Cuando llegas abajo un cordón policial impide que los periodistas se acerquen, dejando asi a las ambulancias y los bomberos hacer su trabajo.
Antes de que puedas decir nada uno de los bomberos se percata de tu presencia y se acerca hasta ti
Señor ¿Esta bien? - Preguntó
Será mejor que me acompañe fuera del edificio edificio.
- ¿Eh? Sí, sí, claro - respondió un aturdido Donovan mientras se dejaba guiar hasta la calle, demasiado atontado como para recordar intentar llamar a su jefe otra vez e hipnotizado por las luces que emergían de los vehículos de emergencias del exterior.
Y entonces, el joven pensó que quizás no había tenido tanta suerte como él pensaba.
¡Argh, al añadir al nuevo PJ me has borrado lo escrito al darle a Enviar! xD
Una vez en la calle y tras acercarse un par de tipos de urgencia para comprobar que estabas bien te dejaron a tu aire.
No pudiste evitar escuchar diversas detonaciones, como si de una fiesta se tratara por diversos lugares de la ciudad, pero el olor a humo, el cielo rojizo que podías contemplar en algunos lugares y el aire de crispación que veías en el personal de bomberos, policías y de las ambulancias de tejaba claro que no se trataba de ninguna fiesta
Abrigado con su nueva y flamante manta térmica color plateado que le asignaba al grupo de víctimas con posible riesgo de crisis nerviosa, Donovan observó con curiosidad el comportamiento de la gente a su alrededor. En general eran personas con demasiado dinero en la cartera como para recordar que había un mundo ahí fuera, sucio y depravado, y que podía tocarles en el culo en cualquier momento. Pero también había otros tipos, gente pendiente del teléfono con gesto adusto y puños apretados. El tipo de gente a la que él estaba acostumbrado. Tipos peligrosos, con negocios turbios y un armario lleno de esqueletos.
Pero él no se iba a quedar por allí para ver qué pasaba. Intentó nuevamente llamar a su jefe por teléfono mientras se escabullía entre los coches de policía y los bomberos. Si alguien le hacía preguntas, se iba a encontrar con que tenía menos idea del asunto que de macramé.
Sonreí con firmeza alegrándome de que hubiera entrado en razón.
- Vamos, date prisa. - Dije dirigiéndome lo más rápido posible a una salida... daba igual cómo pero había que salir de allí ya, si era necesario tirarse de una ventana pues adelante... No era momentos de buscar una alfombra roja para iluminarte el paso.
En principio nos vamos. perdonad, no internet at home.
Era extraño, pero seguía son contestar al telefono.
Si esperaba que alguien más le parase no fue asi, la gente estaba asustada y se concentraban en sus propios asuntos. Las ambulancias atendían a los heridos y se los llevaban a los hospitales más cercanos, los bomberos seguían intentando controlar el incendio que se había iniciado en algunas de las plantas, la gente se marchaba del lugar y mientras los periodistas estaban haciendo el agosto
Cogéis el ascensor hasta el vestíbulo. Cuando llegáis veis como tres miembros del personal de seguridad intentan impedir que una avalancha de periodistas entren en el edificio.
Fuera, reinaba el caos, gente que había estado en la fiesta huyendo, otros haciendo cola y gritando para que le trajeran sus coches y así poder marcharse. Periodistas intentando entrevistar a los invitados para saber que ha pasado dentro. Sirenas de policía que se acercaban al lugar, algunas ambulancias empezaban a atender a los heridos que estaban en el suelo
- Venga Don... piensa, cojones, ¿qué vas a hacer? A ver, tienes dos opciones: o te largas a tu apartamento, y ya te puedes dar por jodido si el Gran Jefe quiere pagar todo este tinglado con alguien, o te quedas y lo buscas. Pero claro, no vas a entrar otra vez, porque la policía no te va a dejar...
Mientras pensaba, observó la escena a ver si veía a alguno de los demás invitados con quien se había cruzado, por si sabía algo, pero entre la gente, la poca luz y los destellos de las ambulancias, no creía en tener mucha suerte. Así que mientras buscaba, rodeó el edificio, buscando alguna otra entrada o algún rastro de su jefe.
Menuda mierda de día.
Alcé una ceja, mirando el panorama de pánico que había en el exterior, y traté de alejarme cuanto antes del lugar.
- Vamos, no creo que seamos de mucha utilidad aquí. - Le dije a Seth, mientras caminaba deprisa. Traté de no alejarme mucho y comencé a buscar, Fisk debía de estar no muy lejos de aquí.
Señores ¿Estan bien? - Preguntó
Será mejor que me acompañe fuera del edificio edificio.
Una vez en la calle y tras acercarse un par de tipos de urgencia para comprobar que estabais bien os dejaron a vuestro aire.
No pudisteis evitar escuchar diversas detonaciones, como si de una fiesta se tratara por diversos lugares de la ciudad, pero el olor a humo, el cielo rojizo que podías contemplar en algunos lugares y el aire de crispación que veías en el personal de bomberos, policías y de las ambulancias de tejaba claro que no se trataba de ninguna fiesta
Entonces un enorme estruendo les hizo dirigir la mirada hacia el lugar de procedencia y pudieron contemplar como la torre de los Avengers era destruida.
La gente a vuestro alrededor se había quedado petrificada sin saber que hacer. El miedo se olía en el aire, se podía palpar como algo vivo.
Miré confusa a Seth.
- ¿Cómo coño ha pasado eso? ¿Ese tipo era la Cosa? - Estaba confusa y las imágenes en mi mente se arremolinaban, no sabía si lo que había visto era o no real... ¿La torre de los avengers? ¿Destruida? - ¿Dónde está Tony Stark?
- Coñocoñocoñooo - alcanzó a decir el muchacho mientras vio cómo la mole armada con el martillo se alzaba junto a la torre de los Vengadores, y luego el estallido posterior hacía morder el polvo a uno de los más increíbles edificios de la ciudad. ¿Quién era ese tipo? ¿Cómo podía tener el poder para tirar abajo un rascacielos casi sin inmutarse?
Lo que tenía claro es que la ciudad iba a ponerse patas arriba de un momento a otro y no quería estar en medio si alguno de esos super villanos desquiciados de la vida decidía que había demasiadas almas en la calle. Que le dieran a su jefe, que le dieran al trabajo, su vida era más importante.
- No lo creo, rubia. ¿Desde cuando La Cosa haría añicos su propia casa? ¿Y ese martillo...?
Cooper torció el gesto. Aún se encontraba medio aturdido por la explosión que había tenido lugar en el ático dónde la fiesta tenía lugar pero salir a la calle y respirar "aire fresco" no era tampoco una sensación relajante. Más bien al contrario, la ciudad entera se sumía en un peligroso caos en el que el peligro era una constante.
- No voy a estar ni un minuto más aquí como un pasmarote. Voy a "cambiarme" y a ponerme en marcha, ¿vienes? Hay que trazar algún plan.
En ese momento recibís un mensaje por el pinganillo que lleváis en la oreja
La tierra parece estar sufriendo una serie de ataques coordinados a gran escala. No se quien puede estar detrás de todo esto pero los ataques están creciendo en intensidad.
Ha caído un martillo cerca de la calle Yance, donde está la bolsa, no demasiado lejos de donde estás. Richards y Grimm Fueron a mirar a ver que había pasado, cuando Ben Grimm Tocó el martillo se desató el horror. Ahora mismo toda esa zona esta semiderruída y algunos héroes están intentando parar al que fue Ben Grimm.
Pero eso no es todo. Washington DC esta siendo atacada por un ejercito, Dubai lo esta siendo por un par de esos tipos con martillos, en Brasil Hulk esta destruyéndolo todo a su paso y esto no es más que algunos de los ataques que se están produciendo a escala mundial
El agente abrió los ojos como platos... ¿qué demonios pretendía que hiciesen... parar a Hulk? Eso es algo que ni siquiera un ejército conseguiría. De cualquier modo había que moverse.
- Vamos rubia... hay que moverse. Necesitamos los trajes.
Le miré confusa un instante mientras meditava que podíamos hacer.
- ¿Los trajes? ¿Qué trajes? - Yo era espía, y todo lo que me decían me resultaba información contradictoria, ir allí me llamaba la atención, pero me parecía la idea más descabellada del mundo. - Cooper, somos espías no superhéroes. ¿Qué coño quieren que hagamos contra hulk?