Partida Rol por web

Mientras estás dentro del coche hablando con Rosario, te parece escuchar un ruido que no es la verja metálica cerrándose ni los gruñidos de esfuerzo de tus compañeros, te da por mirar hacia los edificios y no ves nada, pero al fijarte bien, ves que el extremo del pasillo derecho de generadores (por el que apareció Vlad corriendo), tres podridos se tambalean con el baile de San Vito hacia vosotros.

Afortunadamente, les has visto venir desde lejos, de no ser por ti... Rosario está a lo suyo, Vlad mira fijamente la valla y los otros tres cierran la verja.

Antes de que cerréis del todo la verja, los dos hombres de Downie se meten en el interior del recinto, ambos parecen zombies, pues ni siquiera abren la boca para decir palabra. La muerte de su jefe les ha debido afectar demasiado, o quizás toda esta mierda y tanta muerte , ¿quién sabe?

El caso es que cuando los dos de Downie entran, la verja termina de cerrarse del todo con un golpe seco sobre el extremo de la puerta que encaja con el resto de la verja.

Una vez asegurada la verja, Boris salta sobre el capó del auto mas cercano, para tener una mayor vision del área y girando sobre si mismo cubre todo el lugar con su penetrante mirada... 

En cuanto dejo la verja me giró hacia los hombres de Downie manteniendo las distancias y apuntándoles con el arma: 

- ¿Y a vosotros, qué? ¿Se os ha comido la lengua el gato? - No sé cuánto tiempo llevan fuera, ni qué ha pasado... pero me extraña que no digan nada. Cualquiera que permanezca en silencio es susceptible de ser un podrido.

No me fío. - ¡Podíais habernos echado una mano con la verja! - 

Mientras el sonido del chirrido de la verja se sumaba a los gruñidos de esfuerzo de los que la empujaban, un ruido, que empezaba a ser desgraciadamente familiar, puso en alerta a un relajado Jim. Intentando descubrir el origen de ese lamento uniforme y de ese arrastrar de hojas desacompasado, el taxista localizó la procedencia de ese sonido que todavía hoy le helaba la sangre en las venas.

Sin perder de vista a los zombies, comentó dentro del coche Rosario, será mejor que se quede aquí dentro...y tocando el claxon tres veces, salió del coche cerrando la puerta y gritando iiTRES ZOMBIES EN EL PASILLO DE LOS GENERADORES!! señalando el pasillo con su mano izquierda mientras que la derecha se agitaba en alto para llamar la atención del resto del grupo, que después de los pitidos, miraban extrañados.

Veo a los policias entrando como zombis y escucho al moro gritando algo de zombis. Esto se está desmadrando, ya lo sabía yo

Tenéis tres segundos para hablar si no queréis morir -digo apuntando a los policías con mi arma a una distancia segura. Si no responden en ese intervalo disparo al primero en la cabeza.

Viendo que León vigilaba a los policías que acababan de entrar, me aparté de ellos y giré para apuntar a los zombies que venían por el pasillo de los generadores.

No pensaba dejarles acercarse ni un milímetro más así que comencé a disparar apuntando a la cabeza del primero de ellos.

Una vez asegurada la verja, Boris salta sobre el capó del auto mas cercano, para tener una mayor vision del área y girando sobre si mismo cubre todo el lugar con su penetrante mirada...

Vlad giro observando el pasillo... y nada mas ver a los zombies acercándose a ellos apunta con su escopeta y dispara al primero de la fila en toda su cabeza.

-"NO USEIS ARMAS DE FUEGO"- Gritó Boris al ver a los otros disparar -"Atraeran a todos los zombies y definitivamente quedaremos encerrados aqui"- Saco el arco y la flechas y apunto al trio de caminantes, a ver que tal le iba... 

En cuanto Jim hubo alertado al grupo, León afianzó su arma y disparó al podrido que "caminaba" en el centro, la bala pasó rozando la cabeza del no muerto, tanto que incluso llegó a levantarle el largo flequillo moreno.

Casi al mismo tiempo disparó Jack, el gentelman no era ajeno a las armas de fuego, eso era evidente. Aunque esta vez, su disparo se estrelló en el suelo arenoso, abriendo un agujero a los pies del podrido que "caminaba" por vuestra izquierda.

Siempre se ha dicho que las escopetas no son para nada eficientes en disparos a media y larga distancia, pero para desmitificar este dicho, Vlad reventó la cabeza del podrido que se acercaba tambaleante por vuestra derecha, la cabeza no reventó en un sentido literal, sino que en el rostro del antaño hombre con bigote canoso y calvo del todo quedó un mosaico de fragmentos de la metralla del cartucho, fragmentos que debieron penetrar la frente del hombre y pasar a través del cerebro, pues el calvo cayó desplomado hacia un lado (una caída atípica) y quedo inmóvil, esta vez para siempre.

Philip gritó algo que no entendísteis del todo y sacó su arco y una de sus flechas, montó y disparó con una sorprendente rapidez, pero estaba visto que no era Robin Hood y la flecha se perdió en las nubes, habría sido algo cómico, de no ser porque los dos zombies restantes seguían avanzando mientras el grupo preparaba otro disparo.

Cuando ya tenía el arma preparada para disparar sobre los muertos, se oyó la voz de Boris que decía "NO USEIS ARMAS DE FUEGO" . Efectivamente, las armas de fuego debían reservarlas para cuando no hubiera más remedio, en parte por el ruido que provocaban, que servía para alertar a cualquier zombie que estuviese a varios kilómetros a la redonda, y en parte porque tampoco les sobraban las municiones —Quizá deberíamos buscar armas que fuesen algo más silenciosas…tampoco sería malo idear algún modo de liquidar a los zombies en silencio, sobre todo cuando estemos en situaciones en las que no queramos llamar la atención…comentó Jim, eso sí, sin soltar su escopeta.

Los tres seres siguen acercándose, ahora que están más cerca les distinguís casi perfectamente: dos de ellos visten un mono azul que les indentifica como trabajadores de la compañía eléctrica, no llevan casco y mientras uno de ellos es de grandes dimensiones (alto y ancho, un musculitos en toda regla) el otro es de bastante más edad y luce una barba a medio pelo canosa. Sorprendentemente, estos reanimados no lucen heridas ni desgarros ni les faltan miembros, lo cual quiere decir que o biens son reanimados muy recientes, o no han salido del recinto desde que comenzó todo esta mierda hace y unas semanas.

El tercero en discordia, es una mujer morena de pequeña estatura, de unos veintipocos, que viste minifalda y tacones (está bastante buena si no fuera porque ya no es humana en sentido estricto) y un top blanco bastante ajustado que dejan a relucir sendas redondeces muy sugerentes.

Los tres podridos están ahora a una docena de metros de la entrada.

No estoy acostumbrado a este arma, aunque siempre será mejor que un arco pienso mirando despectivamente al estúpido ruso que se cree Robin Hood. Vuelvo a apuntar mi arma y disparo a la cabeza del mismo zombi, tratando de rematarlo.

Boris no iba nuevamente a hacer el ridiculo, asi que de un salto descendio del vehiculo y se dirigio hacia la mujer desde un costado alejado de los otros dos, cuidando de no caer en medio del fuego insensato de sus compañeros.

Al estar a una distancia prudente simplemente disparò casi a quemaropa con el subfusil con silenciador directo a la cabeza de la zombie.

Vlad ni se lo plantea... vuelve a apuntar a uno de los zombies y dispara hacia su cabeza. Que una cosa era no hacer ruido, y otra muy distinta entrabarse en combate contra los zombies. Prefería el ruido. 

Viendo que mis compañeros estaban abriendo fuego contra todos los podridos no esperé lo suficiente para ver si alguno de los podridos no caía y sin dar tiempo a reacción disparé también a la cabeza del ser que tenía más cerca.

No pensaba dejar que ninguno de esos seres se acercara lo suficiente como para morderme.

León abre un agujero de tamaño considerable en la frente del zombie más cercano (el de gran estatura) que se desploma cayendo de rodillas en un primer momento y luego bocabajo, quedando tendido, inmóvil.

Philip por su parte, hace una vez más, gala de su pericia con el subfusil, trepanando lo que se suele denominar como la "tapa de los sesos" de la mujer, arrancando el cuero cabelludo y un trozo de la parte superior del cráneo.

Vlad y Jack por su parte, hicieron fuego al único podrido que aún se mantenía en pie, pero aunque Vlad llegó a darle, no fue en la cabeza y por lo tanto no lograron derribarle.