Partida Rol por web

Muerte en la finca Zúñiga

Epílogo

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25/02/2022, 17:27
Director

La detención de tres sospechosos por la muerte de Mercedes sorprendió a todos. Esa misma noche llegaron periodistas a acampar frente al hotel, y al mediodía del día siguiente había camionetas con antenas satelitales para transmitir en directo.

Los tres detenidos fueron a una dependencia policial en Potrerillos. Rodolfo pasó sólo una noche allí. Luego fue trasladado al centro de detención judicial de Mendoza donde pasó otras cinco noches hasta que e consulado de Chile logró que lo deporten a Santiago donde fue puesto en libertad de inmediato. Fue así que pudo vivir el desarrollo del juicio en su casa. La mucama y el jardinero no contaron con esa suerte.

La primer hipótesis del inspector era que Mercedes había envenenado a su marido usando un veneno casero, cuya receta había escondido en su dormitorio y había sido descubierta por Ricardo Bolívar tras una noche de lujuria. Rodolfo, que era hijo de Carlos Zúñiga con otra mujer, enterado que estaba del envenenamiento de su padre, fue a cobrar venganza, y luego escondió el frasco de veneno en la chaqueta para desviar la atención.

Claro que esto tenía dos huecos evidentes. ¿Cómo podría haberse enterado Rodolfo que su padre había sido envenenado? Pues Mercedes había sobornado a los médicos forenses para alterar la autopsia. Además, ¿cómo podría haber llevado Rodolfo la chaqueta hasta el río? Parecía más razonable que la hubiera llevado el jardinero en alguna de sus excursiones de pesca. Aunque fue la mucama quien confesó haber arrojado la chaqueta entre los matorrales junto al río.

Liberado de culpa que fue Rodolfo de culpa, la prensa retomó el caso arrojando muchas hipótesis.

El romance entre la mucama y Carlos Zúñiga llenó muchas páginas. Ella había guardado esa chaqueta como recuerdo de ese amor que la había rechazado cuando Mercedes descubrió la infidelidad.

Que había un telegrama de despido para el jardinero firmado por Carlos que nunca llegó a enviarse fue otro tema.

La historia de Ricardo, descendiente de la familia propietaria de esas tierras desde la época de la revolución, seduciendo a la señora Zúñiga representante de la oligarquía que desplazaba a los héroes de la independencia, fue muy popular en la provincia. Hasta el punto en que, cuando la policía fue a buscarlo para llevarlo a declarar en el juicio, una pueblada se alzó para exigir su liberación y los hijos del juez fueron golpeados por sus compañeros de curso en el colegio. El caso fue desestimado casi de inmediato.

La prensa también publicó las cartas que Andrés Sagastisabal había enviado a Carlos Zúñiga. Este inversor voraz estaba construyendo un monopolio del vino en la región con muchas compras de bodegas pequeñas. Fue sitado a declarar y el debate sobrela concentración económica se disparó. Su abogado era un gran amigo de muchos jueces del país y tenía trato con la mayoría de los productores televisivos. Se la pasó meses hablando del progreso que las inversiones d Sagastisabal llevarían a la provincia y de que frases como "te voy a matar" son en sentido figurado y no son tan extrañas en una negociación entre dos empresarios.

Finalmente el juez volvió a la hipótesis original. Mercedes había envenenado a su marido, y ella había sido envenenada a su vez por venganza. Pero la acusada por este segundo crimen fue la mucama. El defensor oficial firmó rápidamente la sentencia a cambio de una reducción en la pena, de 25 a 15 años de cárcel, con buen comportamiento podría salir a los 10 años.

La compañía de seguros lo vivió como un empate: no tuvo que pagar el seguro de vida de Carlos, pero sí el de Mercedes. El monto era bastante menor pero fue suficiente para saldar casi todas las deudas de la finca.

En el juicio de sucesión Rodolfo pudo volver a reclamar sus derechos después de que fue sobreseído en el otro juicio. Los abogados de Clarita le hicieron una oferta: unificar el hotel y los viñedos en una sola empresa, que él reciba el 25% del total, y ser nombrado socio gerente, cobrando un salario adecuado además de los dividendos correspondientes. Clara se iría a Buenos Aires, y mientras sus dividendos le alcanzaran para solventarse sus estudios y una vida acomodada en la gran ciudad no interferiría.

Claudia por su parte tuvo que actuar rápidente. Con la fuerte presencia en los medios la demanda de alojamiento en la zona se disparó. Y el hotel Zúñiga no podía trabajar por las complicaciones del juicio. Y no se trataba sólo de turismo de alta gama. Había que acomodar a los periodistas y a turistas que se creían investigadores aficionados con presupuestos más limitados, una increíble oportunidad de negocios

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25/02/2022, 18:34
Director

Notas de juego

Lo haremos así: ustedes escriban sus epílogos e hipótesis aquí, en "sólo para el director". Cunado estén las cuatro las haré públicas al mismo tiempo.

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26/02/2022, 11:27
Claudia Figueroa

Poco me importaba quien había matado a quien y por qué... Dos asesinatos y una investigación en la que me vi envuelta como testigo. Y poseyendo el hotel más cercano aquel reclamo para el turismo del crimen. Todo había salido mejor de lo que hubiera podido esperar.

Mientras la finca Zúñiga no pudiera funcionar como hotel hasta que se resolvieran todos los flecos de la investigación y la herencia, sería mi negocio el que subiría como la espuma. Quizá pudiera llegar a absorber o comprar parte de las acciones de la finca Zúñiga cuando todo se resolviera...

Ahora reflexiono en mi despacho, con una copa de vino... Creo que fue Rodolfo, pero no por venganza, sino para eliminar obstáculos en su camino hacia la herencia. Quizá, la siguiente hubiera sido Clara... Eso nunca lo sabremos, pero a mí, me trae sin cuidado. He conseguido lo que vine a buscar.

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27/02/2022, 17:58
Andrés Sagastizábal

Tras las vagas conclusiones del inspector, Andrés expuso las suyas propias.

 

Yo... la verdad es que pensé que había sido Rodolfo... el comentario que hizo cuando estábamos en el embarcadero... dijo que él de pequeño ya vivía aquí, y que cuando fue mayor de edad se fue fuera a estudiar. Me dio la impresión de que tiene más edad de la que aparenta, lo que me despistó de que tuviera alguna relación con la mucama.

No los relacioné juntos a los dos nunca, pero tras lo expuesto... creo que son los culpables del asesinato.

Quizá no esté en lo correcto... pero es lo que se me vino a la cabeza desde el embarcadero.

Todo eso me cuadra, ahora podrá reclamar parte de la herencia, si demuestra que Zúñiga era su padre.

Lo que nunca sospechó Andrés es que Ricardo hubiera algo que ver con la posesión de las tierras y que posiblemente le perteneciesen por derecho. Aquí es donde entra en juego el tema de los análisis forenses y demás. Posiblemente la mucama ni Rodolfo hubieran tenido acceso a ellos... pero Ricardo.. 

También estaba el tema del envenenamiento, fue algo premeditado, y según los análisis debía de llevar tiempo con ello, y los que tenían acceso a eso serían la señora Zúñiga y la mucama.

El cerco se le iba cerrando... y todo apuntaba a que al señor lo habían matado entre la señora de la casa, con ayuda de la mucama, y sabiendo ella que su hijo iba a heredar parte de todo aquello, decidió acabar con la señora antes de que pudiera cambiar el testamento.

Notas de juego

Conclusiones:

Pienso que el asesino de Carlos Zúñiga fue la mucama junto con la señora, y el asesinato de ésta fue directamente la mucama.

Ricardo fue haber si recuperaba los archivos que encontré para demostrar que la finca había pertenecido a su familia y así arrebatársela.

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28/02/2022, 01:58
Rodolfo Peñarreal

Todo había salido según lo previsto. La zorra está bajo tierra y yo tengo mi parte de la herencia. 

Ricardo y la doncella era partes de la ecuación que no había previsto.

Entado en el sillón de mi residencia en Santiago puedo saborear con gusto el toque artístico que el "Viejo" le dio al Clara Z.

Cojo los documentos que me tiende el abogado y vuelvo a examinarlos.

- ¿Seguro que no podrá rastrearse el origen?.

Sé que lo he preguntado varias veces, pero tengo que estar seguro de ello. Los firmo y se los devuelvo.

- Sé que es mucho dinero, pero tiene que ser mi pequeño acto de contrición. Todo crimen tiene que tener su castigo. El mío solo será monetario. Tranquilo. Sigo teniendo dinero de sobra por parte del apellido Peñarreal.

Con la participación en los viñedos podía asegurar los vinos con la calidad para mandar los productos de la destilería hacia lo más alto. Los contratos con los nuevos clientes aseguraban unos cuantos años de bonanza. Solo había que saber invertir esas ganancias y todo iría como la seda. 

En los documentos se crea un fideicomiso Ricardo. Una pequeña compensación por parte de los Zúñiga que les engañaron vilmente en la compra de sus tierras.

Otro para la familia de la doncella. No podría librarla de la condena sin exponerme yo en el proceso, pero podía asegurar que su familia no pasara dificultades.

Por último, otro para Clara. Ahora tenía dinero para financiar sus estudios, pero una beca anónima le ahorraría tener que gastar su parte. Ya se sabe, la sangre siempre es más espesa que agua.

Cuando el abogado cierra la puerta camino del registro para poner todo en orden, me acerco al ventanal de mi apartamento y disfruto de ambos: de la copa de vino y de las vistas.

- Ya está todo hecho mamá. 

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28/02/2022, 13:35
Ricardo Bolívar

Ricardo Bolívar había tenido los huevos de corbata, literalmente, durante buena parte del proceso judicial, convencido de que de alguna manera iba a descubrirse su secreto y lo que había hecho en su pasada visita a la finca Zúñiga. Por ello, cuando el juez desestimó su caso y la pueblada se alzó, exigiendo su liberación, Ricardo respiró con alivio. Sobre todo cuando vio que toda la atención se centraba en Rodolfo, el jardinero y la mucama.

-De buena me he librado -declaró Ricardo, cuando supo que la mucama había sido finalmente la acusada.

El joven lo dijo sin atisbo alguno de tartamudeo, pues ya no había necesidad de que siguiera interpretando un papel mientras se hacía el tonto y el despistado. Lo primero que había salido a la luz sobre él era que pertenecía a la antigua familia propietaria de la finca, aunque por fortuna la dura verdad nunca había salido a la luz. No había sido Mercedes, sino él, quien había envenenado al señor Zúñiga cuando se encontraba en el embarcadero, haciéndose pasar por uno de los mozos. La razón no había sido otra que tratar de librarse del chantaje al que Zúñiga le tenía sometido, y únicamente había vuelto posteriormente a la finca Zúñiga para librarse de las pruebas que le incriminaban. A ojos de todos, había tratado de verse como un joven atolondrado que solo quería resolver el misterio de la muerte del anterior dueño.

A Ricardo le costaba creer que se hubiera librado del peso de la justicia. Solo le quedaba una duda para la que, en principio, no había recibido respuesta alguna. Después del proceso judicial estuvo recibiendo una donación anómina, una cantidad de dinero mensual a través de un fideicomiso. Bolívar no supo quién le enviaba el dinero, aunque su intuición le decía que se trataba de Rodolfo.