¿Y si vemos si sigue existiendo el mismo control?
-Pues creo que si debería comprobarlo, usted o yo, lo que le parezca mejor Comandante. ¿Cadáveres y ahora esto?, que está pasando con todo. -¿Donde está la Doctora Leclerc?, preguntele que opina de ello, recolectemos votos para decidir que hacer.
—Habrá que comprobarlo, es la única opción—respondo—. De momento sigo obteniendo información sobre la vegetación que tenemos en el caso y la verdad, podría ser de gran ayuda a futuro. Aunque en este momento no creo que sea de vital relevancia.
Tras decir aquello, desvío la mirada hacia las mujeres y pienso un poco más sobre la situación. Esto de confiar en una IA me resulta un poco sospechoso, aunque en cierta forma tampoco tenemos opción ya que está conectada al sistema y nuestra supervivencia, está en sus manos.
La soldado permaneció en silencio unos minutos, escuchando atentamente a sus compañeras. Fuera como fuese, parecía que no iba a conseguir hacer nada útil permaneciendo a bordo del Eretria. No obstante, era capaz de comprender la reluctancia de Samatha para confiar en la Inteligencia Artificial de la nave. Pero bien podía equivocarse.
—Comandante —inició en tono respetuoso y tranquilo, lejos del malhumor que solía mostrar en Gaia—. Me gustaría sugerir que empleásemos la nave de exploración H1-Tears para acercarnos a la Zelonia. O bien al laboratorio de investigación en Rk48. No creo que quedándonos vayamos a progresar en la misión. La IA funciona, la nave está en perfecto estado y sigo siendo la mejor piloto de mi promoción.
Recordó un detalle que le ayudaría a ser más políticamente correcta.
—Naturalmente, también tendríamos que contar con el apoyo de Ingeniería y Biología.
Ante las palabras de la Soldado, solo puedo darle la razón. Con su experiencia, el pilotaje, será pan comido. -Apoyo la Idea de Jessie. Además siempre quise salir a pilotar en el espacio, pero cuando lo sugerí, anteriormente no recibí apoyo. -¿Que opina Doctora Lecrec? Aunque fue, bastante justificado, que falleciera, en el espacio.
La comandante suspiró ante la sugerencia de abordar la misión. Tenían razón pero no podía dejar de lado el repentino y sospechoso fallo de la IA. Ahora mismo parecía haber cambiado completamente de personalidad pero ¿seguirían estando los mismos bloqueos? No quería arriesgarse y sus vidas podían depender de ello.
Quizás lo mejor sería establecer un sistema de apagado remoto, algo que inutilizara la IA en caso de que se negara a dejarlas entrar de regreso de su expedición. Esa era la posibilidad que más temía.
-Tienes razón, Jessie -concedió al fin-. Tenemos una misión que cumplir. Hay muchas expectativas puestas en la investigación de la Zelonia y en nuestra capacidad para rescatarla.
-Doctora, vamos a ponernos en marcha, si no tiene nada en contra. A ver qué información nos puede proporcionar de eso que cubre a la Zelonia.
-Van Damme -el tono de Sam se vuelve más formal- prepara la Tears para volar... sin florituras, no estamos en el campo recreativo de Plutón. E improvisa todo el equipamiento táctico que creas necesario. Sí, eso incluye armas.
Colocándose con cuidado para que las cámaras de Etreria no la recojan, Sam se sitúa frente a Aoi y susurra su plan:
-Aoi, quiero que me ayudes a establecer un corto automático en la AI. Me muero por testarla, quisiera llevarla al bloqueo anterior pero podemos necesitar sus funciones superiores en algún momento. Ahora parece que funciona bien y no sé debemos correr el riesgo. Para el caso de que empezara a fallar tenemos que tener un sistema para apagarla en remoto. Una secuencia que podamos radiar. ¿Qué me dices?
Después de intercambiar unas palabras con la ingeniero dice en voz alta:
-Creo que debemos abordar la nave. Sea lo que sea que descubrieran en la estación parece que está en la nave, ¿no os parece?
A Zeke le gustaría probar a la Etreria pero Samantha empieza a sentir urgencia por abordar la misión y, no en vano, el DJ nos apura. ¿Qué queréis que hagamos?
-Aoi, quiero que me ayudes a establecer un corto automático en la AI. Me muero por testarla, quisiera llevarla al bloqueo anterior pero podemos necesitar sus funciones superiores en algún momento. Ahora parece que funciona bien y no sé debemos correr el riesgo. Para el caso de que empezara a fallar tenemos que tener un sistema para apagarla en remoto. Una secuencia que podamos radiar. ¿Qué me dices?
Como Ingeniera, eres perfectamente capaz de crear lo que la Comandante ha exigido de ti. No es precisa ninguna tirada de dados, tan sólo tienes que indicar que decides hacerlo.
-Como ordene Comandante. ¡¡¡Vamos a por todo!!!. Con mi convicción y confianza en la materia me pongo a maquinar mentalmente y desarrollar lo que la Comandante pide. Al cabo de unos nueve minutos término el trabajo. -Ya está Comandante, pruebela de una vez, por favor. Indico con total confianza a un Case descentralizado con conexiones. -Improvise un remoto de cambió en físico para realizar cualquier cambio, pero para nuestros tiempos es algo... ¿Primitivo?. Dije con dudas. Habré usado la palabra adecuada.
Después de unos minutos tecleando en su holotableta conectada a un terminal, la soldado termina de realizar las necesarias comprobaciones de la nave auxiliar de exploración.
—Comandante, la H-1 Tears está preparada y a punto para partir —anuncia con alegría—. Se encuentra en plenas capacidades para un óptimo rendimiento. Eso sí —añade con una sonrisa—, sin florituras.
La masculina voz modulada de la IA de la Eretria vuelve a hablar.
—En efecto, la soldado Van Damme está en lo cierto. El vehículo se encuentra equipado con herramientas de investigación y armamento de asalto para cuatro personas. A partir de este momento la misión deja en un segundo plano la vertiente de exploración o militar en favor de la investigación. Por Orden Ejecutiva, Devra Leclerc asume el mando de la misión.
Jessie no puede evitar sentir una cierta decepción.
—¡Si tuvieras cuerpo te partía la cara por quitarme de en medio, maquina parlanchina!
—De acuerdo, Comandante.
No digo más, y aguardo un tanto impaciente. Aún con todas las ganas de investigar esas plantas, quizás puedan servirnos para futuro y lograr algo mayor. No obstante, lo primero es lo primero así que estoy pendiente por si me necesitan o requieren en algo especial.
Tras escuchar a mi compañera y con todo lo que conlleva, dejo escapar un pesado suspiro de mis labios mientras asumo primero mentalmente el cargo de la misión.
—Ha dicho que tenemos todo, pues marchemos. Igual es conveniente que alguien se quede aquí por las dudas, no me da confianza la IA y pese a que está todo bien, esto puede cambiar de repente—digo en un tono seguro—. Veremos que sorpresa nos trae la planta, muero de ganas por hacer experimentos e investigaciones.
Ya sin tener nada más que decir, le indico a mis compañeras que con todo listo ya podemos abordar la otra nave así realizamos la exploración. Obviamente busco un traje, el maletín y lo necesario para evitar algún problema.
-Ara Ara, parece que esto se pondrá interesante. Suelto esas palabras con una sonrisa sutil y mi vista hacia una terminal. Al fin podremos salir al exterior, estar dentro de esta nave, me estaba incomodando un poco... Aunque me encanta vaguear por ahí. -Por cierto, ¿se tiene todo lo necesario o les gustaría que cargara un equipo extra?. Hago la pregunta a mis compañeras, y a su vez me dirijo a la IA.
—Me llevo mi maletín de investigación, y si ya cuenta con algunas cosas más. No creo que sea necesario, Aoi.
Es una respuesta rápida.
Samantha no puede reprimir una sonrisa cuando la ingeniero Aoi le muestra el dispositivo de interrupción. Era justo lo que había pensado.
-Es perfecto -vocaliza para evitar que la AI pueda captar su mensaje. Entonces mientras se dirige hacia Van Damme, que regresa de poner a punto la nave de abordaje, la orden de Etreria la deja paralizada a medio camino, todavía con una media sonrisa en los labios... que se convierte en un rictus helado.
No. No en su primer mando. No había ningún motivo para ello, ¿a qué estaba jugando esa AI?
Rígida, la comandante se gira hacia una de las cámaras:
-Etreria, indica los parámetros de esa Orden Ejecutiva y las nuevas circunstancias que la activan.
Un cambio así contraviene el artículo 31, apartado 1 del Código Naval. Cito: "El mando de una misión lo ostentará el comandante nombrado por mandato oficial según lo establecido en el artículo 12 Órdenes y asignaciones. Se podrá asignar un oficial con mando y autoridad en lo relativo a un campo de especialización, siempre que la misión lo requiera. El comandante de misión será debidamente informado y tendrá veto sobre las decisiones del oficial con mando siempre que, a su juicio, la integridad de la nave, la tripulación o el pasaje corran peligro".
Su voz recupera un timbre más cálido e incluso logra esbozar una sonrisa torcida:
-Sin ánimo de ofender, doctora.
Después de escuchar en silencio a la AI (*) Samantha se dirigirá a la doctora pero incluyendo a todas:
-Todo lo ocurrido es tremendamente irregular pero somos un equipo de mujeres preparadas e inteligentes. Hasta ahora hemos tomado las decisiones según nuestro campo de especialización y consensuado las más importantes.
No voy a discutir esa orden ejecutiva, doctora, usted tomará las decisiones relativas a todos los aspectos científicos de la misión y seguiré las prioridades que establezca, pero mi objetivo es que salgamos de aquí con vida y haré todo lo posible para ello. Si luego quiere iniciar un expediente disciplinario, está en su derecho.
Pero... espero que no lleguemos a eso. Como he dicho, somos un equipo.
Es evidente que Samantha está dolida pero parece que está buscando una solución honrosa. Evidentemente, no puede dejar de opinar y pedir cosas.
-Por cierto, ¿se tiene todo lo necesario o les gustaría que cargara un equipo extra?. Hago la pregunta a mis compañeras, y a su vez me dirijo a la IA.
Aoi, por favor, asegúrate de que llevamos una cortadora láser y equipo de intrusión, es posible que haya secciones de la Zelonia cerradas, si hubo alguna descompresión explosiva o deterioro del hábitat. Podríamos tener que abrirnos paso a través de mamparos o secciones de la nave.
Luego, revisará los trajes de vacío, asegurándose de que estén intactos, con todos los sistemas en estado óptimo, cargará recambios y sistemas de autosellado en la Tears y comprobará con la soldado Van Damme el armamento y propondrá que todas ellas vayan armadas.
(*) Entiendo que se reafirmará en la orden ejecutiva.
La IA de la Eretria toma la palabra de nuevo.
«Comandante Colmenárez su interpretación del artículo 31, apartado 1 del Código Naval es parcial e interesada. Como expone correctamente, "se podrá asignar un oficial con mando y autoridad en lo relativo a un campo de especialización, siempre que la misión lo requiera", lo que supone que su nombramiento coloca al oficial de manera temporal por encima del mando inicial ya que la misión ha cambiado de objetivo y, de manera entendible, de especialización. El derecho a veto sólo podrá emplearse "en caso de flagrante irresponsabilidad por parte del oficial temporalmente al mando", como incluye el apartado 1.b del citado artículo. No obstante a todo esto, las Órdenes Ejecutivas tienen Prioridad Cero».
Tras una pausa de un par de segundos, Eretria vuelve a hablar.
«La Orden Ejecutiva sigue inalterada debido a que la prioridad absoluta de la misión es actualmente de carácter biológico y médico, no exploratoria o militar. Los términos de la Orden Ejecutiva no son discutibles».
Fascinante. Diría que Etreria se ha irritado. Debería haber señalado el error pero no realizar un ataque personal: "parcial e interesada".
-No voy a perder tiempo contigo -musita la comandante con la mirada fija en el interruptor de la IA que ha improvisado Aoi.
Después de ofrecer un compromiso algo tibio a la doctora y pedir a la ingeniero el equipamiento adicional, se echa a un lado dejando el camino libre hacia la Tears -si fuera supersticiosa diría que es un mal nombre-.
-Doctora, cuando usted indique.
—Que tontería...
Me quejo al escuchar la discusión de la Comandante con la IA, la verdad es que no merece la pena y si a fines prácticos Samantha cree que es conveniente continuar ella al mando, tampoco me parece algo ilógico. No vamos a estar midiendo los egos en medio de la misión.
—Me da igual, tú o yo, tenemos que hacer la misión. No perdamos tiempo en tonterías.
Tras decir aquello la miro bajo un halo impregnado de determinación y inicio la marcha hacia la otra nave.