Partida Rol por web

Muerte en Freeport

Parte Primera - Cebo en el Anzuelo

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24/04/2020, 16:55
Brennan

Brennan siguió al grupo hasta la posada, y tomó asiento en la mesa en la que su posible contratante se detuvo, observando el ambiente con curiosidad y algo de desagrado. Lo cierto era que, aunque no le era ajeno en absoluto, le molestaba el hedor de las ciudades, especialmente de las portuarias. Una mezcla de sudor agrio, olor a pescado y a materia orgánica en proceso de pudrirse que saturaba el aire y casi parecía tomar forma por sí misma.

Cuando la camarera llegó con sus bebidas, desvió la mirada hacia ella al ver que los observaba, y sintió casi al momento el afilado contorno de los dientes de Gealach sobre su bota. Cuando la bebida estuvo sobre la mesa, aceptó la jarra que Egil pidió para él, dando largos y pausados tragos de la cerveza que contenía. El olor a cerveza hacía más soportable la peste del lugar… una peste que no parecía incomodar a ninguno de los que lo rodeaban. Casi al contrario. Suspiró.

-Está bien. –Dijo escuetamente. El resto ya habían aceptado, por lo que no parecía momento de negociar el precio, salvo una duda en el aire. –Pero antes de nada, Egil, dime… si lo encontramos pero ya está muerto… ¿cobraremos esas 50 monedas extra?

Luego, pensativo, apuró la jarra hasta el fondo, y la dejó sobre la mesa. Encontrar a una persona en un hormiguero como Freeport sería difícil, desde luego, pero había algunas opciones que intentar.

-Como dicen mis… -Dudó un segundo en qué palabra utilizar para designar a los extraños desconocidos que se sentaban a su alrededor, de los que ni siquiera conocía todos sus nombres. –Compañeros… Necesitaremos saber todo. Qué tipo de sitios frecuentaba, si tenía familia o amigos cercanos, si estaba metido en algún lío… Y por supuesto, conocer tu templo.

-Y por mi parte, sí que te pediría… -Añadió finalmente. –Algo que le perteneciera. Algo en lo que aún quede su olor. Es difícil seguir un rastro aquí, pero no imposible.

Notas de juego

Cosas adicionales:

-Master, te dejé en el anterior post una cosilla de la loba y no me contestaste.

-Tengo dudas de costes. ¿75 es mucho o es poco? Por situarnos... cuánto cuesta una jarra de cerveza? Y cuánto pasar la noche? Y cuánto comida para un día?

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25/04/2020, 01:42
Hermano Egil

El hombre levanta ambas cejas en señal de confusión a causa de las palabras de Hektor, no comprendía a lo que se refería el hombre y cuando trataba de gesticular alguna palabra para tratar de responder a su interrogante, el pequeño Gnomo distrajo su atención con su acto al tratar de tocar el Flautín de manera inversa, luego el hombre de apariencia extraña, Felsom, preguntó algo que tal vez podía responder con un poco más certeza, - hace dos días, ciertamente empecé a preocuparme de verdad por mi amigo, parecía estar al borde de la locura, como si cualquier cosa, por pequeña que fuera, pudiera precipitarle al abismo- el hombre hace una pausa y bebe un ligero sorbo de aquella jarra espumosa, -desde eso no ha vuelto al templo; fui a su casa y la encontré vacía, los sacerdotes de mi templo no lo creen, pero yo estoy convencido de que algo malo le ha ocurrido a Lucius, por ello es que quiero que descubrieran qué ha pasado con él-.

Egil se detiene un momento ante las preguntas de Elentirel, suponiendo que eso fue mas una broma que una pregunta seria, el hombre niega con la cabeza -en lo que cabe de su posibilidad, estaría magnifico que pudiéramos encontrar a Lucius con vida-nuevamente levanta su jarra, esta vez bebe un largo trago del contenido y luego pasa su antebrazo quitando los residuos de espuma sobre sus labios, -conozco a Lucius desde casi siempre. Crecimos juntos en el templo, él se convirtió en bibliotecario y yo en sacerdote; hace seis años, algo extraño ocurrió, parecía que había cambiado de la noche al día, un día era mi amigo de siempre y al siguiente era un completo extraño; hacía preguntas extrañas, no parecía recordar nada de nuestra amistad y trataba al templo como su propia biblioteca personal- el hombre acaricia su barba por unos instantes como recordando, -unos meses más tarde le descubrie­ron en el santuario y le expulsaron del templo; poco después se fue de Freeport y estuvo fuera cuatro años… cuando volvió, volvía a ser él de nuevo; vino al templo y suplicó que le readmitieran, diciendo que no recordaba nada de lo ocurrido en los últimos cinco años- ahora su rostro muestra un poco de ánimo, sus mejillas se comienzan a tornar ligeramente rosa, tal vez el licor no es el fuerte del hermano Egil, -Thuron, el sumo sacerdo­te, parecía dispuesto a rechazar su petición, pero tras una reu­nión en privado con él cambió de opinión… Lucius regresó al templo y todo volvió a ser como en los viejos- tiempos, durante ocho o nueve meses; luego, empezó a tener mal aspecto, parecía cansado y se le veía ojeroso- Egil posa ambos codos sobre la mesa y se inclina hacia adelante, bajando el tono de su voz, -me confesó que no dormía bien, algo le molestaba, pero no me dijo que era, empezó a hacer muchas preguntas sobre lo que había estado haciendo antes de que le expulsaran; el sumo sacerdote habló con él para que dejara de atosigar a todos con sus preguntas, pero Lucius siguió con ello-.

Negando con la cabeza bebe de un tirón el resto de la bebida, esta vez, levanta una sola mano con sus cinco dedos abiertos mientras responde al interrogante de Brennan, -como lo repito, sería una lástima que estuviera muerto, pero soy un hombre de palabra y lo que les he prometido lo tendrán sea uno u otro el resultado… en cuanto a si puedo darles algo de su pertenencia, no exactamente, pero tal vez pueden iniciar buscando pistas en su casa, ahí tal vez encuentren algo que pueda darle un rastro a su hermosa compañera- dice riendo y viendo con admiración al animal, -yo ya estuve ahí, pero no es lo mío ser un investigador de esa clase-.

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25/04/2020, 01:51
Helena

Al fondo pueden observar cómo Joline esboza una sonrisa y se apresura a traer una nueva ronda de aquella bebida; pero antes de que llegue a su mesa, una mujer de cabello oscuro detiene a la rubia y toma la bandeja; por su aspecto, es un poco mayor que Joline, con paso firme se acerca y pone sobre la mesa las cinco cervezas.

-Debo decir que he estado escuchando su conversación por casualidad, de ante mano pido disculpas-, la mujer levanta la mirada hacia la barra y vuelve a centrarse en el grupo, -quiero participar en su búsqueda, la verdad es que estoy harta de eso- dice golpeando levemente su delantal mientras niega con la cabeza, -no quiero pasar el resto de mi vida sirviendo bebidas, creo que mi destino está ahí afuera, por favor, permítanme acompañarlos… ciertamente no me importa el pago-. Por encima pueden notar que la mujer realmente está sofocada de la vida que lleva, por su manera de expresarse no parecía que fuera cualquier mujer, es notablemente extraño, pero eso estaría a su decisión si se une a su grupo o simplemente hacen caso omiso.

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25/04/2020, 01:55
Frenni

 El gnomo, absorto en su flautín, recibe de buen gusto las indicaciones de la elfa y toca el instrumento de forma correcta. Era interesante como, a pesar de haber caído en el beodo, su habilidad con el flautín estuviese casi intacta. Tocando algunas antiguas melodías que había aprendido en su viaje al norte de Faerûn. Aún así, se encontraba atento a lo que decía el hermano Egil, que daba más información sobre la historia de Lucius. Ahora que quería hacer una canción con aquel hombre.

 Por lo bajo, murmuraba el alcoholizado bardo, mientras tomaba la nueva jarra traída por Helena:

Lucius... viejo amigo,

dime, ¿qué ha pasado contigo?

Ya no me reconoces, te has ido al ancho mar

has vuelto y me recuerdas, te enojas y te vas

 Lucius... viejo amigo.

 La iniciativa de aquella camarera le provocaron una pequeña risita al gnomo. No todo el mundo tenía el ímpetu de lanzarse a la aventura, y esa chica parecía tener fuego dentro de sí. Si no fuera porque su creatividad tenía límites, Frenni le hubiese dedicado una oda.

- ¡Que la *hic* que la chica se nos una! Yo le daré *hic* un quinto de mi recompensa si *hic* logramos saber qué le pasó a Lucius. Si todos hacen lo mismo, tendrás *hic**hic* una paga ejemplar por un trabajo bien hecho, compañera... eso sí, tienes que ser útil...*hic**hic*

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26/04/2020, 01:54
Brennan

El hombre de orejas afiladas escuchó la historia que se estaba contando frente a él, pensativo. Había muchas preguntas sin respuesta en la historia de Egil, muchas dudas sobre qué era lo que podría haberle sucedido a aquel hombre para que su vida se convirtiera en una desgracia como aquella. Pero, desafortunadamente, poco más podrían sacar sin empezar a moverse.

-Necesitaremos saber dónde está vuestro templo, dónde su casa, y si vivía sólo. –Comentó, aunque suponía que todos lo habrían pensado. –Egil, tú, cuando estuviste allí… ¿cómo entraste?

Tan pronto como la mujer de cabello oscuro se acercó a ellos y comenzó a hablarles, la loba que había permanecido tranquila junto a Brennan alzó su cabeza y clavó sus ojos ambarinos en la camarera mientras erizaba el pelo y comenzaba a emitir un intimidante gruñido.

-Ya, ya lo sé. –Musitó el hombre, poniendo una mano sobre el lomo de su compañera para evitar que su agresividad fuera más allá. –Una camarera quiere unirse a un encargo por el que pagarían dinero como para vivir meses… ¿y lo hace gratis? No sé… creo que es raro.

-No me malinterpretes. A lo mejor es verdad lo que dices y sólo quieres salir de aquí… si es así, es posible que haya mejores oportunidades... por el pago ofrecido, creo que esto será peligroso. –Tomó la jarra recién llena, y se la llevó de nuevo a los labios otro largo trago antes de añadir –Y si no es verdad lo que dices y tienes otras intenciones, entonces te sugiero que seas más sincera. En todo caso, no soy yo quien decide a quién contrata Egil y a quién no. Ni si Frenni quiere compartir su paga. Pero me parece raro.

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26/04/2020, 02:15
Elentirell

Estoy bebiendo muy tranquila mientras escucho la historia que nos cuenta nuestro futuro "jefe" y la verdad que tiene sus pequeños vacíos aquella historia. Más aún cuando tras volver el desaparecido nadie se ha encargado de interrogar bien, quizás por mera confianza y ese beneficio de la duda que tan bien utilizado en la mayoría de las ocasiones. 

No obstante me mantuve en silencio, la cerveza está deliciosa, y solo mi gesto cambia radicalmente cuando aparece la camarera y se ofrece. Un suspiro surge de mis labios, más aún cuando el gnomo está dispuesto a que se una. Solo que yo no estoy para la labor de cuidar damas en apuro cuando hay un trabajo para realizar. 

Al menos el elfo tiene un poco de raciocinio. 

- Lo siento cariño, pero no. No quiero que vengas con nosotros, primero porque serás un lastre y nos desconcentra. Si, no quiero estar pendiente de tu espalda cuando la situación sea peligrosa. Ya tengo dos para vigilar y no me apetece que una dama con aires de valentía se una en algo sumamente desconocido. - respondo en un tono serio. 

Ya mirando a los presentes, los miro con cierto aire serio. 

- Ni se les ocurra aceptar. - digo hostil. - Dedícate a ser camarera, es lo mejor. No tienes que vivir al límite, ni soportar situaciones difíciles. Lo mejor es servir una cerveza, sonreír, quizás un meneo por las noches con el que te guste y se termina tu día. Pero ser alguien como yo, o como estos... No lo es tan fácil. Otra vez será. 

Tras decir aquello, alzo la jarra a modo de brindis y bebo lo último que le queda. 

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26/04/2020, 16:06
Felsom

Felsom escuchaba el testimonio del hermano Egil mientras bebía de su espumeante cerveza y mostraba una fingida cara de preocupación. La verdad es que al nigromante no le importaba mucho el destino que pudiera haber corrido el tal Lucius, le daba igual que se hubiera partido una pierna cayendo por un acantilado como que le hubieran convertido en gallina. Lo único realmente importante para Felsom era que debían encontrarlo con vida y devolverlo al templo para que el Hermano Egil les pagase por sus servicios.

-Si Lucius era bibliotecario y cambió de la noche a la mañana, ¿es posible que lo hiciera por lo que pudo leer en la biblioteca? -preguntó el nigromante, extrañado-. Al fin y al cabo, la sabiduría está en los libros y a veces también el conocimiento, la información... Y la magia negra.

Felsom ya cavilaba acerca de cuáles podrían ser los motivos por los que Lucius había desaparecido cuando escuchó a aquella camarera de cabello negro que quería acompañarles en la misión. La miró de pies a cabeza con interés, pensando primero si alguno de sus órganos le serviría para sus propósitos. Luego oyó que Frenni se mostraba a favor de permitir que la camarera les acompañasen, mientras que la elfa y el druida estaban en contra.

-Dejad que nos acompañe -accedió el nigromante, en un tono sorprendentemente serio y cabal-. Si es de Freeport, nos podría venir bien una guía. Y con un poco de suerte, quizá sepa combatir. En caso contrario, bueno... -Se rió como si fuera una hiena, frotándose las manos-. ¡Tampoco es como si perdiéramos nada! A este grupo le hace falta un poco de músculo. -De los cinco, Elentirell era la única que podría aguantar combatiendo cuerpo a cuerpo más de un suspiro. Felsom se dirigió a la camarera, intrigado-. ¿Sabes utilizar una espada, un arco, una daga? Si nos demuestras que puedes sernos de utilidad combatiendo, bienvenida a bordo.

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26/04/2020, 16:16
Brennan
Sólo para el director

Notas de juego

Oye que yo aguanto igual que Elentirell ... pobre druida marginado

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26/04/2020, 19:57
Hektor

Hektor había quedado absorto con la historia de Egil y los versos del gnomo parecieron sumirlo en una realidad alternativa. Quizá la cerveza también había tenido algo que ver. Todo el mundo dio su punto de vista, incluso una camarera que pasada por ahí y quería unirse al grupo también. Al hechicero, sinceramente, le parecía bien. 

- ¿Y qué tiene que ver que sea camarera para que no pueda venir? -le preguntó con curiosidad genuina a Elentirell. -Yo, antes de formar parte de la Viuda Negra era carpintero, me dedicaba a tallar delicadas obras de arte. Y poco antes que eso trabajé en caballerizas... -No se sabía si todo aquello era producto de su fantasía personal y simplemente el pasado de Hecktor era mucho más rico de lo que parecía a primera vista. Y antes que eso fui limpiabotas de un noble soldado, consejero de la reina, jardinero de un tipo muy desagradable que olía a ajo, ¡incluso fui condenado a trabajar en galeras!

Dio un golpe en la mesa con sus nudillos y se dirigió a Helena. -Lo que quiero decir es... ¡bienvenida a bordo! 

Sonrió mirando a los demás y esperando una cálida bienvenida por parte de todos. Sin embargo, la reacción fue más fría de lo que imaginaba. De todas formas el hechicero no reparó en ese detalle y se centró en la investigación del caso. 

-Eso que dices, gran mago Felsom, tiene mucho sentido. -Se hurgó la nariz con gesto de concentración hasta que dio con la idea clave que estaba buscando. -¡Ah! ¿Y si..? Fue poseído por un espíritu maligno, por un demonio. Ya se sabe, están por todos lados. En lámparas, cofres, botellas de vidrio... y libros también. Un viejo amigo mío, Fellar el Santo, pilló uno de esos que estaba encerrado en un antiguo tarro de mermelada. Anduvo con el bicho pegado a la espalda durante meses, durante ese tiempo tuvo un humor de perros. Al final tuvo que andar desnudo durante mes y medio, bebiendo su propia orina y flagelándose con un látigo todos los días para expulsarlo. En fin, un asuntillo bastante peliagudo.

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26/04/2020, 20:54
Elentirell

- No. - digo al incorporarme. - Una prueba, denle una espada o algo. - ordeno seria. - Un combate conmigo, si muestra sus conocimientos si, sino deberán quedarse con la camarera porque yo me marcho de aquí. No pienso cargar con una inútil, no sabemos a qué podemos enfrentarnos y por favor... No sé dejen llevar por una cara bonita y unos pechos apetecibles. 

Tras decir aquello, aguardo paciente para que la mujer se ponga en combate conmigo. Además será divertido pornr a prueba sus habilidades y descubrir si es apta para formar parte del grupo. Del lugar donde vengo, había que ganarse ese espacio, y precisamente no era por las buenas. Una mujer tiene que demostrar valía.

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26/04/2020, 21:30
Hektor

Hektor soltó una carcajada triunfal. 

-¡Sí! -gritó exultante- Pelea ¡de... pechos! De espadas, quiero decir. 

Alzó su recién servida jarra, derramando casi la mitad de su contenido sobre el regazo de Brennan. 

-¡Si eres capaz de arrancarle una oreja al gnomo de un mordisco también nos vale!

Se le veía ilusionado como a un niño. 

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26/04/2020, 23:07
Brennan

Brennan observó las reacciones a los demás ante la oferta de la camarera de unirse a ellos a cambio de nada, mientras seguía meditando si de verdad había una intención oculta en todo ello. Pero fue la segunda intervención de la elfa, solicitando un combate, la que hizo que hablara de nuevo.

-Salvo que tengáis una buena razón para mataros, no veo que sea necesaria una pelea, Elentirell. –Intervino Brennan, cuya voz, aunque calmada, comenzaba a evidenciar los primeros síntomas de embriaguez en forma de un ligero titubeo. –¿Por qué vas a pedirle eso a ella y no a los demás? ¿Sabes si Frenni sabe pelear? ¿O si Hektor hace algo aparte de hablar? Ni yo, ni tampoco el hechicero. Podrías estar cargando ya con cuatro inútiles y no parece molestarte. Aquí apenas nadie sabe nada de los demás.

Apuró la segunda jarra hasta el fondo, se aclaró la voz, y observó el fondo, desprovisto de bebida.

-Aun así, sigo desaprobándolo, aunque no lo impediré… Al fin y al cabo, todos somos prácticamente desconocidos. Que Egil decida. -Añadió, sacudiendo la cabeza y mirando a la camarera con un gesto que oscilaba entre la lástima y la sospecha. -Pero si es un estorbo, sólo conseguirá que la maten. Y si no lo es… ¿qué hace aquí, interviniendo justo en mitad de una conversación?

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27/04/2020, 18:50
Helena

Helena se ve amenazada por la única fémina del grupo e invadida de preguntas y acusaciones, -a ver, sí, es extraño que alguien escuche sin permiso una conversación privada y que quiera unirse a un grupo desconocido… pero no saben el infierno que es estar aquí, preferiría morir a manos de cualquier persona o monstruo ahí afuera que envejecer sirviendo bebidas- frunce el ceño ante la instigación de la pícara, aprieta ambas manos mientras le mira fijamente.

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27/04/2020, 18:51
Hermano Egil

Egil se encuentra tenso, observándolos discutir, pasa la mirada de un lado al otro hasta el momento en el que decide levantarse de la mesa, -¡basta¡… creo que es suficiente de discutir- organiza su túnica los mira con seriedad, -primero, no soy quien decide qué persona se une a su grupo, señor Elfo- agrega dirigiéndose a Brennan, -segundo, no creo que esa idea de dejar el bar, le encante a tu madre, Helena- dice hablándole a la joven de cabello oscuro.

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27/04/2020, 18:51
Madrastra

Antes que se pudiera resolver el asunto entre la humana y la elfa, del fondo aparece una mujer con cara de pocos amigos, de piel curtida y marcada por los años, -muchacha tonta, ¿otra vez molestando a los clientes, ve a lavar las jarras, necesitamos que estén limpias para la clientela- observan como esta mujer golpea la cabeza de Helena con un rustico bastón de madera, mientras esta se aleja de muy mal humor.

-Deben perdonar a mi hija, desde que su padre murió no hace sino pensar y creer que es una muy buena luchadora, no se da cuenta que es solo una buena para nada- hace un gesto de disgusto mientras los mira y añade, -por las molestias, la casa invita sus bebidas- la mujer da media vuelta y se aleja hacia la barra, desapareciendo tras una puerta.

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27/04/2020, 18:52
Hermano Egil

Egil toma asiento nuevamente, aunque aun preocupado, niega con la cabeza mientras suspira, -lo que puedo decir acerca de si vivía solo, pues sí, nunca conocí una amante o algún familiar; cuando fui a su casa la puerta no estaba asegurada, y aunque pregunte antes de entrar, nunca tuve una respuesta, por tal motivo me di la opción de entrar- el hombre se levanta de la mesa y con su mano derecha levantada indica la puerta de salida, ­-con gusto les puedo llevar, solo una cosa antes de partir; si llegan a encontrarse con alguien del templo, no mencionen mi nombre, digan que son conocidos de Lucius o algo por el estilo, un favor extra-. Sin más, Egil se pone en movimiento esperando que el grupo le siga en dirección a la casa de Lucius.

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27/04/2020, 19:17
Frenni

 El intercambio entre los miembros de grupo sobre qué hacer con aquella chica solo mostraban el fino hilo que los unía y que en cualquier momento podía romperse. Las ideas de cada uno de los presentes eran tan variadas que dudaba que se hubieran puesto de acuerdo sin rencores ocultos. Pero tampoco estaba del todo seguro de ello; no los conocía tanto y, además, estaba bajo el efecto del alcohol. Frenni se dijo a si mismo: "Deja de pensar un poco y vive en el momento".

 La madre de la muchacha termina la disputa haciendo que la chica perdiera la oportunidad de seguirles en su aventura, lo que pone una mirada triste en el gnomo. Después de todo, una persona que no podía seguir sus sueños era una pobre alma.

- ¡Señooora! ¡No sea *hic* tan dura con su hija, por*hic* favor!.... ay mi panza... ya vámonos...

 Sin embargo, no hizo mucho para cambiar la opinión de la madrastra, y se remitió a seguir a Egil hasta la salida. Aunque una vez allí, su pequeño panza le pidió un poco de piedad antes de seguir con el camino.

- ¡Mis tripas! ¡Necesito vaciar los órganos! ¡Ahora vengo!

 Y veloz como un rayo y con una sonrisa inocente en el rostro, el gnomo se fue hasta la parte trasera del bar a decorar la vasta tierra de los callejones con su orina. Curiosamente, la orina de gnomo solía ser un ingrediente  común en algunas pociones que pudo contemplar en sus viajes.

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27/04/2020, 19:34
Frenni

Notas de juego

 Eh, Dire; ¿podría asomarme por la ventana de la cocina en búsqueda de Helena? Supongo que la chica debe estar lavando las jarras, como le mandó la madrastra. Quiero ver si puedo reclutarla en secreto y traerla con nosotros.

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27/04/2020, 20:20
Helena

El pequeño Gnomo junta unas cuantas cubetas de madera para subir en ellas y observar por la ventana que da a la cocina de la taberna; cuando sus ojos están frente al cristal puede ver claramente a Helena, lavando una jarra de cerveza y a su lado un cerro más que tendría que lavar, la joven de reojo ve que algo se mueve tras la ventana y da un respingo, apuntando con la jarra que tiene en su mano como si de una espada se tratase en dirección al Gnomo.

-¡me quieres matar de un susto¡- dice sobresaltada, ahora que tiene su rostro hacia ti, puedes ver que sus ojos están húmedos y en sus mejillas se pueden notar unos pequeños hilos resbalando, al parecer lloraba y tu sabías cual era la razón.

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27/04/2020, 20:23
Frenni

 Frenni se las había ingeniado para subirse hasta una altura que le permitiese espiar por la ventana. Allí, como si de una doncella atrapada se tratase, estaba Helena sollozando por lo bajo debido a su malvada madrastra. Y el gnomo, que sufría mucho por las lágrimas de las damas, no pudo evitar angustiarse ante aquella imagen. Con sus orejitas bajadas y los ojos brillosos. Tenía que subirle los ánimos antes de proponerle nada.

- ¡Espera, no me golpees con esa jarra! ¿Viste mi tamaño? Podrías matarme, ho ho...

 Intenta subirle un poco el humor a la muchacha con una humorada; aunque no era falso que podrían matarlo a base de golpes con una jarra. Luego, fijándose de que la madrastra no estuviese alrededor, Frenni se apoya en la ventana y le ofrece una mano a la camarera con una sonrisa en el rostro.

- Sé que aquella doña te dijo que no podías ir con nosotros, pero... ¿quieres arriesgarte a la aventura? Pedir permiso es para los que aceptan que les coarten la libertad.