Partida Rol por web

Marionetista como si tuviera que saber lo que es eso aunque me pueda hacer una ligera idea no puedo estar segura. Sonrio cuando parece que le gusta Dodo.

Se llama Dodo y tuve suerte con él... los otros no son tan amables. Digo negando con la cabeza mientras termino mi zumo para irme lo antes posible pero finalmente la Dama de hielo dice mi nombre y otro que no reconozco asi que le pregunto a Ross. ¿Quien es ese tal Sebastian? y ¿donde puedo encontrarlo?

Es un poco fastidioso prefería ir a la enfermería para ver si podía conseguir mis "practicas" alli y no por que no quisiese saber más de mi habilidad si no por que mientras estuviera alli eso se daba por seguro lo otro... no sería tan raro que no lo consiguiera.

Cuando le preguntan Ross se queda pensando unos segundos y dice.

- La verdad no sé donde puede estar... aunque le suele gustar pasear por los jardines, así que seguramente puedas verle allí, sobre el... pues cuando le veas le vas a distinguir muy bien, es un poco excéntrico pero no es mal tío, además es un gran invocador y como te han mandado con el seguramente tengas algo de invocadora, aunque por lo que me has dicho Dodo es una invocación tuya... bueno, ya controlaras a los demás y me los enseñaras, a cambio yo te enseño mis marionetas si quieres

Me acerco un momento a Jack.

Buenas- digo ofreciéndole la mano- Me llamo... bueno llamame Night, he oído que te han pedido que pares la caída de alguien desde un tercero con tus poderes. Yo tengo ahora una pelea que "soportar" pero si no encuentras a ningún otro antes de la hora a la que se cumple el plazo puedes buscarme, por 10€ te hago de muñeco de pruebas, a fin de cuentas la caída no sería tan grave para mí.

Menuda decisión tenía que tomar: o volvía a las clases como un chico "normal" ,o me ponía a hacer trabajitos para entrenar mi poder como el resto, vaya dos opciones... Entonces me acordé, fue como si se me encendiera una bombilla sobre la cabeza -Pero en que estoy pensando, si lo que yo quería era salir de aquí, o no?- lo cierto es que me había metido tanto en el papel que se me olvidó mi objetivo principal, menuda fuerza de voluntad la mía. Pero era verdad, tal vez quedarse allí no fuera tan mala idea, a fin de cuentas no tengo nada ni a nadie fuera, asi que ¿a donde iría?, lo más seguro es que me volvieran a pillar, o que otra gente peor me encontrase. Además, el hablar con Jack mi hizo darme cuenta de que a lo mejor no todos los que hay aquí fueran malvados, aunque bueno solo hablé con el un rato así que vete tu a saber.

El tiempo pasaba y no quería impacientar mucha a la dama de negro, por lo que evalué bien las dos opciones para elegir una; sí, finalmente había decidido quedarme, puede que el entrenamiento me sirva en un futuro y me se más fácil escapar si veo algo raro, así que creí que era la mejor idea. En cuanto a los términos de mi estancia, lo de tener un tutor y estar más controlado no me molaba un pelo, pero al menos así me libraría de que a alguien le diera por comprarme y usarme como reposapies humano, además la señora Freeman dijo que también podría hacer trabajos para ganar algo de dinero y que tendría algo más de protección, de modo  que acabé por decantarme por el programa de menores, total, si no me gustaba siempre podía cambiar (o eso espero...)  -Pues creo que prefiero quedarme con el programa de menores, ¿donde tengo que ir ahora?¿y cuando sabré quien es mi tutor?

La mujer asiente y dice:

- En cuanto termine la hora del desayuno tendrás que acudir a clases así que no sería mala idea que fueras a la tienda y comentaras a su responsable que acabas de llegar... ella mirara tus datos después de que le digas tu nombre y te dará el material necesario para las clases

Acabé mi manzana y me levanté para tirar el hueso central a un contenedor de basura próximo, después coloqué la silla en su sitio y con su posición de origen. Despedí con un gesto de cabeza a Tommy y continué escuchando lo que la tipa de la tablet estaba diciendo.

─Vaya grupo de enfermos... nos tienen calados desde el minuto cero. Apuesto que saben hasta cuántas caries tenemos ─pensé, aburrida─ resulta tan... 'creepy'─.

Para colmo si quería algo de dinero, que seamos sinceros ¿quién no?, tenía que encontrar a una tal Su y probar a copiar su característica más importante. Bueno ¿y quién coño era Su y dónde estaba? me daba demasiada pereza ponerme a buscar como una loca o ir preguntando a todo el mundo, así que aprovecharía a dar una vuelta por aquella prisión y tal vez, con suerte, me la encontrase de bruces.

Así pues, me levanté y salí del comedor.

Veo como una persona que no estaba conmigo en la habitación blanca cuando entre se me acerca y me saluda mientras tiende su mano y me hace una oferta, le tiendo yo también la mia mientras le respondo.

-Hola Night, encantado y precisamente estaba pensando en como alguien iba a confiar en mi para que lo tirara desde una tercera planta- digo entre risas. -La verdad es que me parece un buen trato, no creo que tenga problema en conseguir frenar esa caida pero encontrar a alguien que se prestara si que sería algo dificil sin haber visto mis poderes en acción antes, asi que me parece un buen trato ese.

-Ya sabía yo que esto me costaría algo de los beneficios pero bueno al menos no tendre que buscar ni negociar demasiado y así también ganaré su confianza para futuras situaciones.-

-Si te parece bien te espero en el patio y tu saltas desde la tercera planta y te freno, y tranquilo por tu tarea de después no voy a dejar que te caigas- digo con confianza en mi habilidad.

Un tipo excentrico... como si la mayoría de la gente de aquí fuera normal... al menos me había dado un lugar por donde empezar a buscar.

Gracias, lo iré a buscar al jardin. Digo mientras recojo los restos de mi desayuno. Me encojo de hombros cuando dice que quiere ver a mis otras invocaciones. El único adorable es Dodo. Digo acariciandole la cabeza. Los otros dan un poco de grima... pero si quiero ver esas marionetas, algunas son verdaderas obras de arte. Digo ya levantandome. Nos vemos Digo despidiendome con una sonrisa

Clara pareció animarse cuando la señora de negro le dijo que en esa misma mañana podría empezar a ganar dinero y más aún que podría ejercer su profesión como profe. Tan sólo tendria que buscar al franchute... pero... ¿Donde?

- Disculpe señora Freeman... he conocido al señor Lagrande... pero ¿Donde puedo encontrarlo? según me dijo los laboratorios están prohibidos y no se si me permitirían pasar a la enfermería o está en otro sitio- le preguntó a la mujer.

No, no, no- le corrijo- primero me voy a hacer lo mío y luego nos encargamos de lo tuyo. No es mucho problema pegarme una galleta después de pelear pero es posible que tenga problema para pelear por unas horas después de pegarme la galleta. Nos vemos en un par de horas en el patio.

Ahora me piro, nos vemos luego.

-De acuerdo, entonces iré a la tienda. Muchas gracias... supongo- intenté no alargar mucho mi despedida. Antes de irme me acerqué de nuevo a Jack, al parecer ya había conocido a otro chico más -Bueno Jack parece que aqui nos separamos, ha sido un placer, espero que nos veamos por aquí a la hora de comer- dije con tono amistoso, no quise interrumpirle mucho más porque parecía ocupado planeando la tarea que le habían encomendado.

Me dirigí a la puerta del comedor con un pensamiento que no paraba de rondarme la cabeza -¿Donde leches estara esa maldita tienda?.

Livia escuchó a aquella mujer nombrarlos a ellos y a sus poderes respectivos y se sintió molesta. ¿Es que aquella gente tenía que humillarlos e invadir su intimidad constantemente? Los trataban como a ganado, o peor. De cualquier modo, y a pesar de su enfado, la chica intentó por sobretodo que su rostro no dejase traslucir lo poco que todo aquello le gustaba. Cuando la nombraron a ella, tomó nota de lo que debía hacer y se mantuvo ausente hasta que de pronto Jaden desapareció delante de ella de un modo tan repentino que no pudo por menos que sorprenderse.

¿Jaden se había ido usando su poder o le habían teletransportado? No podía saberlo y eso la puso nerviosa. Dirigió su mirada a la mujer que les daba las indicaciones y por su expresión ceñuda supo que no aprobaba lo que acababa de suceder. Tragó saliva, esperaba que Jaden estuviera bien.

Su mirada se dirigió entonces a Alex intentando parecer despreocupada, el chico estaba extrañamente callado, él no parecía ser alguien que se conformase.

- Bueno, al parecer ya tenemos tarea... - Comentó y bajando mucho el tono de voz, añadió- Doña Estirada no ha dicho nada de que tengamos que cumplir la misión sin ayuda, así que, si me necesitas... 

Sonrió con aquel gesto amigable y cálido que Alex ya podía reconocer como familiar, y se puso de pie con tranquilidad.

- Será mejor que nos movamos ¿No crees?

Noelia pone cara de "y que me cuentas" y dice a Clara:

- Eso es cosa tuya el cómo encontrarle y hablar con el... yo sé donde estoy yo pero no tengo porque saber donde están todos

Aquella mujer fue revelando todos los poderes de las personas presentes y me molestó enormemente que mencionara el mío. ¿Un momento, Liv control mental? ¿Qué significaba eso? No me dio tiempo a pensar mucho más porque de repente Jaden se desvaneció.

Sorprendido por la rapidez con la que Jaden desapareció me giré y me quedé mirando a la nada, donde antes se encontraba el asiático. ¿Teletranporte? ¿Y ya se había puesto manos a la obra o ha sido el otro el que le acaba de encontrar? Podrían estar en cualquier parte del mundo en segundos. Increíble. Les envidiaba ligeramente, ir a cualquier lugar en cualquier momento...

— Doña estirada —repetí sus palabras entre risas. Me parecía divertido el mote que le había puesto a la mujer de negro. 

Livia se estaba ofreciendo a ayudarme, sonreí con sinceridad y agradecido. Demostraba ser una buena chica, algo joven y con rostro aniñado, pero bastante mona. Ya casi me tenía ganado.

— Sí, claro, te sigo, —respondí a su oferta en español— a ver si podemos conseguir que te regalen lo que te tengan que regalar y luego intentaré levantar telequinéticamente al señor Butch.

Sonaba a nombre de bull-dog inglés que pesara más de treinta kilogramos. Si fuera cierto, iba a costar bastante. Hice un gesto con el dedo índice para que Liv me esperase unos segundos y me dirigí a Noelia.

— Eesto... disculpe señorita, —comencé para llamar su atención—, ¿quién es Butch? ¿Alguna descripción para que pueda identificarle?

Noelia mira a Frank y dice:

- Eso es algo que entra dentro de su encomienda, no todo es tan sencillo, si le dijera quien es seria más sencillo pedirle que levante una mesa no?

Clara enarcó una ceja cuando la señora de negro le saltó con esas... si ella no sabía donde estaba el franchute, como cojones iba ella a encontrarlo "Y si le pincho con un tenedor... ahí entre las cejas, para que no vuelva a mirarme de esa manera la muy simpática" pensó indignada al tiempo que un tenedor de los que tenía delante se elevaba unos centímetros... al darse cuenta, Clara lo cogio con rapidez y lo dejó en su sitio mientras se levantaba como un espolín de la silla.

- Gracias por la información señorita Freeman, ya me las apañaré- dijo al tiempo que salía del comedo con el paso apresurado mezcla de indignación y del sentimiendo de pánico que le producía no ser capaz de controlar su poder.