Partida Rol por web

Maníacos Zombicidas

Finalizada: La casa junto al cementerio

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04/02/2014, 20:49
Ned, el flipao

En cuanto vio a Josh seguir elevando el conteo de muertes, ya de forma absolutamente gratuita, Ned se vino más arriba todavía y descargó su escopeta, en vano, hacia los zombies que se aproximaban -tan lentos, tan lejanos- desde el Este. ¡Así ya podría!

Al final fue necesario que Phil se pusiera serio para que su compañero dejara de fliparlo y se centrara en la huida. Con un par de ágiles zancadas llegó hasta el coche, y se sentó al lado de Josh, canturreando con alegría.

- ¶ ¡Ti-ti-ti, titis, ti-ti-ti, titis...! ¶ ¡Y no veas lo que voy a fardar con tanto rifle! Doug se va a morir de envidia.

Su mente estaba ya ajena por completo a lo que acababan de vivir todos ellos, más preocupada en realizar una eficiente foro mental del escote de esa chica de la foto -aunque eso jamás lo diría en voz alta delante del tiparrón que se la estaba enseñando.

-Lo siento, tronquis -intentó consolar a Nick, fastidiado por la repentina venada aguafiestística del madero. No me suena ni en gramola...

-¿Y tú qué, enano? -incordió a Josh, tirándole de la sudadera. Cuando te se echaron todos encima, ahí junto a la ambuláncea, te juro que creí que no lo contabas. ¡Pero ahora ya cumplimos! A la próxima salida peligrosa... Que vayan otros, que a mí me da la risa. Y miró de refilón a Phil, no fuese toda esa risa a resultarle demasiado al estirado chérif.

Notas de juego

Salir de ese jodido infierno.

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06/02/2014, 07:51
Organizador

La cuenta atrás de Phil no tuvo necesidad de ser completada: con el cuarto de los miembros de aquel dispar grupo a bordo de esa rémora del pasado que les iba a ayudar a alejarse de la casa junto al cementerio, no había excusa alguna para permanecer allí ni un solo segundo más.

Los ánimos aún estaban algo tensos, pero la munición se hallaba a buen recaudo y el hallazgo humano con el que se toparon en la cafetería habría de suponer una muy buena adición a la pequeña familia postapocalíptica a la que pertenecían los demás. Sin embargo, y aunque Josh y Ned ya estaban completamente dispersos en el asiento trasero, Phil creyó ver en la pregunta de Nick algo más que una comprobación rutinaria. ¿Querría que le ayudasen con algo más a cambio de entregarles los rifles automáticos que les había prometido? ¿Cómo reaccionaría el resto ante una demanda de ese calibre? ¿Existirían, siquiera, esos rifles de los que tanto se llevaba hablado?

Todavía un pequeño contingente de zombies se dirigía hacia ellos: lentos, demasiado lentos. Con gasolina y un coche en buen estado, ningún zombie era peligroso... Muy sabiamente, Nick era consciente de que el mayor problema sería seguir adelante un día más. Igual que todos los días. Aunque él por lo menos tenía una razón poderosa para hacerlo.

Con todo, que el infierno fuera quedando atrás era una buena noticia para los cuatro. La llegada de Nick abría un nuevo capítulo en sus vidas, y quizás la pasión del poli chungo fuera lo suficientemente contagiosa como para que también los otros consigan poseer una verdadera motivación para mantener la lucha contra los zombies, más allá de la mera supervivencia.