Partida Rol por web

Aquí estoy profesor. ¿Puede explicarme bien que debo hacer? Le digo de pie al frente de su mesa.

- Oh sirius, si acércate - me siento sobre la mesa y le miro
- Tienes que ir al centro de londres, a la librería Skebot, allí trabaja kath - le escribo la dirección en un trozo de pergamino
- Katherine tiene 18 años sirius y desde hace 2 odia la magia, desde que murieron sus padres, sus padres eran unos importantes aurores por lo que sabe lo que hace en cuanto a maleficios y magia, pero ni siquiera termino sus estudios - sigo explicándole
- así que no le digas de golpe que eres mago porque lo mas seguro es que te eche o a las malas te lance una maldición, es una chica difícil, le paso el pergamino
- ¿podrás apañartelas? - pregunto

Espero que si, por qué si no puedo con una chica, ya no sé si puedo seguir llamandome Sirius. Le digo mientras sonrio al profesor.

Parto raudo en su búsqueda, pero... ¿la traigo aquí, ante usted?

- Así es, necesito que venga a hogwarts, que se una a la orden del fénix, necesitamos sus conocimientos y su valentía, tienes que hacer que deje de odiar la magia, a los magos, que odie a voldemort y que quiera luchar de nuestra parte, sirius ... haz honor a tu nombre - doy un par de palmadas y espero que parta hacia donde la joven .

Juas. Me rio cuando Dumbledore me palmea el hombro y lo miro. No lo defraudaré, señor.

Cuando el profesor se separa de mí, salgo de su despacho y rápidamente, pongo dirección hacia Londres, hacia la librería donde encontraré mi objetivo.

Tras 2 horas de camino, llegas a la fachada de una librería antigua, parecía muy grande. Entras por una puerta de cristal donde suena una campanilla indicando que has entrado. Nada mas entrar ves un enorme mostrador de madera antigua y kath estaba allí, tras el, con una sonrisa dulce vendiendo unos libros a un hombre anciano ...

Me paseo un poco por la tienda mientras el anciano termina de comprar y se retira por la puerta de la tienda. Cuando lo veo irse, me acerco hasta el mostrador y miro a la dependienta mientras le sonrío.

Hola, estem... Le digo con una sonrisa. Estoy buscando ese libro... hum... ese libro tan famoso... cachis, ahora no me sale el nombre y además, no lo veo en las estanterías. ¿Podrías ayudarme?

- Hola buenos días - saludo levantando la vista y mirando a un posible nuevo cliente
- ¿libro famoso? - me quedo pensativa tratando de recordar
- oh claro que te ayudo - digo saliendo de detrás del mostrador, era un joven muy guapo ...
- mmm ¿de que genero es? - le miro a los ojos

Hum... es fantástico... habla sobre hechiceros y demás. Me han dicho que es muy bonito. Le digo mientras hago como que miro los libros como buscando.

No recuerdo su nombre.

- ¿Hechiceros? - quedo pensativa
- quizás sea el de septimus, va de un mago y tal pero es un rollo no te lo recomiendo, ¿no prefieres de piratas? - trato de desviar su atención sobre ese tipo de libros

No, no, no... Odio los piratas. El otro día leí un libro de una tal María... nah, no es lo mío. Le digo mientras levanto los brazos. Lo mío es la magia, siempre me ha fascinado. Copperfield, Blake, todos esos magos, son la ostia. ¿No te parece? Ains... quien pudiera ser mago...

Niego con la cabeza
- la magia no existe, los magos tampoco, eres mayorcito para saber esas cosas - parezco algo "enfadadilla"
- vayamos a la zona de libros estúpidos, seguro que hay alguno de magia - suspiro subiendo las escaleras hacia la planta de arriba
- ¿y como que te gustan las cosas ridículas? - pregunto

Bueno, bueno... es un gusto ¿no? Le digo mientras le toco el hombro para que se gire. ¿A ti que te gusta? ¿Así tratas a todos tus clientes? Bah, me habían dicho que esta era una buena librería, pero no sabía que tuvieras tanto caracter para vender libros.

Además, vaaaaaaaaaamos... como si la magia existiera.

Me giro de golpe y le miro
- no es que sea una mala librería porque yo tenga carácter, simplemente no me gustan las cosas que no existen, ni los fantasmas, ni los dragones ni los ma-gos - le miro fijamente a los ojos
- disculpa si fui algo borde - bajo la mirada
- lo siento - le vuelvo a mirar a los ojos con cara de tristeza

No lo sientas, tampoco es para tanto. Si no te gustan los ma-gos, pues, no te gustan. A mi si me gustan, y di te digo la verdad, si fueras una maga... serías la mujer de mi vida. Le digo mientras pongo cara de vergüenza y me sonrrojo.

Lo siento, lo tenía que decir. Eres demasiado bonita. Ala, a por el libro.

Me sonrojo levemente
- no sabes lo que dices, nunca seré la mujer de la vida de alguien soy irritante - sonrió y sigo caminando a la sección de libros de magia que era algo así como un laberinto. Se entraba por un pasillo estrecho de estanterías que desembocaba en dos caminos, tomamos el de la derecha que a la vez desembocaba en otros dos y esta vez tomando el de la izquierda que terminaba en un recoveco, como un callejón sin salida ...
- que tipo de magia te gusta, blanca, negra, artes oscuras, amor ... - explico subiéndome a una escalera de madera para ver los tipos de libros que teníamos

Artes oscuras... Le digo seriamente mientras me quedo mirándola fijamente a los ojos.

Ya no sigo siendo el gracioso Black, ahora, estoy serio de verdad.

- artes oscuras - murmuro
- ¿y como que te interesan artes oscuras? ¿contra quien quieres lanzar una maldición? - cojo un libro y bajo mirándole a los ojos, por no mirar como bajaba, la escalera se desengancho de la estantería sin que yo hubiera terminado de bajar

Me abalanzo sobre ella y la cojo en pleno vuelo, evitando que caíga al suelo mientras le sonrío.

¿Quién dijo algo de una maldición? Sabes bastante de magia como para odiarla, ¿no crees? Le digo mientras la ayudo a bajar cogiéndola de la cintura.