Partida Rol por web

Os dirigis a vuestro hogar, donde descansais merecidamente despues de tanto trabajo, para una vez terminado todo volver a vuestro trabajo...mucha gente pasea por las calles entre los edificios de piedra marron y rugosa, efecto del desgaste de la arena del desierto, parece inusual tanto trafico de gente, pero la fiesta oficial del faraon atrae tanto a curiosos como a invitados...os han advertido tener cuidado, todo debe de estar seguro, os encomiendan la parte sur del edificio, donde existe una entrada menos usada que la principal del norte

Permaneceis en ese puesto durante horas, cuando empieza a anochecer alguien se acerca, podeis escuchar sus pasos...

Preparo el informe que me ha pedido el jefe de guardia. Lo cierto es que no tengo nada que destacar, excepto que me dio la sensación de que mi compañero había visto algo sospechoso.

Una vez entregado a mis superiores, vuelvo a la atalaya en la que monté guardia, esta vez con más calma y con más tiempo para examinarla. Busco cualquier indicio que pueda darme información sobre qué pudo perturbar a mi compañero. No sé lo que estoy intentando encontrar, pero algo que esté fuera de lugar sería suficiente.

Finalmente regreso a descansar después del duro trabajo, y cuando me reincorporo, se me encarga vigilar la parte sur del edificio en el que se celebrará el festejo en honor a nuestro Dios. La gente está entusiasmada, y hay mucho movimiento en las calles. Soy desconfiado, y todos me parecen sospechosos. La puerta que me han encargado guarecer es la entrada secundaria del edificio, el lugar perfecto para acceder sin llamar la atención. Afortunadamente, nada sucede hasta el anochecer, cuando unos pasos que se acercan me hacen recuperar la tensión. Alerta y tratando de descubrir quien los está produciendo, elevo la voz con firmeza.

- ¡Alto! ¿Quien sois? ¡Poneros a la vista para que podamos identificaros!

Su mente estuvo más en la invitación de Set que en lo que ocurría a su alrededor, divagando en los temores que más de un seguidor de Osiris tendría. Por eso debía de cumplir con su deber, por eso estaba junto a su compañero. Su compañía solía ser el silencio, y lo mantuvo mientras miraba donde sus oídos decían. Escuchó con atención lo que pudiera decir aquel visitante, no obstante, sus manos ya apretaban con fuerza su arma.

-Apartaos insensatos si no quereis ver mi ira, la voz sonaba melodiosa pero con tono orgulloso

Instantes despues veis a 4 hombres, a la cabeza va un hombre alto, fuerte, viste ropas ostentosas y en su mano derecha lleva un cetro...el nombre os viene a la mente con un escalofrio por todo vuestro ser...

Los otros 3 hombres arrastran lo que podria ser un ataud simple de madera, aunque parece que la madera que lo recubre no es muy gruesa y tiene numerosos poros que no dejan ver el interior oscuro

Con un movimiento del cetro los otros 3 hombres se ponen en marcha para entrar por la puerta que estais custodiando

La respuesta que recibo me hace comenzar a temblar, pero no por las palabras en sí, sino por quien las pronuncia. Frente a nosotros, se alza la figura de Seth, el hermano de Osiris. Creo que no hay nadie que no conozca sus hechos, y por ello su simple visión es capaz de provocar el pánico.

Da una orden y de inmediato sus acompañantes se dirigen hacia nosotros, cargando un ataúd de madera fina. No sé que pretenden hacer con eso, pero tenemos órdenes de no dejar pasar a nadie. Sujeto mi lanza con firmeza y haciendo acopio de valor, bloqueo el paso de los súbditos de SETH.

- No podéis pasar. Tenemos órdenes.

Sí!!, teneis ordenes de no dejar pasar a desconocidos...pero nosotros resulta que no somos desconocidos...a caso no sabes quien soy pequeño insensato..YO SOY SETH!!! hermano de vuestro gran faraon...asi que mas te vale que desaparezcas de aqui antes de que acabes limpiando el suelo del gran templo con una sola mano

La voz suena imperiosa y practicamente os obliga a obedecer

Sería tan absurdo enfrentarse a Seth... apenas tuvo tiempo para reaccionar, por lo que optó por intentar mejorar la situación. Disculpe a mi compañero, ahora mismo informare de vuestra llegada. Dicho esto se adentró para avisar a quien pudiera sobre esta visita.

Las palabras de Seth penetran mis oídos y hacen que mis piernas comiencen a temblar levemente. Quiero resistirme, pero no soy capaz. Sé cual es mi deber, pero mi cabeza no quiere obedecer. Permanezco inmóvil sin oponer más resistencia.

Mientras Azande intenta aclarar sus pensamientos sobre lo que hacer o no, Aapep va al interior del templo donde se encuentra a 3 personas esperando...

SIn hacer o decir nada salen al exterior y empiezan a ayudar a los que arrastraban la caja a introducirla en el interior y despues llevarla a una sala

Bien...nos volveremos a ver... malditos ineptos

Sin mas Seth y el resto de personas entran y desaparecen en el interior del templo

Cuando consigo recuperar la compostura, miro a mi compañero un instante. Parece igual de aturdido que yo, como si hubiésemos sido presas de algún tipo de hechizo. Hemos incumplido una orden, y alguien ha entrado por la puerta que vigilábamos.

- Pero qué ha pasado? Deberíamos dar aviso, esto no tiene buena pinta...

No estoy seguro... Seth supone todo lo que odiamos, ¿qué piensas hacer? El observar esa gente del interior ayudando a Seth podia relajar su miedo, o quizas engrandecerlo aun más. Miraba a su compañero y la puerta que vigilaban a intervalos rápidos y pausados, casi parecía expresar que impulsivamente se adentraría para averiguar algo, pero no sería más que un anticipo de su dolorosa muerte.

Mirando a su compañero, no se decide a dar el siguiente paso. Finalmente, haciendo acopio de todo el aplomo que puede, se introduce por la puerta.

- Sigámosles... pero evitemos que nos descubran...

Miro con preocupacion a mi intrépido compañero, le cojo del brazo firme pero con cierta suavidad. Seth no te tiene en buena estima, has conseguido irritarle, no le des más motivos para que finalmente te mate. ¿Estás seguro de seguirlo? Clavó su mirada en los ojos de Azande para hallar esa respuesta antes de que incluso comenzase a hablar.

Asiento como respuesta a mi compañero de guardia. No estoy tan seguro como aparento, pero debo cumplir con mi deber.

- Ya sé que si me ve acabará con mi vida, y es precisamente eso lo que me preocupa. Le seguiré a distancia, sin que me vea. No sé que trama con esos ataudes, pero si atentase contra Osiris sin duda la culpa caería sobre nosotros. Y no pienso permitirlo.

Espero su respuesta antes de atravesar la puerta. No quiero ir sólo, pero comprendo y comparto su temor.

Una respiración profunda daba a entender que asentía, que cedía ante la petición de su compañero. De acuerdo, espero que estes equivocado, vamos... Echó un último vistazo al paisaje que le mostraba esa puerta, comprobando que y deseando que nadie más tuviera intención de cruzarla, luego siguió a su compañero con tembloroso sigilo.

Una musica dulce empieza a sonar en alguna de las salas internas parece que la gran fiesta ha comenzado..todo parece cada vez mas tranquilo en el exterior y algo mas bullido en el interior.

veis como el sequito de Seth se dirige a una sala lateral justamente al lado del gran salon donde se oficia la celebracion

Observamos la escena desde la suficiente distancia para no ser descubiertos. Acceden a una habitación contigua al salón principal donde se celebran los festejos por Osiris. Frunzo el ceño y miro a mi compañero, mientras le hablo en susurros.

- Tal vez uno de nosotros debería ir a avisar al jefe de la guardia. Mientras, el otro podría vigilar los movimientos de Seth y sus matones.

Las miradas hacia atras eran frecuentes en el rostro de Aapep, sintiendose algo preocupado, ambos lados suponían un peligroso desenlace. Los susurros de Azande revelaban con más fuerza el temor a ser descubierto. ¿Sabes dónde está el jefe? Le preguntó entre susurros, con esa repsuesta se decidiria quien haría cada cosa.