Partida Rol por web

Sobre la cama encontró un bañador blanco, lo miró con extrañeza hasta que recordó lo de la fiesta de la piscina. Estaba en un sitio nuevo, así que tendría que integrarse y relacionarse. Ya conocía a Alex, y también había conocido al increíble chico de los portales; Jon Carlo. En aquella fiesta podría hablar con más gente, quizá también con su compañera de cuarto, con la que aún no había cruzado palabra. 

Finalmente, tras descansar un poco y darse una ducha, se puso el bañador bajo la ropa, se soltó el pelo, cogió una toalla y se dirigió al lugar de la fiesta.

Había bastante gente y mucho ambiente, música, risas, comida, bebida... Todo el mundo parecía animado y no era para menos. Dejó la toalla sobre una de las hamacas y buscó entre la multitud de rostros, reconoció a Aremi y a Luis, pero no vio a nadie más que le sonase, así que se acercó a la chica pelirroja (Aremi) y saludó cuando estuvo a un metro escaso de ella.

- Hola... - Dijo con su penoso inglés - Aremi ¿Verdad? Para ser compañeras de cuarto no nos estamos cruzando mucho.

No supo si dijo la frase correctamente, seguramente no, aunque confió en que la chica la entendiera. 

En la fiesta casi todo el mundo que habían conocido estaba, algunos en algunos lugares más apartados y otros menos. En un lado Luis hablaba con un chico Ruso con un bañador de color verde y negro y con Rika que llevaba un llamativo trikini de color rosa.

También estaban allí Livia y Aremi, podía decirse que estaban todas las personas que habían conocido que no llegaron con ellos salvo Noelia y Frank

Me encontraba por los alrededores, observando a la multitud pasárselo bien. Decidí acercarme a una mesa aunque eso implicase el riesgo de mantener contacto social con alguien.

Y así fue, mientras asaltaba al refresco de naranja y me lo servía en un vaso de plástico de esos para evitar que se rompan... me saludaron. Justo por la espalda, la voz de una chica. No me tomé ni la molestia de girarme, aunque admito que me llevé un susto; la prueba es que derramé unas gotas de refresco sobre la mesa.

─¿Aremi? Sí, claro que soy Aremi... esta debe ser... ─confirmé mis sospechas cuando ella mismo sentenció que era mi compañera de habitación─ Sí, es─.

Me giré sobre mi misma, quedando cara a cara con la chica.

─Aremi. Sí. ¿Y tú eres...?

Decidí obviar el comentario de si habíamos entablado conversación o no, si mucha o poca, ya que aparte de evidente resaltaba a la vista que el ir por ahí haciendo amigos no era mi fuerte.

- Livia - Respondió sonriendo apenas y aprovechando para servirse también ella un poco de refresco en un vaso.

Luego se giró hacia la multitud y dio un trago corto.

- Es extraño ¿Verdad? Al menos en mi caso, primero me secuestran y me traen aquí sin que yo lo haya pedido, luego nos dan esta fiesta como si no fuésemos más que universitarios en una fraternidad - La sonrisa de la muchacha se ensanchó un poco más antes de girarse de nuevo para mirar a Aremi, pero no mostraba alegría, sino sarcasmo.- Me pregunto si mi padre me estará buscando, o si le habrán contado alguna milonga acerca de mi repentina desaparición... Esta gente parece tenerlo todo muy bien atado, seguro que no han dejado cabos sueltos.

Rodé levemente los ojos mientras daba un trago a mi vaso. Me giré, dando la espalda a la mesa y mirando hacia la piscina. Aquella gente, toda, tan feliz... o habían sido unos miserables en su anterior vida y estar en esa prisión era lo mejor que les había pasado, o simplemente les habían lavado la cabeza.

¿Quién en su sano juicio, por muchas cosas raras que supiese hacer aceptaría venir aquí si tuviese una familia fuera? Y más aún, sin avisarles, siendo raptados. Tenía claro que si esa fuese mi situación haría lo posible por largarme.

─Esto es una cárcel. Bonita, pero una cárcel. Como en toda prisión te tienen controlado ─murmuré y miré las pulseras─ y tienen un sueldo por hacer según que trabajos. Hay unas normas y si no las cumples vas a aislamiento, aquí también hay de eso ¿o no recuerdas lo que pasó en el comedor? Y escapar está prohibido, si alguien necesita más pruebas que se compre un par de ojos nuevos─.

Volví a dar otro trago.

─Los tíos macizos y buenos y las tías cachondas y asiáticas los ponen solo para despistar.

Al ver que Sergei me extiende la mano, le devuelvo la cortesía.

- Un gusto - le comento con un fuerte apretón - Así parece, no entiendo muy bien la mecánica del lugar todavía, pero por el momento parece entretenido este lugar. - Mas es como todo en este mundo, lo que tiene mucho brillo y es demasiado bonito siempre esconde algo por detrás. Pienso para mis adentros - Y bueno, si los tragos son buenos, ¿porqué no empezar con un aperitivo? Deslumbrame Sergei.

Tomo asiento con Rika y el ruso y espero que siga cayendo gente al baile. 

- ¿Y cómo fueron a parar ustedes aquí? ¿Es tan bueno como lo pintan o mañana ya nos empezarán a hacer experimentos y a extorsionarnos para que hagamos ataques terroristas? - digo con sarcasmo. 

Liv no respondió inmediatamente a las palabras de Aremi, supuso por su opinión de aquel lugar que tampoco ella estaba allí por decisión propia. Se identificó en cierto modo con aquella muchacha ácida y crítica. 

- Sea como sea, aquí estamos - Dijo asintiendo y mirando a los demás chicos y chicas que rondaban por el lugar- Somos diferentes, era cuestión de tiempo que alguien idease el modo de tenernos apartados de los demás para estudiarnos, controlarnos, enseñarnos, o como lo quieran llamar. Me queda claro que la humanidad no nos quiere ahí fuera, en su mundo, haciendo lo que nos dé la gana. Lo que no termino de entender es qué quieren hacer con nosotros, dicen que enseñarnos a no ser un peligro, pero yo jamás me he considerado uno.

En ese momento pensó en su madre, que se había largado, huyendo de su pequeña hijita y de lo que era capaz de hacer, y de su padre, que se había quedado solo con ella y la había llamado monstruo tantas veces,  la había temido, odiado y detestado toda su vida. También él había querido escapar, pero Livia no se lo había permitido; sin él, la hubieran encerrado en alguna institución, así que le había retenido en contra de su voluntad, anulando su voluntad... Hasta ese momento, Liv había pensado que su padre era un cerdo que se merecía todo lo malo que le sucediera, ahora ya no estaba tan segura.

"A lo mejor sí que he estado usando mal mi poder. A lo mejor sí que soy un peligro."

Dio otro largo trago al vaso y volvió a mirar a su compañera. 

- ¿Tienes familia? - Preguntó tratando de sacudirse su propio malestar.

No sé, tal vez a ella le hicieron saber de pequeña que era un bicho raro y que algún día acabaría en una jaula. Desde luego a mi no, y no me hacía ni pizca de gracia estar allí. A ella supongo que tampoco, o eso o tal vez estuviese fingiendo en realidad fuese una chivata de la tal Noelia esa.

─Todos tenemos familia, amigos, y conocidos fuera de este sitio. O en algún momento hemos tenido, claro─.

No entendía muy bien a qué venía esa pregunta, pero me olía a bien exceso de curiosidad, o bien, la típica pregunta de la cual esperas una respuesta y dentro de esa respuesta un "¿Y tú?", igualmente no se iba a dar el caso. Y no porque fuese yo una borde desalmada de nacimiento, que también, es que simplemente no me interesaba la vida de nadie de los que estuviesen allí. Por lo menos hoy.

─¿Qué sabes hacer tú? ─no obstante, había otras cosas que sí me interesaban más que los aspectos personales de cada uno─

Rika da un largo trago y dice:

- Bueno, la verdad es que yo no era lo que se dice una niña modelo en el instituto estaba en una banda y nada, sabes el poder crear armas es muy útil para poder ganarte a la gente

Se toca el pelo y sonríe para después decir:

- Ya no se hace tanto pero llevar el pelo teñido en un instituto no es de ser una niña buena por así decirlo, yo era de las peores, has visto los mangas donde van con mascaras, faldas largas y demás, pues no es tan exagerado y yo era de esas... y bueno creo que cuando invoque una pistola me pase de la ralla y aparecieron estos señores.

Sergei termina de colocar las copas y dice:

- Yo... bueno, digamos que un día llegarrr alguien a mi casa y querrer hablarrr conmigo, según decirrrme podrrrian ayudarrrme con mis habilidades.

Sonríe y después se pone muy serio y dice:

- No poderrr decirrrlo porrrrque si yo decirrrtelo a ti tenerrr que matarrrte

Termina el chico muy serio, pero Rika a su lado se aguantaba la risa

Levanto las manos ante las palabras de Sergei, de buena gana y con gracia.

- Pierde cuidado, no lo pregunto entonces. - digo mientras agarro el trago y le doy un sorbo, el alcohol quema mi garganta, es una sensación más que placentera, después de un día bastante frustrante. - Yo cometí el error de desaparecer en público.... Boludeces que hace uno sin darse cuenta y, al igual que Sergei, cayeron a mi departamento y me propusieron venir aquí. Sabía que no iba a ser algo voluntario si me oponía, así que antes de llegar con la cabeza tapada y un par de golpes, preferí venir sin objetar. Así mismo he de decir que esto pinta demasiado bien, muchas luces, mucho brillo, mucha fiesta. Pero ¿qué hay atrás de todo esto? ¿Cuál es el truco realmente? - digo mientras mantengo la vista puesta en el rulo que se va haciendo Rika con su dedo. 

Livia captó que Aremi no parecía cómoda con el tema de la familia, así que decidió que era mejor no volver a sacarlo, al menos de momento, tampoco era su tema favorito, desde luego, pero por algún sitio había que empezar. Se rascó su blanca cabecita en un gracioso gesto entre pensativo y dubitativo.

- ¿Qué sé hacer yo? - Preguntó divertida- Pues nunca me paré a darle un nombre, pero creo que aquí lo han llamado control mental - Se encogió de hombros  como diciendo "¿Qué importa en realidad un nombre u otro?" - ¿Y tú?

Clara entró en la piscina tratando de no llamar mucho la atención, tenía la sensación de que la había cagado en el comedo por hablar tanto y no deseaba seguir liándola, así que decidió tratar de relajarse yendo a aquella fiesta... aunque ella no estuviera para muchas fiestas. De camino a la barra escuchó a unos chicos hablando sobre sus poderes, le impusieron tanto respeto que en vez de pararse a curiosear siguió su camino hasta hacerse con una copa. Había pedido Gin-Tonic, pero no sabía si se lo darían o no... daba igual, con beber ago de alcohol estaría bien.

Sergei da un largo sorbo a su bebida y después dice:

- Si, crrreo que hay un dicho que dice que no orrro todo lo que rrreluce... aquí tienes menos liberrrtad que en algunos países... no sé, Ming Na es una chica de Correa del Norrte y aquí es mucho mas librrre que en su país, yo soy de Rrrusia y no noto demasiado la diferrrencia, pero Rrrika parrece algo más limitada...

El Ruso da un nuevo trago y añade:

- Todo depende de cómo te lo tomes... tienes la ventaja de que vas a tenerrrr el trrrabajo que tu quierrras, perrro a cambio no puedes salirrr de aquí siemprrre que quierras a no serr que ellos lo perrrmitan.

Rika asiente y dice, se notaba que  el alcohol empezaba a hacer efecto en ella:

- Pues mira... aquí se está muy bien, pero bueno, tienes que aguantar a gente un poco rara también... no sé, las dos que vinieron nuevas si es que tuve que sacarles una pistola y todo para que se callaran un poco.... que pesadas o  no se... Ross por ejemplo, crea marionetas con la forma de la gente y me propuso hacer una con mi forma... y es raro porque tiene que tocarte entero, es un poco raro, pero aparte de eso te lo puedes pasar muy bien, eso si no enfades a la dama de hielo... hablando de ella

Noelia llega en ese momento caminando vistiendo un bikini que realza su atractivo cuerpo, la mujer camina con seguridad y toma asiento en una hamaca cercana a la piscina

Traté de concentrarme en la chica aquella, Livia se llamaba. Mi plan era sencillo, ¿no podía controlar las mentes? Bien, pues jugaríamos un poco a su juego... algo sencillo. Yo la controlaría y derramaría su vaso sobre la tal Noelia que, por cierto, acababa de sentarse en una hamaca en la piscina.

Pero esta vez no resultó tan sencillo...