Partida Rol por web

Me sentía en un sueño de lo más lujurioso y glorioso, montando la de aquella forma me sentía capaz de domar a esa bestia, al menos me ilusionaba la idea. Daba un sentimiento de poder difícil de ignorar y de disfrutar.

Eso me encendía a tal punto que no controlaba de ningún modo mi respiracion, ni medía tampoco el nivel de mi tono de voz a la hora de gemir y asegurarle a ambas que me regalaban sus cuerpos y atenciones, que lo estaba disfrutando como nunca gracias a ambas.

Sin embargo al sentir los movimientos de la Barroth, pude recordar aquel escalofrío que anunciaba la llegada de mi miedo. Mi piel se erizo por completo al ser sujetada por aquella colosal bestia y teniendo lo peor cerré mis ojos, como un vago intento de prepararme para lo que se venía.

"Cuidar"

Aquellas palabras me descolocaron por completo y me permitieron abrir mis ojos y buscar los de la Barroth. En serio me estaba cuidando? Realmente había funcionado aquello que le había dicho. Claro la Barroth busco la manera de que fuera viable el seguir frotando su miembro contra mis piernas y cuerpo, estaba más que claro que colaboraría estimulando toda su extensión con mi cuerpo entero.

Usaba mis manos para acariciar y estimular su glande a medida que ella se frotaba. Pero solo hasta que empezó a venirse, una y otra vez, manchando todo mi cuerpo de su semilla y de aquel lodo de antes, ahora me encontraba sumamente pegajosa, aunque no me desagradaba la situacion.

Su última corrida fue el cumplimiento de mi deseo rogado de sentir ese inmenso calor llenarme hasta lo más profundo de mi ser. Era mucho lo que se había venido y no pude evitar apretar su miembro tras su corrida, ella también había logrado que me viniera unos segundos después de que dejase de liberar su esencia dentro mio.

Jadeaba por culpa del éxtasis y con mis manos buscaba sentir el cuerpo de la Barroth algo ansiosa para realizar algunas presiones que me ayudas en a centrarme lo suficiente para que mi agitada respiración se regulase.

-Wow...si que tenías mucho acumulado- digo asombrada ante tanta cantidad, buscando limpiarme un poco su semen de mi cuerpo, esparciendolo para que se mezclará con aquel lodo entre mis muslos y mis senos. Amaba dar esa clase de vistasos eróticos para aquel par de mosntruos que me habían encendido tanto.

-Gracias a ambas por cuidarme- agradecería a ambas con una sonrisa teñida por el rubor de mi rostro pero sin perder aquella energía y sinceridad de mi expresión. -Le diré a los humanos que busquen otra ruta de paso, pero si quieren pasar tendrán que respetar tu territorio y a ti...pero podrías no atacarlos si quieren pasar sin molestarte ni acercarse a tu nido?- al menos por ahora era lo más que podía conseguir para esos comerciantes sin tener que volver a luchar contra la Barroth.

-Podrías? Los humanos solo quieren pasar para poder llevarle comida a sus familias o cosas para obtener comida, si lo haces mientras busco una mejor solución podría venir de ves en cuando para ayudarte a sentirte mejor- esperaba que al menos pudiera conseguir eso y haría uso de mi expresión más provocativa para tratar de convencerla.

Ya estaba descargada, su miembro bajo un poco de tamaño pero por todo lo que estabas haciendo, solo bajo un poco, se quedo reposando cerca de tu vientre mientras tu le ibas proponiendo cosas. Mientras tanto Vainilla se quedo como algo extraña a tu vista, su cola se movía de forma ondulante y parecía no querer prestar atención a la escena, solo que de tanto en tanto te miraba y luego intentaba evadirse, no parecía molesta pero seguramente todo aquello había acabado por encenderla.

Dejo que usaras su cuerpo para relajarte mientras bostezaba un poco extasiada por todo lo que había sentido antes de levantarse del todo ya tirándote en el lodo pero rápidamente ella te rodeo con la cola como para que continuaras hablando con ella, se relamía la boca mientras te miraba cubierta de semen y barro. -Humana, revolcarse en barro conmigo, gustar.- Dijo como si hubiera cumplido su parte del trato, realmente como estabas, parecías sucia de barro, ella miro hacia el lodazal y luego a ti. -Mi nido, si humanos no pasar, yo no atacar. -Su inteligencia era baja, no podías hacer que entendiera todo lo que habías dicho y al acercarse te miro muy muy de cerca, casi podías sentir su respiración en tu piel.

-Tu volver? Yo pensar mientras dormir.- Dijo y ya, con un coletazo en el suelo la Barroth empezó a alejarse de ti, no importaba si ibas a por ella hablándole, ya estaba medio ausente, se fue hacia mas o menos el mismo sitio donde la habías encontrado, viste que se hundió hasta las rodillas, seguramente ya había hecho un hueco para ella. Antes de que hicieras nada ella empezó a salpicar todo y a hundirse en el lodo hasta que con un movimiento de cuerpo, pum, se mimetizo con el ambiente dejándote “sola” junto a Vainilla.

-Has salido viva...podría haberte montado.- Comento Vainilla antes de coger su mochila y hacer el gesto de querer irse de alli.

La Barroth resultó ser más compresible de lo que pensaba y mostró un gran cuidado y control de sus instintos. Eso no me daba la certeza de que todos los monstruos serían razonables pero al menos existía la posibilidad de convencerlas de no luchar y resolverlo de otra forma.

Sentí una gran variedad de sensaciones en esos cortos instantes, pase de la relajación que traía el placer de haber conseguido un fuerte orgasmo, la calidez que quería compartir con ambas como mi más sincero agradecimiento. El susto de haberme caído al lodo cuando la Barroth se giro sobre si misma, haciendo que soltase un pequeño grito cuál animal pequeño asustado; aunque mi temor solo crecería al ser rodeada por su cola y teniéndola tan cerca de mi rostro, por momentos pensaba que intentaría comerme o algo, a pesar de que mi mente me recordase que los wyverns de tierra rara vez comen carne.

-eh!?- me había dejado anonada su respuesta en su momento y me fue difícil recuperar la iniciativa en aquella charla, más aún cuando ella comenzó a alejarse y aunque la siguiese para llamar su atención y responderle, ella parecía estar más centrada en reponer sus fuerzas que en terminar de hablar, aunque ella parecía ya haber sanjado las negociaciones.

Suspiraria de alivio y hubiese ido directo a abrazar a Vainilla pero tampoco quería mancharla de todos los fluidos mezclados que bañaban mi cuerpo.

-Me la dejo barata jaja...mejor vayamos a bañarnos, no quiero llegar a la aldea así...oye y gracias, de no ser por tu ayuda no hubiera podido contra ella, en ningún sentido- a cada momento que pasaba con Vainilla me sentía más agradecida y que más había tomado a Baba.

Sin más que hacer y teniendo un pacto con la Barroth, solo quedaba ir a limpiarse y a avisar lo logrado con Felicity, con suerte valdrá como misión conseguida.

Solucionar, lo que es solucionar, no habías solucionado demasiado. Habías dañado a la Barroth, habías conseguido que no te partiera en dos, habías conseguido hablar con ella...y después volvías tal cual habías vuelto solo que con una sensación mas pegajosa por tu cuerpo. Por mas que habías intentando convencerla, la Barroth seguía en su nido y seguía queriendo atacar a todo aquel que se acercara a su nido, lo cual era normal ya que era una alfa por lo que habías podido comprobar, ya quedaba en tu mano el poder convencer a la encargada de que habías solucionado el problema.

Conseguiste sin dificultad alguna bañarte en un rio cercano para quitarte toda la suciedad, el barro y el semen de tu cuerpo. Como habías quitado de en medio todas las prendas que se podrían haber manchado tu armadura estaba intacta, con alguna mancha de barro pero no del barro sexual que la criatura te había lanzado.

Una vez hecho todo eso y con el cansancio y la convicción de volver a casa, te toco la larga caminata. Vainilla solo te respondió un “No hay de que” pero estuvo mas callada de lo habitual por el camino, quien sabia lo que estaba pasando por la cabeza de la gata mientras volvíais.

-Vaya si que vuelves pronto.- Anuncio la encargada una vez estuviste delante de ella. -Como te a ido? No he recibido noticias tuyas de los observadores aun, has completado la misión?

Me preocupaba un poco el silencio de Vainilla, aunque comenzaba acostumbrarme a este, no dejaba de ser algo que me preocupase su falta de comunicación, esperaba que no estuviese enojada, pero eso podríamos hablarlo bien y resolverlo bien estando más tranquilas, lo más seguro en la noche cuando estemos en la casa. Ahora venía la parte difícil por qué a fin de cuentas no había cumplido técnicamente la misión. Pero se me hacía difícil, después de lo sucedido, el echar a la Barroth. Ni bien ver a Felicity está preguntaría de inmediato por la misión, y eso me provocaba un nudo en la garganta, no sabía cómo responderle del todo. -Buenos verás....la cosa es que no se si cumplimos el encargo- nerviosa termine por confesar aquello antes de suspirar desganada. -Para serte franca vencimos a la Barroth pero una vez inconciente se me hizo difícil idear una forma de moverla siendo su tamaño más grande, además que en esa zona estaba su nido...por eso atacaba a los comerciantes.- inconcientemente mis ojos comenzaban a cristalizar se pues mientras más hablaba era que entendía que me había dejado llevar por la lujuria más que tratar de cumplir con el encargo. -No se si servirá de algo pero creo que lo mejor es que los comerciantes eviten pasar por el lodazal, razone con la Barroth y prometió no atacar a nadie, siempre y cuando no se acercasen a su nido, sino tendré que preparar un sitio donde mover su nido, tengo una idea para llevarla acabo, aunque de todas formas pensaba hacerlo, tu dime si eso vale para considerar cumplida la misión?, Está vez opte por el diálogo y casi sale perfecto, casi- ese casi me deprimía bastante y esperaba no molestar a Felicity, pero bueno si decía que no lo había logrado nada que hacer, tendría que poner en marcha mi plan antes de tiempo.

-Ajam...- La conversación, mientras tu ibas hablando con la encargada era como que le estabas metiendo un par de excusas pero en realidad, estabas diciendo que no, que no habías completado el trabajo y eso se reflejaba en la mirada de Felicity que estaba con una mano en su mejilla y la otra dando toques en el mostrador con los dedos mientras te iba escuchando. Una vez acabaste, espero unos segundos y suspiro. -Vale...bueno entonces has hablado con ella después de vencerla...entiendo que tengas un gran corazón y eso pero los comerciantes pidieron expresamente que liberaras esa ruta comercial de la presencia de la Barroth, van a seguir pasando por allí, por eso nos contratan.

Pero, llevo una mano debajo del mostrador y lo coloco encima, la abrió y saco las monedas, 60 en total. Rápidamente los dedos de Felicity separaron las monedas y acabo dividiendo el botín metiendo 30 de esas monedas de nuevo en el saquito y ofreciendotelas. -Como veo que eres capaz de tratar con ella, vamos a hacer lo siguiente. Si quieres esto...- Sacudiendo las monedas restantes. -Tendrás que hacer algo con ella con esto. -Sacudiendo las monedas que te ofrecía.- Esto casi es un favor, no podemos hacer estas cosas con los encargos, pero por hoy haré esta excepción, toma el dinero y prepara una buena estrategia para quitar a la Barroth del camino, usa la violencia o la diplomacia eso ya es cosa tuya, pero tienes que completarla.

Suspiro de nuevo y entonces cogió de nuevo su libro de encargos. -Dime, te interesa coger otro encargo?

Me sentía una niña regañada ante sus palabras, podía notar molestia en ella y es algo que me sorprendía lo suficiente para apagar mi vivaz llama, además que sabía que tenía razón a pesar de todo, poco podía reprocharle o cuestionar al respecto.

Pero al final, parecía que así como había tomado un camino diferente para resolver el problema, esta vez había sido igual viniendo de ella, proponiendo me aquel trato que encontraba más que justo, medio premio por medio trabajo hecho y el final cuando completase la tarea.

Me avalance por encima del mostrador para abrazarla, pegando mi mejilla lo más que pude a la suya. -Gracias gracias...eres la mejor Felicity...no te preocupes haré que valga la pena- mencioné llena de energía y con mis ánimos renovados, la flama en mi pecho ardía con fuerza y mi mente ya podía trabajará toda marcha con mi siguiente jugada, esa misión no había sido un fracaso y lo demostraría.

-Si de hecho pensaba reponer fuerzas e ir al bosque a terminar la misión de las hierbas, si encuentro a las pukei pukei, puedo completar esa también?- recordaba que había mencionado que en el bosque estaban esos monstruos que habían aumentado bastante su número, y a su vez la explicación de Felicity respecto a que en el bosque sería más fácil completar la misión de las hierbas solicitadas.

-Le daré a tres vespoids con la misma piedra- sería mi declaración hecha con mi más radiante y solemne sonrisa. Conseguiría todo lo que me proponía y si Felicity autorizaba la caza de la Pukei, me despedirnos de ella con una mano alzada y correría rumbo a buscar a Baba, no tenía tiempo que perder.

-Vale vale...mira que eres tontita.- Dejo que la abrazaras y se froto un poco contigo ligeramente ruborizada por todos los juegos previos que ya tenias con la encargada, tosió un poco mientras se recomponía. -Mientras lo hayas entendido me vale.

-Oh te acuerdas de la Pukei? Si claro, veamos donde tengo el pergamino...- Comenzó a mover las paginas hasta encontrar la pagina correcta, arrancándola y ofreciendotela, tenia la misma recompensa que la Barroth solo que en esta ocasión no te decía exactamente donde se encontraba, solo que se había visto a la criatura en el bosque.

-Sera la primera vez que vayas al bosque verdad? Ten cuidado, el bosque es peligroso, sobretodo de noche, las criaturas son mas movidas durante la oscuridad. Pues por mi adelante, la mision de recolecta no corre prisa asi que puedes tener las dos.

Cuando te acercaste a la vieja Baba, ella sonrió divertida mientras le comentabas tu problema con la Barroth, ella rápidamente saco un ábaco y empezó a hacer cálculos apresurados y rápidos con sus viejos dedos antes de llegar a una conclusión.- Jijiji...para una criatura tan grande sera 1 moneda de oro y 50 de plata, tendré que dejar a una de mis niñas vigilandola para que este contenta y no cause destrozos. Si quieres aprovechar su lodo el precio....si...serán 3 monedas de oro el preparar un recinto mas adecuado para que el lodo se pueda aprovechar. Tardaremos 3 días en tener el corral y una semana en tener el recinto, estoy segura de que conseguirás el dinero.- Se lamió sus rugosos labios esperando una respuesta tuya antes de dejar el ábaco a un lado.

Felicity acepto y con ello ya me había marchado a devorarme al mundo cuando fuese a hablar con Baba.

Aquella señora tan amante de los metales preciosos parecía querer sacar todo el jugo posible a la fruta que eran mis ingresos, no la culpaba y en parte no me molestaba ya que veía un potencial enorme en aquellas tierras y la idea del baño de lodo caliente solo era la primera de tantas que me ayudarían a sacar a flote ese sitio. Afortunadamente Baba parecía lo suficientemente conciente de que era una emprendedora enérgica y quizás por ello me permitió la posibilidad de empezar a trabajar tanto en el establo como en el baño de lodo.

-Genial, entonces te encargo ambas construcciones, te dejare pagado el establo completo y para el baño te lo pagaré ni bien instale a la Barroth en el establo- el trato fue rápido y el dinero prometido caería en sus arrugados dedos sin mucha demora, me emocionaba ver progresos, en más de un sentido.

Sin más que hacer, y luego de un corto descanzo para reponer fuerzas, pondría rumbo hacia el bosque.

-Oh....- Al ver el dinero ella lo acepto y se lo guardo literalmente debajo de la túnica, desapareció rápidamente y ella se froto las manos mientras sacaba un silbato y lo hacia sonar. El silbato era insonoro pero no tardaron en aparecer unas cinco felynes que entraron desde por la puerta de entrada hasta asomándose por la ventana mirando a Baba con sus colas meciéndose de forma ondulante, como si esperaran una orden. -Niñas niñas...a trabajar!- Ordeno ella con un bastonazo en el suelo, cuatro de ellas maullaron no asustadas pero si animadas y salieron corriendo mientras la ultima de ellas se acerco a Baba, se arrodillo a su lado y espero a que le dijera que tenían que hacer, parecía ser la capataz. -Empezaremos el establo pero hasta que no traigas el dinero no empezaremos los baños...jijiji...- La anciana no era tonta, el dinero por delante.

No hubo problema para encontrar el bosque, de hecho a lo lejos lo podías ver, una aglomeración de arboles unidos con un camino mas o menos preparado para poder caminar, por allí es por donde te adentraste, del campamento al bosque había aproximadamente una hora así que eran las diez. El bosque no era muy denso al menos no en lo que era la periferia, pero nada mas entrar notabas el aire un poco mas cargado. La luz del sol se filtraba bien, había suficiente separación de arboles como para poder ver bien hacia donde se iba, ademas de que el camino ayudaba.
 

Pero hubo un momento en que el camino termino y dio inicio al verdadero bosque, un amasijo de lianas, arboles que se retorcían hacia arriba como si fueran caminos que había creado la propia naturaleza y por supuesto se escuchaba nada mas que silencio, como mucho el sonido de algunas hojas moverse, sin duda era un lugar muy diferente al de la llanura.

Por donde iras?

Habia mal entendido a Baba y me había ilusionado en vano, pero debí imaginarme que aquella anciana no me daría nada gratis.

Aún así el solo saber que empezarían de inmediato con la construcción del establo eran buenas noticias.

Luego del descanzo el camino al bosque fue sumamente sencillo, era medio difícil el no encontrarlo teniendo las altas copas de los árboles visibles en todo momento.

-Me gusta este sitio...me recuerda a los entrenamientos con el abuelo- exprese mis pensamientos con claridad y a voz viva, dándome un momento para inspirar en profundidad y relajarme con el aroma peculiar del bosque.

-Empecemos por buscar las plantas, según recuerdo, nos faltan 7 lirios, 5 hongos azules y 3 hierbas aromáticas..será un buen calentamiento antes de ir tras la Pukei- mi entusiasmo lleno de la más pura voluntad emprendedora mis palabras.

No habría mucho más que hacer, había que buscar aquellas plantas y debíamos ser cautelosas, ya me habían advertido los peligros del bosque y lo tendría muy en cuenta a la hora de deambular por este revisando en los alrededores cualquier indicio de la presencia de un depredador en la zona, aunque siempre poniendo por delante la búsqueda de plantas.

Encontraste lo que parecía ser un manojo de lirios debajo de uno de los arboles, brillaban levemente con la luz del sol lo que facilitaron que los vieras. Tomaste todos los que pudiste, la verdad es que eso agilizaba bastante lo que era tu tarea y te podías quedar de lo mas contenta con eso. Pero no todo era bueno, Vainilla comenzó a mover una de sus orejas mientras miraba hacia arriba, hacia un par de pájaros que se habían movido como asustados por algo que habían visto, rápidamente se tiro al suelo y coloco la orejita en ella y se quedo inmóvil unos segundos antes de mirar hacia una dirección con un bufido animal, alzando la cintura hacia arriba con la cola muy erizada.

Aquello había sido un indicativo antes de que una manada de Jaggis salieran corriendo hacia vosotras, eran pequeñas, piel escamosa de color amarillo, unas gargantas con protuberancias de lagarto y quizás no te llegaban a la cintura si quiera, pero eran de lo mas ágiles. Tanto que pasaron rápidamente por tu lado o entre vosotras dos sin siquiera haceros caso de que estuvierais allí, cosa que era extraña porque cazaban en manada y eran carnívoras, todo al grito de...- Correr! Correr! Correr!

Bum! Bum! Bum! Unas pisada fuertes empezaron a hacer temblar todo el lugar mientras un árbol caía por la fuerza de algo que lo empujaba como si fuera papel. Unos ojos rasgados y amarillentos se fijaron en ti desde la altura, su cola martilleaba el suelo con fuerza y tal vez el cuerpo media fácil tres – cuatro metros de altura. Su mandíbula era como doble, mostrando una segunda hilera de dientes afilados debajo de su boca y en su cabeza reposaba un cráneo duro con oberturas nasales extrañas, si te fijabas era como si el cráneo fuera una especie de segunda nariz. Sus pechos eran firmes, grandes pero firmes y por fortuna no tenia miembro, tenia unos labios vaginales prietos que escondían un anaranjado interior que solo se podía ver con cada paso de sus fuertes piernas. Se te quedo mirando mientras se relamía. -Comida...- Su voz era grave y mostraba autoridad antes de soltar un potente rugido hacia arriba, notando como abría la boca de una forma innatural y su garganta se expandía para soltar ese rugido, obligándote a taparte las orejas y literalmente tirando hacia atrás a Vainilla que después de un par de volteretas hacia atrás consiguió ponerse en pie.

Un buen manojo de lirios fueron a parar a mi bolsa, todo parecía marchar relativamente bien, pero no esperaba en esos momentos, o más bien no pude percibir que todo empezaría a marchar relativamente mal.

Que volasen una parvada de pájaros debió bastar para comprender que algo extraño estaba por pasar, más aún cuando aquel desesperado grupo de pequeños cazadores me hicieron desenvainar en vano mi espada y escudo. Debería haberme preocupado ante la reacción de Vainilla, en ese aspecto había fallado como cazadora y cuando vislumbre la magnitud del problema, era equivalente a la causante del temblor instintivo de mi cuerpo.

Sus poderosas pisadas evitaron que corriese antes de tiempo, antes de quepudiese verme y yo a ella. En otros momentos podría haberme quedado maravillada con su fisico, con ese feroz atractivo dominante y poderoso que me llevaba a un estado de sumisión provocativa en cuanto lo apreciaba; pero este no era el caso, sentía miedo puro el mismo que me llevo a gritar y correr tomando del brazo a Vainilla ni bien me recuperase del rugido de la Anjanath.

Corrí tan rápido como mi cuerpo podía hacerlo, explotando cada partícula de energía causada por la distribución del oxígeno a cada músculo de mi cuerpo a través de la sangre, solo volteaba a mirar para asegurarme de que Vainilla me siguiese el paso.

Después de esa ferviente carrera, me costó trabajo recuperar el aliento.

-Por poco- confesaria sumamente agitada. -Te encuentras bien?- le pregunté a mi compañera.

Tomaría un rato recuperarse antes de seguir nuestra búsqueda, aún asustada por la aparición de un monstruo tan intimidante, y que por suerte no era una alfa, de esa no me iba salvar las palabras y era conciente de ello.

La criatura continuo rugiendo y empezo a correr en tu direccion pero tu empezaste a deslizarte por todos lados y a buscar cada posibilidad que pudieras para poder escapar y por fortuna, lo conseguiste, conseguiste huir de esa situacion tan peliaguda que te podia haber costado no la vida pero si quizas parte de tu dignidad.

Vainilla estaba a tu lado algo jadeante mientras asentia, poniendo el oido en el suelo antes de mirarte. -Se a ido...podemos seguir...- Dijo ella garantizando que ya no escuchaba nada. Asi con todo la busqueda de las plantas volvia a ser una prioridad.
 

Te alejaste del viejo sendero, te alejaste lo suficiente como para ir perdiéndolo de vista en pos de encontrar esas plantas que necesitabas, pero aunque te habías alejado, no encontrabas nada, tal vez tenias que seguir buscando, era un bosque tenia que haber plantas mas que suficientes solo que crecían en ciertas zonas, tampoco eras una experimentada. Pero conforme te ibas alejando empezaste a escuchar un zumbido, un zumbido, un zumbido muy rápido que ponía los pelos de punta.

De entre los arboles empezaron a salir a toda velocidad unas criaturas, pequeñas, median mas o menos la mitad que tu, tenían un segundo abdomen y en su espalda reposaban unas alas que se movían a toda velocidad, tenían unas manos humanas pero las piernas eran insectoides, en el segundo abdomen se podía ver un aguijón de aspecto peligroso. En total habían cinco.

-Miel???- Pregunto una con una voz muy aguda y ciertamente chillosa, la segunda respondió de la misma manera. -Miel???

-Miel???

-Miel???

-Tiene miel???

-Quizas la tenga, queremos miel.

-Vamos a tomar miel.- Respondió la primera después de aquella conversación absurda.

La ultima de las vespoid fue directamente a por ti con el aguijón levantado pero era fácilmente esquivable por lo que con un movimiento ligero pudiste hacer que pasara por tu espalda sin problema, lo único, estabas casi rodeada.

Parecía que ese día estaba destinada a luchar, pues no solo no fui capas de encontrar más de aquellas plantas que necesitaba, sino que incluso me toparia con un enjambre de vespoids. Algo que me erizaba la piel en más de un sentido solo con verlas, pues aunque se veían muy lindas de la cintura para arriba, sus piernas inesctoides me provocaban sensaciones raras y siempre llegaban a mi los recuerdos del entrenamiento del abuelo siendo sorprendida por una de estas.

Eludir a la primera no fue algo difícil, así como tampoco fue el aprovechar la oportunidad de propinarle una puñalada con mi espada antes que terminase de retirarse.

-Aunque tuviera miel no se las daría!! Vainilla hora de explotar!!-

Eran varias, aunque todo cazador siempre dice que estos monstruos no son un problema, su número y su capacidad para atacar desde un punto ciego las hace una molestia muy grande.

Tu espada acabo con una de ellas que estallo en una nube de alas que se caían destrozadas al suelo, mientras que Vainilla se quedo mirándolas con tono critico antes de ver a dos que estaban juntas y sin dudarlo saltar hacia ellas al grito de un maullido.

La explosión quemo con fuerza sus cuerpos quitinosos y ellas gritaron de dolor, pero eso no causo que no pudieran atacar. Una de ellas directamente ataco al aire confundida por el dolor de la explosión, la segunda tuviste que desviarla con el escudo, era fácil, sus cuerpos eran delgados, eran livianas, fue como apartar una hoja que se acercaba a ti.

Pero no vistes a las demás, dos vespoids, la primera te pincho con fuerza en uno de tus brazos inyectándote un veneno que hizo que te empezaras a sentir caliente pero la segunda golpeo tu abdomen de la misma manera, su aguijón picaba y dolia, sorpresivamente parecían tontas, pero sus aguijones traspasaban tu armadura como si se tratara de papel.

-Miel miel!

-Queremos miel!

-Nos darás miel?!

Dijeron de lo mas animada mientras que tu, notabas, como aunque estabas concentrada, no había motivo para estarlo y después del susto que habías tenido no tenia sentido, pero empezaste a lubricar. TU vagina comenzó a mojarse y bastante sentías algo como que bajaba de forma pesada por tu útero, pero no era un objeto, eran tus propios fluidos que manchaba tu ropa interior y se deslizaban por tus piernas como si estuvieras delante de lo mas erótico que te pudieras encontrar, palpitaba, el veneno te estaba afectando.

Su superioridad numérica resultaba un problema pues si bien no parecían tan hábiles para pelear, sus aguijones perforaban con suma facilidad mi armadura, aquellas dos que aprovecharon mi distracción con las dos primeras para inyectarme su veneno.

Sus picaduras dolían bastante y las heridas me obligaron a concentrarme en mi recuperación, en inspirar una buena bocanada de aire para provocar el recambio del oxígeno en sangre y con ello facilitar la recuperación y mitigar bastante el dolor, aunque eso no hacía desaparecer mis heridas del todo.

Aún así me respiración agitada no parecía hacer más que empeorar. Acompañada del temblor de mis piernas, podía sentir un fuerte y bochornoso calor que me invadía en cada rincón de mi cuerpo. Poco a poco comencé a jadear sin darme cuenta y la humedad en mi ropa interior me alertaban de los efectos del veneno. Debía apresurarme o eso podría acabar muy mal.

Por ello llevaría mi cuerpo al límite de su velocidad para lanzarme hacia las dos vespoids heridas y pocisionarme de tal modo que al avanzar entre estas fuese liberando sendos cortes en el abdomen de una y el cuello de otra.

Tus cortes eran precisos o mas bien aquellas pequeñas criaturas no eran muy fuertes. Era cierto que el veneno de las vespoids estaba haciendo estragos en tu cuerpo, pero eras mas resistente de lo que parecía y podías aguantar un poco de húmeda de tu entrepierna.

Entre la explosión y tu fuerza, una de las vespoid choco contra el suelo y se clavo contra el suelo con el aguijón clavado en el, era el momento perfecto para golpearla si es que lo deseabas.

La segunda y ultima que quedaba intento golpearte pero un bloqueo en el ultimo momento fue suficiente para que no te alcanzara.

-Miel miel!- Parecía que les daba igual morir siempre y cuando consiguieran su preciada miel.

Estaba demasiado ansiosa, dos de ellas habían caído sumamente fácil y las dos restantes habían fallado sus ataques, una de forma desastrosa.

La vespoid que clavó su aguijón en la tierra no podía desatorar se rápidamente y esto me otorgaría una ventaja táctica que no demoraría en tratar de aprovechar, aunque la palabra clave era tratar

En mi desesperado intento por aprovechar la suerte que había tenido con aquella oportunidad de despachar a una vespoid más, me apresure tanto que termine trastabillando con mis propios pies y fallando mi estocada al darle al aire cerca dela cabeza de mi enemiga; pero para peor resultado, este movimiento me llevo a caer de tal forma sobre esta que me iría de bruces al césped del bosque, quedando tumbada a un costado de la vespoid con mi trasero empinado, siendo sumamente visible el hecho de que mis shorts estaban empapados.

La vespoid efectivamente desclavo el aguijón y miro tu trasero, relamiéndose. -Miel! Estamos consiguiendo que suelte miel!

El aguijón dañado se clavo justo en tu nalga derecha y tuviste que moverte a un lado para que lo sacara pero una vez mas, el veneno hacia su efecto. Era doloroso que te pincharan pero efectivamente aquellas criaturas tenían un veneno que te afectaba, notabas una nueva oleada de fluidos bajando por tu cuerpo hasta ya acabar mojando tus muslos, tus piernas temblaban ligeramente y notabas como te estabas encendiendo, tus pezones estaban incluso erectos. No era algo que tu quisieras, pero no podías controlarlo.