Partida Rol por web

- Seguro que al señor White no le importa sacrificar alguno de sus escasos entrecots para poder pagar también su estancia durante este interludio, a no ser, sr. Radamante, que tenga a cierta señorita esperando... ¿Y usted, Coronel?

- Lo que sea con tal de acabar con esto. Espero que tenga billetes de avión preparados para mí ahora que su amigo el místico se ha largado...

Una vez reunido todo el grupo, Vincent comenta:

- Partamos hacia nuestro destino: Islandia.

Espera a que Magus comente si quiere utilizar su teletransporte, sino el viaje se realiza mediante avión.

Nada más llegar a la capital Vincent busca un coche de alquiler. El proceso dura varias horas, pues hace falta encontrar el lugar y hacer el papeleo. El coche no es grande y Vincent mira a Radamante esperando que piense adquirir una forma algo pequeña.

- Lo siento, pero el teletransporte hasta el lugar concreto sería peligroso...

La travesía dura más de lo esperado. Reykjavik esta en el estremo occidental del país, y tras más de unas 20 horas de travesía (en las que Vincent ha ofrecido el volante, pues quería dormir, aunque sus indicaciones respecto al camino a tomar no iban más allá de "sigue recto") os detenéis en una paraje desolado. Hace mucho frío, hasta el punto de preguntaros si Vincent recuerda que vuestros poderes no incluyen la resistencia al clima extremo.

- Tendremos que andar unos pocos kilómetros... -añade antes de girar la cabeza rápidamente y comenzar a andar en la dirección escogida evitando miradas asesinas.

No deja de ser curiosa la naturaleza del país: bloques de hielo al lado de volcanes. ¿Tendrán lava, o son de un tiempo en el que Islandia esta geográficamente más abajo? Cuando os dais cuenta que vuestras reflexiones no van a ninguna parte, Vincent se detiene en mitad de una gran nada, un desierto sin arena con suelo bastante plano.

- Es aquí. Hay... algo, aquí debajo, solo que no es fácil de encontrar. Espero que vosotros podáis. Ah, y... no tenemos mucho tiempo.

Al comentar que tendrían que ir en avión El Magus se encoge de hombros.

Según había dicho no podemos teleportarnos al lugar porque nos delataría así que usted verá como quiere llegar.

Pero al parecer el problema era llegar al lugar en concreto no al pais donde se encontraba. Con lo que el poderoso hechicero les ahorró una buena cantidad de tiempo e incomodidad al llevarles hasta Islandia.
El problema era que una vez allí tendrían que alquilar un coche, a pesar de la queja de El Magus que decia que prefería ir volando. Y que de hecho él les podría llevar a todos.
No hubo manera y se tuvieron que apretujar en un coche.

En cuanto llegaron al lugar que indicaba Vincent no vieron nada. Pues estaban en medio de un paraje desolado.
 

Cita:

De eso nada.

El Magus se elevó unos metros y siguió el camino tomado por Vincent murmurando por lo bajo. Cuando al final se paró el paisaje no había cambiado lo más mínimo.
El hechicero miro de un lado a otro.

¿Y cómo sabe que es aquí?. Yo no veo ninguna diferencia entre este sitio o el de más allá. Está todo igual.

A pesar de sus quejas, se quedó unos instantes quieto en el aire. Pronunció unas palabras en el idioma que ya habían escuchado antes mientras gesticulaba. Cuando acabó el medallón de su pechó lanzó un chorro de luz al lugar donde indicaba Vincent.

Vincent no parece entusiasmado con la idea de que Magus flote, incluso a ras de suelo, pero no dice nada.

Tras el chorro de luz, a unos metros de vuestra posición se desvanece un poco de tierra y se forma una pequeña escalera, que acaba rápidamente frente a una pared de un material muy extraño. Hay algunos símbolos en la pared, pero no parece que sirvan para nada más que decoración. Vincent se acerca y empieza a examinarla:

- Supongo que aquí debe haber una puerta...

White contempló el arcano hacerde Magus, recordando glorias pasadas y comenzó a descender por la escalera mientras crepitaban las llamas de su mano. Con los cinco sentidos puesto en la búsqueda recorrió el mietal y la roca que rodeaba con caricia de amante, tratando de dar con algún mecanismo de cierre.

Radamante, vestido con un grueso abrigo islandés pero con su característico tono azul de piel, estaba esperándolos plantado en medio del desierto (cosas de poder adelantarlos, posar un poco y volver a verlos y regresar en décimas de segundo si hacía falta para dar exactamente esa impresión). Sí, esperando a los lentorros de sus nuevos compañeros... Por supuesto ya había hecho un reconocimiento superficial de la zona, uno de apenas unos segundos, aunque tampoco había puesto mucha atención. Pero tras la reunión y los pases del Magus se sorprendió con la aparición de las escaleras. Por supuesto bajó inmediatamente, sólo precedido por mister puño llameante, por una mera cuestión de educación. Pero desde su posición como segundo en descender empezó a aguzar la vista. Radamante no es que tratara de ver más allá de lo visible, es que podía ver *literalmente* a través de la roca(1)... roca, metal, tierra, casi todos los materiales, excepto los más densos (plomo, oro).

-Y tras la puerta número uno hay... -comenzó en forma teatral.

El Magus deshizo la ilusión de la tundra y aparecieron unas escaleras que daban a una puerta. El simbolo de la puerta que le era tan familiar. Los demás bajaron a mirar.
Luego un extraño aparato (extraño apra él) que le habían dado en la agencia pitó, se lo puso en la oreja y al cabo de un momento fulminó con la mirada a Vincent mientras descendia al suelo.

Sin pensarselo empezó a conjurar y de sus manos surgieron unas cadenas de color carmesí que se dirigieron a Vincent. Estas empezaron a contraerse a su alrededor a la vez que se clavaban en el helado suelo.

Quietos todos, esa lugar pertenece a la Agencia Europea. Y hay algo peligroso ahí dentro.

Maese Fox, ahora mismo va a decirnos qué hay guardado tan importante y cual es la misión que tenía planeada. Y rápido, porque está a punto de llegar el grupo de superseres al cual pertenezco para detenernos.

Despues de decir eso miró un momento al aire y un resplandor recorrió su cuerpo por unos instantes.

Por si acaso. Más vale prevenir que curar.

- ¿¡Pero qué...!? -exclama Vincent mientras examina la pared y mira de reojo a Radamante después de que dijera la frase de concurso televisivo. Después de escuchar a Magus entiende la situación: se halla totalmente inmovilizado.

- Magus, sabía que nuestra relación no era buena, pero esto... -se calla un instante y mira hacia la puerta.- Os iba a revelar todo como os prometido, pero antes esperaba que me abrierais la puerta. Pero ya da igual.
Todos me conocéis con el sobrenombre de Vincent Fox, pero soy más reconocido por mi apodo: Impulso. Irónicamente una de las amenazas de la Agencia, un supervillano... aunque en mi caso no merezca ese apelativo porque yo no tengo un superpoder. Incluso es dudoso que se trate de un poder a secas: rara vez, de forma aleatoria, reacciono a un estímulo exterior y tengo la necesidad, la obligación, de cumplir mi primer pensamiento al respecto. Mi primer impulso, ya sea para bien o para mal, así que técnicamente tampoco soy un villano -por primera vez Vincent parece serio, aunque notáis que lo logra a base de esfuerzo, perdiendo fluidez verbal y concentrándose. Por difícil que parezca, su forma de ser adoptada ahora es una máscara y el hombre siempre alegre es su verdadera personalidad-.
Antes de que empecéis a pensar lo contrario y tema por mi integridad física, debo matizar que nunca os he mentido. Estaba encerrado en una prisión de EEUU: me atraparon cuando no tenía ningún impulso que cumplir, y me encerraron en una celda libre de estímulos, por lo que no tenía ninguna motivación para escapar. Era una situación absurda, justo al contrario que la que se daba con el señor White: era un humano normal retenido en una prisión creada para parar a supers. Y allí seguiría hasta que obtuve una visita, un mandamás de la Agencia, alguien por encima del director, que me explicó la tarea: tenía que reunir a los mejores supers posibles para renovar la Agencia. No importaba la lealtad ni la moral de los integrantes, pues ambas cosas ya iban sobradas con el actual equipo; no, se necesitaba potencia pura, supers de altísimo nivel, la élite de los elegidos. Añadió que los nuevos tiempos necesitaban este equipo, aunque los demás superiores de la Agencia no lo entendieran ni aprobaran. Sin embargo, cuando se enteraran de que yo los había elegido en uno de mis impulsos, a pesar de las discusiones que presentaba mi poder, quedaría claro que sería el equipo ideal. Por eso esta misión solo la podía hacer yo.
Me reí y le conteste que no puedo elegir mis impulsos. Él también se rió, y se fue. Al día siguiente mi celda cambió: estaba iluminada y se oía constantemente en una cinta la misma frase que aparecía escrita por toda la habitación: "crea el equipo que necesitará la Agencia". Nunca me había pasado hasta ahora, forzar un estímulo concreto: si solo estoy sometido a una posibilidad es cuestión de tiempo que sufra un impulso y esté limitado a esa opción. Creo, además, que combinaron control mental para limitar posibles pensamientos contrarios o remotos. Aún así, tuvieron mucha suerte. Leí expedientes de la Agencia y así os reuní. Acabe como acabe hoy el día, vosotros sucederéis a la actual Agencia; es lo que mi libertador tenía pensado. Lo que no esperaba, aunque sabía que se arriesgaba a ello, es que tuviera otro impulso mientras reunía al equipo. Y eso es por lo que estamos ahora aquí -se detiene un tiempo; no parece encontrarse físicamente muy bien, todo lo contrario que antes de que Magus le atrapara.

- Decidme, ¿os parece éste un mundo sensato? Yo diría más bien que no. Sería un mundo coherente si no existieran supers como vosotros, pero la realidad es que existís y eso debe afectar al mundo de alguna manera, ¿verdad? La gente va a trabajar normalmente, ¿pero que sentido tiene su trabajo cuando un super puede hacerlo mejor? Y peor aún, ¿que sentido tiene cuando tu edificio puede ser utilizado por el supervillano de turno para mostrar a la ciudad el efecto de su nueva arma? Y que me decís de los ayuntamientos y el sector de la construcción, ¿sabéis que las reparaciones y construcciones de edificios acaparan el 50% de presupuesto en pueblos y ciudades? Sin embargo parece que los seres humanos muestran poco interés en estos asuntos: hace poco podíamos leer en un periódico un artículo sobre el coronel Iron. "¿Son los supers peligrosos?". ¿Como es que no existe un debate serio al respecto? La respuesta está aquí abajo: cuando llegaron los supers a este mundo se produjo un estado de shock social que predecía un estado de desconcierto global, con la humanidad buscando su nueva posición en el mundo mientras odiaba y temía a los seres que les sucederían como gobernantes de la Tierra. Para evitar tal caos, tal posible apocalipsis, estados y organizaciones secretas, a los que posteriormente se añadió entre otros la Agencia -dice mirando a Magus- se unieron para buscar una solución, y la encontraron -gira ligeramente la cabeza hacia un lado-: crearon esta instalación, que combina diferentes métodos para realizar un control superfluo de las mentes de todos los seres de este mundo, una ligerísima desviación del pensamiento para obstaculizar sentimientos negativos a temas relacionados con supers. Por supuesto dista mucho de ser total: los humanos pueden experimentar sensaciones con los supers casi como si fueran humanos, pero casi: hay gente que odia a los supers, pero también es cierto que no ha habido ninguna manifestación en contra de ellos. Necesario para evitar males mayores, pero contrario al libre albedrio y la libertad humana.
Mientras estaba reclutandoos vi a un niño idolatrar a un superhéroe y mi primer pensamiento fue que tenía que acabar con esa sonrisa: tenía que ver la cara de ese niño defraudándose. Sé que no es una voluntad admirable, pero yo no eligo lo que tengo que hacer. Y este centro no me ayuda a conseguirlo. Mis intenciones no son nobles, pero ¿y las vuestras? ¿Consideráis lícito esta pequeñísima reducción de la libertad para los hombres? Yo no conseguiré nada solo, y vosotros, pase lo que pase ahora, ya sois los nuevos miembro de la Agencia; así que...

Se detiene cuando mira a la derecha. A lo lejos, unas pequeñas manchas se forman en el cielo: un grupo viene hacia vosotros volando.

-Impulso, eres un capullo. No sólo te han utilizado, sino que además nos has utilizado. Casi. Ha sido buena esa, Magus. Pero hay que reconocer que tiene parte de razón... La humanidad no está sintiendo lo que debiera, no está sintiendo lo que genuinamente debería sentir. Y destruir esta máquina haría que hubiera tanto malas como buenas reacciones. Tal vez debiéramos destruirla... Me extraña que no hayan utilizado esta tecnología para algo menos "constructivo". En cualquier caso, viene un super-grupo... -dice el alienígena mirando hacia las manchitas en el cielo.

- ¿Como que os he utilizado? -aunque Impulso no lo expresa con mucha dignidad, ahora que esta atrapado- Os he metido en la Agencia y, como os prometí, para esta segunda misión podéis elegir... simplemente os he dado el conocimiento de la situación -añade con su sonrisa característica. Parece que fluctúa entre la desesperación y la recuperación: quizá sea un efecto secundario de sus impulsos, pero hasta ahora no le habíais visto así.