Partida Rol por web

Pues cuando la abraces yo la hare un regalo por cuidarte tan bien este tiempo sonrio abriendo la verja principal y saliendo aunque me paro tras un par de pasos y me giro mirandote No me gustaria compartirte como si fuera tu amante, no me gusta compartir al hombre que amo. Y en cuanto a esto cojo el protaplanos y lo abro, dentro hay un pliego de papel y en el un cuadro, es un retrato de una dama de rubia melena, con un vestido rojo sangre sentada junto a un hombre de negra melena y porte orgulloso es un retrato de Hardestadt y mio, el unico que hay, estaba en su castillo antes de que el muriera, quiero depositarlo en su tumba

-Aún me debe servir un tiempo. Quizás hasta que encuentre algún sustituto de categoría.-Escucho como dice que me ama y no puedo evitar pensar que todo es demasiado rápido y achino los ojos un poco incrédulo. Si bien ha demostrado que puede estar de mi lado el cuadro que tiene entre manos puede que fuera lo único que buscaba esta noche aquí.

-¿Como sabías que lo tenía él y donde estaba exactamente?-No ha dudado un segundo de donde estaba el cuadro. Creo que ha estado aquí antes.-Has estado aquí antes, ¿verdad?-Me paro en mitad del camino antes de atravesar las puertas. Se nota la desconfianza en mis palabras, pero creo que es necesario.

No, no he estado aqui antes, salvo la vez que le trajimos y vi el cuadro, crei que estaba quemado. Lo pinto Rafael la misma noche que acepte ser Justicar lo vuelvo a guardar y te miro tendiendolo quedatelo, puedo esperar para devolverlo a su lugar. sonrio dandotelo y miro hacia el coche Tenemos que irnos, se me estan clavando una de las hebillas y como empiece a sangrar se cerrara sobre ella

Parece que no miente, salvo en que la hebilla le hace daño, pero eso ya me lo imaginaba-No hace falta, llévatelo y haz con él lo que creas.-digo mientras rechazo levemente el cuadro, al fin y al cabo no lo quiero para nada.-Sí, vámonos, no vaya a ser que se te quede esa hebilla por siempre y tenga un sitio por donde poder atarte a la cama-digo en un leve susurro.

PUes entonces tendre que darme poca prisa, para que se quede ahi la hebilla me humedezco los labios mientras camino al coche guardando el cuadro y dejandolo en el maletero ¿Donde mandaras a Sveta? no creo que la guste dormir en mi sofa mientras te espera monto en el asiento del conductor de nuevo y arranco Aunque puede que prefiera otra cosa para atarme a la cama, algo mas terrenal

Miro a Sveta que sigue en el asiento de atrás e intento discernir algo en su mirada, alguna emoción o estado de ánimo.-Vamos al casino, allí tendremos ropa de sobra que puedas ponerte y tirar ese corsé. Así dejamos que Sveta se entretenga con lo que quiera.-Apoyo mi codo en la ventanilla del descapotable y dejo que la brisa golpee mi cara mientras vamos al refugio. Por sus medidas seguro que la ropa de mis chicas le sienta de maravilla. Pareciera que la han hecho para mí.

Asiente mientras conduce y sonrie acelerando todo lo que puede el coche. Cuando entra en la ciudad no se para ni un apice, acelera mas. Sveta ha tenido la mirada fria y al verla a ella viva se ha puesto mucho mas seria de lo que seria lo normal, no la gusta nada. Cuando llegais da un volantazo y aparca en un hueco en paralelo antes de apagar el motor. Sale dandote las llaves y espera a que la guies dentro.

Salgo del coche y espero que ambas mujeres salgan de él. Le doy el resto de la noche libre a Sveta y una sonrisa y un salto del coche es todo lo que necesito para saber que se encuentra bien y que es mera pose lo que mantiene ante mi acompañante. La veo correr hacia la puerta en busca de Jack para ponerse a hacer tonterías. Son como dos críos cuando se juntan. Necesitan relajarse, es normal.

Coloco el brazo para que Anna se agarre de él y así conseguir que no se vea el agujero de su ropa y entramos con cierta dignidad en mi local. Pasamos por las salas de juego aún abarrotadas a estas horas y nos dirijimos a mi dormitorio. Por el camino encontramos a Tommy-Hazme el favor Tommy y dile a alguien que traiga algo de ropa nueva para la señorita-digo señalando levemente con la cabeza a mi acompañante-ha tenido un pequeño percance y se ha rasgado un poco. Gracias.-Continúo mi camino y llegamos a mi dormitorio donde me quito la chaqueta dejándola en una silla y me vuelvo para mirar a Anna.

Anna camina a tu lado sin mirar a ningun sitio con el portaplanos en la mano. Tony al veros y hacerle la peticion asiente y se marcha dejandoos solos. En vuestro despacho, deja el tubo sobre la mesa antes de seguirte al dormitorio, cierra la puerta detras de ella mirandote sonriendo.

Gracias por pedir que me traigan algo, pero ahora tengo que quitarme esto y no puedo sola camino hacia ti suave y lentamente hasta quedarme muy cerca, a unos milimetros, pongo las manos sobre tu pecho subiendolas hasta los hombros ademas la hebilla me esta haciendo mucho, mucho daño. Creo que me va a dejar una marca horrible

Marizsa se acerca a mi y colocando sus manos en mi pecho se queda a tan solo unos milímetros. Me está pidiendo que la desnude. Hace mucho tiempo que no me encuentro en esta situación. No es como alimentarse, donde tienes el control y haces lo que quieres. Aquí es más serio, si se está dispuesto a continuar hay que estar dispuesto a asumir riesgos.

Subo las manos hasta el cuello de Marizsa y lo acaricio mientras bajo lentamente hasta su escote, allí uno a uno y mirando a los ojos a Marizsa desabrocho cada uno de los botones de su chaqueta. Su cuerpo entallado en el corsé queda delante de mi. Deslizo mis manos sobre sus hombros y arrastro suavemente la chaqueta con ellas dejándola caer al suelo. Sonrío y observo el corsé.
Está claro que ni dejará marca ni le está haciendo daño, pero es igual. Las mujeres siempre buscan la excusa de que las ayuden y los hombres buscan la excusa de ayudar. Desde el principio de los tiempos.
Llevo las manos hasta sus pechos colocando las manos sobre ellos y los dedos sobre las hebillas. Miro su cara para ver qué siente y una a una las voy quitando hasta quedar abierto en dos. Sus pechos perfectos se muestran enfundados en un sujetador negro. Mis manos ávidas de recorrer su piel se colocan donde la hebilla torcida hacía su mella acariciándola suavemente mientras la otra se coloca en su cintura, rozando apenas el encaje de la falda.
Levanto la mirada y llevo mi boca hasta su oreja dejando al descubierto y desprotegido mi cuello-¿mejor?-susurro con voz serena y suave.

Mis ojos azules en los tuyos clavados y una sonrisa en mi rostro mientras vas desabrochando cada boton con cuidado dejando caer la chaqueta al suelo, volviendo a poner los brazos otra vez rodeandote el cuello. Un respingo al notar las manos sobre la piel y el rubor sube a mis mejillas, los labios tiemblan levemente. Los dedos de mis manos se mueven desabrochando los botones de la camisa en respuesta para luego meterlos por entre los dos lados subiendo por el pecho acariciandolo suavemente con la yema de los dedos.
Cierro los ojos al notar tu aliento cerca de mi oido Si, muchisimo mejor segundos despues mis labios besan tu cuello con delicadeza mientras mis manos acarician tu cintura para abrazarte

Marizsa me abraza y me besa el cuello mientras una de mis manos juguetea con el encaje de su falda tentado de bajar un poco y sentir su piel. La otra mano sujeta la cabeza inclinándola levemente para poder disfrutar de su cuello. Ni una imperfección, liso, suave, delicado, apetecible.-No sé si...-una muestra de duda, no me atrevo a morder su cuello, no aún, no daré el primer paso.

Bajo las dos manos sujetando su culo con fuerza y la levanto hasta mis caderas. Esperando que se abrace a mi con las piernas me voy con ella a la cama dejándola lentamente sobre las sábanas de seda. Allí con sus piernas rodeándome, sus ojos azules mirándome la beso suavemente en los labios, apenas una leve caricia.

Ante el impulso te abrazo con las piernas sin dejar de besarte, al caer en la cama me rio mirandote a los ojos, acariciandote la mejilla saboreando los labios mientras relajo las piernas dejandolas sobre la cama y girando para ponerme encima. Me incorporo y pongo un dedo sobre tus labios un segundo con una sonrisa antes de que pueda decir nada. Me inclino mientras te voy besando poco a poco la piel tirando de ella cada poco, pecho, vientre, cuello, cuando notas un pequeño pinchazo y como bebo un poco. Me incorporo con los labios rojos y los colmillos extendidos mirandote como si te pudiera molestar.

Al ponerla en la cama se revuelve y me coloca debajo. Mi visión no puede ser mejor, su pelo rubio, sus pechos firmes aún con el sujetador puesto y la minifalda cayendo a ambos lados de mi cuerpo. Estoy en la gloria y sin embargo aún mejora.

Sus labios recorren mi cuerpo para finalmente morderme el cuello. Siento como la sangre fluye de mi interior hacia sus labios, humedeciéndolos. Ha dado el primer paso pero ¿llegará hasta el final?. Me mira como preguntándose si ha hecho bien. Me incorporo sujetándola con fuerza. Nuestros cuerpos quedan pegados, yo sentado sobre la cama y ella sobre mí. Mi mano se coloca en su boca, para notar la textura de mi sangre. La otra la sujeta por la espalda en un abrazo, no quiero que se vaya, ahora no.

Mi boca rozando su cuello y mis deseos a punto de convertirse en realidad.-¿Hasta donde quieres llegar?-espero la repuesta adecuada para dar el siguiente paso mientras mi lengua saborea su cuello en el lugar donde espero morder dentro de breves instantes. Mis colmillos rozan su piel arañándola levemente. Deseo su sabor, deseo que su sangre se funda con la mía y la mía con la suya en un abrazo mutuo. Mi mano deja su boca para bajar a su pierna, donde se mete en el interior de la falda lentamente recorriendo centímetro a centímetro hasta llegar a su trasero donde aprieto sutilmente.

Y aún queda mucho por hacer.

Hasta el final susurro mientras te acaricio la espalda y chupo el dedo que hay en mi boca, mordiendole para que unas gotas de sangre caigan en mi boca, lamiendolo luego con sensualidad. Entorno los ojos mientras noto la lengua incorporandome un poco mas apretandome. Me siento en tus rodillas posando mis labios donde he mordido antes Desde el momento en que te vi la primera vez..

-Respuesta correcta-La agarro fuertemente atrayéndola hacia mí con una mano mientras la otra sujeta su trasero subiéndola hacia arriba para contrarrestar la fuerza de mi mordisco en su cuello. La poseo, la muerdo, la lamo, la saboreo, Anna es mía y yo soy suyo. No hay nada más en este momento, sólo nosotros.

La sangre se derrama por mi boca manchando la camisa, pero no me importa. Me separo de ella con la lengua ensangrentada y ávido de su cuerpo beso su boca, lamo su lengua, muerdo su lengua un instante para hacer más vivo el beso, más muerto, más mío. Me separo de su boca un instante-yo te deseaba desde antes incluso de saber que existías.

Un gemido de placer al notar el pinchazo de los colmillos abrazandote contra mi. Un hilo de sangre recorre la piel desde el mordisco hasta el pecho, te miro a los ojos cogiendote la cara entre mis manos y besandote, acariciando tu lengua con la mia. Al sentir el mordisco en la lengua me sorprendo pero sonrio mientras atraigo tu lengua a mi boca y la muerdo tambien fundiendo las dos sangres en el beso mientras recorren nuestras gargantas
Tal vez si sabias que existia, hemos esperado una eternidad para estar juntos, no lo desaprovechemos

Un hilo de sangre recorre su cuerpo desde sus labios hasta sus pechos. Saco mi lengua rasgada por sus colmillos y lamo la comisura de sus labios. No sé si es sangre suya o mía, pero da igual, al fin y al cabo es sangre de mortal. Recorro el hilo de sangre con mi lengua saboreando su boca, su cuello y finalmente, sus pechos. Arranco de un tirón sus guardianes y los libero lanzando el sujetador al suelo. Entonces, con calma y suavidad acabo de lamer lo que queda de sangre en ellos aunque al tener la lengua partida lo que hago es terminar de mojarlos en mi propia sangre.

Echo su cuerpo hacia atrás mientras lamo cada resquicio de su piel, jugueteando con mi lengua en sus aureolas y luego dar cuenta de sus pezones erizados por la excitación. La vuelvo a levantar y sujetándola por las caderas le doy la vuelta poniéndola de espaldas a mí. Sentada sobre mis rodillas ladeo su pelo con dos dedos y acerco mi boca a su cuello-¿has tenido ya bastante?-digo mientras mi mano derecha juguetea con uno de sus pechos y mi mano izquierda da buena cuenta del otro, deslizándose por el rojo líquido que los cubre.

Solo si tu has tenido bastante digo entrecortadamente mirandote de reojo recostandome un poco. Chupandome el labio inferior, me giro buscando tus labios para besarte de nuevo deseandolos con avidez. Los beso, los chupo, los mordisqueo, me lamo los mios ambos rojos como la sangre. Mis manos acarician las tuyas, llevandome una a la boca para chupar los dedos con sensualidad. Creo que te ensucias demasiado y voy a tener que limpiarte muy a fondo sonrio y te guiño un ojo