Partida Rol por web

- ¡?Esto que mierda es?! ¿Qué han contratado a la familia clónica?- Elena se dio la vuelta hacia Jake.

- Esto ya es demasiado, monstruos pesadillas, y el mismo tipo muerto apareciendo una y otra vez, tenemos que largarnos de aquí. Voy a echarle un vistazo al coche, vigila al que se acerca.

De un tirón arroja el cadáver del coche, y se pone a trastear como arrancar.

Elena saca el cuerpo con poca delicadeza y le registra. La llave que serviría para poner en marcha el vehículo está destrozada.
La única solución es más que evidente. Elena quita el panel que hay bajo cuadro de mandos, usando la fuerza bruta.

No es lo único que hace ruido. Algo se rasga como una bolsa vieja. La piel del "primer superviviente" se raja mientras el hombre convulsiona. De su interior surge una criatura alienígena. Patas largas, cola, una espalda llena de protuberancias...

Ya no puede mantener más su disfraz, la piel que formó tras mudar, para camuflarse. Su cuerpo ya no puede comprimirse por más tiempo en un recipiente tan pequeño.
Un aullido mental os inmoviliza un segundo, mientras el ser se despereza.

Jake ya le extraño ver un cadáver caminando, dudando de su propia sanidad, hasta que observó como este se empezó a romper y a transformarse en un alienígena asqueroso. La escopeta estaba preparada, solamente apuntó, y disparó a la criatura. Esperaba que esta no fuera lo suficientemente rápida, para que al menos, mientras esta salía del cuerpo del antiguo superviviente, este pudiera acabar con ella.

Ahora que por fin encontraron al monstruo, no quedaba otra que pelear, estaban los bichos dentro del cuerpo, o se ponían las pieles de las víctimas, no es que importara un carajo ahora, pero su método parecía bastante efectivo.

Elena lanzó uno de sus cuchillos pero la bicha lo esquivo con bastante facilidad. Eso la cabreaba bastante.

La criatura es, sin duda alguna, más ágil que un humano por muy adiestrado que esté. Se encara a vosotros, erguida sobre sus patas traseras y apoyada en su fuerte cola. Bate sus mandíbulas en el aire y emite un sonido muy agudo, acompañado de un golpe psíquico destinado a convertir vuestros cerebros en un simple puré de neuronas.

La terquedad humana, capaz de conseguir auténticos milagros, evita que vuestras neuronas se conviertan en una masa gris inservible. Aún así, sois incapaces de dar en el blanco.

Hay algo más: la idea de que os faltan datos sobre todo lo que ha ocurrido, surge desde vuestro subconsciente como un gusano carnívoro para abrirse paso a dentelladas

Los ruidos de la criatura y sus poderes estaban haciendo mella en Jake, al punto que el próximo disparo fue muy lejos de la criatura, la desesperación estaba haciendo mella en el soldado, y lo único que podía esperar, era mirar con desesperación si Elena podría enterrarle un cuchillo a aquella monstruosidad o no.

El bicho tenía recursos desde luego, pero el ataque mental enrabietó a Elena, para ella sólo existía el cuchillo y el cuerpo del monstruo, con la fuerza que puedo reunir agarró con fuerza su arma y la arrojó, y esta vez si se clave en su rara carne.

- ¡Cómete eso bicho!

Elena se acerca a la criatura con la furia llenando su corazón, mientras una de las balas impactaban en la pared detrás del combate que está a punto de comenzar.

El filo lleno de energía raja la piel del alienígena y este gruñe de dolor, pero su lamento no se extiende por el aire sino por las mentes de los presentes.

El ser golpea con una de sus patas a la mujer que le ha herido, salpicando con su sangre oscura y viscosa a su agresora.

Jake se adelanta hasta esta frente a la criatura, de forma de dispararle e intentar atraer su atención. El miedo y la tensión le impiden concentrarse, y esta vez, dispara al piso, mientras grita y maldice, preocupado porque esta fallando todos los tiros. Intenta mover los brazos y gritarle a la criatura para que esta centre su atención en él, y no en Elena.

Un bramido surge de la mente de la criatura y llega a vuestras cabezas. Por un leve instante os parece que el suelo tiembla y que el techo se va a desplomar.

Este bicho va por nuestras cabezas, ya cuesta diferenciar que es real de lo que no, pero mientras siga enfrente, Elena le iba a dar bien. Con presteza le lanzo otro cuchillo.

- ¡Calla de una puta vez bicho!

Jake no podía más de la desesperación, puesto que sus disparos seguían fallando. Balbuceaba, y temblaba, mientras intentaba hacer algo.