Partida Rol por web

-Quizá no estamos hablando de la misma Elena...- admito tras su comentario quedándome un poco ceñuda y dubitativa. Nieta de un Ventrue... Diablos parece que esté metida ne medio de una telenovela mejicana asquerosa.

-Te agradezco la invitación y no quiero ser maleducada, pero resulta que no te conozco y no me parece muy buena idea ir a tu refugio, y menos si esa mujer es la que yo creo... Si quieres preguntarle algo tendrás que hacerlo a solas o conseguir que se mueva a un territorio más "neutral"- asiento y cierro el libro delante de mi moviendo nuevamente los dedos sobre la tapa.
-Para más diversión parece que acaban de llegar unos cuántos Cazadores a la ciudad.

A decir verdad tienes toda la razon, disculpa mi impertinencia... ha sido un descuido de mi parte... Pero al parecer ES la misma...cuantas Lasombra llamadas elena pueden coincidir en la misma informacion y caracteristicas? - Dice Hurricaine disculpandose...

No me llevo muy bien con ella, pero podria convencer a mi socio de arreglar una reunion... se le da mejor a el hablar con ella. Se podria decir que ella y yo tuvimos un comienzo con el pie izquierdo - Levanta la mirada el techo mirando a la nada y recordando lo que habia sucedido... Sacudio la cabeza como sacando de su mente los pensamientos y volver a la conversacion

Cambiando el tema rapidamente - Cazadores? Acaso los problemas se multiplican como roedores? No se resuelve uno que ya aparecen otros dos

-Entiendo... La verdad es que nosotras también empezamos mal, es lo que tiene la prepotencia y la arrogancia, que me asquean- comento con una sonrisa burlona antes de proseguir -Según parece estaba poseída por un espíritu así que quizá él haya tomado el control si no no entiendo qué puede hacer aquí...- arranco un trozo de la última página de un libro y apunto un número de teléfono que le tiendo a Hurricaine.

-Por si consigues esa reunión, aunque puedes buscar más información aquí... Pero probablemente tardarías años en encontrar algo útil- miro las librerías y la cantidad de libros que nos rodean, levantándome de la lisa mientras río por lo bajo.

-Es cómo si quisieras matar una cucaracha, cogieras una piedra para hacerlo y de debajo salieran cuatro más. Así continuamente- me encojo de hombros algo resignada y entonces me acerco a Isabella y a ese hombre sin importarme demasiado interrumpirles.

Carraspeo sonoramente y me cruzo de brazos mirando a Isabella.
-Necesito que me digas si conoces a algún portador de espada además de los que yo ya sé: Soren y Vincent. Creo que al segundo sé donde puedo encontrarle pero al primero no tengo la menor idea... Si me echas una mano empezaré a ponerlos en marcha ya que está claro que nadie está dispuesto a mover el culo por sí mismo

Miro a Irina y sonrio

Cielo, que yo sepa hay al menos de las siete espadas, hay tres que estan en la ciudad, no miento cuatro pero la cuarta no se si estara en posesion de alguien, la ultima vez estaba cogiendo polvo en una pared. Vincent, Soren, tu amigo Alex... no me mires asi se mas cosas de las que aparento, Mathaius tiene una de las espadas y si no me equivoco otro este bien cerca.

-¿¿Siete?? A cada minuto se descubre algo nuevo, estaba convencida de que eran seis...- muevo un poco el pie y acabo por sacudir la cabeza. Cuánto menos lo piense mucho mejor.
-Está bien, pues siete entonces. Mathaius era ese gorila que también iba en el avión, ¿cierto? Me gustaría saber dónde encontrarle y también a Soren, quizá ellos sepan de otros portadores... ¿Puedes decirme algo al respecto?- espero con impaciencia pero nada de lo que dice me sorprende demasiado. De hecho he conocido a antiguos que saben más que ella y todavía hacen menos.

Mathaius es uno de los hijos de Osiris y es miembro de la comunidad islamica de la ciudad, es iman para los cainitas de esa idelogia, asi que le encontraras en la mezquita posiblemente en cuanto a Soren no se donde esta, puede que intentando aprender de los errores del pasado

-Umm... está bien, supongo que podré entrar ahí si él también puede, gracias por la información...- no es que haya sido gran cosa pero al menos tengo un primer paso que dar -Me apañaré cómo pueda con el resto, cómo siempre. Intentaré volver por si descubres algo más de la flecha- me despido de ella con un gesto de cabeza que también dedico a Hurricaine acompañado de un guiño, ya le he dejado mi número de teléfono y espero que me informe al respecto, por lo pronto abandono la biblioteca y espero a que alguien pueda guiarme al exterior o lo haré yo misma.

Hurricaine se levanto, ya era hora de volver. Ya habia sacado algo de informacion que le habia sido asignada. Ahora debia volver y una vez que acomodo las sillas, se dipuso a salir de la habitacion.

Isabella yo tambien debo irme... se me esta haciendo tarde... - Nadie le habia hecho ninguna señal de que la acompañarian a la señorita, por lo que la pidio el mismo...

Debemos esperar a que alguien nos guie hacia afuera o buscamos el camino nosotros?

Estaba a punto de responder a Isabella cuando Irina nos interrumpió con una información bastante interesante. Pero cuanta más información tenía, más perdido me sentía. ¿Qué hacía esa renegada buscando las espadas y sus portadores? ¿Para qué las querría? ¿Y quién era el hombre que la acompañaba?

Mientras mi mente navegaba entre todas aquellas preguntas sin respuesta, Irina hizo ademán de irse.

- Vaya, Isabella... ¿Le importaría disculparme un segundo? Será un momento, se lo prometo. - me disculpé ante Isabella y, tras obtener el beneplácito de su mirada, salí al encuentro de Irina antes de que la perdiera.

- Señorita Kolzov - la llamé cordialmente, acercándome a ella - Me gustaría hablar con usted un momento, si no le importa. Creo que ambos tenemos información que podría sernos útil, aunque parece que ahora estamos ambos ocupados... ¿Le parece que hablemos por teléfono? - pregunté sacando el mío del bolsillo con intención de apuntar su número.

- Lamento ser tan directo - continué con una educada sonrisa mientras desbloqueaba el móvil - pero acabo de dejar una conversación a medias y no sería bonito por mi parte hacer esperar a mi interlocutor.

Me detengo y me giro en redondo cuando ya estaba a punto de abrir la puerta para salir al exterior.
-John Anderson...- repito para mí misma mirándole de arriba a abajo inquisitivamente después de que diga mal mi apellido. Pero de todos modos lo sabe y sin embargo yo no sé quién es, detesto este tipo de situaciones, creo que prefiero el olvido.
-No lamente ser directo, para mí es una bendición que alguien hable sin dar tantas vueltas a las cosas que acabe por no decir nada- entorno un poco los ojos y le digo mi número de teléfono móvil sin problema alguno.

-¿No será usted uno de los portadores o conocerá a otro...?- pregunto arqueando un poco la ceja, ya que por pocos otros motivos se podría sentir interesado en esto. De hecho apuesto a que el fortachón podría tener acceso a alguna también aunque sea indirectamente...

Lo tendré en cuenta - respondí mientras apuntaba el número - Muchas gracias. La llamaré.

Una enigmática sonrisa se dibujó en mi rostro, contrastada con una momentánea mirada escudriñadora.

- Sé cosas sobre el tema, sí, pero no se preocupe, ya hablaremos. Si me disculpa... - contesté haciendo ademán de volver junto a Isabella

-Sí, parece que últimamente todos saben algo al respecto...- digo distraidamente mirando cómo se aleja, pensando también en que muchos alardean de saber pero para variar ahí siguen, sin hacer nada.
Me encojo de hombros y finalmente abro la puerta saliendo de la biblioteca, despidiéndome de Quentin cariñosamente en caso de que le encuentre por las cercanías y saliendo después al exterior con compañía o sin ella, sacando el móvil de uno de los bolsillos y marcando un número mientras sigo andando con rumbo fijo y decidido.

Irina se dispuso ha hablar con aquel extraño para Hurricaine. Hizo caso omiso a la conversacion y se dispuso a irse. - Ya fue... yo me largo... - Fue lo unico que dijo con un tono molesto y salio de la sala.

Una vez en la superficie, se fue caminando a la mansion a dar reporte de la informacion que habia encontrado. Era bastante picante a decir verdad

El movil suena y al otro lado tras unos segundos suena una voz

Buenas noches mi pequeña rebelde. ¿Te acabas de acordar de mi? yo llevo acordandome de ti desde... deja eso ahi y no lo muevas, si lo rompes te rompo las piernas al otro lado escuchas ruido como si movieran cosas.

-Yaa... claro- digo con clara incredulidad mientras camino y escucho de forma escéptica -¿Quién está ahí contigo? ¿Has empezado a movilizar a los vástagos para el posible ataque?- dejo que responda a estas preguntas mientras me dirijo al "famoso" casino de Vincent Valentine, después formulo otra petición que casi parece no venir a cuento.
-Necesito encontrar a un tal Soren, ¿te suena?- al fin y al cabo es el sheriff de la ciudad, quizá pueda informarme al respecto.

Siento no haber ido a buscarte pero tengo mucho trabajo, he movilizado a mucha gente y tengo a Scott intentando partirle las piernas a un ghoul para que nos cuente que hacia en la capilla Tremere. Todos estan locos, encima no he comido desde que volvimos y cada vez me siento mas... escuchas como me derrumbo sentandome en una silla No conozco a ese tal Soren, pero le buscare, te lo prometo a ver si consigo algo de el, si esta en la ciudad lo encontra....Scott no debiste...te dejo le acaba de arrancar un brazo...

-Sé que tienes trabajo importante que hacer, no te preocupes... Además Scott, seguro que te mete en más líos de los que te saca- digo bastante convencida pero esta vez no me río cómo otras veces.

-La capilla tremere... Oye, deberías saber que ha habido un ataque de algún Cazador en mi local, ni siquiera sé qué arma usaron pero fue totalmente letal, están investigándola los nosferatus. Si consigues algo sobre Soren llámame... Y ten cuidado- es lo último que digo negando con la cabeza tras su última frase, colgando el teléfono y presentándome delante de las puertas del elegante casino. No sé si me dejarán entrar por las buenas.

Lamento mucho la interrupción, - me disculpé al volver junto a Isabella - era importante.

Paré unos segundos para memorizar el punto dónde había dejado la conversación y organizar mis pensamientos.

A ver... corríjame si me equivoco, y preste atención, pues a lo mejor descubre algo que no sabía - le comenté con una sonrisa de complicidad - Según he entendido hasta ahora, hubo alguien hace mucho tiempo que tuvo una visión. En esta visión, algún importante poder despertaba peligrosamente de su letargo y a esta persona se le rebeló que la única forma de pararlo sería con unas espadas concretas, así que mandó forjarlas. Por lo que parece, los extraños sueños de las últimas semanas son entonces un indicativo de que ese ser está a punto de despertar, así que Anna, que conocía la leyenda, se ha puesto en marcha.

Mi mirada buscó en la suya una señal de asentimiento

Asiento levemente mientras escucho

Anna sabe de esa leyenda de boca de una mujer que estuvo presente en el momento de forjarse las espadas y ser usadas por primera vez Durva Sym, fue su maestra. miro hacia un rincon y luego a Quentin me ha dicho que ya esta despierto y buscara lo que mas anhela. No solo la sangre de sus descendientes o la de cualquier otro vastago, la de aquella que le espera desde hace eones.