Partida Rol por web

La capilla por fuera es tan normal como lo serie cualquier edificio que hubiera en la ciudad, bueno si fuera un edificio normal. Abris las puertas y caminais hacia el interior, todo esta cubierto de un polvo ceniciento y ademas hay un ruido metalico de fondo ante el que no podeis hacer nada, entra en vuestros oidos y acaba por implantarse en vuestra mente como si fuera un taladro.

Una luz a vuestro frente antes de oir un grito de dolor y como se rompen las ventanas o otro tipo de cristal, no estais seguros de lo que puede haber sido, solo el silencio.

Gruño por lo bajo ante el más que molesto sonido metálico de fondo, cubriéndome las orejas un instante antes de volver a bajar las manos, pues no puedo permitirme prescindir de ellas con lo que podemos encontrarnos ahí dentro.

-No sé qué ha sido eso... pero significa que todavía hay alguien por aquí- una deducción realmente fácil y obvia, pero supongo que alguien tenía que decirlo.
Miro de reojo a Blake y después a John, todavía algo extrañada de que hayan decidido abandonar aquella reunión y venir a una especie de misión "suicida".

Tras esto empiezo a caminar con la misma decisión de siempre hacia el lugar del cuál ha provenido el grito y demás ruidos estrepitosos.

Estaba tranquilamente fumándome un pitillo por los pasillos, cuando sin saber muy bien por qué mis piernas siguieron a los demás. Antes de entrar arrojo el pitillo al suelo y lo chafo con mi pie hasta que no quede nada de el.

Ahora no le quito ojo a la capilla. Nada mas fijarme en ella un sonido punzante penetra en mi mente, obligándome a llevar mis manos a las orejas para cubrirlas y taparlas de ese sonido. Por suerte se esfuma con un pequeño sonido metálico que proviene del interior.

-Solo hay una forma de saberlo..- Intrigado sigo los pasos de Irina.

Caminaba junto a aquellos nuevos acompañantes por los pasillos de la capilla Tremere. Al final, curiosamente, solo se me habían unido una Brujah renegada y un vampiro que... si no fuera porque su aura indicaba su condición no habría dicho nunca que lo fuese, y menos después de verle... ¿¡fumar!? En fin, ya podían quedarse con su charla y su nuevo y sorprendente príncipe mientras alguien salvaba por ellos la ciudad. Pero se acordarían de mi. Eso seguro.

¿Qué había sido aquel maldito sonido que retumbaba en la cabeza de aquella manera? ¿Y aquel horrible grito? Como bien dijo Blake solo había una manera de comprovarlo, así que continué avanzado, preparado para cualquier cosa.

Los he oido nada mas entrar, no pueden hacer nada para verme ni encontrarme, son tan sumamente pateticos, la oscuridad me domina, me da el calor que necesito y la cobertura para desaparecer entre ellas, observarles entre las sombras.

Una mueca, casi una sonrisa se forma en mi rostro antes de mostrar mis dientes blancos como la luz de la luna. Me los lamo con la lengua con suavidad antes de comentar a pensar solo en probar su sangre, no se si sera deliciosa pero se me hace la sangre agua.

Si mi amor, te estoy oyendo, pero te prometo que sere todo lo buena que pueda ser y que me dejen ellos.

Tras levantarnos de la sal de reuniones, Sveta y yo nos unimos al grupo que se dirige a la capilla. No me gusta especialmente la misión, pero sin duda hay que acabar con este sinsentido cuanto antes. No podemos destruir una ciudad entera, va contra las normas el simple hecho de hacernos notar, así que delatarnos de esta manera tan brutal merece un digno correctivo.

Todos los culpables han de morir.

Al llegar a la mansión no me sorprende ver una casa normal como tantas otras de la misma calle. Debe pasar inadvertida o al menos que no denote que algo raro ocurre dentro. Sin embargo, al abrir sin dificultad la puerta de entrada, empezamos a escuchar un ruido metálico, constante y martilleante. Tras un grito desgarrador se escucha el ruido de unos cristales que dan paso al más absoluto silencio.

-¿Quién habrá escapado por detrás? -Deberíamos mirar por detrás. Puede que alguien haya saltado por una de las ventanas de la parte trasera para escapar. -Estoy seguro de que por detrás ha de haber otra puerta, así que por qué no entrar por ahí. -¿Alguien viene? Ahora nos vemos -Salgo de nuevo por la puerta a paso ligero y saco mi arma. Doy la vuelta a la casa con cuidado para mirar el patio trasero y buscar la ventana rota o la puerta de entrada de servicio.

Ois una risa y una voz sepulcral que retumba No se por que os quereis ir y dejarme sin mi diversion... sois muy malos, y eso que he echo que todos nos dejaran en paz, iba a ser tan divertido pero sois unos aguafiestas...

Solo me queda uno que se ha escondido y sere toda vuestra...

Nuestras pisadas resonaban por los ahora silenciosos pasillos a medida que avanzábamos cuando, de repente, una voz rompió aquel tenso ambiente.

- ¿Qué ha sido éso? - pregunté a mis compañeros en un susurro, por si conocieran, tal vez, aquella extraña voz.

-¿Toda nuestra?-

Intrigado sigo mis pasos, guiándome por la voz que retumba en el interior. Uno de los que salieron de la reunión, pregunta si sabemos que ha sido eso, susurrando y hablando por lo bajini.

-No lo sé. ¿Qué iba a decir?. Pero este lugar da mala espina, yo no daría ni un solo paso más..- Poco a poco voy deteniéndo mis pies para detenerme y recorrer con la mirada el interior de la estancia. Si el resto decide adentrarse aún más, vere lo que decido hacer.

-Parece una buena idea...- comento en respuesta a Vincent sin llegar a mirarle, dejando que él se encargue de esa opción ya que yo prefiero los enfrentamientos frontales. Supongo que soy simple y predecible, qué le vamos a hacer.

Apenas avanzamos unos metros cuando una voz nos interrumpe, de mujer según parece. Entorno los ojos exageradamente. Cualquiera diría que se trata de una malkavian malcriada por lo que acaba de decir, pero supongo que no es así.

-Elena, ¿eres tú?- en realidad no reconozco la voz, o eso creo, simplemente especulo -¿O debería decir Uriel...?- arqueo una ceja y espero que diga algo más, dirigiéndome hacia esa dirección sin amedrentarme lo más mínimo por el lugar o su estado.

Recorres el camino y lo unico que ves son cenizas tras una ventana rota y la oscuridad de dentro donde escuchas eso. Un escalofrio recorre tu cuerpo al oirlo y al presuponer que pueden ser esas cenizas. Un ruido te giras y la puerta de un lateral se ha abierto saliendo una niña o eso crees por que bien puede ser un vampiro que te mira cubierta de cenizas y con la ropa rasgada.

Bu replico desde una viga cabeza abajo riendome  no, no me llamo Elena, no tengo nombre, y no me llamo tampoco Uriel soy lo que soy como puedes ver.

Heridas en el rostro lacerantes como si me hubiera arrancado la carne o me hubieran atacado las ratas. ¿quien eres tu? a si la chica del pelo rosa, la que quiere quitarmelo... no, no salto del techo y giro callendo de pie delante tengo que buscarla, me queda una y hablaremos todos.

- ¿Pero qué demonios es esa criatura?

El grupo se detuvo al reparar en la presencia de aquel extraño ser. ¿Un nosferatu, tal vez? Miré a mis compañeros buscando respuestas, pero parecían tan perdidos como yo. ¿O tal vez no?

- ¿Quién es Uriel? - pregunté a Irina en un susurro, sin perder de vista a "aquello".

Chasqueo la lengua ante la respuesta de ése extraño hombrecillo, preguntándome si es un malkavian, un nosferatu, una mezcla de ambos o nada que haya conocido hasta este momento, lo cuál no me extrañaría teniendo en cuenta todo lo que está sucediendo últimamente.

-¿Uriel? Uno de los arcángeles que crearon esas espadas capaces de detener a ese ser indeterminado capaz de destruirnos y que probablemente tenemos delante de nuestras narices- sonrío de forma ladeada, manteniendo la mirada fija en la extraña mirada del tipo de carne desgarrada -Últimamente estaba reencarnada en Elena aunque no sé por dónde andará ahora. Los seres celestiales no suelen acudir cuando se les necesita- comento con sorna, esperando que els er se haya dado por aludido y diga algo más al respecto.

Cuando la pelirroja, grita un par de nombres propios, me mantengo a la espera. Frunciendo el ceño, recorriendo con la mirada todas partes en busca de una respuesta. Al fin la hay, mis ojos se agrandan, pero por suerte siempre se como mantener la calma en estos momentos.

John e Irina hablan en voz queda entre ellos, momento en el que, aprovecho para encararme al niño. -Hey ¿Cómo te llamas pequeño?. Me agacho para estar a su misma altura. Me llamo Blake, y estos son mis amigos. Dime, le observo de arriba abajo ¿quién te a echo todas esas marcas?- Pregunto casi por obligación, pero no quiero oír una respuesta al respecto.

-Mmmm, me apetece jugar contigo. Si quieres te ayudo a buscar a tu amiga. ¿Qué? ¿qué me dices?- Sonrío.

Escucho un alarido que me deja la piel helada. Si no la tenía ya bastante muerta el sonido desgarrador hace que sienta que la tengo aún más fría. Sentimientos absurdos de un pasado donde realmente este tipo de cosas podían ocurrirme. Miro a Sveta y parece que también ha escuchado el ruido, por un momento se ha quedado paralizada a mi lado pero pronto me señala hacia la puerta trasera.

Me giro y veo una niña en el umbral con la puerta abierta. Acaba de salir. Tiene la ropa rota y está cubierta de cenizas. O acaba de salir de una chimenea o puede tener restos de un vástago recién asesinado. No podría asegurarlo, pero saco mi pistola. No me fío de las apariencias y aunque se que una pistola no me puede servir de mucho, menos es nada a esta distancia.

-¿Hola? -dijo justo después de mirar a través de la ventana. Camino lentamente hacia la niña esperando algún tipo de movimiento o reacción por su parte. Mi propia experiencia me enseñó que no se debe mirar a los ojos de ningún vástago, y más si tienen algo en común conmigo. Así que miro a la chiquilla justo por debajo de su nariz.

niña te mira y se limpia un poco las lagrimas de sangre...esta loca, los ha matado a todos y ahora va a por mi, quiere matarme por que se donde esta lo que busca y se como despertarle...

Tengo miedo, mucho miedo. ¿Vas a ayudarme?¿a ser mi papi como Jack? se coje de tu pantalon y entierra el rostro contra tu ropa manchandote, mientras Svetta te mira y se encoje de hombros.

Sonrio mientras preguntan mientras dicen tonterias y me rio

SE quien eres, quieres quitarme a mi mama, no es bueno, no deberias hacerlo. Estas heridas, son mias, me las hice yo mismo, cuando esa niña me ataco y creo que te quedaran a ti tambien muy bien en la cara, al menos no te mirara tanto Hago un extraño sonido mientras doy un salto hacia atras Si quieres jugar, juegemos, pero me aburrire con los dos de eso estoy segura...

Vuelvo  a reirme.