Partida Rol por web

-Tu eres la que ha dicho que es una persona cercana a Christopher, sin duda alguna se puede decir que no solo nunca estuve cerca de él sino que no intercambiamos ningún tipo de conversación siquiera.-Sonrío y la abrazo para que se relaje. Parece que el tema de la ascensión en el poder le preocupa, no es Ventrue, no lo lleva en la sangre. Su sangre la lleva a otro tipo de intereses y pensamientos.

-Muy bien, pues llevemos todo esto a tu nuevo hogar y luego me enseñas... algunos movimientos-digo guiñando un ojo mientras cojo el teléfono para encargar que haya un camión en la puerta esperándonos y que vengan a cargar todo esto. No pienso molestarme en cargar con cajones de media tonelada si puedo pagar para que lo haga otro en mi lugar.

Cercana si pero no he dicho del mismo clan. Yo tambien soy alguien muy cercano a ti, pero no soy de tu clan de principes replico devolviendote el abrazo y besandote en el cuello. El poder termina corrompiendo, no quiero perderte de esa manera. No podria vivir de nuevo sola

Sonrio mirandote a los ojos mientras te contestan al otro lado que en media hora estaran alli para llevarselo. Por supuesto, pero te advierto que seran movimientos muy rapidos y si no los ves no se si podras repetirlos. Pero seguro que puedes, eres perfecto en todos los aspectos hasta en ese

-Eres tu la que ha dicho lo de los clanes, yo solo desconfío por su amistad con Christopher. Las ideas revolucionarias no entienden de clanes, sino de personas, como ya ha quedado demostrado.

-Me refería a otro tipo de movimientos más lentos y sugerentes, pero está bien, entrenaré duro. Dentro de unos días no podrás conmigo-digo torciendo la boca en un gesto de broma.-Vamos cuando quieras, ya he dado la dirección de la entrega, podemos esperarles allí si quieres. Así no perdemos el tiempo.

Dejemos esta discusion para otro momento, cuando estes desnudo a mi merced te saco la lengua y me rio saltando al suelo Si tantas ganas tienes de esos movimientos vas a tener que convencerme y me tendras que secuestrar, por que aunque me apetezcan mucho creo que nuestrs responsabilidades ... estoy empezando a hablar como tu

-¿A tu merced? ¿acaso no lo estoy ya?-tiento a la suerte y tras el farol me dirijo a la puerta-Vámonos anda-le tiendo el brazo para que se agarre y salgo por la puerta hacia el casino. Allí observo unos instantes a la gente jugando, riendo, algunos llorando. Veo a mi cuerpo de seguridad trabajando como siempre. Tommy está con una mujer intentado que se tranquilice o tendrán que echarla de buenas o malas maneras. Sus gritos empiezan a ser algo demasiado llamativo y altera la armonía del recinto.

-Él se encargará. Vamos-me dirijo hacia la puerta donde está el coche aparcado.

Tal vez si de la misma manera que lo estoy a la tuya replico cogiendote de la mano y luego del brazo besandote en el cuello. Cuando nos paramos a mirar, creo que desentono un poco con lo que se espera de la mujer que tiene que haber al lado de un hombre de exito, a veces la belleza no es suficiente. Sonrio y asiento mientras salimos Si tienes que quedarte no te preocupes, puedo esperar, la casa no se movera de donde esta, como los de la mudanza. Se que este casino es parte de tu vida y tengo que compartirte con el.

Cuando llegas, ves como salen por la puerta Vincent con Anna que la verdad no parece ella por la ropa que lleva, parece que se van a ir a algun sitio, tendras que darte prisa en decirle lo que tienes que decirle.

Entorno los ojos, aunque claro, era de esperar... Aún no estoy muy segura de quién es la marioneta de quién pero me hago una ligera idea.
-Señor Deline...- digo alzando la voz mientras acelero el paso hasta quedarme cerca de la pareja pero manteniendo siempre una distancia prudencial de un par de metros aproximadamente.

-Me gustaría hablar con usted a solas, sólo serán un par de minutos- digo mirándole sólo a él cómo si Anna no existiera. Total para lo que ha servido su supuesta sabiduría y habilidad de justiciar por el momento...

Estoy a punto de responder a Anna cuando veo a Irina en mi propio casino. No solo viene a mi casino sino que se dirige a mi directamente. No esperaba otra cosa al verla allí, no será una de esas que les gusta jugarse el sueldo a la ruleta o ligar con los camareros. Aún así, la sorpresa se refleja en mi cuerpo, que se tensa al verla. La miro de manera severa, pero sin recriminar nada aún.

Miro a Anna-Está bien, adelántate, ahora iré yo. No creo que me lleve demasiado tiempo-digo seriamente mientras me vuelvo-Curiosa formalidad la que tiene de repente conmigo señorita Kozlov. Sígame.-Hecho a andar hacia el fondo del casino en dirección a mi despacho, para hablar a solas.

Tal vez tenga que oir esa conversacion, aunque si le pregunto me responda... es extraño que venga aqui y todo eso de los cazadores...voy a tener que hacer una llamada a alguien... en mi bolsillo el movil comienza a calentarse demasiado como si supiera que le iba a usar al estar sola y marcar un numero de telefono.

Te espero en el coche, no te preocupes sonrio asintiendo y mirando a Irina se te ve muy bien, tal vez mas adelante tengamos una reunion de mujeres y nos contemos cosas. Si tienes tiempo por supuesto... Me alejo hacia el coche apoyandome en el capo esperando...

-Claro...- me limito a responder de forma escueta a Anna. ¿De qué mujeres habla? ¿y cómo puede soltarme una trivialidad cómo esa en este contexto? Cada vez me sorprende más... Decido quitarme eso de la cabeza y me limito a seguir a Deline de cerca para que sepan que voy con él y no me impidan el entrar en el ostentoso casino.
No me supondría problema apartarles de un tortazo pero prefiero no montar un numerito a ser posible, así que acabamos por llegar a uno de sus despachos.
Para ser sinceros no necesitaba tanta intimidad...

Tomo asiento en la primera silla que encuentro antes de empezar a hablar.
-Ambos sabemos que posee una de las espadas sagradas. Necesito saber si podremos contar con usted cuando llegue el momento, cuando ese ser se acerque... Admito que no hay pruebas fiables de ello pero siempre me ha gustado más prevenir y quisiera tener a todos los portadores de acuerdo en este asunto- digo mientras miro la sala distraidamente cómo si la cosa ni siquiera fuera conmigo.

-Permítame que le pregunte antes de contestar. ¿Es una cuestión de supervivencia o persigue usted algún tipo de plan más altruista?-Me doy la vuelta para mirarte cuando ya estás sentada en la silla. Nadie te dio permiso para ocupar un asiento y sin embargo no hemos acabado de entrar cuando ya pareces acomodada.-Será cuestión de raza, de educación o de personalidad. No ha cambiado tanto.

-Efectivamente, poseo una de las espadas, la cual aún trato de aprender a manejar.-Camino esta vez hacia ti un par de pasos, para no estar tan distante-En su día fue testigo de como me opuse a matar a un simple príncipe de escaparate, ¿cree que dejaré que un monstruo como el que dicen que aparecerá y que destruirá a todo vampiro? Ya no solo por supervivencia sino por respeto a mi sociedad protegeré con la vida si hace falta aquello por lo que vivimos.-Ella no lo entenderá, solo actúa. Sus miras no van más allá del día a día y con respeto poco o nulo hacia las normas establecidas.

-Creo que mis motivaciones carecen de importancia sr Deline, pero ya que está tan interesado le diré que no tengo intención de permitir ninguna masacre sin sentido, ya sea contra humanos o contra vástagos. Espero que todo el asunto en realidad acabe resultando una broma cruel pero tengo mis dudas...- vuelvo a levantarme tan tranquilamente cómo me he sentado antes de observarle con expresión seria y convencida.

-Estamos juntos en esto le guste o no. En realidad todos los portadores... Sólo quiero intentar asegurarme de que todos sepan lo que sucede y tomen su propia decisión. Mantengo la esperanza de que a pesar de las diferencias sean capaces de unirse por un...bien mayor, supongo- me mantengo callada unos segundos para que sospese todo lo que le he dicho antes de lanzar mi última petición.
-Entonces, ¿puedo contar con usted? Sólo necesitaría su número de teléfono para estar en contacto...

-¿Contar conmigo? parece usted la cabecilla de un pequeño clan mafioso-la ironía de mis palabras es extraña. Un día fui yo quién perteneció a una pequeña mafia, que luego se volvió tremendamente poderosa. Finalmente se podría decir que ahora, soy yo uno de esos capos.

Me acerco al escritorio y saco una de mis tarjetas. Blanco marfil con pequeños detalles labrados donde se indica mi nombre, mi número de teléfono y los datos de interés del casino. La tarjeta, al ponerla del revés tiene un suave tacto salvo un pequeño motivo en relieve, un pequeño símbolo que no se asocia ni con el casino ni con nada conocido.-Aquí tiene mi número. Llevo siempre el móvil encima, así que no le será difícil localizarme. Por favor, anóteme el suyo aquí detrás por si lo necesito.-Le tiendo una tarjeta extra y una pluma para que escriba en ella.

Le dedico una sonrisa radiante ante su primer comentario, preferible a meter más cizaña y redencillas inútiles. He tenido demasiadas y ya empiezan a aburrirme, ahora hay asuntos más importantes que atender.
Recibo su tarjeta mirándola un instante antes de guardarla en uno de mis apretador bolsillos, después asiento y apunto el número todo lo pulcramente y claro que puedo antes de devolverle tanto la pluma cómo el papel en cuestión.

-Gracias, llámeme si necesita algo aunque las dudas podrá resolvérselas Anna... Espero no tener que llamarle, ya sabe lo que significaría- le miro con seriedad y un asomo de preocupación antes de girarme y salir del despacho.
Todavía tengo gente con la que contactar,

Tras despedirme de Irina salgo de mi despacho y cierro la puerta. Paso otra vez por el casino, donde parece que la normalidad vuelve a su cauce y el alboroto ha sido disipado. Ahora mismo solo pienso en coger esa espada y entrenar todo lo posible para poder estar preparado para cuando sea necesario.

Si Irina se ha molestado en venir a verme es que la situación es grave como me temía y no tengo tiempo que perder. Debo ir con Anna y que me enseñe todo lo que sabe, quizás no sea suficiente, pero tengo que intentarlo.

Anna esta apoyada en el capo del coche hablando por el movil con una sonrisa mientras el viento la alborota el pelo llevandoselo al rostro. Cuelga al verte y se lo guarda sonriendo y sacandote la lengua. Por el rabillo del ojo ves a alguien en un callejon, no estas seguro quien o que es pero te observa a ti con ojos rojos.

Espadas, solo eres un titere, ella solo te usara, volvera con el antes de que todo termine escuchas en tu mente.

Sonrío a Anna justo antes de escuchar una extraña voz en la cabeza. No me lo puedo creer, estoy oyendo voces. Alguien muy antiguo o quizás... prefiero no pensar posibilidades, está claro que puede escucharme a mí también.-Identifíquese y luego hablamos. Estoy seguro de que alguien con sus capacidades es capaz de hacer algo mejor que esto.

Me monto en el coche y meto la llave en el contacto. Miro hacia el lugar donde los ojos rojos me miran desde la oscuridad.-Tengo que irme, así que tiene poco tiempo para convencerme de algo antes de que me marche. Será mejor que sea bueno.

Mi nombre, no tiene importancia, pero he visto y oido cosas que deberias saber. Una reunion en el desierto entre dos enamorados, una promesa que se hicieron y... que pena me da el principito ventrue... se rie mientras te ves trasportado a las noches antes en otros ojos, ves como dos personas se reunien. Anna y Hardestad, frente a frente en mitad del desierto, solos en el comienzo de la noche.