Partida Rol por web

Con los sistemas de Inteligencia Artificial de la Eretria comprometidos y reprogramados para no tener acceso a ellos, todas las maniobras que se realicen desde ese mismo instante serán realizadas a la antigua usanza, como hace más de doscientos años. El convencimiento de la Ingeniera Aoi Mei de tener que salir a explorar es absoluto, pero no actuará, en principio, hasta saber la opinión del resto de la tripulación. Todas corren juntas el mismo riesgo.

La doctora Leclerc tiene el convencimiento de una actuación externa, o cuando menos algo que se escapa de lo normal. Quizá la solución sea más fácil de lo que parece, pero pudiera ser que no sea el momento adecuado aún para descubrirlo. Lo que sí sabe es que nadie ha saboteado la nave o los códigos de tiempo de las grabaciones habrían sido alterados. Y no lo han sido. Evidentemente no dejará las cosas así y seguirá dándole vueltas al asunto. Es su brillante naturaleza inquisitiva.

La Comandante es plenamente consciente de la situación a la que se enfrentan y no trata de buscar culpables, sino soluciones. Sospecha de la trayectoria de los cuerpos que han aparecido en el espacio, algo que tratará de solventar a través de su Ingeniera Espacial. Confía en que el programa que levanta una y otra vez el escudo cortafuegos sea sólo eso: un regenerador del cortafuegos. Pensar en cualquier otra alternativa sería quizá demasiado terrible.

La Soldado Van Damme, toda una artista marcial y con una habilidad innata para el uso de las armas se encuentra con una situación que no puede resolver golpeando con la fuerza de puños (que muchos hombres quisieran para sí en el Ejército de Gaia). Se queda en un discreto segundo plano a pesar de advertir a sus compañeras las malas vibraciones que la situación le produce. Y no es en vano que se dice que los soldados intuyen cuando va a pasar algo terrible.

Tras trazar los rumbos manualmente, puedes comprobar que los cuerpos que procedían de la Zelonia han salido de alguna forma de su interior. No parece que haya nada destrozado en el casco de la nave por lo que, por increíble que parezca, la única opción viable es que hayan decidido arrojarse voluntariamente al vacío del espacio en algún momento de los últimos meses. Este horizonte temporal, bastante indeterminado, viene establecido por la escasa velocidad a la que se mueven por el vacío espacial.

—Hm... Leyendo estoy. 

Es lo que respondo en primera instancia mientras estoy recabando información, las sospechas se disparan al 100% y está claro que mi intuición no falla. No obstante necesito darle algo más certero a la Comandante para que piense en un plan. Al menos puedo hablarle sobre lo descartado. 

—Nadie ha saboteado la nave, esto viene del sistema mismo... Necesito una confirmación, sigo investigando—respondo. 

Y no dejo de teclear, la idea es meterme en el sistema y comprobar si hay alguna alteración evidente. Lo que sea que demuestre este desfase de la IA dentro de la nave. No estoy muy para la labor de ofrecer resistencia a lo que controla los sistemas, pero si el río suena... Agua trae. 

Samantha avanza hacia la doctora. Suavemente, le pone la mano en el hombro.

-Doctora, Devra. No tenemos tiempo, no necesitamos certezas sino algo con que trabajar. No he visto nunca unos sistemas así, quienquiera que los haya programado es un top entre los top, y no usa un código que yo haya visto nunca. 

Mirando de reojo a la doctora (*), prosigue:

-Si nadie tiene en contra, vamos a pasar a manual y alejarnos de los cadáveres y de la Zelonia. No los quiero cerca nuestro. Una vez que aseguremos la Etreria veremos cómo abordar nuestra misión.

-Aoi, Van Damme, comprobad la integridad del casco, otra vez, y los sensores de las esclusas. Sí, ya sé que eso sólo pasa en los holos de terror, pero esto empieza a parecerse a uno. No querría ningún caminante llamando a la puerta -trata de imprimir un poco de humor a su última afirmación aunque no esté convencida del todo.

Se dirige a (**)

Profundizando en la programación del Sistema de control de la Eretria encuentras un algoritmo que te permite acceder a algún tipo de informe del último programador. La fecha de creación de su código de cortafuegos (de interior totalmente inaccesible para ti) indica que fue introducido en el sistema dos días antes de vuestra partida de la Estación Saturno. La situación parece indicar que tanto el cortafuegos autoreplicante y el apagado de la IA han sido provocados allí. ¿Un sabotaje... u órdenes concretas para provocar alguna situación impensable con una IA protectora a bordo?

-Trabajando Comandante. Hago mi afirmación a las ordenes de la Comandante y me pongo a trabajar. Que cosa tan horrible, tuvieron que haber visto para arrojarse al vació del espacio. Mi cara se torna de alegre e indiferente a una confusa. Debería ahorrarme lo último.

Sentada en la terminal, verifico que hacer con el cortafuegos. -Creo que estoy de acuerdo con reiniciarlo todo, pero haré el último esfuerzo de ver si hay otra manera. Este cantidad repentina de verificación de códigos, me deja exhausta. -Comprobando sensores y estado del casco. Reporto mientras llegan los informes.

—Lo siento si no cumplo con sus expectativas, pero es lo que tengo ahora mismo en mis manos. 

Es lo primero que intento decirle mientras la miro a los ojos, comprendo que no sea lo que quiere escuchar pero muchas veces la situación solo te ofrece de a retazos algo de información. No soy una experta en sistemas, simplemente tecleo y pruebo, hasta que en una de esas cae algo interesante. 

—Nada, ha sido saboteado el sistema. 

Y no digo nada más, es lo que importa y ya verá qué hace la Comandante con ello. 

Con la doctora Leclerc contrariada por las exigencias, comprensibles por otro lado, de la Comandante, espera que vea que, al fin y al cabo, la ingeniería de la nave no es su campo. Está más que capacitada para poder manejar y arreglar la Eretria, pero no es su campo de trabajo y se siente algo desbordada y enfadada. No obstante, nadie parece indicar de momento ningún problema con el movimiento de reposicionamiento de la nave. La soldado Van Damme permanece en silencio durante unos instantes. Si da su visto bueno, la Comandante podrá ordenarla el pilotaje manual.

La integridad del casco se encuentra a casi al 98%. Los golpes que ha sufrido se deben a impactos de pequeños meteoritos y objetos de naturaleza similar. Nada de lo que preocuparse, en un principio. Los cuerpos procedentes de la Zelonia han abierto esclusas para saltar al espacio. Pero, ¿qué podría ser tan terrible como para provocar que unos pobres diablos prefiriesen morir en el espacio por congelación y falta de aire?

Revisando con los sensores la nave Zelonia, detectas de nuevo la extraña vegetación que la rodea completamente, como un manto. No se parece a nada que hayas podido ver anteriormente procedente de Gaia o algunos de los centenares de planetas que han sido visitados anteriormente. Su aspecto es verdoso, si bien el color parece oscilar de claro a oscuro y viceversa dando la impresión de algo vivo que se moviera por intereses desconocidos. La vegetación está bien asentada sobre toda la superficie de la nave y no se desprende ni una brizna de ella. Sin lugar a dudas debe tratarse de lo que encontraron en el satélite Rk48 y con lo que comenzaron a crear un suero de longevidad.

-El estado del Casco al 98% Comandante. Me levanto del puesto y me dirijo a la Comandante. -Con su permiso Comandante, que es lo siguiente que quiere que haga. Mi tensión y preocupación está un poco elevada, espero no se den cuenta. Mientras estoy firmemente parada, tiemblo un poco.

Samantha aprieta la mandíbula con una irritación creciente. Espera unos momentos y exhala un fuerte suspiro.

-Está bien, doctora. Coincido con usted. Vamos a desconectar a Etreria. No podemos fiarnos de ella. Luego nos preocuparemos de quién y cómo ha sido manipulada. Aoi, nos ayudas, por favor. 

-Van Damme, aléjanos de esta horrenda lluvia.

Mientras la soldado aleja la Etreria, las tres tripulantes proceden a desconectar la IA (*).

—Va a ser lo mejor, Comandante. 

Es lo que respondo mientras continúo ahora investigando un poco más sobre otro asunto, quizás más apropiado para mi área. Específicamente la vegetación que se encuentra en torno a la nave, su aspecto y como ha avanzado por la coraza, me da a entender que se trata de una especie muy bien preparada para la supervivencia. 

—Ahora estoy revisando lo que tenemos en la nave, es evidente que esto viene del satélite Rk48. Obtener una muestra cuando sea propicio, me ayudaría a encontrar un poco más de información y ver qué hacemos con ella—digo en un tono neutral. 

Y sigo pendiente de los datos que me arroja. 

-Como ordene Comandante. Empiezo a ingresar comandos y realizar los pasos necesarios para Desconectar, Etreria. Espero que no haya más sorpresas.

La pantalla arroja un último mensaje al respecto de la vegetación que rodea la Zelonia: se comporta como una especie extremadamente invasiva, extendiéndose por cualquier punto donde ha sido eliminada por algún accidente o reacción. Sobrevive a la radiación solar, al vacío del espacio y a la ausencia total de oxígeno. Sabe adaptarse y sobrevivir. Es por ello muy probable que haya sido considerada como una base óptima sobre la que realizar un suero de prolongación de la vida y curación de enfermedades. Para poder saber más acerca de la misteriosa vegetación se hace imprescindible la toma de una muestra.

La soldado Van Damme ocupa el asiento destinado al piloto. Conecta manualmente los motores para iniciar un desplazamiento que aparte la nave de lo que se ha convertido en un desagradable campo de asteroides: los cuerpos de los científicos, pilotos y operadores de la Zelonia y la base del asteroide Rk48. Lentamente, sin ser percibido, la nave se desplaza un kilómetro y medio, en órbita de rotación, alrededor de la nave varada. Van Damme mira la pantalla y vuelve a apagar los motores tras comprobar la distancia.

Aoi se introduce en la programación básica de la Eretria con la intención de apagarla. Los códigos comienzan a llover en su holopantalla mientras teclea todo lo rápido que le es posible. Sí, naturalmente existe la opción de reiniciar el sistema, pero justo cuando ya ha pulsado esa opción, no puede evitar preguntarse si no será eso lo que estaba buscando quien sabotease la IA. Si es que fue saboteado, claro, puesto que ese particular no ha quedado del todo claro aún.

Súbitamente, se apagan todos los sistemas de la nave. Luz, navegación, computación, sistemas vitales… todo queda apagado y en un sepulcral silencio. Las respiraciones de las astronautas se escuchan con toda claridad en el silencio absoluto del espacio. El tiempo comienza a pasar lentamente, casi como se hubiese detenido. En un momento que parece siglos después del apagado, se enciende la primera luz del panel. Todos los sistemas comienzan poco a poco a iluminarse.

«Buen día, Comandante Colmenárez, soy la Inteligencia Artificial de la Eretria». La voz sigue siendo amable, pero en esta ocasión con un timbre femenino. «¿Puedo serle de ayuda?».

-Ehh... sí, Etreria. Por favor, necesitamos una verificación de los sistemas de soporte vital, estatus de los motores, eficiencia de los escudos antiradiación y posicionamiento de la Etreria, luego quiero que procedas a un autodiagnóstico de nivel 1 de tus funciones cognitivas -responde la Samantha rápidamente. 

Se inclina hacia la ingeniero Aoi y vocaliza: "¿Qué has hecho? ¿Qué diablos está pasando aquí?

La suave voz femenina toma de nuevo la palabra. Su timbre y armónicos tonales son casi hipnóticos por su excelente elección. La dicción es perfecta y habla con cierta lentitud agradable.

—Sí, Comandante. Los sistemas de soporte vital se encuentran operativos al 100%. La eficiencia de los escudos antiradiación funcionan al 98% de su capacidad debido a un pequeño repunte del sol Antares 4. El posicionamiento de la Eretria es de 30 kilómetros de distancia de la nave Zelonia con un ángulo de inclinación de 15º con respecto a la base del centro operativo de la nave. Realizando autodiagnóstico.

Apenas un par de segundos después, Eretria vuelve a hablar.

—Comandante, mis funciones cognitivas más internas se encuentran en perfecto estado de operatividad.

Se inclina hacia la ingeniero Aoi y vocaliza: "¿Qué has hecho? ¿Qué diablos está pasando aquí?"

-No estoy, totalmente segura, Comandante, aunque creo que fue un reseteo del sistema, puede que haya sido una opción oculta de reescripción del la IA. Comienzo a buscar torpemente donde deje mi Holo-Tableta. -Emm, Eretria, me puedes indicar donde deje mi Holo-Tableta, y explicarme un resumen de lo ocurrido con tu código.

-Me parece buena idea, Aoi.

-Etreria, si no te importa, conservaremos el control manual. ¿Van Damme, todo bien? Cuando estabilices la nueva posición, revisa la nave de salto. Está claro que tenemos que abordar en algún momento la Zelonia (*).

Sammantha se coloca frente a Aoi, intentando quedar totalmente de espaldas a las cámaras de Etreria y susurrando dice:

-No lo entiendo. Parecía un programa preparado para activarse cuando empezáramos a indagar, ¿qué sentido tiene que nos lanzáramos a ciegas? En Gaia sabían que tomaríamos precauciones y querríamos saltar con toda la información disponible. 

-¿Y si vemos si sigue existiendo el mismo control?