Partida Rol por web

Uno a uno os vais acercando a la escalera y o bien subis o bajais por ella. El resultado es el mismo, cuando llegais a la apertura ante vosotros hay un estrecho pasillo que avanza hasta una nueva sala.

Cada uno que va saliendo se hace un lado hasta que todos estáis dentro y parados contempláis lo que está frente a vosotros... Se trata de un caballero imponente, con una armadura completa. La luz de la habitación parece emanar de el, más bien de su armadura que tiene un color como blanquecino. Sus manos están apoyadas en la empuñadura de un mandoble que está apuntando al suelo.

El caballero permanece inmovil a unos pasos en un hueco que hay en la pared, prácticamente cubriendolo entero. Y parece ser la única salida de la pequeña sala cuadrada en la que estais.

Al acercarse uno de vosotros más de la cuenta, alza la espada y con una voz profunda y grave dice: "Alto, nadie pasará. Vuestros trucos no pueden hacerme nada"

Tal vez uno de vosotros miré hacia detras, solo para descubrir que el pasillo por el que vinisteis ha desaparecido y la pared de la sala está en su lugar.

Al ver tan inponente caballero, me pongo nerviosa.
...Pero que es esto? Un duende y ahora en un angosto pasillo el caballero de la armadura reluciente??
Disculpe mi señor, no será usted el padre del duende que está en la habitación de al lado?

- Vamos, lo que nos faltaba. Y en la próxima puerta qué, una dragón gris?

- Visto que este amable señor no nos va a dejar pasar y que mis habilidades con las armas son un tanto escasas, no hay mas remedio que intentar convencerle - digo - o engañarle - pienso.

Mi primera idea es la invisibilidad, pero ando escaso de Perdo Imagonem, ¿y vosotros?

El caballero parece hacer caso omiso a vuestras preguntas.

Estooo, el amable caballero no parece inmutarse, con lo que tendré que hacerme pequeña para pasar...
Comienzo a hacer gestos con mis manos y de mi boca salen unas palabras inteligebles para sólo unos pocos elegidos con el DON.

El hechizo surte efecto, de repente Chindasvinta se convierte en un típico ratón de campo.

- No se me da muy bien el Imáginem, pero puedo intentarlo - Dice la joven con una mueca, intentando estudiar las posibles opciones - Aunque si se trata de otro duende, estos suelen ser bastante buenos viendo a través de las ilusiones...

El joven mago, hastiado, parece que al ver empezar a actuar a sus compañeros decide que es momento de pensar, y observa la estancia con interés, buscando cualquier cosa que le pueda ser de utilidad.

La sala es austera a más no poder. Nada de interes que merezca la pena señalar.

- El problema, además, es que aunque nos hagamos invisibles el guerrero cubre casi la totalidad de la salida por lo que nos será difícil poder pasar sin que lo note. Parece que la maga ha estado reflexionando y expone sus conclusiones. - También podría intentar apagar todas las luces de la habitación, pero el resultado sería de nuevo el mismo, mientras él esté bloqueando la puerta, no podremos salir.

Se gira hacia el joven Filos - Crees que podrías volver a hacer lo que hiciste en la pared pero en sus pies? Quizá así quedaría atrapado bajo el suelo...

- Puedo intentarlo, pero si reacciona rápido puede apartarse, y no gusta la idea de esa espada acercándose a mi con malas intenciones. Estad preparados por si se molesta.

Y el joven mago se acerca con precaución al guerrero para, acto seguido, empezar a murmurar unas palabras mientras gesticula con sus brazos.

Tratando de acercarte lo máximo posible para que el efecto sea más potente te pones en el límite del alcance del caballero.

Consigues dirigir el hechizo a la zona de los pies y la roca se reblandece. El caballero extrañado comienza a hundirse un par de palmos. Parece que la movilidad de las piernas se ha reducido, aunque no sabeis en que medida. El caballero al ver como se ha hundido ruge enfurecido, su voz retumba en la pequeña sala en la que os encontrais.

Posiblemente si te acercases más conseguirias un efecto más potente pero también corres el riesgo de estar al alcance de la espada.

Dejo de concentrarme y me aparto, nervioso.

- Parece que sólo he conseguido que se quede aún más clavado delante del agujero. Digo con resignación.

- Aunque se me ha ocurrido otra idea. Dice que no le podemos afectar con nuestra magia, pero me gustaría ver si esa bonita espada tampoco se ve afectada...

El mago vuelve a hacer unos movimientos con las manos y a pronunciar el hechizo, que aunque tiene bastantes puntos en común con el anterior, no parece el mismo.

Al romper la concentración el barro se endurece y el caballero queda realmente aprisionado al suelo.

Cuando realizas el hechizo a la espada parece como si no hubiese producido ningun efecto. Sin embargo piensas que lo has lanzado con éxito.

- Parece que es verdad que tiene una buena protección mágica, mi hechizo no le ha afectado en absoluto...

esta es mi oportunidad, intentaré pasar al otro lado..

Te diriges hacia la salida tratando de pasar por debajo de las piernas. La zona donde está el caballero se ha deformado un poco a raiz del hechizo de Filos. Pero al estar endurecida puedes pasar sin problemas.

Consigues mantener la concentración mientras te acercas al caballero, sobre todo en el momento que alza el puño que no sostiene la espada e intenta aplastarte.

Puedes intentar seguir, retroceder o hacer alguna otra acción, pero debes hacer una tirada de destreza para evitar su puño.

[I](tras esperar a ver cómo finaliza el intento del ratón)[I]

- Bien, no se me ocurre mucho más, por lo que intentaré pasar haciéndome invisible. La maga no parece muy convencida de ello, y murmura en voz baja - Espero que no me alcance con esa espada...

Tras esto, y gesticulando para invocar la energía de su alrededor, mientras unas palabras arcanas le dan forma, conjura un hechizo.