Partida Rol por web

Alza una ceja. Esa secretaria se rebajaría a cualquier cosa para conseguir ese puesto... no parece nada profesional, pero no es lo que pone en los papeles. 

-Al primer error, te largas.

Se levanta de la silla y deja caer unos 10 archivadores con información.

-Archiva estos documentos. Luego hay una base de datos con la información que hay y entonces prepara el material para las reuniones de mañana. Cuando lo hayas hecho, encárgate de las invitaciones* y de las noticias. Y cuando acabes todo eso, pasas mi agenda y todos los datos a mi ordenador personal.

Se mete las manos en los bolsillos.

-No aceptaré preguntas estúpidas. Si tienes problemas, básate en documentos anteriores.

Saco mi tablet al momento y abro un documento.

·Archivar

·Base de datos: reunion

·Invitaciones y noticias

·Agenda

Escribo un breve planning para aclararme hast aque coja la mecánica.

-Entendido. ¿Alguna clave o contraseña que deba conocer para su agenda u ordenador?- solo lo pregunto porque al ser personales, dificilmente van a estar las claves escritas alegremente por ahí. Si me las da las apunto. Si no, pues nada.

Cojo los archivadores y me dirijo a mi mesa. Justo antes de salir me giro un poco.

-Director...gracias.- salgo, sabiendo que si estoy ahí es porque ha tenido paciencia. Y comienzo a atacar eoss archivadores.

-No hay claves. Simplemente, entras en mi ordenador desde la red interna.

Se apoya en la mesa.

-Ah, antes de que te vayas. Ese bombón, la hija del presidente del banco Tomonaga. Elige un regalo apropiado y envíaselo en mi nombre, ¿vale?

Se sienta de nuevo.

-Y sobre todo, no me pases ninguna llamada de ninguna mujer que no esté en mi lista de contactos.

Sonríe. Una sonrisa de "como la cagues con eso, a la calle".

-Regalo apropiado, no pasar llamadas. ¿Me permite una pregunta, director?

Espero a que me responda antes de salir.

*

-Como secretaria, tienes que saber qué elegir así que espero que lo hagas con cabeza.

No le responde directamente a la pregunta que le hace. En ese momento, suena el teléfono, pero Kaya no tiene tiempo de responder porque el Director coge la llamada y responde.

-Sí, déjala pasar.

Tras unos minutos, aparece una chica nueva, igual de cachonda que la otra.

-Kyouhey, tenía un rato libre y he venido a verte.

-Yo también tenía pensado cogerme un descanso.

Hace un gesto con la mano a ambos para que se larguen de allí.

Ahogo un suspiro y salgo para empezar a trabajar. El regalo será lo último, o casi.

Que tipazo tiene la tipa...ya lo he visto con dos mujeres y las dos son impresionantes. Bueno, supongo que al menos estoy a salvo en ese sentido. Una preocupación menos, no seré acosada.

Me pongo a trabajar de firme. No va a tener ni una mísera queja de mi. No a partir de ahora. Cuando acabo todo, investigo sobre la chica, para ver de donde es, a que se dedica, que suele hacer y que cosas le gustan. Facebook, twitter, instagram...todo eso siempre ayuda.

El superior que la ha acompañado se inclina un poco a modo de despido.

-Si necesita cualquier cosa, no dude en avisar, Señorita Satozuka.

Sale de la zona de secretaria y cierra la puerta tras él. Ahora ya está sola en su mesa y puede comenzar a trabajar. Cuando se dispone a hacerlo, comienza a escuchar ruidos bastante evidentes, y sugerentes, que proceden del despacho del Director. 

Oh venga....¿En serio?

Tras unos momentos en los que empiezo a ruborizarme, son...excitantes...descarto los sonidos. Debo meterme en mi burbuja de secretaria y no dejarme llevar por la imaginación. Me aislo todo lo que puedo, y uso un pequeño truco que acabé descubriendo. Transformar los ruidos molestos en pequeños ritmos, que llevo con el pie contra el suelo y con el boli, cuando no tengo las manos ocupadas, contra la mesa. Trivializa y mecaniza los sonidos, ayuda mucho.

Soy eficiente, el informe no miente, por lo que el trabajo avanzará bien. O eso espero.

Y entre visitas, soniditos y trabajo, se le pasa el tiempo volando. Ha sido un día largo y estresante y es hora volver a casa. A sus 22 años, aun vive con su madre en un bloque de apartamentos*. No está lejos, pero tampoco está cerca. Lo más rápido, es coger el metro para ir y venir.

Ya es de noche cuando llega. Su madre tiene la cena lista.

Llego a casa super cansada. Y es que no he parado un momento. Al menos, he adelantado todo. Seguro que al día siguiente hay otra montaña pero...la de hoy la he superado.

Al menos espero que no se tire "jugando" tanto rato muy amenudo..

Es realmente estresante tener que concentrarse en dejar fuera los sonidos de obvio placer y diversión de las chicas.

-Hola mamá.- se me nota cansada. -¿Qué tal el día?

Me siento a cenar.

-Hola Kaya, no te he oído.

Acaba de llevar las cosas a la mesa para comenzar a cenar y se sienta en su sitio.

-El día ha ido bien. Ha habido trabajo en la tienda, pero no ha sido agotador.

Los periodos de más venta de la tienda suelen ser para las fiestas o para hacer regalos con clase en bodas y acontecimientos así que depende mucho de la época del año y de la cantidad de acontecimientos que haya. La madre de Kaya es una persona tranquila y de cara amable. Parece perfecta como vendedora. También tiene una actitud tranquila y apacible... todo lo contrario a Kaya.

-¿Y qué tal tu día?

-Muy cansado. Muchísimas cosas que hacer para un déspota maleducado.- suspiro -Encima es difícil concentrarse con...bueno, cosas. No habemos de eso ¿ok? En cualquier caso estoy en periodo de prueba, aún no es definitivo.

La ayudo a terminar de poner la mesa y cenamos.

-Gracias por la comida mamá. ¿Algo que contarme hoy?

-No hay mucho que contar de mi día, pero parece que tú si tienes que contarme cosas.

Sonríe. La cena es ligera, pero buena. La tele está puesta, pero a un volumen bajo, para no molestar mientras hablan.

-¿Cómo es tu nuevo jefe? A parte de déspota maleducado.

-Es maleducado. Prepotente. Mujeriego, solo un día y ya lo he visto con dos mujeres. Y es...es...- hundo los hombros un poco, apoyando mi frente en mis manos- terriblemente guapo mamá. Está buenísimo. Sería más fácil si no fuese así.

Suspiro.

-Pero mientras trabaje allí, seré la secretaria perfecta, ni más ni menos.- termino de cenar, sabiendo que se va a reir de mi por la confesión. -Así que no te preocupes. Además su tipo son las mujeres super tope asi que no hay peligro. No quiero estar cansada mañana, y aún debo ducharme y tal...después me acostaré, voy a caer muerta en la cama.

Niega con la cabeza, se levanta y se acerca a ella. Le quita las gafas y el moño apretado que siempre lleva.

-¿Por qué siempre te recoges el pelo con un moño y llevas gafas? No las necesitas. Son para aparentar.

Con el pelo suelto parece más blanda. Para ella, no es la imagen que tiene que dar una secretaria decente.

-Con lo guapa que eres.

-Mamá...- me quejo cuando me quita las gafas. Pero ya que lo ha hecho y me ha soltado el pelo, qué más da. Lo aireo con mis manos, terminando de soltarlo del todo. -Ya lo sabes, parezco muy niña así. Nadie me tomará en serio. ¡Si cuando salgo me siguen pidiendo el carné en todas partes!- inflo los carrillos, me da un poco de rabia eso. -Ni que tuviese dieceséis años o algo así...Ya sé que para tí siempre seré tu niñita pero...no puede ser...- me inclino y la abrazo, besándole la frente.

-Bueno. Quito la mesa y friego y me voy a la ducha. Gracias por la cena, estaba muy rica.- comienzo a recoger.

Suspira.

-Me alegro que te esfuerces tanto, Kaya. Pero no quiero que te obligues demasiado.

Mira hacia un rincón de la salita. Allí está el altar de su marido.

-Tu padre está muerto y si te pasase algo, yo...

Su padre tenía una empresa que quebró y no pudo soportarlo. Kaya perdió a su padre hace 6 años y su madre, que no había trabajado nunca, tuvo que esforzarse por sacar adelante a Kaya y comenzó a trabajar duramente hasta que Kaya consiguió entrar en la universidad.

No me gusta pensar en mi padre y lo que sufre mi madre por ello, así que no lo hago.

-Mamá...- la abrazo de nuevo. -No pienses así. No me va a pasar nada. Además la que no sobreviviría sola sería yo...¡Soy una cocinera horrible!- bromeo, aunque es cierto. -Ahora que trabajo y cobraré podrás, en un par de meses o así incluso reducirte la jornada a la mitad si puedes. Así descansas más.- estrecho el abrazo un poco antes de soltarla y quitar la mesa.

Bajo el agua caliente, relajo los hombros al fin. Dejo que me lave y se lleve el estrés del día.

Va a ser duro soportar a ese...ese...déspota sexy. Eso. Pero es lo que me toca.

Me acuesto tras secarme bien.

El día amanece como todos. Su hora de entrada al trabajo es temprana y cuando llega a la oficina después de cambiarse en los vestuarios de los empleados, se encuentra el despacho vacío. Es perfecto para poder acabar con el papeleo que dejó pendiente ayer y demás asuntos.

Quizá ordenar también un poco el despacho del Director.

¿Entrará eso en mis funciones? Supongo que si lo hago...no. Y si no lo hago...sí.

Por lo que como no me gusta el desorden, no fuera de mi habitación, lo ordenaré en cuanto termine con lo que quedó pendiente. Lo primero es no tener nada de trabajo del que sé seguro que es cosa mía pendiente, por supuesto. A saber si debo hacerlo o no, con lo especial que es mi jefe no me vale de nada la experiencia de un año de prácticas.

Debería pasar desinfectante o algo... a saber donde hay cada cosa...ugh. Mejor no pensarlo y solo ordenar.