Partida Rol por web

Disculpa Milú, pero que fué exactamente lo que hizo Lucius??? De que manera intentó romper vuestro código de conducta??

Y lo más importante... quién le dio un mamporro tan fuerte como para que olvidara varios años de su vida?!!

Dijo el enano, mientras miraba al clérigo con aire escéptico

Milos miró a Jenkins - Los descubrieron dentro del santuarió, donde solo esta permitida la entrada a pocos, y que sepamos nadie le dió ningun manporro Maese enano, desconocemos el motivo de su pérdida de memoria. - dijo este le levantando con el dedo indice el reposa nariz, devolviendo las gafas a su posición normal.

- Entonces sólo nos quedan dos opciones, que alguien los estaba manipulando de alguna forma en la primera ocasión y tras ver como Lucius se acercaba a la respuesta decidió encargarse de él - explico con el pulgar levantado para indicar que es la primera opción - De ser el caso, tendrías al enemigo dentro del templo - y rapidamente empiezo con la segunda opción levantando el índice - O puede que haya vuelto a perder la memoria y aparezca pronto en algún lado. Y entonces no estaría mal recluirlo por su propia seguridad.

- No creo que sea la primera opción, Lucius no tenia enemigos en el templo, de echo por eso fue readmitido, su conducta antes de violar el codigo era intachable. - dijo este.

- Entonces sólo podemos esperar a que aparezca - deduzco - Aunque yo volvería a revisar para dormir más tranquila. Por cierto, ¿qué es necesario para acceder al santuario?

Al menos podremos sacer una pequeña lista respeto a este punto.

- Solo los hermanos del templo con autorización del sumo Sacercote pueden entrar, de todas formas yo, os recomendaría que no echarais mucha cuenta al tema de Lucius, seguro que cuando menos nos lo esperemos, vuelve a aparecer. -

- Bueno si no teneis mas preguntas tengo asuntos que atender, siento no poder serles de mas ayuda, si me permiten - dijo este mientras hace un gesto con la mano en señal de despedida.

- Eso esperamos todos, gracias por vuestra ayuda.

Estaba claro que el segundo del templo no iba a ayudarnos a solucionar nada tal y como nos había advertido Egil, así que sólo nos faltaba revisar lo que ya teniamos o volver a visitar su casa por si habíamos pasado algo por alto.

Aún quisiera añadir algo más Sacerdote Milos - Digo con un tono de recochineo que puede pasar desapercibido por mis ignorantes palabras - Querría yo saber, ¿porqué? Un templo que profesa la religión de la beneficiencia y la luz, no investiga el paradero de un antiguo integrante de su orden, quedando al margen sus posibles blasfemias o impertinencias

Pudiera ser que, él mismo esté planeando alguna clase de venganza, o por simple preocupación, en cualquier caso, me resulta muy extraño que su propia orden no le esté buscando también.

Dice que le encontraron dentro del santuario, si he entendido bien, cosa que dudo horrores porque me dais dolor de cabeza cuando os poneis a parlotear como comadronas, tras ser hallado en el santuario él fué expulsado del templo, tras esto volvió amnésico, y tras su readmisión desapareció ¿correcto?

Si estaba amnésico su desaparición no puede tener ningún motivo razonable, a no ser, que en el caso hipotético que se tratara de un rapto, su raptor no supiera que se encuentra en ese estado obnuvilatorio, en cualquier caso, Sacerdote Milos, si se encuentra raptado, el hermano Lucius puede estar siendo sometido a interrogatorio con tal de encontrar información sobre vuestra orden, seguramente para nada bueno, por lo que este lugar está en peligro

Abyl se rasca la cabeza y algunas garrapatas caen al suelo para corretear a los pies de los presentes mientras distraída continúa pensando en su atrevido parloteo, tal vez, sin sentido para ninguno de los presentes

En cualquier caso lo único que sabemos que él sabía y ya no recordaba - Cojo aire - Es acerca de sus investigaciones en aquel barco pirata, y su visita al santuario secreto, apuntes y notas que ya no encontramos en su casa, por lo que solo podemos sospechar que se ha vuelto a ir de viaje o que se encuentra raptado en algun lugar.

Sea como sea, Sacerdote Milos, creo que esto resulta de la incumbencia de vuestra iglesia, y creo entre todos podemos hacer algun esfuerzo para encontrarle, tal vez las habilidades de adivinación de vuestra orden , ya que nuestro mago no hace magia, nos sirvan de ayuda para saber donde se encuentra ¿no?

- Lo siento señorita, pero como acabo de decir no sabemos nada de lo que le paso, y despues volvió, si recondar, no tenemos ni el mas minimo temor de que este conspirando, el hermano Lucius no es mala persona, si no el sumo sacerdote Thuron no lo hubiera readmitido, supongo que ya aparecerá - dijo mirando a Abyl. - Ahora si, tengo que irme, si os puedo ayudar en mas o quereis preguntar alguna cosa mas, tendrá que ser otro dia -. Dicho estó milo se retira.

El mago se convirtió en una sombra inaudible durante la conversación entre los sacerdotes. Sus ojos se concentraban en las facciones de Milos y en sus distintas reacciones al interrogatorio. No era precisamente un experto, pero nunca perdía la oportunidad de estudiar a aquellos de los que buscaba información o un buen trato. La gente tenía fama de mentirosa.

-Inútil- calificó Míneas. -Como era de esperarse. Esta gente siempre tiene secretos que no auguran nada bueno para sus súbditos-

En realidad, respetaba y entendía esas actitudes, pero en aquel momento no les venía nada bien.

-¿Qué tal si hablamos con algún otro sacerdote del lugar? Ya saben, averiguar quien más tenía una relación con Lucius además de Egil y tal vez conseguir algunos datos que a Milos no les gustaría ver divulgados-

- No estaría mal, ¿a vosotros también os sorprenden que los seguidores del dios del saber no quieran conocer lo que le ha pasado a uno de ellos? Es un tanto irónico.

Seguro que la lormyriana estaría de acuerdo con ese punto, pese a que no conociera el significado de la palabra "irónico".

- Si pudiéramos hablar con el sumo sacerdote, quizás podríamos averiguar quién ha pedido penetrar en el lugar y se le ha denegado el permiso en reiteradas ocasiones...

Formulo la idea en voz alta aunque no pueda llegar a comprobarse.

Al parecer, Míneas estaba inquieto por dentro, aunque sus movimientos fueran tranquilos y meditados. Hasta el momento había sido más alguna clase de parásito para el grupo, sin aportar demasiada ayuda, y eso no podía importarle menos. Su problema era que, si no podía estar leyendo libros e investigando sobre el arte que practicaba, pues mejor era sonsacarle algo a los sacerdotes del lugar.

Sin esperar respuesta, el arcanista se alejó del grupo tranquilamente, en busca de cualquier persona excepto Milos. Sabía muy bien que, llegado el momento, le echarían gentilmente del templo, pero se empeñaría en conseguir lo que buscaba.

Moses seguia su lento deambular por el templo, observando todo lo que pareciera fuera de lugar, o disponible para quedar fuera de lugar.

Moses seguía dando vueltas por donde le debajan los clérigos, en busca de objetos valiosos, o bien de objetos sospechosos. Al cabo de un rato largo, y sin prestar la más minima atencion a los desvarios de los clérigos, ya fueran humanos o elfas, se acerco a esta ultima.

Ey pequeña, ¿y la biblioteca? ¿No habian empezado ahi los males?

- Lucius era bibliotecario, cierto, tampoco estaría de más echar un vistazo en su lugar de trabajo.

Moses tenía razón, quizás pudiéramos encontrar algo en el lugar de trabajo del desaparecido, aunque quizás disfrutara más Mineas con ese tipo de investigación que cualquier otro de nosotros.

Falta poco para que anochezca, despues de hablar con varios hermanos del templo, tanto biblicotecario, como estudiosos y filigreses, no obteneis ninguna información adicional, todos conocen a Lucius pero ninguno  sabe nada de donde esta.

El mago se pasó un buen rato cazando sacerdotes, indagando hasta el cansancio, casi hostigando a los más renuentes a hablar. A pesar de haber efectuado un amplio espectro de preguntas, desde "¿conoces a Lucius?" hasta "¿sabes que personas ha frecuentado durante su período de exclusión?", ninguna respuesta positiva pudo conseguir. Se reencontró con el grupo frustrado y de mal humor, para ver como algunos de sus compañeros se empeñaban en buscar datos entre la inmensa biblioteca del lugar.

Pero, ¿por qué no se me ocurrió eso a mi?, dudaba, al borde de una crisis.

-¡Nada!- resonó su voz, en un eco que sobresaltó a los presentes. -¡Absolutamente nada! ¡O aquí son muy estúpidos o muy leales!- despotricó. -Uf... ¿Ustedes encontraron algo?-

Esto empieza a ser aburrido y cansino. ¿Lona, me encuentro mal, porque no me curas y me das mimitos? Aqui no vamos a sacar nada en claro, y estoy cansadito...

La voz del mediano era como la de las plañideras en los entierros.