Partida Rol por web

Es bueno ver que, más allá de conocernos hace menos de un par de horas, el cambiar de temas es algo muy fluido entre Iñigo y yo, seguramente vamos a llevarnos bien. Mientras me voy cebando mates y comiendo bizcochitos me pongo a analizar el tema de donde estamos y la pregunta de Iñigo.

(Español) - Francamente no se que pensar, es todo mucho más raro de lo que me hablaron cuando me fueron a "visitar". No entendí muy bien las palabras del frances, pero no creo que esto sea mucho más diferente que la película "La Isla". Aunque espero que no tengan intenciones de andar sacándonos los órganos. 23 años viviendo en sociedad y sin dañar a nadie con mis habilidades, es más, he llegado a salvar hasta una vida gracias a ellos, y ahora estoy aquí encerrado después de conseguir mi primer trabajo por desaparecer ante el público. Fue una idiotez, pero fue la primera vez que se manifestó la invisibilidad. ¿Un mate? ¿Qué dijo tan importante el frances como para estar hablando tanto tiempo?

A todo esto escucho que alguien se acerca y comienza a hablar en español, y ante tanta diversidad de idiomas no puedo más que alegrarme de que alguien más lo hable.

- Un gusto, mi nombre es Luis. - digo sin introducir a Iñigo, al fin y al cabo el tiene la capacidad el habla también. - Más que confusos yo creo que la palabra sería Indignado. Yo soy de Argentina, y no, decir que uno es amigo de alguien pasadas 2 horas creo que es un insulto tanto para el considerado amigo como el que se cree serlo. ¿no te parece?

Cada vez más y más gente de la de antes estaba entrando, hasta el punto de que no había ninguna mesa libre. Ese sitio me estaba gustando cada vez menos, demasiado ruido por la mañana. A parte de eso, no estaba a gusto sin mi coche ni mi traje, así que lo primero que haré sera buscar un trabajo para conseguir dinero.
Tras desayunar, me levanto del comedor dispuesto a salir. Iba a ver que mas zonas tenía esta especie de cárcel, y de paso, si encontraba algo útil, tal vez podría hacerse algo.

Recogí el desayuno del mostrador y me puse a otear el horizonte, a ver si reconocía alguna cara conocida. Pude divisar a la simpática chica asiática que, según mi teoría, era quien me había intentado tranquilizar mentalmente cuando estaba en la sala blanca; junto a ella se encontraba otra chica cuya cara también reconocí, al parecer estaban hablando con otra chica que parecía llevar más tiempo en este sitio. También encontré a los dos chicos que se vistieron primero, ellos también estaban conversando con otro chico que tambián parecía llevar tiempo viviendo aquí.

Vaya, aqui pasas de estar desnudo y confundido a hacer nuevos amigos en cero coma- yo aún no estaba seguro de si fiarme de la gente este lugar o no, realmente no estaba seguro de nada, así que simplemente hice un ligero saludo con la mano a la chica asiática, a modo de "agradecimento" por haber sido tan amable conmigo antes (si es que realmente fue ella).

Seguí buscando caras conocidas, vi a un tipo calvo con cara de tío duro que también reconocí de la habitación anterior, pero parecía tener prisa por irse- Estoy viendo que al final tendré que comer solo, que triste- De pronto vi a otra cara más conocida, era el chico que había salido segundos antes que yo de la sala blanca, estaba sentado y desayunando tranquilamente, y la verdad es que parecía un tipo bastante amigable. Aparentemente no estaba hablando con nadie, así que me acerqué y le dije:

-Hello?- sin estar muy seguro de si mi pronunciación era correcta, acto seguido señale a el sitio que estaba junto a el y después a mi, intentando dar a entender que me quería sentar ahí- Espero que a este chico le haya dado por estudiar algo de sueco, porque si no esto va a ser complicado.

Iñigo apoya su espalda en el respaldo de la silla con sus manos en la parte posterior de su cabeza y sus pies estirados bajo la mesa en señal de relajo y tranquilidad.

[Esp]- Bueno, estimado Alberto, creo que me puedo acostumbrar a este lugar. Iñigo estaba convencido que podía salir cuando quisiera, pero aún no quería comprobarlo, necesitaba saber más de que se trataba todo.

[Esp]- Mira amigo, he pensado en venderme, la verdad es que algo voy entendiendo de este juego y algo de dinero no me vendría mal... cuéntame, ¿sabes si alguien requiere de mis servicios? Dice con una sonrisa al percatarse que ese comentario se puede tomar con doble sentido. - Obviamente puede ser de guarda espalda, o guía turístico. La verdad en esos dos aspectos puedo rendir bien, en pocos segundos puedo sacar de un apuro a quien lo necesite o viajar a cualquier parte del mundo. Cuenta entre risas.

Alberto escucha a los dos chicos y se queda pensando unos segundos:

- Bueno, amigos o amiguitos como decimos por España, ya sabes, nunca está mal tener una amiga con derecho a roce eh...

Ante el comentario de Iñigo se queda pensando y finalmente dice:

- Pues... posiblemente alguien quiera tener a un guardaespaldas, si, no me extrañaría, aunque seguramente en nada llegue la dama de hielo y os diga cómo ganar vuestros primeros euros... si usamos los euros y no me preguntes porque, aunque para mi es mas cómodo la verdad... Ah por cierto, esta noche fiesta en la piscina por vuestra llegada, que lo sepáis, Ross pilla la piscina y yo las bebidas, la tía tiene un montón de pasta

Iñigo notó como Alberto evadió algo su pregunta. Pero al parecer alguien nos explicaría mejor del tema.

No siguió indagando en el tema, esperaba que alguien lo explicara mejor, de igual manera Iñigo no se iba a quedar con esa simple información... tenía que saber más.

Para cambiar el tema simplemente tiro alguna humorada. 

[Esp] Así que Ross tiene mucho dinero... A lo mejor se vendió a varios... Dice con su característico humor negro y mirándola de re ojo.

¿Y vosotras qué vendísteis?- pregunto con la mejor de mis sonrisas inocentes a sus compañeras, me giro hacia ella- ¿o en su contrato hay clausula de silencio o secreto? Por cierto, hablando de secreto, ¿es de mala educación preguntar los poderes a los demás? ¿Cuales son los vuestros?

¿Existe algún contrato estandar en papel o se hace de palabra?- continúo con mis preguntas esperando avasallarla con ellas- ¿Es un acuerdo temporal o existe la fórmula indefinida? ¿se puede vender cualquier servicio, por perverso que suene? ¿En mi país existen las "sirvientas sexuales" (hago de verdad el gesto de las comillas), es algo que se hace aquí?

Me giro hacia mi compañera.

Suena fascinante.

La chica del pelo blanco y negro observó la sala, estaba abarrotada de gente de todas las edades, desde niños hasta adultos, y de todas las étnias y razas. Pues sí que había metahumanos en el mundo... Desde luego eran muchos, y seguro que habría más escondidos por distintos rincones del planeta.

Aquellas instalaciones no se parecían en nada a otros sitios que ella hubiera conocido, todo le parecía lujoso y futurista. El tipo de la corbata roja había dicho que podían mejorar su situación comprando y vendiendo, que podían... Ascender. Pero ¿Ascender para qué? Ella ya estaba mejor de lo que lo había estado en toda su maldita vida. No necesitaba nada más. 

De hecho, se conformaba con bastante menos.

De camino al gran comedor tuvo tiempo de comprobar que sentía hambre ¿Cuánto tiempo llevaba sin injerir nada? Su última comida había sido algo parecido a una pobre cena en algún sitio de comida rápida. Bah, ¿Qué más daba? 

Se movió por el sitio, entre mesas y gente, sin mirar a nadie en concreto, buscando alguna barra dónde servirse o donde le sirvieran, llevaba la pulsera en el bolsillo, pensó en ponérsela pues seguramente debería pagar con ella lo que consumiera. 

Estando desayunando aun veo como un chico que estuvo en la habitación conmigo me saluda y me indica que si puede sentarse -Claro, sientate aquí y charlemos un rato mientras desayunamos- le digo al chico, -tiene pinta de ser de un pais nórdico- mientras trabajaba como camarero en un sitio turístico como era su ciudad natal había aprendido el tipo de aspecto de la gente de muchos paises.

-Me llamo Jack y vengo de Australia y ¿tu eras...?

Escuche a Ross que pregunto a Nora, las japonesas se habían quedado en silencio y dejaban que la cabecilla hablase, aun no las tenia todas conmigo pues aunque fuera competitiva no me gustaría que cualquier persona usara mis poderes con fines personales o para su propio interés.

La abuela siempre dijo que nunca debía ofrecerme, a nadie….me dije a mi misma.

Cuando Nora dijo que en su país había como decía ella entre comillas con las manos “sirvientas sexuales” me quede pensando de forma ausente a la conversación; ¿enserio aquí podrían llegar los chavales a tal extremo? Bueno tampoco es algo de lo que deba preocuparme….me dije jugando con uno de mis rizos rubios encrespados hasta el extremo ¿Quién querría tener sexo conmigo? Me pregunte en mi cabeza.

-si, realmente me parecería bastante increíble que una chica se prostituyera de esa forma tan simple….-dije mirando a Nora.

- ¿Venderse? ¿O sea que tengo que poner mi culo para conseguir algo de dinero? Ni de chiste. Debería de haber algún otra forma de conseguir dinero ¿no? - le pregunto a Alberto - Así que tu y una mujer son las que mueven el dinero en este lugar, sino no hubieses mencionado el tema de los tragos y la pileta. ¿Facilonga la tal Ross? Si le gusta la pileta me supongo que ha de aparecer en tanga y toppless. - miro con picardía a Alberto, esperando ver su reacción en relación a la forma en que le hablo y comento- ¿Y que hacen aquí ademas de "venderse"? Teniendo la posibilidad de tener las comidas gratis y una habitación donde dormir, me parece más que suficiente para estar rascándome todo el día sin hacer absolutamente nada.

El comentario de Luis le sacó una sonrisa a Iñigo. Por lo que le responde.

- El tipo amante del blanco... (Frank)... Mencionó, de manera bastante informal, que acá para tener dinero hay que "venderse"... o sea vender tus servicios en lo que tengas habilidad... Por ejemplo guarda espaldas, hasta atender los horarios de comida. En fin, yo lo veo como un juego mientras permanecemos acá.

Luego mira a Alberto.

- Es así, estimado?

-(Ing):Gracias Jack- dije mientras soltaba una ligera sonrisa e iba tomando asiento -Yo soy Edvin, Edvin Karlsson, aunque todos me llaman Ed, y soy del soleado y caluroso país de Suecia- solté, con un tono sarcástico, para parecer más divertido y simpático, dado que la primera impresión que di no fue muy buena...(demasiado histérico).

-Oye Jack, si no te molesta que te lo pregunte, ¿como llegaste aquí?- pregunte mientras iba mojando una galleta que había cogido en un vaso de leche con cacao -Porque es que aqui todo el mundo parece estar muy tranquilo, como si todo fuera normal, y es como si yo fuera el único que han arrastrado aqui a la fuerza. Jack era la primera persona con la que hablaba desde que estaba en aquel lugar, y la verdad es que era un gran desahogó poder conversar con alguien al fin.

-Por cierto, ¿tu también tienes alguna "habilidad especial" de esas de las que hablaba antes Frank?

Entré en el comedor y la mayoría de los que estaban en aquella donde nos despertamos ahora se encontraban aquí desayunando. Menos mal que el desayuno, la comida y la cena estaban incluidos porque si era cierto que no teníamos ni un duro en nuestra pulsera no sabría como pagar los almuerzos. 

Observé que la chica de pelos blancos que andaba buscando lo mismo que yo así que sin preguntar comencé a seguirla disimuladamente. Si ella encontraba el lugar donde servirse comida, yo también y sin tener que preguntar. 

Me había demorado mucho hablando con Frank y había sido la última del grupo en llegar por lo que lo hago apurada y casi corriendo con Dodo sobre mi hombro.

El sitio es inmenso y hay gente de todas edades y procedencias. 

Me acerco a los mostradores para ver que hay de comer de bastante buen humor

¿Hambre? Para nada. ¿Ganas de hablar? Escaseando. ¿Simpatía? Se me había quedado en casa. Trataba de no amargarme más de lo que ya estaba por el simple hecho de estar en una jodida cárcel, bonita, pero una cárcel a fin de cuentas. Miré de reojo al tipo que me saludo, no recuerdo ni su nombre... de hecho no recuerdo ni si se había presentado, pero sí que le había escuchado hablar en la divertida sala donde todos despertamos desnudos. No tenía especial intención de hacer enemigos durante mi, con suerte, breve estancia en aquel lugar... pero tampoco estaba de buen humor.

─¿Qué coño quiere éste tío? ─pensé mientras me acerqué con pasos resignados a una bandeja con manzanas, tomaba una, y la frotaba indiscriminadamente contra mis blancos pantalones─.

Después me encaminé hacia él, evite el contacto visual directo ya que no quería atravesar su cráneo con una de mis fulminantes miradas "hoy tengo un mal día".

─¿Quién eres? ─pregunté de forma seca y contundente a Tommy, mientras giraba una de las sillas del comedor haciendo que el respaldo chocase contra el tablón de la mesa, y yo me sentaba con una característica pose chulesca muy de mi estilo─.

Mordí la manzana.

Alberto mira a Iñigo y le responde:

- Si, tiene bastante dinero, como decirlo, parece que sus habilidades son bastante útiles y le pagan por ello. Ella llego antes que yo así que no se si ella se ha comprado, lo que sí, creo que le gusta intentar comprar chinas... no sé porque, es raro

El chico se queda mirando unos segundos como esperando a que le diga algo mas, entonces Luis habla y este se ríe:

- Para nada hombre, no exageres... yo nunca me he vendido ni comprado eso lo hace gente que quiere ir por el camino rápido, la Dama de hielo como la llamamos suele repartir trabajillos y demás con el que sacar algo más de dinero, también a veces otros de los supervisores te propone un trabajo, a fin de cuentas es como en la vida real, no os obcequéis con lo de vender y comprar personas

Mientras Iñigo hablaba sonríe y responde:

- Si, algo así, a ver, a Ross le gusta comprar a las chinas, por lo que se las lleva a su habitación y pasan allí unas horas, según dicen que se lían entre ellas y ya está, el caso de esas dos que están con ella, creo que le deben dinero y le sirven de guardaespaldas porque aunque Ayumi parezca una mosquita muerta es de las más poderosas de por aquí y Rika aunque parezca medio tonta tiene un poder que mola mucho y le encanta usarlo

Ross se queda mirando a Nora y suspira mientras le responde:

- Vaya así que piensas que yo compre a Rika y a Ayumi... tengo esa pinta?... bueno te responderé a lo que preguntas... puedes poner cualquier cosa en el contrato siempre que las dos partes estén de acuerdo y debéis hacerlo delante de la encargada de la tienda ella es la que garantiza que se cumplan las condiciones, así que si quieres vender o comprar algo o alguien tienes que acudir a ella, así que si por ejemplo quieres ofrecerte como "sirvienta sexual" tendrías que acudir a esa mujer junto con la persona que va a coger tus servicios, lo bueno que es una persona a la que le da un poco igual los tratos que hagamos

Sonríe levemente, parecía realmente un poco molesta y dice entonces:

- Rika me debe bastante dinero y ella misma puede decírtelo y Ayumi es su amiga por lo que ha decidido ayudarle a pagar lo que me debe, nada más que eso realmente, yo reduzco la deuda mientras ellas digamos que trabajan para mi, así de simple