Partida Rol por web

-Gracias, Satozuka-san. Precisamente, queríamos establecer relaciones con la Corporación Touma para obtener la vajilla de cerámica, igual que en otros restaurantes que poseemos - dice la mujer.

Parece un buen negocio porque el lugar es exclusivo y no todos han comido en un lugar tan especial como ese. El señor Akiyama sonríe.

-La verdad es que queremos lo mejor para este restaurante porque es un lugar donde poder relajarnos y queremos lo mismo para nuestros futuros clientes. Toda la familia es cristiana.

-Si quieren lo mejor, han acertado al contar con la Corporación Touma. Estoy segura de que quedarán satisfechos.- miro al Director, parece que está perfectamente pese a estar en una iglesia. Eso me alivia. En algunas películas y libros no pueden ni entrar en sitios así.

-¿Tenían algo concreto en mente?

-Necesitaríamos ver las muestras para decidirnos, pero podrían aconsejarnos.

La charla transcurre con normalidad mientras cenan.

-La colección de vinos no está mal - dice Touma.

-Si quiere, puedo hacerle una visita a nuestra bodega de vinos.

-Tengo varios catálogos aquí mismo, si desean verlos durante los postres.

No me apetece nada ver los vinos. No soy ninguna entendida, ni un poco siquiera, por lo que solo podrñia poner cara de tonta y asentir a lo que me dijesen. Si quieren ir los hombres que vayan, yo le mostraré eso a la manager.

Claro que la última palabra la tiene el director.

El señor Akiyama y Touma deciden ir a visitar la bodega de vinos mientras la señora Akiyama se queda con Kaya para discutir el catálogo y todas las posibilidades que pueden haber para conseguir una vajilla que vaya con la imagen del restaurante y su categoría. Quizá incluso hacer un diseño exclusivo si eso fuese posible.

Tras todo eso, acabar la cena y la visita a la bodega, solo resta agradecer la cena y despedirse.

-Señor Touma, espero que pronto tengamos el honor de otra visita - dice el señor Akiyama.

-Por favor, contacten conmigo cuando lo deseen, es parte de mis tareas organizar estos eventos.- hago una pequeña inclinación a modo de despedida. -Y piensen en lo que hemos hablado, hay muchas posibilidades. Que tengan buena noche.

Sigo al director hasta la salida, o diréctamente  a la limusina* si ya está ahí.

-Todo ha ido bien ¿Verdad director?- sonrío.

El coche ya está ahí con Matsushita esperando junto a él. Se montan en el coche y se alejan de la iglesia restaurante. Algo debe de pasar porque el director no le responde. No es que hablen mucho, pero al ser temas de trabajo si que suelen hacerlo... al menos, para poner en común sus impresiones.

-¿Le ocurre algo Director?

¿Habré metido la pata? No puede ser que la comida le haya sentado mal...eso no pasa...¿No?

-He hecho algo mal o inadecuado?

Lo miro algo preocuada...En realidad, bastante. ¿Y si he metido la pata y no me he dado cuenta?

En el momento que mira, ve que tiene la respiración agitada y que se está desabrochando la corbata. No parece poder respirar demasiado bien... está... ¿como sufriendo? ¿Habrá tomado algo que no le ha sentado bien? ¿Habrá comido mucha comida humana?

-¿Director? ¿Qué le sucede?

Mi preocupación por mí se me pasa, y me preocupo por él.

-¡Dígame qué le pasa! No puedo hacer bien mi trabajo si no se me informa correctamente.- frunzo los labios. No me doy cuenta pero es...bastante adorable. Así, preocupada por él.

-Estoy bien.

Pero en realidad no parece que esté bien para nada. Se nota a la legua que está sufriendo y que no es momento para bromas ni nada por el estilo. Se quita la corbata como para poder respirar bien.

La realidad me golpea de pronto. Noto como mi mandíbula cae.

-Tiene hambre...sed...lo que sea. ¿Verdad?- miro a Matsushita -¿Verdad? ¿Es eso? Pero no lo entiendo...si hoy ha...hoy ha tenido uno de sus encuentros.

Parece estar sufriendo mucho.

-Responda ¿Es eso?

Busco mi agenda para ver donde queda la chica más cercana pero...me detengo. No puede ser.

No...no pueden verle así. Su imagen se deterioraría. Parece enfermo y...no.

-Matsushita...¿Tenemos alguna bolsa de sangre para emergencias?- sé que no pero debo preguntarlo. Porque la otra única opción me da mucho miedo.

No es el director quien responde, sino Matsushita.

-Kyouhei-sama, el hombre era cristiano, ¿verdad? 

-¡Matsushita!

-Es la fe lo que hace que se sienta así.

Parece que solo la verdadera fe le afecta y no el objeto en sí, como la estrella de david.

Matsushita es eficiente, si no me ha respondido a lo de la bolsa de sangre...es que no hay, como ya sé.

-Así que...está débil ¿Cierto Director? Entonces...

Vamos Kaya, no te asustes ahora debes hacerlo. No puedes dejar que lo vean así.

-Entonces tiene que alimentarse...y estando así de mal no...no deberían verle. Sé que no le agrada la idea de mi sangre...pero es la que hay. Beba, Director.- no le miro cuando lo digo. Tengo miedo de que duela.. Y también de que me rechace de plano por fea.....por no ser el tipo que le gustan.

El director la mira. Matsushita vuelve a hablar.

-Su fuerza vital se ha ido reduciendo durante el encuentro. Ahora está en su punto más bajo.

-Matsushita... - esta vez suena como una advertencia.

-El origen de la energía vital de los vampiros es la sangre, así que solo se puede restituir ese gasto bebiéndola. Así que sí... necesita sangre.

-No voy a beber tu sangre, Satozuka. Llama a alguien de mi lista...

Pero está claro que necesita una actuación rápida de emergencia porque si no lo hacen seguramente acabe inconsciente o peor, muerto.

-No estamos cerca de ninguna. No sabemos si están libres. No está en condiciones de esperar y...no puede beber inconsciente. Además, no tiene buen aspecto. No podrá seducir a nadie ahora.- Aprieto los puños apoyados en mis rodillas. -Tiene que beber ahora. De mi o de Matsushita...y él está conduciendo. Hágalo director.

Eficiente, como siempre. Pese al miedo.

-S-si tanto le desagrada mi pelo y mis gafas que no puede ni beber, puedo cambiarlos. Pero debe beber ya.

Ríe por su comentario.

-Estás muy segura de esto... qué devoción.

Se inclina hacia ella y de pronto se lo encuentra tan cerca que vuelve a notar su aliento en el cuello.

-Puede que duela un poco.

Hace que incline un poco la cabeza para dejar despejada la zona del cuello. Kaya nota los dientes afilados rozar su piel y... ni siquiera nota los colmillos. Lo que nota es... algo totalmente diferente. No puede pensar en nada. Y llega a lo más alto. Y tras unos instantes, el director se separa.

Cierro los ojos al notar su aliento, temiendo el momento...y turbada por la sensación. El dolor es...no hay dolor. Nada en absoluto, lo que hay es una sensación que me recorre por completo...perfecta...me hace abrir los ojos la intensidad del placer. Demasiado pronto se retira.

Lo miro, sorprendida y algo jadeante.

-¿Y-ya? ¿Es suficiente?

Serás...guarra ¿Por qué quieres que lo haga otra vez?

Por el placer, claro. Solo eso...si sigue un poco más seguro que llego al orgasmo. Pensar eso me hace sonrojarme aún más.

-Si bebo hasta estar lleno, sería malo para ti. Ha sido suficiente.

Aun se le ve cansado, pero no hasta el punto del colapso.

-Matsushita, llama a tres mujeres más.

Parece que aun necesita mucha más sangre para acabar de restaurarse.

Tomo aire reprimiendo un escalofrío. ¡Quiero más! Al pasarme la mano por la frente, sin querer, me quito las gafas. En realidad no se caen del todo, pero en este momento me molestan. Mucho. Las guardo aprovechando para sacar la agenda y dársela a Matsushita para que pueda llamar a las chicas.

No me gusta que se me vea sin gafas, así que me suelto el pelo mirando hacia la ventana, para quedar bastante tapada.

¿Qué ha pasado? ¿Es siempre tan....bueno sero mordida? ¿Dar mi sangre?

el simple recuerdo de ese instante me pone nerviosa...podría colverme adicta con facilidad.