Partida Rol por web

Oigo los pasos de la mujer mientras se aleja... Pero algo ocurre.

Yo no creo en las coincidencias.

Mi mirada sigue el extraño paquete mientras cae a mis pies... El brillo metálico delata en parte su interior...

Así que cuando la mujer se acerca después de murmurar, y se agacha a mi lado, no puedo evitar actuar.

Mi mano derecha se apoya sobre su mano, mientras mi mano izquierda busca apoyarse directamente en el paquete, tratando de tocar con mis yemas el metal de su interior.

- Creo que se te ha caido ésto...

Mis manos agarran a la joven y al paquete con firmeza y expectación.

Cuando ambos lo tocais sentis como si os absorvieran y...

Otro lugar, una habitacion, un hombre en mitad de la sala con el estoque desenvainado, una mujer en un rincon cubierta de sangre y con las ropas rotas, su largo pelo negro la cubre sus facciones. Sombras le atacan desgarrando su carne y haciendo que su sangre caiga en el suelo, cuando acaba con la ultima de ellas se acerca a ella. Coge con mas fuerza la empuñadura y la levanta mientras la mira con pena

Constanza, sabes que lo debo hacer, no puedo permitir que le traigan de nuevo a este mundo. Pronto me reunire contigo mi amada la clava el arma en su corazon mientras un sonido inhumano sale de su garganta abriendo la boca y mostrandos sus colmillos mientras el cuerpo se convierte en cenizas....

Volveis a las alcantarillas, os estais mirando y os estan mirando.

Estoy a punto de darle las gracias al agresivo gangrel cuando repentinamente mis ojos se abren en sobremanera y me aborda una especie de visión, trance o qué sé yo. Cuando termina doy un traspiés de la impresión, por suerte no caigo a esa asquerosa agua pero miro alrededor aturdida intentando ubicarme de nuevo.
Supongo que habrá sido algún tipo de "señal" del arma pero de momento no he acabado de comprender el mensaje, quizá sea por Soren o simple casualidad, no es que pueda precipitarme en una decisión así.

Me acerco los pocos pasos que me había separado y cojo la espada de sus manos antes de que decida sujetarla con más firmeza, envolviéndola nuevamente para que no deje adivinarse lo que hay entre los pliegues de la ropa.
-Creo que deberíamos hablar fuera de aquí, tengo que explicarte algo...- miro de reojo al nosferatu y a Scott, no puedo ni voy a decir anda más delante de ellos así que observo nuevamente a Soren.
-En el local Manthys, siempre ando por ahí y si no pregunta por mí, soy Irina- espero un momento pro si quiere preguntar o añadir algo, aunque no estoy dispuesta a dar información "confidencial" en este lugar lleno de oídos ajenos pero quizá decida que prefiere no saber nada sobre el tema. Supongo que eso le descartaría de inmediato.

Al sentir el metal entre mis dedos todo parece transformarse, cambiar...

El mundo entero ha dado un giro. Una escena intensamente dramática viene a mi mente, llenándola, colmándola.

Siento como si todo lo que puedo ver en mi cabeza hubiera ocurrido hace tiempo y fuera verídico.

Y sin embargo me siento a salvo, ajeno a lo que ocurre, fuera de escena.

Las sombras me provocan una sensación extraña, vertiginosa. Aún tengo mucho que aprender de este mundo de sangre y oscuridad...

Al contrario, la punción de la espada sí me es familiar. La violencia de un arma empuñada con decisión y maestría... sangre... Muerte.

Cuando la mujer se vuelve ceniza la realidad parece volver, casi súbitamente.

Mi expresión muestra una mezcla de sentimientos encontrados: estupor, desasosiego, intriga... y una clara sensación de adrenalina y riesgo que hacen que me sienta más vivo... Alerta.

Incluso algunas gotas de sudor sanguinolento perlan mi frente.

No puedo disimular.

Mi mirada se clava en la de mujer, igual de intensa y contradictoria, que mientras toma el objeto y lo envuelve.

Ambos sabemos que sé de qué se trata.

La escucho sin pestañear, y asiento. Reprimo preguntarle si ella ha visto lo mismo... Su mirada me lo confirma.

Apenas puedo articular palabra... Dudo unos instantes.

¿Voy a dejar que se marche? ¿Sin más?

Necesito saber qué ha ocurrido. Qué ha sido esa visión, y si ella ha visto lo mismo por qué la hemos compartido...

Mis palabras suenan algo torpes cuando la contesto susurrándola.

- Dame una fecha, una hora... Prométeme que no huirás, Irina.

Prométeme que no huirás con las respuestas.

Espérame en el Manthys, esté dónde esté.

Confiar en las palabras... No era mi estilo, pero hasta ahora la mujer había parecido sincera en todo.

Soren parece dubitativo y confuso por primera vez desde que le he visto aparecer. No el culpo, de hecho yo también me encuentro perdida y desorientada y aún así sé más que él, aunque muy poco, pero son cosas que deberé explicarle de todos modos. Quizá pueda averiguar más por sí mismo después...
Me susurra casi una súplica y esbozo una sonrisa afable para él.
-Sé que todavía no me conoces... Yo nunca huyo Soren, aunque tuviera que pelear contra el propio Caín lucharía hasta el final si así lo decido- digo esto con seriedad, él puede decidir si me cree o no, aunque no suelo emplear halagos ni frases biensonantes, muy al contrario a veces la sinceridad me trae problemas.

-Estaré esperándote, cuando tú quieras- concluyo con un rápido asentimiento de cabeza para apoyar mis palabras y entonces acaricio con la yema de los dedos un par de sus gotas de sudor sangrante, llevándome el salado sabor a los labios mientras me marcho nuevamente junto a Quentin. Necesito un buen baño... y él también.

Un golpe, un extraño sonido y una tapa de alcantarilla es levantanda cuando tres sombras caen en el agua infecta. Miran a Irina y a Quentin que comienza a gimotear, sacan sus armas, unas berettas y os apuntan con ellas mientras

Dadnos el paquete, ambos paquetes si no quereis morir dice uno de ellos con voz grave e imperiosa quitando el seguro y amartillando el arma. Scott los mira un segundo antes de lanzarse contra ellos con rapidez inusitada, suena un disparo y se lo lleva en el pecho echandole hacia atras mientras la herida comienza a manar sangre. Viktor se queda donde esta y los mira con gesto serio mientras sus ojos comienzan a brillar.

Escucho las palabras de Irina sin dejar de mirarla a los ojos. Me sorprende su tono, cercano, casi conciliador.

Cita:

Todavía...

Su gesto me resulta inesperado. Pienso en cómo contestar a su sinceridad, a sus actos directos y limpios.

Pero no tengo tiempo.

Nunca hay tiempo para palabras y gestos amistosos. El mundo de la noche parece buscar sangre cada segundo.

Y esta vez es la nuestra.

Cobardes...

Aparecen sin más, armados y dándo órdenes.

Mi ira vuelve a encenderse mientras desvío la mirada de Irina, obviando lo ocurrido por el momento.

Sé que buscan el paquete... Pero ahora éso no importa. Sólo importan sus armas y su actitud, ofensiva y amenazante.

A mí nadie me amenaza...

Pase lo que pase, aunque muera, por encima de todo, seré siempre libre.

De forma inexplicable me encuentro enfurecido por el ataque contra el hombre al que hace unos minutos estaba dispuesto a desgarrar. No puedo saber si es porque aún lo considero mi presa, o porque ha demostrado un valor y una determinación que hace sombra a los recién llegados.

No hay tiempo para más reflexiones.

Mis garras bailan de nuevo sobre mi propia carne, mientras busco precipitarme contra ellos. Un grito de euforia y anticipación inunda los callejones acuosos, después de escapar de mi garganta.

En mi cabeza, un flash tan breve como los pensamientos: Los ojos de Irina, la espada, la visión.

Necesito sobrevivir a ésto... Porque necesito conocer las respuestas.

Pero ante todo, siempre, seré libre.

Mi vista se alza en acto reflejo hacia el metálico ruido provocado por la tapa de alcantarillas a la que ya me encontraba cercana. Tres engendros de extraño aspecto nos amenazan con sus armas de fuego lo cuál demuestra que probablemente no tengan demasiada idea de lo que es pelear De Verdad, aunque no me extraña, parecen los típicos que te pegarían un tiro por la espalda... No estoy segura de si son ghouls, humanos, vampiros u otra cosa, pero con los aquí presentes no me siento demasiado atemorizada ante su presencia y sus palabras. Muy al contrario, ladeo una sonrisa de lo más traviesa.

-Tranquilo cielo, no dejaré que te hagan daño- le respondo a Quentin con voz melodiosa y controlada, aunque no le miro ya que debo centrar mi atención en los enemigos.
Cómo ya esperaba tanto Scott cómo Soren no tardan en reaccionar agresivamente al respecto y mientrastanto la atención se centra en ellos y yo ya estoy preparada.

Mis movimientos se tornan tan rápidos cómo los de una centella, apenas se oye el sonido amortiguado de la caja cayendo al agua mientras un sonido metálico corta el aire y mis pasos llegan hasta uno de los desdichados que se ha atrevido a apuntarme con su arma.
Antes de que le dé si quiera tiempo de reaccionar el afilado y extraño estoque de plata se ha movido con rapidez y precisión letal seccionando su cuello limpiamente mientras su cuerpo cae a la fétida agua salpicando.
Me giro hacia los otros dos sin dejar de sonreír con cierto aire triunfal. El que ríe último ríe mejor...

El estoque brilla en las manos de Irina y comienza a calentarse quemandola la palma con rabia virulenta.
Scott se lanza contra otro mientras la alcantarilla es cerrada por una nube negra. Quentin se queda en un rincon y comienza a buscar la caja en el agua sin importarle el resto como si no existierais

Abajo hay varias personas peleando, una mujer de pelo rosa y tres hombres ya que el cuarto esta buscando algo en el agua..
NOrman te mira y te hace un gesto para que sigas bajando.

Ante el gesto de Norman, continuo bajando. La verdad es que las alcantarillas putrefactas no eran el mejor lugar en el que deseaba pasar la noche... pero en vista del exito...

Me coloco agazapada mientras observo la escena con detenimiento, intento descifrar la situación, incluso ver si alguno de los que luchan me resultan conocidos.

Si es así habrá que entrar en acción, si no tendremos que matirzarlo antes de tomar una decisión concreta.

Noto cómo la espada empieza a quemar la palma de mi mano dolorosamente, obviando que no debería estar manejándola, así que no puedo reprimir un pequeño quejido de dolor mientras me limito a lanzarla con brutalidad contra otro de esos tipos con la intención de que se le clave o le cerciore alguna parte del cuerpo antes de que la extraña nube oscura o niebla acabe de inundar el sitio y no deje vernos nada.

-¡No es necesario que nos dejes a oscuras...!- exclamo mirando tan sólo un momento de reojo a Víktor algo alarmada. Al fin y al cabo no deberíamos tener problema en deshacernos de ellos y si sigue con esa "niebla" oscura no podré verme ni a mí misma.

Mientras me muevo y mi cuerpo impacta contra uno de los otros cuerpos, siento como si el tiempo avanzase más rápidamente.

No hay tiempo para pensar, para dudar. Sólo el instinto.

Siento como mis garras se clavan en la carne de mi contrincante, tibio y blando, húmedo... Herido. No pierdo el tiempo contemplando las consecuencias... Continúo desgarrando la herida, haciéndola más grande, tratando de eliminar a una de las tres posibles amenazas.

Apenas puedo percibir mi alrededor... Pero el quejido de Irina hace que me vuelva hacia ella, buscando una explicación.

Veo la espada arder... Y se enciende en mí una mezcla intensa... Temor e intriga...

Es como si al verla al rojo, necesitara saber por qué y cómo. Sigo su trayectoria con la mirada, impresionado, sin percatarme de la oscuridad que se aproxima hasta que la voz de Irina habla de ella.

Junto a mi vista, uso mi olfato y mi oído, tratando de percibir qué ocurre ahora.

Puedo ver el combate, incluso una espada que brilla volando por los aires.

¿Sera esa otra de esas espadas de las que hablaba norman?

Le miro por un instante, no se que pretende que hagamos a continuación. De todos modos una ayuda extra a los luchadores no les vendrá mal.

Intento recurriendo a los poderes de mi sangre hacer emanar algún zarzillo de las sombras para ayudarles en su contienda.

VEis como un zarcillo se engancha a uno de los hombres que hay alli, si se les puede llamara hombres y lo rodea apretandole para no dejarle hacer nada. Quentin levanta la espada con una risa tonta mientras mira su filo con curiosidad, esta rojo pero no quema. El otro que queda libre va a saltar sobre Irina cuando Scott le placa en el aire tirandole al suelo cenagoso.

Sonrío de forma ladeada ante el lanzamiento de la espada con el que he acertado en el pecho de uno de esos tipejos extraños, pero mi atención se desvía, lo cuál sé que no debo hacer en pleno combate pero tampoco puedo evitarlo.
-Quentin, ¡ten cuidado...!- le miro preocupada, cómo si de un chiquillo se tratara, por la posibilidad de que su mano también se queme y sin embargo soy yo la que me expongo al máximo peligro al haber bajado la guardia.
Por suerte uno de ellos es inmovilizado con esa extraña habilidad que ya he visto usar anteriormente en otros vástagos Lasombra y el otro es abatido con precisión bestial por un Scott enfurecido al cuál me acerco.

-Dinos quiénes sóis y quién os envía- digo con cierto tono autoritario mientras Summers sigue encima del engendro y yo apoyo mi bota en su garganta dispuesta a hacerle sufrir bastante si no se muestra lo suficientemente "interesante".
Apuesto a que entre Víktor y Soren darán buena cuenta del tercero.

Natasha sonrie en la oscuridad al haber conseguido acertar en uno tan facilmente.

Aunque la posición era ventajosa cubierta en la oscuridad, parece ser que no hacía falta cubrirse mucho más y al parecer ellos también tenían una espada de esas, supongo que Norman querría hablar con ellos más que nada por su creciente interés en ese tipo de artilugios pasados de moda.

Descubro el velo de sombras que me ayudaban a mantenernos cubiertos y me incorporo lentamente mientras no suelto al ser sujeto por el zarzillo.

Evidentemente, no se si las compañías son hostiles o aliadas por lo que no me acerco hasta intentar sacar algo en concreto de esta cuestión.

Todo ocurre demasiado deprisa, y ocurren demasiadas cosas. Irina no parece gravemente herida, y la situación con los recién llegados parece mejorar por momentos.

Quejidos, sangre, silencio.

Tenemos el control.

O no...

Quejidos, sangre, silencio... Y sombras que te atan. Simplemente perfecto.

Decido actuar sin intentar explicarme a mí mismo qué está ocurriendo.

Un grito llena el túnel.

Cita:

Me giro bruscamente hacia el hombre, tras de mí. Está abriendo el paquete... Y cogiendo la espada, que comienza a brillar de un modo extraño... Lleno de poder...

Tal vez maligno o incontrolable.

- ¡Joder!

Al parecer "las cuerdas de sombra" están de nuestro lado, lo que hace que mi prioridad sea intentar que ésa espada no hiera al chico...

No sé quién es, y nuestro primer encuentro no ha sido alentador... Pero cuando oigo a Irina y veo como la espada se enciende algo se mueve en mí, pidiéndome que aleje al desconocido de ella. Mi cuerpo actúa y corro hacia él.

Sea quién sea, no parece en uso de todas sus facultades. Y esa espada es peligrosa.

Apenas lo pienso. Me acerco a él y tomo la espada suavemente, sin pensar demasiado en las consecuencias... Haciendo que el temor surja en mi después de haber tocado su filo.

El tiempo sigue fluyendo a nuestro alrededor, y sólo puedo oír a Irina amenazar a uno de los caídos, mientras una figura aparece tras la oscuridad...

El caido no dice nada, mientras Viktor se ha movido para ponerse al lado de Quentin y tapa el estoque que lleva en las manos con el trozo de tela empapado y le mira como un padre miraria a un hijo. LUego dirige su mirada a los recien llegados, el que queda libre se lanza contra no sabeis que que hay alli y su cuello se parte cuando aparece otro de los integrantes de la sala anterior que os mira y vuelve dentro sin decir nada cerrando la puerta quedandoos con el caido.

Os miro y niego

¿Que os pasa parece que se os ha comido la lengua el nosferatu? replico riendome y suspiro neonatos cada uno es mas raro que el anterior