Partida Rol por web

 ¡Podría llover!

Nuestros héroes acaban con los zombimecánicos con facilidad y desprecio total por el peligro que teóricamente deben representar los no muertos, ya que no dudan en menguar su número. El de los héroes, me refiero. Vamos, como si esto del apocalipsis fuera una cosa comparable a un padrastro. Los de los dedos, coño, no los que se tiran a tu madre.

Pues hay padrastros que pueden matar a una persona, si no se tratan con cuidado. Los que se tiran a tu madre, ostias, los otros no pueden matar, escuecen y yastá.

¿Y esto que tiene que ver con lo que pasa en la escena? 

Pues mucho. Porque el amigo de los desteñidos, el capitán Neutrex, David Uhm, a la que cogía un arma hipersecreta de una base hiperblablablá, se ha dado cuenta de que por la misma zona del armero hay un par de discos compactos, que le llaman mucho la atención. Uno porque seguramente explica porqué está pasando todo lo que está pasando:

Y el otro, porque sale su padrastro en la portada (el que se tiraba a su madre).

Y claro, él que se queda mirando fíjamente la portada, inquiriéndose a si mismo si la señorita que aparece en la parte baja de la imagen no será su progenitora, en fantástico zoom que muestra con detalle los numerosos detalles estílisticos de la portada del disco, pasa lo que pasa cuando se sugiere algo afro.

Que aparece un negro zombi enorme detrás de David Uhm, con una sonrisa enorme, un paquete enorme, y un peinado marca de la casa.

Y es que la falta de amor que David expresaba en cada momento ha llegado a buen puerto. Porque el mundo es justo, y si Uhm necesitaba una buena dosis de amor negro, siempre hay un Afro Zombie dispuesto a repartir amor a diestro y siniestro. Y más por un hermano. Joder, hermano, por un hermano está dispuesto a aparecer de la nada usando la excusa de un disco con una portada absurda, sólo para darle por culo a alguien que lo lleva pidiendo toda la película. (Echa el freno, vaquero, tu aun no te lo has ganado).

Tan grande, tan ENORME es el amor solidario del arfo zombie por David Uhm, que hasta va a usar protección, para no pegarle ninguna enfermedad zombie en el proceso de enculado. 

Así que coge al silencioso bebé que andaba por allí, al tierno, tiernísimo Baby Herman, y procede a envolverlo con parsimonia y cinta americana. Para que no reviente. Y después, con mucho amor, se encasqueta al bebé como si de un condón daliniano se tratase, con bello crujir de costillas como música de fondo.

Y lo que viene ahora es un precioso fundido en negro. Porque el negro zombi se funde al negro tuerto.

Más bien se lo folla sin misericordia alguna. Es que eso de ser tuerto da mucho juego, David. 

El resto sería la leche de feliz observando la muestra de amor que se ha manifestado de forma súbita, si no fuera porque para ellos también hay candela. Al parecer los obreroz zombis mecanizados esos tenían un santo patrón. Un santo patrón que aparece detrás de una compuerta con su nieblecilla y todo, en plan misterioso, con la firme intención de reventaros a hostias por mamones, y no dejaros entrar en la maldita sala de controles.

Y pensar que en algún lugar del desierto, hay un tipo intentando darse collejas a si mismo consigo mismo. Que injusta es la vida. 

Romeo en cuanto ve a Jesucristo se da cuenta de que es un impostor, mayormente porque todo el mundo sabe (hasta el) que Jesucristo no es tuerto ni lleva un parche en el ojo. Así pues lanza artísticamente su estaca al aire en plan majorette y deja que le caiga justo por la  espalda de forma que recoja el sudor acumulado y, usando ese sudor como lubricante, siga descendiendo hasta el canalillo de sus hermosas posaderas, donde queda aposentado cual mástil sin bandera.

En ese momento exclama:

- ¡Escuchad como se encienden mis motores!

Una vez que se encienden sus motores, empuña de nuevo su estaca, que ahora está como carbonizada, y se lanza a por el impostor ninja pirata usando la mundialmente conocida técnica del helicóptero de Zangief pero con ampliación táctica que se llama "La mierda en el ventilador".

Muchas veces me han preguntado por qué nací invisible.

¿Genética, maldición, un experimento fallido...?

La respuesta corta es que no lo sé. La larga es ¿Y tú por qué naciste gilipollas?

¿Genética, maldición, un experimento fallido...?

Cuando la puerta mecanizada se abrió, lancé la Smith & Wesson, al fin -dramáticamente- vacía al suelo. Habíamos matado a los mecánicos, pero aquello que apareció tras la puerta era una especie de monumento inane al mestizaje.

Putos jipis. Ya no respetaban nada. Mi gabardina ondeaba al viento que producía un bárbaro semidesnudo haciendo molinillos de majorette con un palo untado en mierda.

La vida no era, definitivamente, nada agradable en esos momentos.

Putos jipis, volví a pensar. No respetaban nada. En una base militar, dos negros se dedicaban al alegre comercio sodomita entre ellos y -lo que es peor, y demuestra el paso tan invisible como mi prepucio que media entre la homosexualidad y la pedofilia- con un bebé de meses. Otra cosa muy distinta es que el bebé se lo mereciera.

Pues bien, no sólo hollaban el poderío militar más grande que ha existido jamás en la tierra con su enojoso ejercicio del black-teto, sino que tenían la desfachatez, esos zombies comunistas, de haber traído como adalid a una especie de jesucristo redivivo.

Redimuerto. Whatever.

Este enemigo los supera a todos: me dije, mientras con calma encendía otro cigarrillo. Olía a mierda ahí dentro.

Afortunadamente, sus rasgos semíticos hicieron que me sintiera más aliviado: si era judío no podía ser Jesús, tal y como brillantemente había demostrado un preclaro autor. Rápidamente revisé mis conocimientos en materia de religión para desmentir también el resto de cosas que estaba viendo.

Sin duda Jesucristo no había sido nunca un pirata. Si caminas sobre las aguas no necesitas mariconadas como galeones. Tampoco un ninja: no hay ninjas con halo, habría sido desastroso para su sigilo ir brillando por todas partes y con un coro de querubines detrás. Por último, un jesucristo cyborg, con su mano de metal, no habría podido ser crucificado jamás por los endebles clavos de hierro de los romanos.

Estaba, por tanto, ante un simulacro, una ficción, una gilipollez enorme suministrada por alguno de esos chino-turcos zombis que manejaban el cotarro.

Pensé en decírselo al resto de desgraciados que pululaban por ahí, animados por el espectáculo sexual de los dos negros enormes. Luego lo pensé mejor y saqué un puño americano del bolsillo de mi gabardina.

Encajado sobre mis invisibles nudillos parecía un arma animada por su propia voluntad.

Aunque fue mi voluntad la que la dirigió hacia las costillas del sosias de Jesucristo.

Mientras el resto de los zombies caían poco a poco, y se realizaban diversas muestras de amor entre la comunidad afro-americana, el bueno de Beakman tuvo tiempo de sobra para terminar de observar todas las maravillas de la base secreta. Pero el peligro para nuestro querido científico no había acabado. Un nuevo giro del guión (¿guión? ¿pero acaso tenemos de eso? Pues primera noticia oyes) había puesto a un tipo con parche diciendo ser Jesucristo en su camino hacia el mayor de los secretos de la base (o lo que se suponga que haya en el centro del complejo, que con tanta gente defendiendo será algo súper secreto, ¿no?).

Y eso había cabreado al hombre del erizo en el pelo. Más de lo que nunca habían visto la niña y la rata Lester. No solo porque se interponía en el camino de su curiosidad, sino porque sabía que el que tenía delante no era Jesús. Niños, no os dejéis engañar por las apariencias, este tipo que tengo delante no es quien dice ser dice mirando a una de las paredes como si mirara a una cámara ¿qué por que lo sé? Pues muy sencillo mis queridos infantes ateos: porque cualquier cristiano de pro sabe que Jesús en realidad es un cazavampiros, y no un pirata. Y ahora, como buen cristiano, voy a compartir el cuerpo de Cristo con el. Tomad nota niños.

Y dicho esto, se acerca al Jesucristo pirata, le coge prestado el nunchaku y se pone a darle el cuerpo de Cristo. Vamos, que le empieza a dar de ostias con el nunchaku hasta que se queda tranquilo el tío. Y menos mal que estamos en horario infantil, que si no miedo me da saber en que parte del cuerpo del Jesucristo pirata hubiera acabado. Aunque si es tan “pirata” como parece, a lo mejor le acaba gustando y todo.

La situación se desencadena de forma vertiginosa y mareadora, de hecho, en el público se pueden oír las arcadas de varios espectadores... o quizás sea el equipo de producción que ante el interracial zombie con bebés, se han sentido particularmente indispuestos. Pero la reacción de nuestro very macho vaquero ante los cariñitos del Afrozombie para con David Uhm es de... bueno, en verdad, es la que todos se esperan, pero nadie quisiera tener que lidiar alguna vez...

Envidía

Así que ni corto ni perezoso y bien ganoso, paso fuerte, furia en pecho, pelo en culo, camina a efectuar su reclamo ante la falta de igualdad en el comportamiento violador del némesis poco importante de la escena. Le toca el hombro, pero a tres gemidos (o lloriqueo, gemido, lloriqueo), poco es lo que le ponen atención.

-Bzzz, oyeeeeme, no me parece justo, yo me monto después del negrito o no juego máassss... mira que me han dicho que soy un tío amplio en...- pero el grito de los nunchakus del Cyborg Pirate Ninja Jesus ahogan cualquier guarrada que fuese a salir de la boquita de nuestro delicado personaje. A Dios gracias. Si es que existe en ese perdido mundo.

Así que se distrae y cuando gira a ver, la orgía zombie-pedofi-sexual está en el auge, sangre, vísceras, sudor y lágrimas (literalmente!), el clímax del afrozombie no se deja esperar.

Y de repente, todos descubrimos que es fanático de Jesus.

-Si me prometes que acabamos con el jesusito de mi vida, me das cariñitos mi vida?- le dice acariciándole el hombro, y sin esperar respuesta sale corriendo. Estamos en el punto álgido de la batalla, el punto de no retorno. El punto de los puntos. El punto G... de Gays.

Porque todo esto es una tremenda mariconada.

Y lo que sigue lo es aún más.

Pero el éxtasis es el éxtasis, y las ganas de un buen polvo homo, son las ganas de un buen polvo homo, capaces de poner serio y erecto al dizque western man.

A estas alturas, usted, querido espectador, conoce la dinámica. No se quede atrás y reproduzca la música

-Cuando un hombre tiene dinero en su bolsillo... Empieza a apreciar...- y miar de reojo al Afrozombie -... una buena polla- y se relame (desagradablemente) los labios. Amén del pobre Clint Eastwood que debe estar revolcándose con alguna zorra.

Pero no es el punto, tras una serie de ataques de sus compañeros, él no se iba a quedar atrás. No, no en lo absoluto. Y con el mejor de sus trajes, es el momento de llevar a juicio al zombie. Es el momento de demostrar que es de los suyos, y una vez esté con los suyos, sencillamente, como pasó hace varias escenas, entre amariconado y jodido, se muere rápido el muy bastardo.

Todo se oscurece y claro... una camisa para Jesus, que sabemos de antemano no es local... oh no!

Es el momento de cambiar de temática, los viejos Westerns eran tan solo su plataforma de lanzamiento para algo más terrible... algo más oscuro que el propio plan de los muertos vivientes de apoderarse del planeta. Algo más escalofriante. Comedia Hollywoodense. Vender el alma al diablo.

Pero el mal superaba el simple hecho de cruzar géneros, copiar frases, y hacer galas de un exceso de Homosexualismo atroz... no, hay más que sangre en esta producción, hay... hay... música y canciones....

Es un MUSICAL!!!

(Reproduzca el vídeo por favor, si el inglés y el portugués escapan de su entendimiento, le proporciono este link, quizás transcrito entienda mejor la letra, o pueda ponerla en Babelfish y traducirla al Castellano. usted elige.)

Y si, de la pura vergüenza, el Jesus Cyborg Ninja Zombie termina admitiendo que es Gay Y Europeo (es decir, un marica Italiano), y eso es más dañino que todos los ataques, porque usar la música, joder, la puta música y a Hollywood para joder a alguien tan poderoso... hay que tener cierto grado de cojones... o el orto bien grande.

Y sabemos que la segunda condición se cumple.

Así que tras esta irrupción, vamos directico al grano, con una sonrisa en su rostro se gira y busca al Afro zombie.

-Bzzzz, amooorcitooooo, mi vida, divino, no te me pierdas, que tu polla tiene una cita con mi culo...- y empieza a correr como loca que busca cariño, a ver si se le cumple el deseo para esta escena.

El fontanero italiano ya había llegado al límite de su furia, había entrado por un extremo y había salido por el otro trayendo consigo una ira ciega...La princesa seguía sin aparecer, ya había prescindido del caimán porque como transporte dejaba mucho que desear aunque como maquina de picar carne tenía cierta utilidad...Pero la profanación de la imagen de Jesucristo era, a sus italianos ojos, Católicos apostólicos de la Iglesia Romana una ofensa personal.

- ¡Virgen del amor hermoso y aledaños! ¡Me cagüen to lo que se menea! ¿Quén coño ha hecho eso? ¿El jodido amiguito de Bowser? ¡¡Es una puta herejía!!

Agarra un extintor que está situado en la pared, para incendios de carácter químico(10 kilitos,oiga) y se acerca al cyborg ninja pirata.

- En nombre de mis santos cojones, yo te expulso-Zas! Ostia en la boca
 

- En nombre del puto Padre, yo te expulso-Zas! Extintorazo en los huevos.

- Por los jodidos apóstoles,¡yo lo que hago es que te parto la cara!-El extintor rebienta en sus manos, pero eso a Mario no le importa, Agarra al cyborg de ambas orejas y le empieza a dar cabezazos con constancia, con saña, con mala baba.

- ¡Joder! ¡Tu hoy te vas calentito!

Caractacus Observa la base, se parece mucho a una fábrica de caramelos y éel es algo que lleva en el alma.

La dulzura del ambiente se va infiltrando en la percepción del despistado inventor adulterada por el exceso de azucar en su sangre, y probablemente por la inalación de los gases que salen de la tobera junto a la que está apoyado, pero eso quizá sea una explicación demasiado profunda.

Lo único que sabe, que siente, que anhela, es comerse un caramelo.

Entonces, por ciencia infusa, no sabemos si dentro del mundo imaginario de Caractacus, o quizá que el director se ha tirado el pisto y ha contratado a un huevo de extras, empiezan a ocupar posiciones en todo el hangar unas personas, no contaminadas de la infección, vestidas como trabajadores de 1910.

Las chicas con sus cofias y los hombres con su varoniles bigotes y mandiles.

Caractacus coge su bolsa de caramelos. Y empieza a ofrecer caramelos a los asistentes, incluyendo al Jesus Cyborg ninja pirata, practicamente todos, menos sus hambrientos hijos que se comerían hasta a los zombies si les dejaran, le rechazan la oferta, algunos amablemente, otros con un "Bzzzzzz Andaya, Que eso engorda mariiiica" otros quizá estén demasiado entretenidos dandose de cabezazos contra el Cyborg. Pero eso le hiere en su orgullo, una vocecita en su interior que le dice que se tiene que imponer, que tiene que demostrar lo que vale. Entonces tira su boina al suelo y entona:

Parece ser que lamentablemente los pitidos de los dulces caramelos atraen a una orda de Perros que invaden la base llevándose por delante a todos los extras, a algún experimento a medio montar, dos pilares, un paraguas y por si fuera poco huelen la sangre que emana de las múltiples heridas al Cyborg Ninja pirata y le empiezan a morder indiscriminadamente.

El entrañable erizo rosa se queda estupefacto cuando ve al Cyborg pirata Ninja...Le suena su cara. Muchísimo. Mientras intenta recordar por qué le suena esa cara , Espinete es asaltado por unos niños.

-¡Mira Espinete, es Jesusito!

Jesusito..Jesusito...ese nombre le trae recuerdos a Espinete...Corría el año 1978...él se iba a dormir y una de sus madres, Minerva Vallehermoso le hacía rezar"Jesusito de mi vida, eres engendro como yo y por eso te quiero tanto y te arranco el corazón, mio es, tuyo no"

Poco después Minerva viajó a Estados Unidos para continuar con sus investigaciones y parecía que habían dado sus frutos. La ideología ultracatólica de Minerva la había llevado a crear un proyecto paralelo de Soldado Universal Nacional, ella mantenía que el enemigo debía temer a Dios. "Esos bastardos no creyentes se van a acordar de Jesús hasta el fin de sus días" Expreaba con rabia cuando veía a gente que no iba a las misas.

-Jesusito...-Musita sorprendido Espinete.

Ahora se fija más en el cyborg...si, parece obra de Minerva, esas puntadas en la sutura...esos implantes bionicos...si, no cabe duda. La emoción por el encuentro embarga a Espinete. Ha encontrado a un hermano, a un ser que viene del mismo sitio y mente del que viene él.

Tres niños ya están abrazando al Jesús Cyborg Ninja Pirata pero eso no le impide correr a abrazar a su hermano Soldado Universal Nacional.

-¡Jesusito! ¡Hermano!

Espinete abraza fuertemente al cyborg, estrechando entre sus cuerpos genéticamente manipulados a los tres niños que estaban abrazando a su ídolo religioso sin importarle. La alegria por el reencuentro es demasiado como para que se fije en esas tonterías.

Pero a los niños si les importan, la fuerza sobrehumana de Espinete está empezando a probocar que el sandwixh que conforman Jesús y Espinete como los panecillos y los niños como el relleno se empiece a parecer a un sandwich de nocilla roja.

La pequeña Doris intenta escapar de la terrible presa y, puesto que está encarada a Jesús, empieza a arañarle con sus uñitas, desgarrando la piel del cyborg, huyendo, como una ratita sin salida, a través del cuerpo del cyborg ninja pirata. Para el pequeño Matt y para Jimmy ya es tarde. Sus huesos se rompen y descoyuntan a la vez que los del cyborg,que por muy metálicos y ninjas que sean, ceden.

-¡Vamos niños abracemos todos a Jesús! ¡Es un tio tope guay!

Insta Espinete al resto de los chavales que, por supuesto, se lanzan a abrazar el ya inerte cuerpo del Cyborg ninja pirata en un desenfreno de alegría