Partida Rol por web

Maníacos Zombicidas

Finalizada: Buscando el Sol

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01/01/2014, 17:01
Organizador

¡VICTORIA!

Notas de juego

Con Dave al volante, murmurando algo acerca del nivel de silicio en los carburadores de manufactura holandesa al tiempo que maneja el volante como un chimpancé mareado, el coche patrulla se aleja de la pesadilla con un aforo completo. ¡Todos los supervivientes han conseguido la proeza de poder seguir llamándose así un día más!

Las recortadas de Amy yacen ahora sobre sus piernas, inertes, mientras su dueña se retoca la sombra de ojos inclinada hacia el espejo retrovisor. Los machetes del mexicano no están del todo de acuerdo con la decisión de alejarse de una situación en la que las posibilidades de masacre eran estratosféricas, pero El Cholo, en cambio, sí agradece haberse topado con aquella pandilla de desequilibrados; sin duda, tardará en olvidar las curiosas técnicas médicas de la chica paliducha de los piercings, y probablemente jamás llegue a averiguar cómo fue posible que le curase aquel mordisco en pleno estómago usando únicamente un bisturí con forma de crucifijo y absenta.

El pandillero no se siente del todo a gusto en la parte de atrás de ese vehículo en concreto, pero se consuela pensando que siempre será mejor que estar en la parte de delante de las mandíbulas de un zombie. Con un cóctel molotov todavía en su poder, sopesa seriamente la idea de lanzárselo a esos repugnantes seres a través del cristal posterior. O eso, o bebérselo de un par de tragos, para calmar un poco los nervios.

Wanda se desliza calle abajo en sus patines agarrádose como puede al maletero, y maldiciendo al UPD (Umbría Police Deparment) por no colocar alerones en sus coches patrulla. Aunque no lo parezca, estas motosierras pesan bastante -piensa, resignada. Aunque, por otro lado, sabe que, gracias a la pericia que ha adquirido rebanando cabezas de zombies con esas ruidosas herramientas, al grupo ya nunca le faltará leña.

Los cinco pegan un respingo cuando Dave coge de lleno un bache enorme, y por primera vez desde que empezó toda aquella locura de los paneles solares se dan cuenta de que no hay nada que temer: los zombies están cada vez más lejos y ellos, con su recién adquirido botín, están llamados a ser la envidia de todo madmaxero viviente.

THE END