cada vez más, y tarde o temprano los seres de luz se verían asfixiados al no tener a tantos pecados tapando su sombra.Su mirada recorrió a cada uno de sus hermanos intentando indagar en sus miradas y actitudes.

Intentó salir de contenedor a duras penas sacando consigo parte de la materia que allí habitaba y que más tarde caería al suelo dejando un rastro por donde el pasaba.Observó la manzana de Egoismo caer al suelo.Sin duda se agachó a recogerla.Era obvio que esa fruta ya no estaba fresca, había recibido el toque de la descomposición y se iría consumiendo lentamente, como a él le gustaba.Con su pulgar e índice la sujetaba del rabo observando los mordiscos con cierto interés.

-No está mal, aunque las prefiero casi hechas papilla y con algún gusano que otro dejando sus crías entre la pulpa.Cómo buenamente puede, la parte en dos trozos y le lanza uno a pobreza, seguramente apreciaría el gesto, aunque así no lo fuera, quizá se la guardara para más tarde, nunca se desaprovechaba nada.

Enfermedad devora aquel fruto con cierta pasión hasta no dejar más que su rastro húmedo entre sus mugrientos dedos.Miró su mano pensativo, y acto seguido sacó su lengua negruzca recorriendo el contorno de sus dedos.Arrastraba el jugo de la manzana, pero sin duda también arrastraba toda la roña y la mierda que se había acumulado en estos.El jugo de la manzana antes blanquecino, ahora poseía ciertas motas negras, un ligero tono verdoso y una ligera textura pastosa.Aquello era todo un manjar.

Sonrió a Egoísmo observando como poco a poco la luz desaparecía en su rostro.El Sol se había escondido y la noche había llegado.Parece que Odio le pide explicaciones por su voto.

-No fue nada personal Odio, fue aleatoriamente.Igual que te pudo tocar a ti le puede tocar a otro en la siguiente ronda a no ser que tenga pruebas evidentes de quien podría ser uno de los seres luminosos.Así que tranquilo hermano, no fui directo hacia a ti- le explico sin poder evitar tirarse un pedo bastamente sonoro.Sobre el olor, podía matar moscas, con eso lo decía todo.Se rasca una de sus nalgas y se vuelve al contenedor.

Sin ningún destino en mente Vanidad considera la oferta de Obsesión, Obsesión si le cae bien, de hecho es su objetivo, cuando la vanidad de un Mortal se convierte en obsesión ella se siente realizada. Así, tras meditar un momento se encoge de hombros.

-adelante querida, pero espero que esa canción me nombre, estoy un poco cansada de que no me presten atención-

Primera noches en el Paraíso. Resultaba un poco irónica esa frase ¿no? Ira quería mantener su mente despierta y pensar quien o quienes podían ser los traidores pero de momento no había nada sólido, nada concreto que le hiciese ver o siquiera sospechar donde se encontraban o cuales serían sus planes...

  Sus risas habían parado, pero su sonrisa no se había apagado en ningún momento, al ver el resultado de las votaciones comenzaron las cábalas por parte de todos los demás hermanos. Burla, por su parte comenzó a andar con pasos largos mientras arqueaba su cuerpo, dirigiéndose hacia los que habían votado a su querido hermano. - Vaya, vaya... ¿Tenéis algo que decir al respecto chicos? Es mucha casualidad que los cuatro hayáis coincidido en votar al mismo y, que a su vez, los 4 estéis entre los menos votados, dos de vosotros, es más, de vosotros, el único que tiene un voto es ¡Locura y porque lo ha votado Ira! - Dice mientras se lleva las manos al pecho entrecruzándolas. - No os podéis imaginar como me siento en estos momentos... 

  Se da la vuelta mirando al resto de sus hermanos y estira los brazos al cielo mientras rompe a reír. - Es así como nos sentimos todos, ¿verdad?