Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 4: viaje por mar.

Cargando editor
10/05/2014, 11:07
Aramiker Menez

Cruzar el canal de Panamá le pareció algo espectacular y se pasó asomada a la borda casi la totalidad de la hora que tardaron en sobrepasar las esclusas. ¿Cuánta gente habría dejado allí la vida para concluir semejante proyecto? No todos los días podía verse a una mole como el Gabrielle salvar el desnivel que les permitiría cruzar al otro lado del mundo, a otro océano. Una ingente obra artificial muestra de la magnificencia a la que podía llegar el hombre cuando se lo proponía y del trabajo en equipo. Precisamente eso le hacía reflexionar sobre la mezquindad del “Jonas” que todavía convivía entre ellos haciendo el ambiente tenso e insoportable, y peor aún, arriesgando sus vidas. Suspiró ante el desagradable trabajo que tenían por delante. Aún les quedaban muchos a los que descartar y lo peor de todo es que nada les aseguraba obtener algún resultado satisfactorio. Sin embargo, hacía falta no desfallecer y continuar con el escrupuloso trabajo. Una vez acabado, ya tendrían ocasión de planear el siguiente paso, repasar lo encontrado y, si se diera la necesidad, volver a retomarlo desde el principio. ¡Si el tiempo no corriera en su contra! Junto con Peabody habían conseguido descartar definitivamente a David Waters. No le pareció más que un pobrecillo.

Uno menos. A por el siguiente.

En sus ratos libres Menez solía conversar con Macilvane y Laroche. El primero, el radio, parecía bastante interesado en su curso y ella, halagada, respondía con con su más ingenioso lenguaje, lo que parecía divertir al hombre.

- No, no, no. Tienes la lengua de trapo. Para su correcta articulación es la lengua el órgano activo.- Le dijo con mirada pícara. Si movía así de mal la lengua no se imaginaba cómo besaría a una mujer.-Brasa, brazo, breve, brecha, brillo, brisa, brocha, bruja, bruma,...- Soltó las palabras con una velocidad pasmosa y sin trabarse ni una sola vez.- ¿Ves? Ahora tú. - Le pasó una nota con multitud de palabras para practicar la pronunciación.-Es sencillo y rápido. Puedes practicarlo en cualquier momento. Hay muchas más.

Por otra parte, la voz embaucadora de Laroche le recordaba a la civilización, a la radio, y eso la reconfortaba. Había hecho el curso interesante consiguiendo que hasta ella aprendiera algunas nociones básicas del oficio de radio-operador. Así que lo buscaba para hablar con él de los temas más variopintos y poder escuchar su voz que, en vivo, era aún mejor que a través de los altavoces. Ya de paso, aprovechaba para tantearlo discretamente, incansable en su búsqueda del saboteador.

 

 

Notas de juego

- Supongo que Peabody yo seguimos con los interrogatorios de la lista.

- Lo intento también con Laroche, de los expedicionarios, ese ya por separado.

Cargando editor
10/05/2014, 11:19
Aramiker Menez
Sólo para el director

Notas de juego

Hola. Para hablar con el investigador de Menez por teléfono con algo de intimidad, ¿tendría que bajar a Panamá?

- Me gustaría reprenderle por su discreción ya que Pooster ha averiguado que alguien anda investigándole. Que se ande con ojo.

- Me gustaría saber cuánto me costaría investigar a Abermale (el meteorólogo) y a los "mirlos blancos" (Wylie Loden y de Lucios Morelli) de los que hablaba Peabody y de qué ingresos dispongo

- Para bajar a Panamá si fuera necesario le diría a Starkweather que quiero que un investigador privado que conozco busque información sobre Wylie Loden y de Lucios Morelli.

Cargando editor
10/05/2014, 18:23
Guardián de los Arcanos

Menez, pues, concentró lo que tocaba de la cuidadosa labor de zapa que se estaba haciendo al Jonás en las personas de Macilvane y Laroche. Eso implicaba una labor de apoyo de Peabody, su pareja, para que, cuanto menos, siguiera los movimientos de los dos en tanto estuvieran sometidos al escrutinio. Tocó a Peabody, por tanto, además del turno de guardia entre las 0:00 y las 4:00 horas, dar un paseito en el de Menez, que era el siguiente, a ver si estaban durmiendo o qué, y darles charla intrascendente para recabar datos con los que pillarles en contradicción o algo por el estilo, una vez hablados con Menez.

Menez, además, se entretuvo en su camarote tecleando en su máquina de escribir y pidió permiso para ir con el ferry a entregar correspondencia para Nueva York. Esto fue durante la cena.

- Ya tomaré un bocado en tierra, dijo, con la esperanza de conseguir comprar sellos en alguna parte en esa hora.

Notas de juego

Recordad además las guardias establecidas recorriendo bodegas y demás:

Guardias de cuatro horas.

De 0:00 a 4:00 Peabody, de 4:00 a 8:00 Menez, de 8:00 a 12:00 Hirsch, de 12:00 a 16:00 O'Connel, de 16:00 a 20:00 Kleiver y por último, de 20:00 a 24:00 el señor Pooster

Cargando editor
10/05/2014, 18:37
Guardián de los Arcanos

No hay problema. Starkweather concede graciosamente el permiso.

Willia Wheeler, uno de los ingenieros, hace el viaje de ida en el Ferry con su correo, ese tan importante, una vez adquirido el permiso necesario, así que Menez tiene que dirigirse una carta a si misma en Nueva York, para poder simular que su carta es verdadera. Wheeler, entonces, le dice que irá contratando un transporte mientras Menez cena (la tripulación ya lo ha hecho ya que, recordemos, cenan en el primer turno siempre). Por eso, Menez tiene que buscar un teléfono rápidamente, sin poder comer.

En cuanto a Lemmons, el detective, una vez lograda la conferencia en un viejo departamento donde hablan un inglés chapurreado...

Lo siento mucho, señorita Menez... si... ya se que cobro muy caros mis servicios... lo siento, repito... si... claro... tenga en cuenta que hemos tenido que subcontratar todo el trabajo de más de una semana, dada la premura... no podemos hacer milagros, dese cuenta. No gano más de lo habitual, su dinero se invierte en pagar a otros, no me lo quedo yo, considero injusto que me acuse... Bien. Si (silencio mientras toma nota) Wylie Loden y Lucios Morelli... ¿Profesión? Aham... ¿Número de afiliados al sindicato? Bien. Anotado. ¿Tiene más datos? (Menez había estado haciendo sus deberes con todo el material conseguido tanto por Lemmons como por Turlow) Ah, claro, estos señores estaban en aquella lista. Muy bien. Eso nos ahorrará tiempo a nosotros y a usted dinero. La tarifa habitual, lo siento. Y dependiendo de las prisas habrá riesgos. Muy bien. Hasta que lleguen a Melbourne ¿no? Si uno de ellos resulta comprometido haré llegar un telegrama al Gabrielle en clave para usted... seré un primo suyo hablando de nuestra abuela y de nuestro abuelo. Si uno u otro abuelo está en peligro de muerte, significará que les considero culpables de algo... ya me las ingeniaré para dar todos los datos que pueda de manera indirecta. Mandaré a Melbourne informes completos, por si acaso. Buenas noches señorita Menez.

Menez vuelve con el ingeniero que llega cargado con un paquete cuyo contenido no enseña a la periodista. Es largo y aparatoso.

- Tiradas (1)

Notas de juego

05% en regatear :) Me temo que eso significa aflojar la mosca.

PD Añado algunos datos que había olvidado ;)

Cargando editor
11/05/2014, 01:02
Maggie O'Connel

A pesar del fracaso, Maggie pensó que sería buena idea continuar con los registros, aunque se ofreció a llevarlos en solitario con el único apoyo de un compinche vigilante. Ella era buena en esas cosas de no hacer ruido, quizás pudiese... 

Eso sí, lo haría de acuerdo con el capitán, para asegurarse que los dueños de cada camarote estarían ocupados durante el registro. Seguramente sería inútil dado que ninguno escondería nada raro en un camarote donde los compañeros podrían encontrarlo accidentalmente, salvo... claro... que todos estuviesen compinchados. La pregunta de Ménez sobre si había habido alguna petición de compartir camarote era interesante.

Tenía también mucho interés por aquella carta de Weeler, quizás Ménez pudiese ofrecerse a llevarla a tierra y echarle un vistazo por el camino, un poco de vapor quizás... 

Cargando editor
11/05/2014, 09:00
Alexander Peabody

El cruce del canal ofreció a Alex la oportunidad de explicar entusiasmado, a cualquiera que quisiera escucharle, todos los pormenores de cada una de las compuertas que atravesaban - Imagínese, la potencia necesaria para mover toda esa cantidad de metal. Observe esos cables, mire, mire que sección, ¿Se imagina la cantidad de electricidad que pasa por ahí en estos mismos instantes...? - exclamaba encantado y sorprendido, en cuanto sus obligaciones le daban la oportunidad.

Los interrogatorios estaban resultando tan frustrantes como era de esperar, pero Peabody no era de los que se desanimaban. Además, estaba aprendiendo mucho de la Srta. Arakimer; encontraba a aquella mujer era realmente sorprendente. Dado que ella desembarcaba, y él tenía guardia, decidió sondear a Wylie Loden por su cuenta; por algún motivo, la falta completa de referencias de aquel hombre le llamaba poderosamente la atención, y al fin y al cabo, por alguien había que proseguir.

Cargando editor
12/05/2014, 16:49
Timoty Pooster

Poco a poco, Tim iba interrogando a la gente asignada, mirando sus caras y gestos, casi siempre dirigidos hacia su acompañante.

Las dotes de observacion y psicologia le hacian ver si alguien era sincero o mentia y si ocultaba algo, tomando tras cada sesion leves notas en u cuadernillo de bolsillo.

Solo espero que pronto descubramos algo, esto es tedioso. suspiraba para si.

Sus guardias eran realtibvamentye comodoas, en la noche, previo a la hora de ir a la merecida sala y dormir en su camastro.

Notas de juego

a ver si se descubre algo....

Cargando editor
13/05/2014, 22:07
Guardián de los Arcanos

Esa noche subieron Menez y Wheeler en una lancha que habían alquilado para volver desde el puerto. Wheeler traía un abultado paquete, alargado. Le recibieron varios marineros con aire conspiratorio (hablaban a espaldas de Menez, en cuanto pensaron que ya estaba a otra cosa).

Pasaron las guardias sin novedad.

Día 20, Miércoles. En el Océano Pacífico.

La mañana surgió bajo los auspicios de un amanecer rojizo. Los perros se iban acostumbrando a estar en un barco, y ya no daban tanto la tabarra como antes. La primera parte de la rutina de los expedicionarios era, precisamente, sacar a los animales para hacer ejercicio en cubierta, junto con todos los cuidadores y aquellos que hubieran deseado seguir un cursillo de supervivencia en el polo centrado en ellos. Eran momentos gratos, antes del desayuno. Era un tiempo todavía fresco, en el cual los peludos no pasaban demasiado calor: luego el sol y la brisa húmeda y caliente les hacía insoportable estar al aire libre. Tras el paseo se les daba de comer. Luego desayunaba la marinería. Luego los oficiales y expedicionarios, por último, el capitán y sus invitados de turno.

Peabody y Menez, Hirsch y O'Connel, Kleiver y Pooster, en esa composición, convivían todo el tiempo con la gente, y estaban ojo avizor por si descubrían detalles interesantes.

Menez fue a la carga con Macilvane y Laroche, aprovechando la sesión de curso de dicción: era tras el desayuno cuando todo el mundo tenía que dar sus cursos. Pero ese día la periodista no estuvo todo lo concentrada que debería haber estado.

Wheeler, aquel de quien se sabía que tenía que mandar un abultado sobre, lo había entregado al correo, la noche antes... a la vez que Menez enviaba chorradas a su propia casa para justificar su viaje a tierra, pero aprovechando la inquietud de la guía polar, Hirsch se lo estuvo trabajando un poco... Tras media hora haciéndole sudar la gota gorda, al pobre hombre, Hirsch aflojó su presa.

No era nada. El tipo tiene ínfulas de escritor. He estado hablando con él. Parece que lo guarda en secreto... bien. Pienso, sinceramente, que no es práctico mantenerlo en la lista.

Descartó completamente, además, a Silkes, el encargado de las ropas.

Por último, la pareja Kleiver-Pooster se puso también a la tarea con los suyos. Pooster estaba muy en su salsa, haciendo preguntas astutas y repentinas, y haciendo que los corazones de los más timoratos palpitaran de más, y los de los más agresivos hicieran lo propio, aunque por diferentes razones. A Kleiver le dio la psicología propia como para saber que de continuar presionando así, alguien podía salir del trance con un ojo morado. El psicólogo hasta escribía el nombre de su próxima víctima antes de la entrevista y ponía encima un péndulo, a ver cómo se comportaba el instrumento... vibraciones, o algo así, decía. Y también, si las circunstancias se daban, pronunciaba nombres extraños entre dientes.

Pooster descartó a David Wylie, el encargado de la lavandería. Demasiado simplón, se dijo. También tuvo sometido al tercer grado a Avery Giles, el tan cacareado cotilla del barco... y le descartó casi inmediatamente. Este hombre es un cobarde, pensó. Perezoso y bueno para nada. Incapaz de correr un riesgo semejante. A saber cómo ha terminado en esta expedición, pero seguro que no ha sido por voluntad propia.

De la expedición de los Dementes se esparció un rumor inquietante. Al parecer el meteorólogo, Abermale, se había puesto enfermo en el viaje entre Medellín y Quito, y había sido internado en un sanatorio al llegar a Lima.

Más tarde, en la reunión vespertina con Moore, pudieron conocer algún detalle más. En un periódico fechado el día 15 se podía ver una fotografía de un estrado con banderolas de los Estados Unidos y de Perú. Sobre toda la escena, una pancarta rezaba, tanto en inglés como en castellano: ¡¡Expedición de los Dementes: bienvenidos!! En el estrado, un Abermale muy cambiado, sin su monóculo, despeinado, con el traje arrugado y manchado, tenía la boca abierta y la mirada alucinada. Tras él, los demás miembros de la expedición por aire, con cara de sorpresa, miraban al meteorólogo. El texto estaba en castellano, pero Moore resumió:

Al parecer el señor Abermale está enfermo. Se puso de relieve en este acto de bienvenida que dio el gobierno de Perú a la expedición. Sutton no ha querido, o no ha podido dar muchos más detalles, pero al parecer la cosa comenzó el día del huracán, justo cuando el joven Orgelfinger tuvo su propia crisis. Luego se recrudeció en Medellín, en unas circunstancias que no nos han explicado.

Orgelfinger, a todo esto, había salido a dar algunos paseos por cubierta, bastante más restablecido de su crisis nerviosa. Greene había prohibido a quien se encontrara con él mencionar nada sobre su enfermedad ni sobre el día en que se capeó el temporal, en el inicio del viaje. Parecía con buena salud, aunque más delgado y bastante pálido.

Moore, luego, sacó su propia lista de posibles sospechosos para cotejar los cambios que hubiera que hacer, según las observaciones del día. Finalmente, se quedó mirando a los concurrentes. ¿Y bien? ¿Qué piensan ustedes de todo esto?

En el exterior el mar se había picado, y el cielo cubierto de nubes. Anochecía, de nuevo rojos y violetas, tal y como el día había comenzado.

- Tiradas (9)

Notas de juego

Lista de la tripulación:

Médico de a bordo: Ray Lansing

Jefe de ingenieros: Charles Drummond

Ayudante del jefe de ingenieros: Bert Pacquare

Ingenieros:

Willia Wheeler (pagos sin retrasos, sin multas, sin nada raro en su camarote, parece que últimamente está bastante nervioso, y ha escrito una larga carta que insiste en que se mande en cuanto se toque tierra, no ha querido poner un telegrama ni intentar una conferencia por radioteléfono, descartado por Hirsch)Marck Folsom, Clyde Abernathy

Operarios de la sala de máquinas: Tom Humphries, Bartholomew White,

Sidney Beakins (leves retrasos, sin multas, sin nada raro en su camarote, Descartado por Hirsch),

Philippe Brunel (peticiones de adelantos con cierta frecuencia, pagos con retraso, sin multas, sin nada raro en su camarote, tiene más dinero del habitual),

Samuele Girolamo (peticiones de adelantos con cierta frecuencia, pagos con retraso, un expediente por embriaguez, sin nada raro en su camarote, el otro día, estando de libranza, se emborrachó, y casi se pelea con otro hombre),

Michael Fitzpatrick (leves retrasos, sin multas, sin nada raro en su camarote), 

Albert Webb, Rechard Hartz, Carford Montaigne, Edgar Cawley,

Sanley Rupert (algunos expedientes disciplinarios: embriaguez, peleas... , pagos al día, mucha actividad en sindicatos, sin nada raro en su camarote), Gregory Stanislaw (envíos constantes de dinero y bastantes peticiones de adelantos), Lucios Morelli (sin retrasos en los pagos, sin multas), Wylie Loden (no está sindicado, no hay datos, sin expedientes ni multas), Hugh O'toole (leves retrasos, un expediente por deserción hace muchos años)

Técnico de radioRobert Macilvaine

Carpintero: Lysander Bertolli (un par de expedientes por embriaguez, una multa. Pocos adelantos, bastantes envíos de dinero y mucha correspondencia, mira con mucha insistencia a las damas, en especial a la señorita O'Connel)

Contramaestre: Toger Blunt

Almacenero: Thomas Price

Furriel: Michael Oates, Darren Horst, Gregory Houlihan

Marineros de primera: Peter Stokeley, Abelard Almondale, Truman Cotter, Gordon Cooke, Nicolas Pellerin, Alexander Moseley, David Waters (se cree que planea desertar en cuanto se toque puerto, no le gusta nada la situación, descartado por Menez)Jude Pierce, Chipper Green

Jefe de cocina: Judas Whitney

Auxiliares de a bordo: Niles Abraham (cocina), Adam Henning (pinche) (dicen que un familiar suyo trabajó con Starkweather en el pasado) David Wylie (lavandería, descartado por Pooster)

Expedicionarios descartados:

Starkweather, Moore, Packard, Sutton, Pickwell, Field, Whitston, Abermale, Nils y Gunnar Sorensen, López, Halperin, DeWitt, Miles, Longfellow, Pulaski, Silke, Giles.

Cargando editor
14/05/2014, 20:33
Alexander Peabody

Quedan aún trece nombres a investigar entre la tripulación... - comienza a decir Peabody, como si se dirigiera al cuello de su camisa. Tras un carraspeo, prosigue en un tono algo más elevado - Sugiero que nos los repartamos, por orden si quieren; la única recomendación que se me ocurre es que Hirsch y O'Connel se encarguen de Bertolli, el carpintero. Si alguien puede sacarle alguna información relevante seguramente sea usted, Maggie... - termina, sonrojándose al pronunciar el nombre de la dama y haciendo un  gesto con la mano para ceder la palabra a los demás.

Cargando editor
14/05/2014, 22:12
(SS Gabrielle, capitán) Henry Vrendenburgh

Algunas horas antes...

El capitán miró molesto a O'Connel cuando le pidió seguir realizando registros. No, señorita, no puedo permitir esto ahora que yo mismo he tomado cartas en el asunto. Cuando considere que es inesperado, montaré otro registro sorpresa. Tenga en cuenta que la tripulación no es tonta, y que saben perfectamente qué hacía el señor Kleiver en esos camarotes, pues saben sumar dos más dos como cualquiera. Pero teniendo una excusa para no pensar mal, y con un motivo romántico y atractivo... pues hemos conseguido que lo dejen pasar sin problemas. Sobre todo cuando yo mismo he tocado un par de fibras sensibles: la posibilidad de que se queden sin paga por no satisfacer las condiciones de nuestro contrato con ustedes, ya que suspenderé el viaje de no tener la seguridad de que aparece el criminal, y la de que seamos el hazmerreir de la flota mercante norteamericana.

Pero en estas condiciones sería desastroso que les volvieran a descubrir violando su intimidad, toda vez que significa pasar por encima de mi, que soy la autoridad, pero estoy de su parte. Como si dijéramos, soy de los suyos, y lavo los trapos sucios de la familia.

Notas de juego

A pesar del fracaso, Maggie pensó que sería buena idea continuar con los registros, aunque se ofreció a llevarlos en solitario con el único apoyo de un compinche vigilante. Ella era buena en esas cosas de no hacer ruido, quizás pudiese... 

Eso sí, lo haría de acuerdo con el capitán, para asegurarse que los dueños de cada camarote estarían ocupados durante el registro.

Perdón, que se me había olvidado este detalle, O'Connel. Marchando post en retrospectiva. No os cortéis en decirmelo si me pasa más veces... que ocurrirá, seguro :)

Cargando editor
15/05/2014, 13:44
Aramiker Menez

Menez se atusó el pelo ante la pregunta de Moore tratando de suavizar sus palabras respecto a lo que pensaba.

- Bueno, no acabamos ni de empezar y ya tenemos dos delicados hombres mal de la cabeza.- La forma en que pronunció la palabras “delicados” , con lo correcta que era ella en el uso del lenguaje, dejaba claro que insinuaba algo. Miró al doctor Greene y al Dr. Hirsh con su curiosidad innata.- ¿Se puede saber algo mas de lo que adolece al Señorito Orgelfinger? Cuando dice al mismo tiempo, ¿quiere decir que los dos se pusieron así justo a la vez?-  Normalmente era una malpensada y, como siempre iban juntos y se habían separado no pudo contener su viperina lengua para añadir en tono jocoso.- ¿Mal de amores?Jiji.

Deformación profesional- Solía justificarse a sí misma.- Piensa mal y acertarás.- También usaba esa frase a menudo. No le gustaba nada la relación del exquisito meteorólogo y el jovenzuelo Orgelfinger y, meter sus narices en ello, le parecía de lo más normal, sobre todo teniendo la justificación de la búsqueda del Jonás.

No había tenido mucha suerte con Laroche y Macilvane, aunque este último estaba descartado ya desde hace tiempo  de la lista negra. Miró a Peabody y le dio una palmadita en el hombro, algo más fuerte de lo conveniente, cuando éste se sonrojó al mencionar a Maggie.

- Anoche me tomé la libertad de ponerme en contacto con un investigador privado telefónicamente. Le dije que investigara los “mirlos blancos” (Wylie Loden y de Lucios Morelli). Si alguien borra sus huellas puede ser algo evidente que puede descubrirse, pero aquí encerrados, no podemos hacer más que conjeturas. Cuando lleguemos a Melbourne sabremos el resultado y, por tanto, si podemos tacharlos definitivamente de la lista. Mientras, aquí dentro, me inclino a que Peabody y yo nos centremos en el grupito de amigos del camarote 14.- Se refería precisamente a los que habían tenido el incidente con Kleiver: Sanley Rupert  y Gregory Stanislaw, compañeros de los mencionados mirlos.

Notas de juego

Esa noche subieron Menez y Wylie Loden en una lancha que habían alquilado para volver desde el puerto.

Creo que no es Wylie Loden el que bajó conmigo sino Willia Wheeler, el descartado por Hirsch.

Cargando editor
15/05/2014, 17:59
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Creo que no es Wylie Loden el que bajó conmigo sino Willia Wheeler, el descartado por Hirsch.

Uuups, se me lían los nombres ;) Lo edito. 

Cargando editor
15/05/2014, 18:01
Maggie O'Connel

- Prefiero no ser yo quien hable con el carpintero... la verdad es que todos dais por supuesto que es una cuestión afectiva, y yo me huelo que puede ser algo más... incontrolable y primitivo, y no querría que la tripulación tuviese que recoger sus sesos de ningún lado. El capitán me ha prohibido continuar con los registros, no sé muy bien como seguir investigando... 

Cargando editor
15/05/2014, 22:28
Dr. Arthur Hirsch

Lo siento, Menez, dijo Hirsch, pero lo que hemos averiguado en el estudio del trastorno muchacho debe ser mantenido en secreto hasta que él mismo autorice su divulgación y, además, desaconsejamos que se le interrogue al respecto. De momento necesita tranquilidad, mucha tranquilidad, y su salud es lo primero. Cuando llegue el momento de una terapia más agresiva, no duden que se lo diré.

Puedo adelantar que la coincidencia con los problemas de Abermale me hace pensar en que hubo algo real en todo esto. No estaría de más buscar en los periódicos por si ha habido más avistamientos de... me debo callar. Supongo que algo así como un fenómeno tipo fuego de San Telmo, pero a lo grande. El señor Pooster comentaba eso mismo, que sus alucinaciones tenían una base real.

Notas de juego

Guardián penejotizando.

Me faltan Kleiver y Pooster... brrrrr.

Cargando editor
15/05/2014, 22:37
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Si, O'Connel. Efectivamente el capitán ha prohibido investigar los camarotes de la tripulación. Supongo que todo está en no ser descubierta ¿verdad? Digo, porque no me parece nada bien que nos quedemos de brazos cruzados.

Moore estaba desconocido, tan audaz...

Cargando editor
15/05/2014, 22:38
(Starkweather-Moore, operario) David Packard

Quizá no haga falta llegar tan lejos, jefe, intervino Packard. Al fin y al cabo, el capitán se ha referido a los marinos ¿verdad?

O'Connel, dijo usted que también deseaba investigar a alguno de los nuestros y, la verdad, el tema del ácido sulfúrico me suena más a algo que puede imaginar un científico. De los miembros de la expedición nada se ha dicho.

Cargando editor
17/05/2014, 01:27
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

 

Veamos, leyó Moore en voz alta: Operarios de la sala de máquinas: Philippe Brunel, Samuele Girolamo, Michael Fitzpatrick, Sanley Rupert, Gregory Stanislaw, Lucios Morelli, Wylie Loden, Hugh O'toole. Carpintero: Lysander Bertolli. Furriel: Michael Oates. Marineros de primera:  Nicolas Pellerin, Alexander Moseley. Auxiliares de a bordo: Niles Abraham (cocina), Adam Henning (pinche).

Expedicionarios descartados: Starkweather, Moore, Packard, Sutton, Pickwell, Field, Whitston, Abermale, Nils y Gunnar Sorensen, López, Halperin, DeWitt, Miles, Longfellow, Pulaski, Silke, Giles.

Yo cuento catorce personas.

Notas de juego

Lista de la tripulación:

Médico de a bordo: Ray Lansing

Jefe de ingenieros: Charles Drummond

Ayudante del jefe de ingenieros: Bert Pacquare

Ingenieros:

Willia Wheeler (pagos sin retrasos, sin multas, sin nada raro en su camarote, parece que últimamente está bastante nervioso, y ha escrito una larga carta que insiste en que se mande en cuanto se toque tierra, no ha querido poner un telegrama ni intentar una conferencia por radioteléfono, descartado por Hirsch)Marck Folsom, Clyde Abernathy

Operarios de la sala de máquinas: Tom Humphries, Bartholomew White,

Sidney Beakins (leves retrasos, sin multas, sin nada raro en su camarote, Descartado por Hirsch),

Philippe Brunel (peticiones de adelantos con cierta frecuencia, pagos con retraso, sin multas, sin nada raro en su camarote, tiene más dinero del habitual),

Samuele Girolamo (peticiones de adelantos con cierta frecuencia, pagos con retraso, un expediente por embriaguez, sin nada raro en su camarote, el otro día, estando de libranza, se emborrachó, y casi se pelea con otro hombre),

Michael Fitzpatrick (leves retrasos, sin multas, sin nada raro en su camarote), 

Albert Webb, Rechard Hartz, Carford Montaigne, Edgar Cawley,

Sanley Rupert (algunos expedientes disciplinarios: embriaguez, peleas... , pagos al día, mucha actividad en sindicatos, sin nada raro en su camarote), Gregory Stanislaw (envíos constantes de dinero y bastantes peticiones de adelantos), Lucios Morelli (sin retrasos en los pagos, sin multas), Wylie Loden (no está sindicado, no hay datos, sin expedientes ni multas), Hugh O'toole (leves retrasos, un expediente por deserción hace muchos años)

Técnico de radioRobert Macilvaine

Carpintero: Lysander Bertolli (un par de expedientes por embriaguez, una multa. Pocos adelantos, bastantes envíos de dinero y mucha correspondencia, mira con mucha insistencia a las damas, en especial a la señorita O'Connel)

Contramaestre: Toger Blunt

Almacenero: Thomas Price

Furriel: Michael Oates, Darren Horst, Gregory Houlihan

Marineros de primera: Peter Stokeley, Abelard Almondale, Truman Cotter, Gordon Cooke, Nicolas Pellerin, Alexander Moseley, David Waters (se cree que planea desertar en cuanto se toque puerto, no le gusta nada la situación, descartado por Menez)Jude Pierce, Chipper Green

Jefe de cocina: Judas Whitney

Auxiliares de a bordo: Niles Abraham (cocina), Adam Henning (pinche) (dicen que un familiar suyo trabajó con Starkweather en el pasado) David Wylie (lavandería, descartado por Pooster)

Expedicionarios descartados:

Starkweather, Moore, Packard, Sutton, Pickwell, Field, Whitston, Abermale, Nils y Gunnar Sorensen, López, Halperin, DeWitt, Miles, Longfellow, Pulaski, Silke, Giles.

Cargando editor
17/05/2014, 02:25
Guardián de los Arcanos

En ese momento, interrumpió su charla un sonido escalofriante y una luz. Chirriaba desde la proa del Gabrielle algo que sonaba completamente fuera de la experiencia de cualquiera. Todos, con diversas muecas de dentera, provocada por el inaguantable chirrido, se asomaron a las ventanas que daban a la parte delantera del barco.

El mar estaba oscuro como boca de lobo. Nubes de color violeta delicado y morado oscuro todavía se demoraban para despedir al sol lejano ya en camino por el mundo subterráneo. Se habían apagado las máquinas completamente, y el barco iba a la deriva.

¡Mirad! ¡Mirad, por Dios! Se oyó una voz alterada por la sorpresa. Enseguida se encendieron varios focos que iluminaban la afilada proa: en el borde se podía observar movimiento. Había un puñado de algas. Pudo ser confundido con eso, hasta que se movió. Había algo bajo las algas, por tanto. Algo así como una garra de cinco dedos palmeados que lucharon por agarrarse. Igualmente casi cubierta por ciertas excrecencias vegetales, otra garra surgió al lado de la primera, que aupó un cuerpo oscuro y fofo.

Notas de juego

Tirada de cordura y acciones. Rolead en consecuencia de lo que os salga en la cordura.

Estabais en vuestro lugar habitual de reunión. Lo que fue la enfermería y ahora es laboratorio común, y antes era la suite del propietario (así llamada en los planos) Eso, para poder ver, os sitúa en la cubierta de botes, asomados por el lado delantero, a la intemperie, en la terraza, vaya.

Cargando editor
17/05/2014, 02:46
Maggie O'Connel

Maggie nunca había sido muy equilibrada, era justo decirlo. Quizás por eso había rechazado una vida de cómoda existencia como florero de algún rico heredero para llevar una vida rodeada de perros y peligros en el medio del infierno blanco.

Lo razonable habría sido huir, lo razonable habría sido gritar, lo razonable habría sido no haber embarcado en aquella locura. Pero ella no era una mujer razonable, era una aventurera, una cazadora, y siempre tenía sus armas consigo y más desde que sabía que había un traidor en el barco que a punto había estado de matarla ya una vez (al menos había sido el instigador del atentado). Sin pensarlo dos veces tomó su repetidora de la bolsa que tenía siempre consigo, lamentando que su fusil de caza estuviese en su camarote y disparó, amartillando a continuación.

Sus ojos ya no reflejaban nada más que pura locura, deseo de matar, deseo de acabar con aquella criatura salida del mismo averno.

- ¡Que alguien vaya a buscar mi fusil a mi camarote! -exigió con una voz que sonaba histérica, a punto de quebrarse, como seguramente lo estaba la mujer a la que pertenecía.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Máster, si no puedo hacer eso dímelo y rehago el post.

No tiro daño porque depende de la distancia a la que esté

Cargando editor
17/05/2014, 03:16
Aramiker Menez

El chirrido pilló por sorpresa a Menez pero reaccionó rápido. Otros se hubieran tapado los oídos y quizás un escalofrío denteroso hubiera recorrido su cuerpo. Pero ella, como si de una hechicera se tratase, contrarrestó el incómodo efecto con una retahíla de bilabiales. Pronunciarlas provocaba el bloqueo en la boca del aire que iba a ser expulsado, lo que hacía presión sobre la parte cartilaginosa del oído externo, que ensanchándose, alivia la desagradable sensación. Igualito que cundo se boquea para destaponear los oídos con las altas presiones.

-PA-LA, PA-LA, PA-LA", ... "PLA", "PI-LA, PI-LA, PI-LA, PI-LA", .... "PLA".- De dónde procedía aquel ruido sólo podría saberlo si salía a la cubierta. Dicho y hecho. Se encaminó al pasillo junto con Maggie y se asomó por la borda de la cubierta de botes. Cuando su amiga solicitó que alguien fuera a por si fusil no dudó en ayudar. Al emnos a su camarote, que compartía con la intrépida mujer, sabía ir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

- Salgo a la cubierta y miro pro la borda.¿Veo lo que es?

- Voy al camarote a por el fusil.

Editado: se me había olvidado una cosa.