Miro el reloj y advierto que ya es cerca de la hora de comer.
No tendras problemas con eso, se quedo dando clase con los niños. Le comunico Yo quiero hacer algo antes de comer, así que hasta luego. Digo saliendo con algo de prisa del comedor, cuanto más me retrase peor.
Ahora tenía algo de dinero pero ya iría de compras por la tarde, algo de ropa y cosas "básicas".
-El único problema que puede haber es que salte yo en lugar de otra persona, pero por lo que me dijo de lo de poder volar me pareció aun mejor entrenamiento, si eso puede ser cumplí con la tarea Sebastián me vió saltar.- Le respondo a ella con educación, aquella mujer imponía tanto respeto como siempre.
-Bueno si eso es todo, muchas gracias e ire a dar una vuelta durante el rato que queda hasta la hora de almorzar.- Me despido de ella y me voy de camino a la tienda, quiero ver si puedo cambiarme esta ropa tan blanca que me delata como novato.
-Veamos si me la puedo permitir.-
Espero a que los dos se vayan antes de volver a hablar.
- Gracias. Me alegro de haber sido de ayuda. -Digo sinceramente mientras me coloco la mochila en el hombro. - Sera mejor que me vaya ya.
Acto seguido me dirijo a la puerta, no sin dedicarle una última mirada a la Señora Freeman, me siento agradecida por la oportunidad de hacer algo útil, y también tengo un agradable sentimiento de orgullo.
Jefe he estado unos dias muy liada, y acabo de ver lo de la otra partida. No tuve oportunidad de decir que lo siento mucho.
Entro. ¿Quiénes hay por favor, situación?
Pj ninguno, pero el comedor esta lleno de gente comienzo y charlando están las asiáticas, varios chicos etc
Entré al comedor con mi copia al lado, estaba concentrada en mantener la copia activa por lo que no tenía ni tiempo ni ganas para andarme con rodeos. Eché un vistazo en general en busca de la tipa de la tablet.
─¿Dónde está esta mujer ahora...? ─pensé débilmente mientras seguía repitiendo las palabras que me ayudaban a mantener la copia como si de un mantra se tratase─ No desaparezcas, no desaparezcas, no desaparezcas...
Me paseé por la estancia, con suerte podría localizarla entre la multitud que no paraba de comer y charlar entre ellos. Lo curioso es que, en aquel lugar, nada te miraba mal ni raro por llevar una copia de ti misma al lado.
¿Está Noelia?
Al entrar me viene el olor a comida y como no desayune demasiado me entra aún mas hambre al olerla, así que me sirvo un buen plato y como no veo a nadie con quien hablara antes me siento en una mesa a disfrutar de mi almuerzo.
Mientras como pienso en que la comida de allí no esta nada mal y en lo grande que era aquel lugar y que no había visto casi nada aún. -Despues de comer iré a dar otra vuelta.-
Noelia se encontraba en una mesa acompañada por un hombre de aspecto mayor, los dos comían con tranquilidad mientras parecía que hablaban de algo no especialmente trascendental, la mujer con su tablet en la mano la pulsaba distraídamente, el hombre debía ser alguien de los laboratorios, o al menos llevaba una bata blanca
Clara entró en el comedor con el rostro sonrojado y visiblemente acelerada, buscó con la mirada a alguien familiar... "Idiota, no conoces a nadie... bueno, sí al muchacho que despertó contigo... que también es un extraño al fin y al cabo..." tras pasarse un mechón de cabello por la oreja para tener mejor campo de visión, decidió ir a por su bandeja de comida y se puso a buscar un lugar donde sentarse.
- Disculpa... ¿está ocupado?
Dejo esto abierto para quien no le importe que Clara se siente a su lado ^^
Entro. digo lo mismo que clara, cual es la situación?
Muchas mesas estaban ocupadas, encontré una la cual estaba vacía, y unos segundo despues me viene una mujer que me pregunta si estaba ocupado. Me sonaba de algo, creo que estuvo en la misma sala que yo. En fin, no iba a ser descortés. El silencio por las mañanas era bueno, en el mediodia, solitario, y por la noche, peligroso.
Si, claro. Puedes sentarte donde te plazca.
Le respondo a su pregunta
Clara se sentó pues al lado de Javier, con sólo echarle un vistazo se dio cuenta que era un hombre reservado y como la señorita Exposito no le apetecía importunar a nadie se limitó a sonreirle y agradecerle el gesto.
- Gracias...- comentó al tiempo que se disponía a tomar su almuerzo, el tenedor fue atraido hacia su mano derecha en un gesto que hubiera sido lo más natural del mundo de no ser porque acudio solico y porque la chica lo había atraido de manera inconsciente, al darse cuenta intentó disimular pinchando lo primero que se puso en la trayectoria del tenedor y llevándoselo a la boca, rezando porque nadie se hubiera dado cuenta.
esbozo una sonrisa simple, la chica parecía nerviosa por la forma de coger su tenedor, había algo raro en la forma en que lo cogía.
Estás bien? Pareces preocupada por algo. Bueno, antes de nada, me presento. Me llamo Javier
La muchacha que parecía estar peleándose con el tenedor, se quedó parada cuando Javier se dirigió y le sonrió.
-Encantada Javier... yo me llamo Clara- le tendió la mano en un acto reflejo, el chico pudo ver como el tenedor parecía estar pegado a la mano de Clara que al darse cuenta palideció y trato de quitárselo de en medio dando un manotazo pero lo único que consiguió fue atraer a la misma mano la cuchara del café-cielos...-exclamó nerviosa... a ese paso toda la cubertería se le iba a venir encima, como no se tranquilizara...