Partida Rol por web

Manhattan

— The Hamptons

Cargando editor
05/06/2023, 17:30
Fía Baxter

Un desastre el salir así, aunque me dio risa la situación ya que pese a todo la fiesta definió una relación que de entrada se veía venir. ¿Para qué negarlo? El hecho es que mientras descendimos por las escaleras, no recodaba si tenías las braguitas puestas—hermoso saberlo—así que me limité a controlar el imponente tajo del vestido por si las dudas y fui respondiendo a las preguntas de Axwell. 

Si, tengo un piso que es mío. En teoría no estoy viviendo allí hasta los 18 años, pero me lo paso más ahí que en cualquier lado—comenté mientras envié un mensaje a mi chófer para que le retire el auto y se lo deje en su piso—. Sólo para mi, si Ax. Puede ser nuestro punto de encuentros íntimos...

No pude evitar sugerirlo, ahí no nos fastidiaría nadie y tendríamos algo de intimidad. Aunque con GG eso nunca pasaba, al menos lo que sucedía dentro, era solo nuestro. 

¿Nos vamos en tu auto?—pregunté y dije—. Al mío lo retira el chófer de la familia y me lo lleva. 

Sin más la fiesta ya no tenía sentido para mi, era momento de estar juntos y disfrutarnos. Ya nos caerá una hermana que quiera matarnos a los dos y un Inglés echando espuma por la boca. 

Notas de juego

Sigo en el piso. :D

Cargando editor
05/06/2023, 21:20

Clementine se sumerge en la bulliciosa fiesta, consciente de las miradas y susurros indiscretos que parecen seguir sus pasos. Su mejor amiga le ha abandonado de la fiesta junto a León sin siquiera mediar palabra alguna, como si hubiese cometido la peor de las traiciones. Quizás si lo ha hecho, pero Clementine tiene un sentido de la moral demasiado propio. Tampoco veía a Aaron por ninguna parte, aunque tampoco le había hecho mucha gracia la manera en que éste la había dejado para irse corriendo tras Mena. Aunque en su interior siente el peso de la humillación y la soledad, decide que no permitirá que aquello arruine su noche.

Escribe algo en su móvil y decide guardarlo. Ha tenido demasiado con Gossip Girl por aquella noche. Con una sonrisa en su rostro, sabiéndose el centro de la atención, se une a Shirin y Cassie que le ofrecen algo de beber. Juntas, se sumergen en la música vibrante. Prefiere olvidarse de todo el drama sucedido durante aquella noche y disfrutar un poco, que a eso ha venido.

Pronto, entre la multitud, ve a Alex abriéndose paso y acercándose a ellas. Clementine le saluda. — Supongo que has decidido no marcharte aún. — Clem le ofrece otra copa mientras ella sigue con la suya, está bebiendo demasiado y rápido. Mientras sostiene con una mano la copa, con la otra le echa un vistazo al último blast de Gossip Girl que hace vibrar su móvil. — Pinta que tus espectadores se quedarán con las ganas y no tendrás un desenlace esta noche, parece que justo se ha marchado con Axwell. — Clem le muestra la pantalla de su móvil al británico. — Tu princesa se ha escabullido.

Notas de juego

Posteo como para evitar que se estanque la fiesta.

Cargando editor
05/06/2023, 22:29
Aaron Jesus Carballar

Había vuelto a donde dejó a Clem, luego de haber intentando llegar con ella a Mena para que pudieran hablar para dejarla por intentar alcanzarla y llevarla con ella, o eso creyó que se sobre entendía pero es que Aaron a veces podía ser corto de vista ante algunas cosas o simplón.

Se pasó varios minutos buscando a Clem, pasando entre la gente, llegando a la pista de baile para buscar pero sin lograr verla, sería tras varios minutos que se rendiría y le escribiría, pero justo en ese momento se percataba que el menso no tenía su número así que tocaría buscarla en el insta y a ver si algún filtro no impedía que leyera su mensaje algo ansioso o preocupado.

Clem, no alcancé a Mena... ¿Dónde estas?

 Tras enviar su mensaje solo le quedaba volver y buscar la barra, frustrado por ambas direcciones se pide un Martini, busca a esa tal Gossip Girl y lee sus mensajes por fin, entonces se cubre la boca al leer sobre los chicos "Madre mía..." de pronto ya se había acabado su bebida y se pidió otra. Es con su segunda copa que se fija en el grupo de chicas que se mueven, había un chico que no conocía pero la que importaba era Clem.

Aaron camia a grandes zancadas para llegar al grupo saluda cruzando miradas con cualquiera de ellos -Hola hola, soy Aaron!- hay que alzar un poco la voz para que se escuche, pero casi de inmediato habla se gira a ver a Clem -Clem, no alcancé a Mena, perdona...- ¿Por qué estaba con el torso descubierto? sería una gran pregunta; pero llevaba su camisa manchada en una mano mientras en la otra llevaba una copa. -Te fui a buscar donde nos separamos.- tampoco ignoraría a los demás si le hablan, salvo que Clem parezca realmente cabreada y tengan que conversar de sus cosas, nuevamente.

Cargando editor
05/06/2023, 23:37
Shirin Jafari

Era mi primera fiesta en sociedad y reconozco que desde el primer momento me sentí superada. El vestido, el alcohol, la gente, la música... Todo se sucedía a un ritmo frenético. Aquellos focos no hacían sino marearme. No estaba acostumbrada a tanto ritmo.

Traté de ralentizar las sensaciones. Las luces parpadeantes hacían que mirase a la gente extrañada. No era capaz de centrarme y empecé a mostrar señales inequívocas de mareo - no me encuentro bien - para colmo Mena, quien había estado durante buena parte del baile a mi lado, ya no estaba. Se había ido corriendo junto a León o detrás suyo. Había aparecido Clem pero Axwell y Fía también se habían ido. También regresó Alex. Aquello también me descolocó. Tan pronto se iban como ya estaban de vuelta - ¿se ha terminado? - no entendía muy bien porqué no podíamos coincidir todos allí - ¿Ya se van? - como aquello siguiera así, probable que volviera a abrir y cerrar los ojos para contemplar que estaba sola.

Todos con sus móviles mirando y concentrados en las pantallas - ¿Ha pasado algo? - saqué mi móvil pero con aquellas luces me era difícil centrar la atención. Necesitaba un lugar más tranquilo - voy a sentarme - al estar junto a la barra, busqué un asiento cerca de los demás.

Cargando editor
06/06/2023, 03:59
Cassie Ocean

Nota como Clementine mira a su alrededor, con ojos de abandono, y se sintió mal por ella. A Cassie le gustaba creer que si decían algo de ella iba a tener la piel dura, pero sabía que en realidad aún le quedaba un trecho para aprender a lidiar con el rechazo y por fin pudo ponerse en la piel de Clementine.

Ya se le comenzaba a subir, y estaba más relajada. Dejó de sentirse en tensión por estar en una fiesta, a dejar la locura ingresar. Se sacó del bolso del pantalón un pastillero. No es que no abundaban aquí, pero le gustaba traer sus propias "provisiones". Se la tomó sin agua, y luego se acercó a la rubia.

No necesitas un trago, necesitas un escape. o venganza contra el español, pero eso no lo dijo. — O que alguien les de un escándalo mayor a las taradas de allá. — un grupito parecía estar susurrando mientras miraban a Clem y a su celular con todo el descaro. Se movió, haciendo que su espalda les bloqueara la vista. 

Parece que regresó el Sir. Había algo de tensión, porque tan prejuiciosa como era le juzgaba como un niño burbuja que vivía del erario público de personas que pasaron carencias como ella. Todavía respetaba (?) un poco más a los hijos de empresarios porque al menos sus padres o abuelos se quebraron la cabeza para triunfar, pero era el colmo que una familia que no supiera como pagar el alquiler anduviera pagando impuestos para sostener el tren de lujo de una bola de mantenidos. 

Sintió que le vibró otra vez el celular, pero no quiso abrirlo por no agregar insulta a la herida de Clementine. Si lo habría hecho, habría visto en qué predicamento se estuvo a punto de meter Fía. Pero Clem se encargó de dar la noticia.

— Un día de estos descubriré quién es el resentido que maneja GG y lo colgaré de las pelotas... — se llevó los dedos índice y pulgar al entrecejo.

Saludó con la mano a Aaron, pero al girarse para hacerlo, vio que Shinrin ya estaba muy cerca de ver hadas. Se acercó a ella, para ayudarla a sentarse. 

— ¿Había absentia y no me dijeron? Porque me gustaría ver al hada verde. — dijo con humor. — Bienvenida a occidente, donde nos volvimos estúpidos e infelices hace mucho.

Cargando editor
06/06/2023, 11:41
Z-Alexander "Alex" Westwood

Iba a añadir algo mas pero al ver como media fiesta bajaba la cabeza para mirar el móvil, asumió que Gossip Girl había lanzado otro update. De normal le daría un poco igual, pero dado que se había enganchado con él pues no pudo evitar mirarlo: otro espadazo directo a su espalda.

— Bueno a mi "princesa" parece que se le ha acabado la magia y se ha ido antes de que dieran las doce. — comentó ante el comentario de Clem, haciendo alusión a la Celestina, claramente contenido por no soltar algún improperio.

— La verdad, ha sido una turistada que me he comido, ¿porqué nadie me aviso con quien me metía? — comentó con una sonrisa pero algo abochornado por la situación. Aunque al instante cayó en la cuenta que efectivamente ya le habían puesto en sobreaviso acerca de Fía y él lo había ignorado completamente.

Se giró a mirar el grupo de "taradas" que decía Cassie, y en ese momento también se dio cuenta la cantidad de gente que lo miraba, a todos ellos les dedicó una reverencia, como si agradeciera al publico en el final de una obra.

Tras esto, tratando ya de pasar a un segundo plano, se acercó a Shirin que estaba tomando asiento. Pasó justo antes un momento a la barra y tomó una botella de agua. Se agachó para estar a su altura.

— Nada importante, lo podrás leer mañana. — contestó quitándole hierro al asunto. Le tendió el botellín de agua. — Momento para re-hidratar el cuerpo.

Cargando editor
06/06/2023, 15:52

Clem siente su mente enredada en un montón de retazos de conversaciones, un vaivén de caras y personas, y personas sin cara, como también a una multitud bailando poseída por algo que a ella le evita. Reemplaza sus copas con tal facilidad que nunca se queda con las manos vacías, al igual que su estómago que ahora llena de alcohol imprudentemente. Está sumida en su propia cabeza y con el cuerpo algo entumecido, dejándose caer en un espiral. Asiente ante las palabras de Cassie y esboza una sonrisa, nunca han sido particularmente cercanas pero ya todo daba igual.

Observó el pastillero de Cassie con ideas estúpidas en la cabeza, tentada de pedirle una, buscando escapar de la realidad que la agobia. Sin embargo, antes de poder articular su pensamientos y pronunciar algo en voz alta, Aaron aparece y le saca de su ensoñación. — ¿Qué le pasó a tu camisa? — Es todo lo que le dice, al observar que trae la prenda entre sus manos. No le pregunta sobre Mena ni quiere saber más de ella. Se siente cansada de disculparse constantemente por ser ella misma y de tener que medir cada palabra y acción para no herir el delicado ego de su mejor amiga. Era como si tuviese que hacerse cada vez más chiquita, más pequeña, para no molestarle. Se queda junto a Aaron pero parece no prestarle mucha atención.

Clem bebe un poco más de su copa, dejando que el líquido le embriague un poco más. — Oh, creéme que no serás la única que quiera darle su merecido a Gossip Girl. Lo peor es que debe estar por aquí, regordeándose. — Le echa un vistazo a la multitud, es cada vez más difícil ponerles rostro a las personas. 

Ve a Shirin tomar asiento cerca de ellos, parece algo perdida y sin enterarse de nada de lo que está sucediendo. O quizás bebió más de la cuenta. — ¿Estás bien, babe? — Le pregunta Clem, sin percatarse de que seguramente iría por el mismo camino pronto.

Cargando editor
06/06/2023, 17:12
Aaron Jesus Carballar

La chica, Shirin parecía ponerse mal y necesitar un descanso, Cassie fue la única que respondió su saludo, pero lo preocupante era que Clem no parecía mucho mejor. "Vaya reencuentro..." piensa aún en todas sus facultades preocupado por sentir cierto desapego tras volverla a encontrar luego de buscarla ansiosamente.

-Me tiraron el champagne encima...-

Se encoge de hombros, tampoco parecía importarle mucho su respuesta. Literal no conocía el nombre de ninguno del grupo salvo por Clem, era un poco incómodo pero se arriesga en decir lo que piensa. 

-¿No sería mejor que la llevemos a una zona más tranquila, con tanto estímulo no creo que se sienta cómoda.- Ya que estaba él podían llevarla sin problemas.

-Eh... perdona ¿Puedes darle una botella a la señorita también?- Le habla a Alexander sin saber su nombre, casi le dice "bro, amigo, mate, etc" pero se veía tan elegante que se cortó con eso. Al menos él y Cassie parecían estar aún bien. Por otro lado Clem seguía siendo una preocupación constante; se gira a verla -Oye, Clem ¿Cuánto has bebido?...- Sus ojos se oscurecen con una fina capa de consternación "Oh mierda... no quiero ser esa clase de novio..." Solo se le ocurre algo -¿No prefieres que vayamos a bailar?- No tenía idea de cuan amigos eran con estas personas pero fue la única salida que se le ocurrió a haber preguntado lo de cuanto bebió.

Cargando editor
09/06/2023, 23:27
León de la Rosa

26 de agosto
Mansión Penhallow
Clementine y León

No había podido dormir demasiado esa noche, la verdad, y mi aspecto aquella mañana no lo mejoraba el haber bebido y fumado con Mena tras escapar de la fiesta. Ella había intentado que no viniera yo a por sus cosas, mandar a los gemelos, pero necesitaba hacerlo. De alguna manera, necesitaba ver a Clem y, si el León Cobarde no vuelve a aparecer, quizás preguntarle si el tipo de dos metros del que iba de la mano el día anterior en la fiesta le gusta más que yo, si lo de ellos va en serio, o si realmente me ha olvidado durante el verano. Sé que una conversación así puede hacer daño, más porque cuando Clem y yo discutimos casi pueden notarse temblar los cimientos por el carácter que nos gastamos, aunque un servidor siempre intenta controlarlo para que ella también baje la intensidad. A veces funciona. A veces no. Y hoy no tengo ni idea de lo que puede salir de esta conversación. Tal vez sólo llegue allí, recoja la ropa de Mena y me largue, sin más, sentenciando así nuestra relación (usando esa palabra por no saber qué otra utilizar). No es lo que quiero pero sé que mucho depende de la actitud con la que me la encuentre a ella. La rubia de carácter complicado y cambiante, intensa como un buen chocolate negro, contrastando con la claridad de su tez y su pelo... Mierda, ¿eso ha sonado poético? Horrible. No lo tengáis en cuenta, por favor.

Había tenido la decencia de avisarla, sí, mediante un mensaje escueto en el que le decía que iría a esta hora a recoger las cosas de Mena y a, si ella estaba dispuesta, hablar. No había vuelto a mirar el móvil, así que sólo esperaba que no me hubiera respondido con un: no vengas, mi nuevo novio y yo seguimos en la cama tras una buena sesión de sexo anoche. Al pasar esa idea por mi cabeza, decidí no volver a mirar el móvil y que fuera lo que tuviera que ser. Que doliera lo que tuviera que doler. Pero había que aclarar las cosas antes de seguir haciéndonos daño. Porque está claro que ella también está muy dolida conmigo, comprensiblemente, y no puedo pretender que no me importa.

Durante la noche, había recreado en mi mente cientos de conversaciones y escenas que podían darse. Algunas realistas, otras totalmente locas, unas con un final catastrófico y otras con un toque incluso sensual... Vamos, que mi mente había trabajado toda la noche y de ahí mi incapacidad para dormirme o descansar decentemente. Pero me había ayudado hablar con Mena la noche anterior, aunque en algunos puntos tuviéramos diferentes maneras de verlo. La entiendo, y sé que en muchas de las cosas que dijo tenía razón, pero soy testarudo y me gusta tropezar varias veces en la misma piedra aún a sabiendas de que me dolerá el pie un buen rato.

Así, me planto en la mansión Penhallow, pidiéndole al chófer que no se vaya muy lejos por no saber la duración de mi visita. Cojo aire y me armo de valor, algo nervioso, antes de llamar al timbre. 

No creo en Dios pero por si acaso... "Por favor, que no esté él, que no lo esté...", ruego un momento en mi mente, cerrando incluso los ojos como para invocarlo con más fuerza.

Cargando editor
12/06/2023, 03:31

Clementine se encontraba inmersa en el bullicio de la fiesta, rodeada de luces brillante que destellaban como estrellas fugaces y una música atronadora. Sin embargo, sentía una culpa que la carcomía en lo más profundo de ser. Aquel desencuentro con Mena resonaba en su mente como un eco constante, un eco que decidio acallar con más y más alcohol, decidida a escapar de aquellos pensamientos.

Mientras sus pies se movían al compás de la música, se aferró a los brazos de Aaron, en búsqueda de distracción. Movió su cuerpo a la par de él, mientras que sus labios se encontraron en besos furitivos con sabor a alcohol, dejando fluir aquellas emociones atrapadas dentro de ellos.

Pero a medida que la noche avanzaba, Clementine comenzó a perderse en una nebulosa etílica. Sus pasos, antes elegantes y con gracia, ahora vacilaban y le jugaban malas pasadas, necesitó que Aaron la sostenga más de una vez para evitar un escándalo. Clementine se acercó a Aaron y susurró con fragilidad. — Creo... creo que necesito irme a casa... — Fue lo último que pronunció, antes que sus pensamientos se desvanecieran en la oscuridad. La máscara de despreocupación que había tratado de mantener ahora se desmonoraba ante el peso de su propio descontrol.

Desaparecieron de la fiesta, abriéndose paso entre una multitud expectante, donde murmullos curiosos y miradas inquisitivas les seguían en su retirada. Fueron recibidos por el frío de la noche, donde la brisa fresca acarició el rostro de Clementine, recordándole que aún existía un mundo fuera de aquella vorágine de emociones descontroladas. Se apoyó debilmente en Aaron hasta llegar al coche de éste. Finalmente, Clementine se dejó caer en el asiento, sumiéndose en el más profundo de los sueños. 

La noche había dejado su huella, pero después de ésta siempre hay un amanecer.

Notas de juego

Para no demorarnos más en la escena y poder rolear el nuevo periodo, Clem se marcha de la fiesta.

Cargando editor
12/06/2023, 05:32

26 de agosto
Mansión Penhallow 

Un dolor de cabeza insoportable, como si una lanza atravesara su cráneo, la despertó. Sentía los ojos hinchados y el corazón agitado, sintiendo los efectos de una resaca inclemente que parecía envolverla en un halo de confusión. Tras luchar por abrir los ojos, Clementine se sentó en el borde de la cama y miró a su alrededor, encontrándose con el desorden que adornaba su habitación. Su vestido de la noche anterior estaba tirado por el piso, como también una chaqueta perteneciente a Aaron, como un recordatorio tangible de los acontecimientos borrosos que habían tenido lugar. Cerró los ojos con fuerza y se restregó uno de sus ojos, desparramando su maquillaje, haciendo caso omiso a sus propios consejos de skincare que profesaba en su cuenta de Instagram.

Fragmentos de conversaciones confusas se asomaron tímidamente en su mente, a medida que iba despertándose, como destellos fugaces que luchaban por encontrar su lugar en la narrativa de la noche anterior. Recuerda la fiesta, su reencuentro con Aaron, el post de Gossip Girl, Mena y León marchándose frente a sus ojos, conversaciones de Instagram y luego cómo bebió de más. A medida que la realidad se desplegaba ante Clementine, un último recuerdo nítido emergió: Aaron, quien la había traído de vuelta, despidiéndose antes de partir.

Mientras intentaba encajar las piezas del rompecabezas en su mente, sintió cómo alguien se adentraba entre las penumbras de su habitación. Era Yulia, su diligente sirvienta quien le había acompañado hasta la residencia de veraneo de los Penhallow. La mujer se acercó con paso sigiloso, alcanzándole una bebida revigorizante para aliviar los estragos de la resaca.

Gracias, Yulia. — Pronuncia Clem con la voz ronca, bebiendo el líquido con avidez antes de dejarse caer de nuevo en la cama, durmiendo un poco más.

 

Horas más tarde, cuando los rayos del sol se filtraban tímidamente por las cortinas entreabiertas, Clementine despertó nuevamente, sintiéndose un poco mejor. Su mirada se dirigió instintivamente hacia la mesilla de noche, donde su teléfono, extensión natural de su cuerpo, descansaba. Clem lo tomó y fue recibida por un aluvión de notificaciones inundando la pantalla, pero ninguno de ellos provenía de Mena.

Entre las múltiples llamadas y mensajes, uno en particular llamó su atención. Era de León, quien anunciaba su intención de ir a recoger las pertenencias de Mena. Un nudo se formó en el estómago de Clementine, al leer esas palabras, sintiéndose tan enfadada como decepcionada.

Decidida a enfrentar las consecuencias de sus acciones con la frente en alto y reconstruir lo que había perdido, Clementine se levantó de la cama con determinación. Se duchó, realizó su rutina de skin care y se vistió con una bata de satén que yacía a su alcance.

Mientras bajaba por las escaleras, el timbre resonó por toda la casa, anunciando la llegada de León. Clementine abrió la puerta, encontrándose con él cara a cara. Una extraña tensión se podía palpar entre los dos, cargada de emociones no expresadas y preguntas sin respuestas.

Hola. — Le saludó Clementine, altiva y escueta.

Se dio media vuelta y esperó a que León le siguiera y cerrara la puerta tras sí. Se dirigió hacia el interior de la casa, más precisamente al comedor, Clementine se movía de una manera diferente cuando sabía que León le estaba mirando. Allí, Yulia le aguardaba con el desayuno listo. Clementine tomó asiento de manera ecuánime, como una reina llegando a su trono, e invitó a León a hacer lo mismo. — ¿Has desayunado? — Destellos de humanidad aparecían tras su máscara de indiferencia. León tampoco parecía haber tenido una buena noche.

Yulia, ¿podrías preparar las cosas de Mena? León ha tenido la consideración de venir en su lugar.

Cargando editor
12/06/2023, 10:14
León de la Rosa

Saludé a Clem con la misma formalidad escueta: “Hola”. Pero no por querer competir o ponerme a su altura en cuanto al trato adoptado, sino más bien porque no era nada justo que me recibiera con aquella bata de satén que caía con gracia por su cuerpo como si cubriera una obra de arte. Desde el plantón del hotel, ella se había comportado así: “Estás viendo lo que te pierdes, ¿verdad?” Y yo sólo había podido ir esquivando esos ataques como podía.
Esta vez tan sólo sea mi imaginación y mi orgullo queriendo darme un último ápice de esperanza, un último empujón, ya que seguramente se haya puesto la bata para estar cómoda en su propia casa. 

Así, la sigo al comedor, donde saludo a Yulia con una sonrisa breve, y me siento. Hubiera preferido no hacerlo, porque estoy nervioso e inquieto, pero quedarme de pie significaría: mira, dame las cosas de Mena porque tengo prisa y quiero irme. Y no es tan así. Quiero hablar con Clem pero antes debo tantearla. Son trucos que he ido aprendiendo a lo largo del año pasado para con ella; la rubia es como una mina, y a menudo tienes que bailar a su alrededor y procurar no pisarla para que ambos no saltéis por los aires. 

Acabo de desayunar, gracias — declino la invitación. No es del todo cierto, porque apenas he tomado un café, pero no tengo el cuerpo para comer nada. Puta resaca. Espero que Yulia salga del comedor para preparar las cosas de Mena, y vuelvo a hablar — Ella no está enfadada. Me preguntaste ayer — empiezo, despacio, porque recuerdo lo que ocurrió por mensajes — Está dolida. Dale un par de días y habla con ella; estará más tranquila al ser menos reciente — la conozco perfectamente como para saber que habrá buscado cualquier resquicio para hacer a Mena culpable de la situación, pero en el fondo y si sabes tocar las teclas adecuadas, Clem suele terminar por claudicar y entender las cosas. Bajo esa fachada que ha construido para defenderse, suele haber una chica comprensiva y sensata — Intenta ponerte en su lugar e irá bien. Sois mejores amigas, y un chico no debe ser la razón por la que dejéis de serlo — comento, con la misma suavidad — Sé que tú tendrás tus razones para sentirte dolida, pero debéis ser empáticas ambas con esta situación. Al menos si queréis llegar a buen puerto. 

Por el momento dejo el resto a un lado, pues no soy tan egoísta como para pensar sólo en mi. Menos cuando ayer vi en primera persona lo afectada que estaba la latina con toda esta situación. 

Cargando editor
12/06/2023, 14:53

Clementine observó a León mientras se sentaba en el comedor, sus ojos se cruzaron brevemente antes de apartar la mirada. La formalidad escueta en su saludo reflejaba la tensión entre ellos, una barrera invisible que crecia con cada interacción. La rubia untó un poco de mermelada sobre una de sus tostadas, como si su desayuno fuese lo más interesante en aquella habitación. Mientras Yulia se retiraba del comedor, León decidió abordar el tema que los había llevado a ese encuentro incómodo. Escuchó la perorata de León, reconociendo que había algo de sensatez en ellas, algo había hecho mella en la impasible armadura de Clementine, porque el español la tenía estudiada y sabía cómo abordarla. 

Qué suerte la nuestra tener a un mediador tan desinteresado, ¿verdad? — Le picó con ironía, con ese veneno que podía llegar a tener en algunas ocasiones. 

Aún así, a pesar de su fingida indiferencia, su mirada era triste y se sentía realmente mal por lo sucedido la noche anterior.  Tomó un sorbo de su café, buscando calma en su sabor amargo. Odiaba estar envuelta en esa situación, en aquella encrucijada acerca de lo que debía y lo que quería hacer. Tampoco es como si tuviera demasiado clara la diferencia. 

Sabes que estoy más allá de eso de pelearnos por un chico, detesto los clichés. — Puso los ojos en blanco, mientras le daba otro sorbo a su café. — Asumí que nuestra amistad tenía una base más sólida como para que crea ciegamente en un blast de Gossip Girl y se marche sin siquiera dejarme decir algo al respecto.

Pero claro, no es como si se hubiera ido sola. — Ahora Clem clavó su mirada de acero sobre León, esperando a su contradefensa. 

Cargando editor
12/06/2023, 19:34
León de la Rosa

Sonrío de lado cuando menciona eso del "mediador desinteresado". Realmente estaba tardando en soltar alguna de sus puyas, pero no me afecta; sé a lo que he venido. La voy mirando de vez en cuando, pero termino bajando la mirada a una de mis manos que juega con el mantel de la mesa en la que estamos sentados: físicamente cerca, pero ahora mismo nos siento más alejados que nunca. Y eso me entristece. Ya somos dos los que estamos tristes, porque no hay que ser muy observador para saber que a ella también le duele lo de Mena. ¿Lo mío? Ni idea, y realmente ahora casi me interesa más que su amistad se arregle que arreglar lo nuestro. Aunque sí que he venido aquí para ser sincero con ella de una vez por todas.

No la culpes – meneo un poco la cabeza – Bien sabes que un post de Gossip Girl puede hacer un daño increíble pese a todo, aunque sepas que a veces exagera o se saca las cosas de la manga – comento – Pero sí, lo entiendo. Entiendo que esperaras que al menos tu amiga te escuchara, eso no ha sido tu falta. Pero ella no estaba preparada. Creo que si llega a quedarse, en caliente, ambas hubierais dicho cosas que no pensabais y que os hubieran hecho más daño. En estos casos es mejor esperar a que el tema se enfríe y enfrentarlo con otra actitud más calmada y empática – alzo la mirada de nuevo hacia ella – Yo...simplemente sentí que tenía que sacarla de allí, y eso hice. Puedes culparme más a mi que a ella de habernos largado, lo asumo. Quise volcar todo ese sentimiento en decirme a mi mismo que Mena no se merecía que os presentarais de la mano frente a ella, pero lo cierto es que yo tampoco quería ver eso – me encojo de hombros – Y no hace falta que me digas que no tengo derecho, porque ya lo sé. Sé cómo, cuándo y por qué perdí ese derecho. Pero no era tanto eso, ¿sabes? Obviamente eres una tía espectacular, ya sabía que no ibas a tardar en llamar la atención de algún otro... Pero las comparaciones son odiosas, y si te soy sincero: no estaba preparado para compararme con él – trago saliva, volviendo a apartar la mirada. Esto me cuesta horrores. Es más fácil cuando uso la ironía para tapar lo que siento. Descubrirme de esta manera me hace sentirme vulnerable. Y las veces que me he expuesto así frente a alguien, casi siempre he terminado jodido.

Cargando editor
13/06/2023, 02:14

León tenía lógica y Clem odiaba reconocerlo en voz alta. Sí, que Mena se quedara en la fiesta tampoco era la opción más saludable para su amistad. Las cosas acabarían por estallar entre ambas, si es que no lo habían hecho antes. Joder, Clementine realmente intentó ponerle freno a aquello, a no dejarse llevar por la emoción de reencontrarse con su amor de verano. Pero es que Aaron era tan... Bueno, León no tendría por qué saber de ello ¿Verdad?

Poco a poco, las verdaderas intenciones de la visita de León quedan expuestas. Clem le mira con incredulidad, ha agotado su escasa cuota de empatía en su amiga y ahora le cuesta razonar con él. — ¿Realmente me estás planteando esto? — Frunce el ceño y siente volver su dolor de cabeza. — ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Que me arrastre por tí hasta la eternidad?

Clem bebe de su café un poco más, mientras deja la tostada que se ha preparado en su plato, ha perdido totalmente el apetito.

¿Compararte? ¿En serio? ¿A qué viene todo eso? — Aquello le sonaba ridículo, sin siquiera un fundamento lógico. Sí, puede que Aaron haya sido su rebound para olvidarse de él, pero no es como si quisiera reemplazarlo.

Cargando editor
13/06/2023, 07:42
León de la Rosa

Sabía que estaba tirando demasiado de su comprensión, y puedo notar como mis palabras sobre ella y su amiga han tenido el efecto deseado. Bueno, ese era el primer paso: allanarle el camino para el tema con Mena rebuscando entre lo difícil del carácter de Clem y haciéndola recapacitar. Lo he hecho prácticamente todo el año pasado así que sé que ha funcionado porque  hay un silencio, un leve y casi imperceptible movimiento en sus ojos, pensativa, y finalmente aparta ese tema para enfocarse ahora en mi persona.
Yo lo voy a tener más jodido, eso también, pero su amistad se merece la prioridad. 

No se trata de arrastrase, Clem, nunca se ha tratado de eso — empiezo, reuniendo paciencia y valor. Esto no va a ser fácil. Me muerdo el labio y tengo que terminar por levantarme de la mesa, ya que estar sentado es peor para mi inquietud. Camino un poco por la estancia — Compararse es de lo que trata la puta testosterona: los tíos nos comparamos todo el rato, y es agotador — bufo — Y cuando saliste con él, de la mano… Un tío enorme, musculoso, guapo… — reconozco — Fue demasiado — niego con la cabeza y hago una mueca. No puedo soltarlo de golpe, no me sale. Necesito tomar aire un momento así que sólo vuelvo a dar unos pasos por allí. Sé que tampoco puedo demorarme demasiado, o la rubia se impacientará y será peor. Sólo necesito buscar las palabras adecuadas…

Cargando editor
13/06/2023, 22:57

¿Y de qué se trata, León? — Repitió Clementine, su voz cargada de impaciencia y una pizca de frustración. Quería comprender de una vez por todas qué era lo que él buscaba, y por qué estaba trayendo a colación a Aaron de esa manera.

Estaba un poco harta del juego del gato y el ratón que habían tenido durante el año pasado; las respuestas a medias y los interrogantes que León le planteaba. Cuando pensó que todas las turbulencias, los desencuentros y juegos llegarían a su fin, que tendría su su final de cuento de hadas, el príncipe jamás llegó a la torre y dejó plantada a la princesa.

Ahora, que había recogido los pedazos de su corazón y decidido a seguir adelante - para bien o para mal - el príncipe se le aparecía en la puerta, exigiendo algo que no acababa de entender. — ¿Por qué te importa tanto cómo es él físicamente? 

Le vio dar vueltas alrededor de la mesa del comedor, como un león enjaulado, como rumiando algo que no acababa por soltarlo. 

León... 

Cargando editor
13/06/2023, 23:16
Shirin Jafari

No me encontraba muy allá, y eso que había practicado con varias fiestas durante el verano pero se vería que aún no había tomado el ritmo de las occidentales. Igual por todas aquellas luces girando a una velocidad increíble, la música demasiado alta y luego estaba la bebida, para alguien como yo más acostumbrada a licores de frutas, beber bebidas espirituosas había sido un auténtico reto, además había probado varias de diferentes sabores.

Había conseguido sentarme y desde allí pude comprobar que la fiesta me superaba. Además el estar quieta no impidió sentir que todo lo demás tomaba movimiento - creo que me voy a ir a casa - no sabía cuánto podía durar aquella sensación pero no me era muy cómoda. Por suerte la chica rubia de rizos estaba junto a mí - Cassie ¿me acompañas al coche? - había venido con un chófer que seguramente se encontrara a la entrada a la espera de dar por terminada la fiesta.

Me levanté con cierto ímpetu pero no llegué a caer ni perder el equilibrio, igual parecía que hasta bailaba de manera tímida - Ha estado muy bien. Increíble. Wow... qué fiesta - saludé con la mano a modo de despedida y busqué el brazo de Cassie. Aquellas luces me estaban cegando.

Notas de juego

me marcho de la fiesta con Cassie

Cargando editor
13/06/2023, 23:14
León de la Rosa

Tomo aire por la nariz, reuniendo el valor necesario. Está bien, es ahora o nunca. Si salgo por la puerta hoy sin contárselo, se acabará para siempre. Aunque quizás ya sea tarde… No, no debo pensar eso o me callaré. Al menos Clem se merece saberlo, ¿no? Y si luego quiere irse corriendo con el tal Aaron, ya veremos cómo lo afrontaré. 

El día del hotel estuve allí, justo en la puerta de nuestra habitación, pero no me atreví a entrar — le digo. Físicamente he huído un poco de ella, y me he colocado junto a una ventana. No me atrevo a mirarla, porque me da pánico su reacción al respecto de lo que voy a decirle — Tenía miedo de no gustarte tanto como tú me gustas a mi — aprieto los ojos y me fuerzo a alejarme de la ventana y mirarla — Y tampoco ayuda ahora saber que te gusta un tio como Aaron, un chico de verdad — sacudo la cabeza. Odio la disforia con todas mis ganas, y a ratos a mi mismo por permitir que me afecte tanto y no lograr superarlo del todo — Sé que vas a entender muchas cosas de lo ocurrido el año pasado, y no quería que terminaras de alejarte sin ser sincero así que… — trago saliva — Soy un chico trans. 

Ya está. Ya lo he soltado. Me gustaría ir más allá y hablarle de cómo me hace sentir ser transexual, pero ya cometí el error de abrirme a las personas equivocadas y hace tiempo tomé la decisión de esperar una primera reacción antes de hacerlo. Aunque sí quiero añadir algo. 

Por eso no se trataba de ti. Ni de que te arrastraras. Ni de que no me gustaras lo suficiente. Siempre se ha tratado de mi: de mis inseguridades y mis frustraciones personales — añado — Me gustas muchísimo, Clem. Creo que más de lo que me ha gustado nadie nunca, y eso sólo empeora mi disforia porque hace que me sienta…indigno, o algo así — agacho la cabeza.

Odio todo esto con todas mis ganas. Creía que parecer un chico lo arreglaría todo, pero nada de lo que hago al respecto parece ser nunca suficiente. 

Siento no habértelo contado antes. 

Cargando editor
14/06/2023, 15:56

El aire pareció detenerse por unos instantes cuando las palabras de León penetraron el espacio enre ellos. Clementine quedó petrificada, con su mirada clavada en él mientras intentaba asimilar la revelación que acababa de escuchar. Aún no sabe cómo debe sentirse con aquello, ¿acaso debería saberlo?

¿Qué…?

Intenta detener, no sin esfuerzo, el aluvión de preguntas, de añicos y residuos del pasado que se asocian y agolpan en su memoria. Como piezas de un gran puzzle, finalmente encajando, Clementine encuentra respuestas a aquellas preguntas que le han quitado el sueño. Los latidos de su corazón resonaban en sus oídos, retumbando como tambores de incertidumbre.

¿Cómo que un chico trans..? — Intenta hallarle sentido a las palabras de León, amoldándolos a sus nociones y preconceptos. Todo parecía tener sentido pero a la vez no. Las insinuaciones rechazadas, los besos robados, las invitaciones de Clementine a continuar con su romance a otro lugar, las respuestas esquivas de León.

Su mente se traslada a la noche de hotel, en la tristeza absoluta cuando se supo abandonada, rechazada de la peor manera. Pasó días culpándose, sin comer, odiándose y odiando a León. Le imagina del otro lado de la puerta, cargando su propia cruz. — ¿Por qué no me lo dijiste? — Le recriminina, poniéndose de pie pero quedándose junto a la silla, llena de dudas. Sus ojos se llenan de lágrimas y se siente horrible, por ella, por León y por los dos.