Partida Rol por web

Me disponía a comer acompañada de Sara que me había oscultado en la enfermería, la chiquilla se había ganado el puesto de ayudante del doctor.

-los golpes, mas bien me los hizo mi super-profe. Y si…la verdad es que el entrenamiento fue bastante duro pero no por ello me voy a desanimar por que me haya vencido, seguiré intentándolo. Por cierto, que hambre…-dije caminando hacia el buffet del comedor donde ya estaba servida lo que seguramente seria la comida.

Me acerqué con orgullo a Noelia, o como la conocen por ahí; La Dama de Hielo. Una vez más la tipa estaba absorta con esa tablet que llevaba a todos lados. Empezaba a plantearme si su cosa especial era invocar tablets o algo por el estilo por que no la soltaba ni un segundo.

Cuando llegué hasta donde Noelia estaba sentada posé ambas manos sobre la mesa y me incliné un poco hacia delante, en primer lugar me dirigí al hombre, vejestorio, que la acompañaba.

─Con permiso, querido... ─dije interrumpiendo la probable charla que tuviesen─

Después dirigí mi mirada hacia Noelia.

─Aquí lo tienes, ─señalé con mi mirada a mi lado, donde la copia que había realizado aún se mantenía, aunque no creía que fuese a durar mucho más tiempo─ ahora... ¿mi dinero?─

Busco a Rose, a ver si la veo, entre todo el gentío. Mientras voy pillando algo para comer.

Noelia observa y asiente, en ese instante la copia desaparece, la mujer de negro dice:

- No está mal, has llegado a lo justo pero has llegado, te he asignado 100 € y por el momento no creo que te necesitemos... eso sí, una pregunta, para replicar el poder de alguien necesitas saber el poder o lo necesario es que le veas... si te colocamos junto a una persona y te decimos cual es su poderes podrías copiarlo?

La mujer pregunta realmente seria, parecía que era una pregunta mas importante que simple curiosidad

Ross estaba comiendo con Rika en una mesa las dos parecían hablar de tomas no demasiado importantes, realmente estaban hablando de moda

¿Por que tiene que golpearte para entrenarte? Pregunto algo preocupada. A mi me dierón unos cuantos consejos y me digerón que practicara... parecé mucho más sensato no se por que tendrían que golpearte para entrenarte. Digo sin entender nada.

Cojo algo de comida de mi plato y se la doy a Dodo que empieza a comer con hambre, mientras yo hago lo propio.

Agarro un par de hamburguesas y un refresco, además de un cubo de patatas y me lo llevo.

Me acerco a la mesa en la que están Rose y Rika, no sin antes armarme con un cubo de rámen y un buen refresco tamaño kingsize.

Buenas tardes chicas- saludo- ¿qué tal se ha dado la mañana? Yo he hecho que un tipo se desmaye de puro pánico. ¿Puedo sentarme?

-mi poder es la Agilidad Sobrehumana, digamos que mi cuerpo necesita estar en constante movimiento y a pesar de eso hago todo tipo de deportes aunque los que mas me van son las artes marciales y a causa de esto pues…el entrenamiento fue algo así-explique a Sara.

Después vi como Nora se nos unia a la comida:

-claro, sientate-le digo a la japonesa y añado - yo he recibido una buena paliza de mi super-profe...-

Miró que Nora a cogido un cubo de ramen y el olor a fideos hace que mi estomago ruja de forma poco educada:

-Ups, lo siento. Mi cuerpo esta practicamente en constante movimiento por lo que mi estomago es como el de los tiburones, a los 20 minutos de haber comido vuelvo a tener el estomago vacido- dije y fui corriendo a por uno de esos cubos de ramen, tenia tan buena pinta y seguramente mis filetes de pollo empanados con ensalada no fuera algo suficiente.

Me acerco a la mesa en la que están Cathleen y Sarah, no sin antes armarme con un cubo de rámen y un buen refresco tamaño kingsize.

Buenas tardes chicas- saludo- ¿qué tal se ha dado la mañana? Yo he hecho que un tipo se desmaye de puro pánico. ¿Puedo sentarme?

Estas bien, clara? Parece que tienes pegamento en las manos. Alguien de aquí te ha amenazado con algo o algo por el estilo?

Digo echando un vistazo alrededor mio para ver si nos miraba alguien. Me fijé también que el comedor estaba más lleno que antes, había gente que vino conmigo a esta cárcel gigante.

- No es pegamento... es... eso que me pasa... magnetismo- confesó finalmente- por eso vine, porque no soy capaz de controlarlo- la chica hizo un esfuerzo por tratar de tranquilizarse, al fin y al cabo parecía que Javier no la miraba como a un bicho raro- estando en mi casa hice que saliera volando una mesa de forja con un simple gesto... je,je me cargué el invernadero de mi abuelo- mientras hablaba la cuchara del te comenzó a temblar hasta que finalmente cayó a la mesa. Clara aliviada suspiró y al hacerlo el tenedor también se despegó de su mano- Aquí me han tratado bien... odbiando el pequeño detalle de tenernos retenidos durante un tiempo... y que tienen sus planes para nosotros... y que he metido la pata con el señor Lavange... claro- en ese punto el tenedor pareció querer volver a la palma de la mano de Clara, pero tras la leve vibración se mantuvo en su sitio- pero el caso es que creo ser yo más amenaza para los demás... - se sinceró- uy estoy hablando mucho, lo mismo te aburro.

Tranquila, piensa que todos tenemos ese mismo problema, pero con distintos poderes. Ya que tu me has dicho el tuyo, seré justo En ese instante, extiendo la palma y poso un papel sobre ella. Mi poder es el de fuego, puedo hacer mas o menos lo que me plazca con el siempre y cuando este en mis límites, y mi otro poder es la fuerza. Todo el mundo tiene anécdotas digo, mientras mis ojos se pierden en recuerdos del pasado.

En fin, si no me equivoco, estamos en este lugar para aprender a usar nuestros poderes, así que imagino que aprenderás a controlarlos mediante su uso. Al menos, eso es lo que dicen, lo cual hace que me cuestione: Es verdad eso? o simplemente quieren evitarnos entre la sociedad? Eso es algo que descubriré. Tu que opinas?

Me incorporé y retrocedí unos pasos de la mesa. Asentí orgullosa al escuchar que me iba a ingresar los cien pavos. ¿Qué menos, no?

─Cerca. Lo que noto es como cuando se te duerme un pie... pero en la cabeza, entonces se que esa persona tiene algo que puedo tener yo también, pero no necesariamente tengo que saber el qué es ─afirme, por lo menos había sido así siempre─ ¿Por qué esa pregunta? ─

Me cruce de brazos esperando la respuesta, era una pregunta íntima. Muy íntima, aunque supongo que en el contexto que estábamos no fuese tan íntima como yo creía que era.