Partida Rol por web

Andrea tiene que cerrar los ojos cuando ve a Whitaker llevarse aquel corte a la mano. ¡Por Dios! Grita mientras lleva la cara contra aquella salida y presiona hasta con su frente.

Sin mirar a Whitaker. ¡Apoya completamente la mano sobre el altar! ¡Que se empape! ¡Quizás es lo que quieren! ¿Lo que quieren? ¿Quién Andrea? Decían sus pensamientos ¿Y yo qué sé quién? Esto es una pesadilla. Mientras seguía presionando con su cabeza y el dedo aquella puerta con todas sus fuerzas. Sin duda Andrea empezaba a tener alucinaciones o incluso a fundirse totalmente en aquel misticismo que le contagiaba Cameron

Al oír a Andrea, Cameron asintió despacio. Eso es ¡Claro! No es un poco de sangre, es el contacto directo.

Whitaker fue a ponerse de rodillas como tantas veces hacía en misa. Pero esta vez algo fue diferente. Algún tipo de fuerza ancestral hizo que en vez de hincar una rodilla patosamente, se agachara. Se puso en cuclillas encima del altar, en un lado de su parte más larga. Levantó una rodilla más que la otra y echándose ligeramente hacia adelante ¡pam!, se puso a 4 patas de forma gracil: acuclillado, con las piernas flexionadas mantenía su peso trasero en la punta de sus botas y se echaba hacia apoyando la mano derecha primero y luego la mano izquierda, herida y manando sangre sobre en al altar con la palma totalmente abierta. Deslizaba la mano sobre el alter de un lado al otro empapándolo. Podía sentir el frio de la piedra y como empezaba a vibrar cada vez más fuerte. Al subir la mano derecha al muslo, y apoyarse solo el la mano herida de repente casi parecía un extraño atleta con bandolera a punto del pistoletazo…. o ¡espera! no, parecía un puñetero primera línea del equipo ¡cantando la jugada al quarterback! Al darse de sopetón cuenta de la similitud, Whitaker no pudo evitar una media sonrisa… 

VAMOS  !!ábrete!! pensaba mientras apoyaba con fuerza la palma contra el altar.

Notáis que la vibración fluctúa, pero nunca a más intensidad. Ya no parece vibrar como hace unos segundos. La herida del doctor no está emanando sangre como al principio, los milagros de la coagulación y unas buenas plaquetas.

Andrea se queda quieta ante los temblores, pero cuando estos cesan abandona su posición y se dirige decidida a Whitaker. Doctor, ¿dónde sale más sangre? ¿Qué parte del cuerpo es más sensible? Mientras agarra la mano del arqueólogo y observa su palma más bien reseca. Creo que tenemos que llenar esto un poco más. Dice señalando al altar. Creo que necesita más sacrificio. Cada vez que realiza una conjetura del estilo, se produce una parada en su voz, se provoca hasta miedo estar empezando a pensar y razonar de esa manera.

Yo misma puedo darme un corte, depende de donde. Al coger la daga un poco temblorosa.

¿dónde sale más sangre? 

No… no… no lo sé… dijo mientras veía como Andrea recogía la daga del altar. 

Whitaker miraba a su mano ensangrentada, con partes de la herida coaguladas. Parecía buscar cualquier otra opción, pero no parecía haberlas. - ¿tu crees que es cuestión de cantidad, Andrea? Se reincorporó y ahora se puso de rodillas. Miraba abajo intentando convencerse a si mismo de que lo que se le había ocurrido era de verdad la única alternativa posible. - Cuando he dejado caer ese chorrito ¿piensas que ha vibrado mucho más fuerte? si ¿verdad? Asentía buscando confirmación. -¿Te sonaba como a un mecanismo?  Lo sabes, no hay otra salida Cameron. En un sacrificio se vierte mucha sangre, ¿como lo vas a reproducir de otra forma?

Yo misma puedo darme un corte, depende de donde

eee… vamos… vamos… crrrrgggh… Whitaker tosía de puros nervios. Le estaba costando dominarse y mantenerse unido a su imagen de erudito aventurero. Se le escapaba e iba siendo sustituida por miedo. Vuelves a lo de siempre niño. La recién encontrada seguridad se difuminaba. NO ¡¡NO!!  - Si, venga Andrea la miró con más decisión. NO. Este es MI territorio. MI vida. MI trabajo. YO no voy a morir aquí. - Vamos  a hacer otro intento ¿vale? Mientras decía esto rebuscaba en su bandolera. Sacó la otra espada corta y la empuñó en su mano derecha, mirándola de arriba abajo. - Mira, tu primero córtate en la mano así le dijo haciéndose un gesto con la espada y enseñándole la herida de su mano izquierda - Aquí por muy profundo que sea no será grave, creo. Y cuando cuente hasta tres, un, dos y ¡Tres!… dijo haciendo un pequeño simulacro,  la vuelcas para que caiga toda la sangre, y luego vas abriendo y apretando el puño para que no pare de bombear liquido, acompañaba sus palabras con gestos de las manos. - Lo vi una vez el el Discovery Channel, dijo levantando una ceja y con un resoplido ahogado como quien dice "es lo que hay"

- Yo... miro furtivamente a su mano izquierda… yo…  a la vez, te ayudaré con otro intento, con otro… otro corte, a ver si entre los dos podemos hacer que funcioné. Whitaker quedó expectante, mirando a Andrea sentado sobre sus talones en el altar. En la mano derecha una espada, reposando en el regazo como si fuera un crío. No había cogido muchas armas antes. 

- Preparada? Lo digo casi automáticamente, solo quería que lo mirara a los ojos para poder ver que estaba pensando y no sentirse tan solo.

Preparada?

Andrea nota el sudor correrle por la cara, pero la sensación es fría. Se lleva la mano a la frente, para secársela y nota un pequeño escozor en el dedo gordo que aún está coagulando.

Retira su mano de la cara y mira su palma con recelo. En la otra mano, la daga, temblorosa. Respira hondo. Traga saliva. Vuelve a respirar hondo. Nota el nudo en la garganta. Otra respiración profunda. Siente hasta fatiga. Una última respiración. Sabe lo que va a hacer. Su corazón va a explotar. Mira a los ojos de Whitaker con fiereza

Todo pasa en décimas de segundo. Agarra con su mano libre la mano de Cameron para su sorpresa. Desliza sus dedos entre las falanges de los dedos del arqueólogo rápidamente. Ambas manos están entrelazadas. Pero las palmas no. Y sin pestañear ni quitar la mirada al doctor, mete la daga entre las palmas de ambos. Y presiona, presiona con fuerza, obligando a su compañero a presionar también.

Cuando nota la presión de ambas palmas sobre la hoja, saca el cuchillo con virulencia rápidamente. Vuelve a notar ese escalofrío, pero mucho más intenso que antes. ¡AAAAHHH! Esta vez chilla, no es capaz de aguantar el dolor. La daga se le cae, al igual que las lágrimas por la cara. ¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡FUNCIONA! ¡FUNCIONA, POR FAVOR! Grita descontrolada. Mientras se coloca encima del altar haciendo los movimientos que le comentó Cameron con el puño. Abriendo y cerrando. La sangre cae en hilo sobre aquella piedra. Mientras que la mano que antes sostuvo la daga, ahora agarra la muñeca de su mano herida de manera instintiva pensando que aquello aliviará el dolor.

Las lágrimas de dolor y rabia cubren su cara. Le tiembla todo el cuerpo. Las rodillas flaquean. Acaba apoyando la mano ensangrentada sobre aquel pedestal, notando la piedra en sus heridas.

Con la sangre que emana de la profunda herida provocada por la daga atravesando la palma de vuestras manos, notáis que el altar se tiñe de rojo a un ritmo más rápido que anteriormente. ¿La diferencia? las vibraciones habían vuelto y eran cada vez más intensas.

Habíais comprobado empíricamente que la cantidad es importante, puesto que en ésta ocasión se había vertido sobre el altar más sangre que antes y la respuesta directa fue una vibración más fuerte.

Sin embargo las puertas seguían sin abrirse

¿Cómo debíais interpretar aquello?

El miedo por sacar conclusiones hizo que incluso se os olvidase el intenso dolor en la palma de la mano.

La veía rara. Andrea tardó en levantar su mirada y cuando lo hizo, la tenía un poco perdida. No respondió que si. Estaba debatiéndose en algo y no sabía que ¿Estás bien? Pensó Whitaker un instante. Pero de repente le cogieron la mano entrelazándosela ¿Pero que…?. Duro poco el desconcierto porque su compañera metió la daga en el medio con un filo en cada palma y al notar que presionaba, se dio cuenta ¡¿ PERO QUE… ?! Solo pudo levantar la mirada para mirarla a la cara cuando saco la daga con violencia…

- AAAAAhhhhhhhh los CLAVOS DE CRISTO AAAAAAAAAAHHrrrrrhhhhhh. Se miro su maltrecha mano izquierda segada en dos direcciones ahora. ¡DIOS! Le subía un dolor por el brazo hasta la espina dorsal. La MADRE que la…  – Vale, vale... decía asintiendo. Un escozor infame. Vamos, Esta hecho, Vamos Cameron.Apretó el puño ensangrentado y con el la otra mano apretaba su brazo como para literalmente ordeñarlo. Caía un reguero de sangre al altar. Por fin consiguió concentrarse. Bajo la mano, y con ella en el alter empezó a deslizarla a través de toda la superficie para intentar cubrirla entera. - ¡Sigue! Intenta cubrir toda esta malDITA COSA. Se estaba calentando otra vez. La adrenalina hizo que sus pensamientos casi se fundieran con el dolor, como si los pinchazos que recorrían el brazo fuera simplemente hielo. Se bajo del altar y lo intentó empujar con el hombro mientras vibraba. ¡Y empuja el altar!  ¡Intenta arrastrarlo!.*Entonces Whitaker gritó en Egipcio antiguo la traducción de la inscripción para ver si surtía algún "LA SANGRE ES LA LLAVE"

Se quedo con la máxima atención de la que era capaz a las vibraciones y a las puertas. Si subían de lo que había experimentado antes, si veía que las puertas empezaban a subir o cualquier otra señal de que el efecto funcionaba… pero si quedaba a medias… a la mínima que viera que se empezaba a debilitar lo hago, ZAS, ¡¡LO HAGO!!

Cuando la vibración paró, Andrea se dejó caer al suelo de culo, rendida. Gimoteaba de rabia y dolor, mientras se sujetaba la mano herida con su otra mano. ¡No ocurre nada! ¡No cambia nada! Decía entre sollozos con amargura. ¡No pasa nada, Doctor! Seguía repitiendo. Esto solo vibra y vibra cuando nota sangre, pero nada más... Se calló pero se seguía escuchando un pequeño lamento en su voz.

La sangre es la llave... La sangre es la llave... Empezaba a repetir casi susurrando mientras se agarraba las rodillas

Esto solo vibra y vibra cuando nota sangre, pero nada más...

- Si, lo veo... pero.. Es cierto, ES CIERTO. Con el corazón en un puño empezaba a desesperarse, y ver como Andrea se derrumbaba solo lo hacia más conservador. ¿Lo hago? Whitaker quería engañarse a si mismo. - pero... maldita sea. Pero ha vibrado mucho más fuerte. ¿NO? No le preguntaba a nadie, ni a si mismo. Espera, solo vas a tener un último intento. No lo desperdicies. Y ahora se te escapa algo. Se te escapa Cameron. 

En la posición que estaba y sin mediar un segundo, Whitaker sacó el medallón de la bandolera, y esta vez si que lo manchó. Pasó la mano por toda la sangre del altar y después la plantó en el medallón embadurnándolo bien. Acto seguido lo dejo sobre el altar mientras le decía a Andrea - Mira a ver si la daga la puedes encajar en algún sitio por aquí, señalando primero al altar y después haciendo un circulo con la mano, como si fuera una llave… prácticamente si mirar a Andrea. Le costaba verla en el suelo ensangrentada. Sentía una presión en el pecho. Estaba fallándole a ella, a si mismo, y a su padre. Todavía no, todavía no.

Malherida y descompuesta, agarra la daga con la mano buena, ya que la otra le duele hasta con el latir del corazón.

Se levanta y desplaza hacia la pared, ni en sus peores borracheras y fiestas donde había más que alcohol, se había desplazado de esa forma tan lastimera y descoordinada. Parece un zombie de película. Mira la daga, tiene sangre sí, pero ya el sadismo es tal en su mente, que aprieta con la parte plana de la hoja en su palma herida y vuelve a notar como escupe sangre. Rápidamente recorre la punta de la daga por la palma para embadurnarla de sangre fresca.

Alza la cabeza y recorre la daga por aquella puerta de salida, como si estuviera pintando un cuadro. Comienza haciendo un corazón, que se aprecia claramente en aquella piedra, continúa haciendo círculos, triángulos, y cosas incomprensibles. A cada poco, como si su palma fuera una paleta de pintura y la daga un pincel, vuelve a apoyar el arma sobre la herida para refrescar el metal y seguir pintando.

Andrea se vuelve a sentar de culo. Apoya solo su mano sana en el suelo, detrás de la espalda. Mira a la pared. Se queda pensativa. Las lágrimas vuelven a recorrer su rostro. Se queda en silencio... ¿Qué haría Robert en este momento?

Andrea finalmente se levanta con bastante cansancio en su rostro. Mientras se sigue agarrando la mano herida, se acerca hasta Whitaker. Le estoy dando vueltas y vueltas, Doctor... Le mira a los ojos con tristeza y dolor. Lo único que provoca algún cambio es el contacto de la sangre sobre esta ¡MALDITA PIEDRA! Termina gritando y dando una patada con la planta del pie al altar. ¿Y si no hemos derramado la suficiente sangre Doctor? Vuelve a mirarle a los ojos buscando comprensión. ¿Cuánto sacrificio necesita esta maldita sala? Hay duda en su mirada. Desgraciadamente creo que es la única clave que tenemos... La sangre es la llave... Termina diciendo agachando la cabeza... mirando la herida de su mano... mirando aquella daga ensangrentada...