Partida Rol por web

Khafra estaba cubierto de escamas verde claro, casi del color de la carne pálida. Sus movimientos ahora eran diferentes, zigzagueantes y casi enigmáticos. Sus ojos eran más grandes y sus pupilas rasgadas como las de serpientes venenosas. Al sacar la lengua advertís que es más larga de lo normal y sus extremos son muy finos, como los de una navaja. Ante vuestros ojos se desencaja la mandíbula y sus colmillos crecen.

-Voy haszszszszer que te tragueszszszs tuszszszs palabraszszszszszs-

Aquella serpiente se escurría entre las alcantarillas, como si de una rata se tratase. La hembra le siguió con sigilo, sin dejar que tomara demasiada distancia, recorriendo las oscuridades hasta llegar a un espacio mucho más amplio por donde se filtraba un poco de luz. Gaia observó la piel del tipo, parecía cubierto de escamas, se giró hacia ella y le espetó unas palabras, haciéndole frente.

- ¿Diplomática?... Digamos que evito que te vayas demasiado lejos, eres un buen cambio, Raider por ti, no vas a huir, no voy a permitirlo... - dijo la mujer con seguridad, no estaba en su mejor momento de lucha, pero Krampus había sido claro, no debía perderle de vista, era necesario retenerle para poder hacer ese cambio -... Puedes hacer las cosas fáciles y no tendré que atacarte... Ahórrate el dolor, Khafra

Los movimientos del vampiro pusieron en alerta a la gangrel, estaba claro que el tipo tenía sus ases bajo la manga, una lengua desorbitadamente larga y unos colmillos que crecían al abrir la boca, la clara imagen de una serpiente.

- Ovillito.... márchate.... - le dijo a su compañero, temiendo que él se enfrentara a ese extraño vampiro y pudiera dañarle, el instinto de protección hacia Nich no desaparecía, anteponiéndose al crepuscular, a pesar de que sus condiciones físicas no eran las mejores.

- Khafra, no vas a huir..., evita hacerte daño..., si vienes conmigo por tu propio pie, prometo no herirte.... - dijo Gaia adelantándose, quería tomar al tipo y retenerle, a pesar de los colmillos del setita, ella no sacó los suyos.

La gata se mueve con agilidad mientras su acompañante se queda rezagado en un segundo plano. Salta hacia mí rodeándome con sus brazos en un intento de apresarme. -De acuerdo- su rostro queda muy cerca. Puede sentir mis escamas frías hundiéndose, moviéndose, deslizando sus brazos a mi antojo. Pero eso no es todo. -Me hasz apreszszado- sonrío mientras mi lengua se desliza desmesuradamente larga delante de sus ojos listo para dejarla ciega en un rápido movimiento.

-¡Alto!- grito desde atrás. Afortunadamente llegué justo a tiempo. Introduje los brazos entre Gaia y Kahfra aun a riesgo de mi propia integridad y los separé. -¡No actuéis como niños!- dije recogiendo mi osito del suelo -Gaia, no puedes cambiar a Raider por él. Los Tzimisces no lo quieren, en cambio a Raider sí. ¿No te has dado cuenta? Además, no puedes. Los Gangrels se aliaron con los Seguidores de Set porque sus garras no pueden atravesar sus escamas.- Me giro hacia Kahfra -¡Y tú! Eres muy feo y muy tonto. Atacándola a ella te ganas la enemistad de su coterie y, por extensión, de la camarilla y Tatiana a la vez.- Y ya. Estaba todo dicho. -Hay que comportarse como vampiros. ¡Jolín!-

Krampus. Recorres los pasajes subterráneos siguiendo ecos extraños y distorsionados hasta llegar a una estancia amplia donde desembocan varios colectores de aguas residuales. El hedor es evidente pero el grupo se encuentra sobre el pavimento gris oscuro a salvo de la suciedad. Temías encontrarte la escena que ves.

Lusi está separando a Gaia y Khafra mientras Nicholas está más apartado, con la intención de hacer algo pero que aún no ha arrancado. Todo ha sucedido muy deprisa. Te tranquilizará ver que Gaia no sacó las garras. Sin embargo, Khafra está completamente cambiado. Su piel se ha cubierto de escamas, alargado sus pupilas y de su boca emerge una lengua anormalmente larga y afilada. Aún no ha brotado la sangre y parece que los gritos de la Malkavian detienen la contienda. -Atacándola a ella te ganas la enemistad de su coterie y, por extensión, de la camarilla y Tatiana a la vez.- Gritaba Lusi a Khafra, estaba alterada. -Hay que comportarse como vampiros. ¡Jolín!-

Veo al Nosferatu y doy un salto hacia atrás cogiendo distancia. Estoy preparado para el combate aunque ninguno parece dispuesto. Ni siquiera la Gangrel ha sacado sus armas. Guardo silencio, observo, me preparo para lo que pueda venir. -Contra la Gangrel podría sin mucho problema, no puede atravesar mis escamas con sus garras y, además, está herida. Pero con los tres a la vez... y seguramente los puños del Nosferatu partan huesos.- Mi mirada se desliza a las posibles salidas siendo la más seductora arrojarme por el desagüe principal de los colectores residuales. -Total, ya estoy de mierda hasta el cuello-.

Aprovecho mi forma y corro para zambullirme en las sucias aguas plagadas de heces y otros residuos en los que prefiero no pensar.

El Nosferatu se esperaba aquella situación, pero no iba a desaprovechar la oportunidad que le daba aquella situación. Krampus se asomó dejando que Khafra le viera para sonreírle y luego retroceder hasta el recodo para hacerse invisible, allí cogió su móvil y tecleo algo rápidamente en internet para luego grabar un mensaje con su propia voz. Luego corrió a toda velocidad tratando de ponerse en la trayectoria del Setita colocando el móvil a un lado y se separándose de él justo cuando la grabación se activó. Entre toda la confusión, la mierda de la alcantarilla y la situación dudaba mucho que Khafra pudiera notar el engaño.

El audio sonaba muy cerca era el clásico sonido de una escopeta corredera al ser amartillada a quemarropa.-¿Por qué no te calmas y hablamos?¿O prefieres probar el regalito que me han hecho los anarcas?Dicen que la munición es la mar de "picante". No quiero desperdiciarla, al fin y al cabo a esta distancia no lo contarías, y sino hablas no me sirves; lo que quiero es hablar. Dado que ahora mismo no tienes ningún aliado lo que voy ha decir te interesa más a ti que a nadie. Si los Tzmitces te pillan te mataran, y nosotros nos los queremos quitar de encima, creo que estamos en el mismo bando...- de nuevo la grabación reprodujo el sonido, dando a entender que el arma era retirada y desamartillada .Una vez más Krampus jugaba con la psicología del enemigo, a pesar de la forma de serpiente de Khafra una recortada con munición de fósforo blanco a esa distancia destrozaría al Setita. Si a pesar de ello trataba de huir el Nosferatu tendría un angulo más cubierto dado que no estaba en el lugar que indicaba su voz.

Sus compañeros y muy posiblemente Luci harían el resto, aunque fuera solo por peso o como medida disuasoria por lo menos la serpiente se lo pensaría dos veces antes de hacer tonterías.

Gaia no entendió qué tipo de magias o cosas raras hacía el setita, pues al apresarle sintió cómo sus brazos iban cayendo o moviéndose hacia sitios donde no deseaba como si fuera la piel del tipo una baldosa embadurnada con aceite.

- Grrrrr...... - gruñó la  hembra antes de escuchar la voz de Lusi impidiendo esa lucha, metiéndose en medio y dejando caer su osito al suelo. ¿De verdad llevaba un osito de peluche? Como arma de distracción no tenía precio -... No me extraña que no lo quieran... El precio era demasiado bajo como para intercambiarlo por Raider... - la hembra dio un paso hacia atrás y movió su cuerpo como si el contacto con Khafra le hubiera dado grima -....¿Mis garras no pueden matarle? ¿Y él a mi sí?... ¿Qué mierda de pactos han hecho los de mi clan?.... - le salió del alma, ella entendía de las palabras de Lusi que en cierta medida, el setita era inmortal, pues si lo físico no le repercutía, entonces...¿siempre ganaban?....

Khafra se disponía a huir y la gangrel, actuando como si fuera un gatito tras un ovillo, intentó cogerle en una, dos e incluso tres ocasiones, pero nada, se escabullía el maldito y éste retardó la escapada, siendo interceptado a continuación por Krampus, el cual intentó de manera mucho más sutil el intentar pactar con él. Gaia no le atraparía ni le dañaría, pero le bloquearía el paso, le daría conflicto, dificultad, incordiaría lo suficiente como para que su coterie pudiera darle caza si aquello resultaba necesario.

Khafra parecía más una anguila escurridiza que una escamosa serpiente. No tuvo dificultad para escabullirse de Gaia aunque, para eso, sus mangas sufrieron el desgarro de los tirones. Lo que no esperaba era el sonido que llegó a sus oídos. Abrió mucho los ojos e hizo ademán de detenerse, pero el precio ya estaba pagado. La sangre se había consumido y su cuerpo comenzaba a cambiar, de nuevo.

Perdió el equilibrio pues sus muslos se fusionaban en un único cuerpo sólido. Así como sus rodillas y las pantorrillas. Las escamas descendían abrazándose las unas a las otras y alargándose. Otro tipo de escamas, más grandes, rajaron sus vestiduras emergiendo de los costados y abrazando los brazos. Todo su cuerpo se alargó, sus ropas quedaron destrozadas e inservibles. Poco a poco se convertía en una enorme serpiente negra. La forma más idónea para escabullirse por los túneles cilíndricos de las alcantarillas, que era lo que esperaba. Pero la transformación tenía un precio además de la sangre. Su mente se tornaba más visceral, instintiva. Y ellos intentaban humillarlo con palabras, desprestigiar su ser. En lugar de huir, que era el plan original, se giró. Percibió unos ojos rojos abriéndose dentro de su ser -La Bestia- y así se abrió su mandíbula deforme y escamosa dejando ver unos puntiagudos colmillos y una lengua aún más afilada. Dopado por la excitación de la transformación, se sentía superior a los presentes y así se lo haría ver.

-Morder, cortar, constreñir, ingerir-

Lusi retrocedió con amplias zancadas, llegó rápidamente junto a Nicholas y ambos intercambiaron una mirada de asombro.

Visto que el marrón ya había estallado Krampus dejó de lado las buenas maneras, él no era ni mucho menos un tío que supiera dar de hostias pero esperaba poder ayudar a Gaia como mínimo molestando a la serpiente. El fulgor rojizo de los ojos del setita le advirtió que la Bestia había tomado las riendas de Khafra, aparentemente aquello era bueno puesto que no iba a pensar mucho, aunque el Nosferatu carecía de la Potencia suficiente como para detenerle; lo cual era un jodienda.

A veces ser un tipo listo era una mierda, pero prefería eso a ser un simple machaca. El Nosferatu se descolgó la mochila y la apretó contra su brazo, por el tamaño de aquel bicho intuyó que sería constrictora más que venenosa por tanto Krampus intentaría meterle el brazo en la boca hasta el fondo evitando así los colmillos y usando la mochila y su ropa ancha como improvisado escudo. No le hacia ni puta gracia la idea sabía que le iba a doler, pero también sabía que si el reptil le agarraba a él Gaia tendría vía libre pasa usar sus garras a placer.-¡Voy a dejar que me agarre, así no podrá escaparse y tú tendrás vía libre!¡A los ojos Gaia a los ojos¡¡Intentaré darte todo el tiempo que pueda!- con el brazo envuelto el Nosferatu se lanzó hacia delante sacando los colmillos, quizás si había oportunidad la serpiente se llevaría un mal mordisco.

La gatita gruñó de nuevo, la anguila se escapaba de entre sus brazos como si fuera una pastilla húmeda de jabón, no dejaba de resbalarse mientras la hembra hacía todo lo posible por cogerla y apretarla.

El cuerpo de Khafra se transformaba ante la mirada de los presentes, se quedaba sin piernas, fundiéndose, las escamas se alargaban, quizás todo su cuerpo lo hiciera, y su tonalidad comenzaba a ser más acorde con su alma, negra y repulsivamente brillante... Gaia no dudó al intuir que la bestia se había apoderado del setita, el cual mostraba los aguijones de su boca abierta con satisfacción, y decidió atacarle sacando finalmente sus propios colmillos, deseaba morderla y desgarrarla, pero esperó una fracción de segundo al escuchar a Krampus y variar su propia estrategia.

Gaia atacó a los ojos de Khafra, la mano de la hembra se dirigió hacia la alargada pupila con el fin de sacarla de la cuenca donde reposaba, mientras su hermano se dirigía hacia la boca con el fin de taparla con la mochila... ¿o era su propio brazo?... Los tiempos estaban muy ajustados y quizás las cosas no salieran como debían, pero algo estaba claro, su función en la coterie era evitar que su "Cosita" fuera atacada, no permitiría que el setita le matara, aunque eso implicara acabar peor de salud, e incluso caer en combate.

- ¡Qué no te muerda, Krampus!.... - avisó Gaia, lanzando manotazos en dirección al lagarto, en una lucha con saña y sin piedad.

-¡Eso espero!¡Pero va a ser jodido cuando le meta la mano en la boca!-la mente del Nosferatu era mucho más rápida que su cuerpo. Una serpiente tenía dos colmillos retráctiles con los que inyectaba el veneno, si Krampus metía el brazo de la manera incorrecta el Setita no solo se lo tragaría hasta la altura del hombro sino que además le clavaría sus afilados colmillos hasta el alma para luego aplastarlo y desgarrarlo entre sus anillos constrictores; un final poco halagüeño para el Nosferatu. En cambio si conseguía meter el brazo atravesado no solo evitaría los colmillos sino que impediría que le engullera rápidamente, era un todo o nada para el que Krampus no estaba preparado, sin embargo pese a la brutal transformación del Setita no perdió la compostura. Quizás no era el mejor luchador del mundo, pero si sabía sacar provecho de las situaciones evitando ser un estorbo e intentado ayudar a los suyos. Esperaba que si toda la atención de Khafra se centraba en él Gaia pudiera colocar un golpe que dejara al Setita fuera de juego.-¡Nick, no te quedes ahí parado!¡Haz algo joder!-el Setita se había desecho de sus ropas, si llevaba en ellas un móvil aunque escapase ya tendrían al menos un premio de consolación.

Cuando la transformación acabó, Khafra era una enorme cobra de tres metros. Krampus cobró protagonismo ante sus ojos, con su brazo envuelto, se acercó peligrosamente a ella. Los colmillos del reptil emergieron goteando un icor oscuro. Su lengua, de laterales afilados, resultaba peligrosa. Pero la estrategia de Krampus era atravesar el brazo evitando los colmillos y pillando la lengua bajo él.

El ataque no iba hacia su brazo, sino a su cabeza. Algo que el Nosferatu esperaba. En el último momento antepuso el brazo con éxito. Las mandíbulas se cerraron pillando su antebrazo pero haciéndolo caer hacia atrás por la inercia del golpe. Los colmillos atravesaron la mochila sin encontrar carne en su trayecto. La mandíbula se abrió y se cerró tres veces agitándose con violencia pero sin resultado.

Gaia cayó sobre el Setita que abrió las mandíbulas pero Krampus no retiraba la mano. La lengua purgaba por liberarse de la tela que la rodeaba, destrozando la mochila. El cuerpo de la serpiente se agitaba con violencia y su fuerza era evidente. Las convulsiones zarandeaban a Krampus por el suelo húmedo de las cloacas. Gaia debía acertar al ojo de la serpiente antes de que Khafra consiga desembarazarse de la mochila o un mal giro termine con el brazo de Krampus en un ángulo dolorosamente imposible.

El Nosferatu cayó al suelo de espaldas, casi respiraría aliviado sino fuera por el pequeño detalle de que tenía una enorme serpiente supurando veneno sobre él. Milagrosamente la idea de Krampus había surtido efecto, lejos de retroceder el Nosferatu mantenía el brazo y la mochila metidos en la boca de la serpiente empujando cuanto podía para que esta no pudiera usar sus armas naturales; aquel icor oscuro no le daba muy buena espina. Cuanto más tiempo pasaba en el suelo más se parecía a una croqueta mal frita caía en el suelo de algún tugurio, menos mal que no llevaba el móvil encima, ahora mismo su única prioridad era mantener los colmillos controlados. Aquel truco había funcionado solo porqué Khafra había entrado en frenesí, de otro modo contra un adversario inteligente no hubiera tenido nada que hacer. Su escasa pericia en combate saltaba a la vista.

Empezaba a notar la presión sobre sus costillas, pero no se podían ganar todas las batallas Krampus había cedido totalmente ante en embite de la cobra, prefería que le rompiera todos los huesos del cuerpo uno a uno a que le mordiera una sola vez. Era cuestión de tiempo que en alguno de los frenéticos movimientos Khafra consiguiera romperle el brazo o sacarle el hombro de sitio, acorralado como estaba solo podía esperar a que Gaia diese en el blanco.-¡Espero que no me juzgues por esto Gaia¡¡La cosa más grande que he tenido jamás entre mis piernas es un tío calvo y tatuado convertido en serpiente!¡Esto no es lo que parece!-cuanto más nervioso se ponía Krampus, más hablaba o bromeaba, era un defecto que de haber sido mortal y necesitar respirar bien seguro le hubiera pasado factura  en una situación tan apurada.

Gaia debía reconocer algo, imponía ver al enorme reptil con los colmillos goteantes en un icor negro que, no dudaba, sería veneno. Y allí estaba su Cosita, tan valiente él, protegiendo su brazo para ser un cebo viviente y que la gatita tuviera posibilidades de atizarle y dañarle, si es que había opciones para ello.

El enorme bicho tiró al suelo a su hermano, haciéndole caer de espaldas y mordía intentando encontrar su cuerpo. La mujer sintió miedo por el nosferatu, sabía que le apreciaba, pero no cuánto le quería cuando el pánico ante la idea de perderle le invadió, comenzando a buscar un buen ángulo para dañar los ojos de aquella mala bestia. 

Krampus evitaba sacar la mano de la boca del setita, haciendo alarde de una gran valentía, estaba apostando la vida por ella, y ese tipo de acciones la hembra jamás las olvidaba. Estaba orgullosa de que fuera parte de su coterie y no vida. La situación se volvía incómoda, la enorme cobra se revolvía sobre Kramp y acabaría haciéndole daño, un momento de preocupación roto por un comentario divertido.

- ¡¡¡¿Cómo no voy a juzgarte?!!!.... Aún no me has metido mano y ya andas engañándome con este satisfyer gigante... No sabía de tus gustos raros... - le siguió el rollo la hembra sintiendo que el buen humor la invadía de nuevo, el nosferatu podía sacar lo mejor de ella, que aprendiera a vestirse adecuadamente, que se duchara, que no matara sin razón a todos los que le llevasen la contraria, e incluso como ahora, a bromear en la peor de las circunstancias

Gaia aprovechó un par de movimientos de la serpiente sobre Krampus para intentar clavarle las garras en los ojos, su intención seguía siendo sacar aquellas esferas globosas y viscosas de las cuencas oculares, algo que ya había realizado antes con otras criaturas, siempre con éxito, solo esperaba que en el momento que diera el golpe de gracia, el bicho no se moviera.

- Por cierto, Cosita, recuérdame que después de esto nos demos un revolcón...¿no te he dicho que pelear me excita?.... - y es que hablar en medio de una lucha, podía ser divertido y si moría, al menos lo haría con la sonrisa en los labios.

La serpiente tenía aferrado el brazo de Krampus y no perdía de vista a Gaia. Las garras de la gangrel no llegaban a arañar las poderosas escamas del reptil que cerraba los ojos cada vez que la sentía cerca. Estaban en tablas. Los ojos no eran dañados, pero mientras Khafra cerraba y habría los ojos pendiente de no perderlos, no apretaba la mandíbula ni se zarandeaba, pero aquella situación no durará. Era el momento de que Nicholas o Lusi hicieran algo.

Gaia se acercó de nuevo y sus garras arañaron los párpados flexibles y escamosos, no llegaron al glóbulo, pero estaba preparada. Cuando Khafra volvió a abrir los ojos se encontró con mi mirada y nuestras mentes se conectaron. Fue difícil subyugar el salvajismo, pero pude dar un rodeo a sus fortalezas de voluntad. -Abre la boca- pensé -abre la boca, abre la boca, abre la boca- mis ojos estaban fijos es su pupila derecha rasgada. -Abre la boca, abre la boca, ABRE LA BOCA, ¡¡ABRE LA BOCA!!- Krampus es el único que podía sentir la fuerza de las mandíbulas.

Efectivamente, empezaron a ceder, aunque no lo suficiente como para que Krampus pudiera sacar el brazo. Fue entonces cuando llegó el borrón...

Un vampiro, rápido como Cathrain, cayó sobre Khafra y Krampus sintió sus costillas crujir por la sacudida. Unas manos fuertes, grandes, aferraron los colmillos y comenzaron a tirar hacia afuera. Inmediatamente Khafra sintió el peligro y comenzó a sacudirse. A horcajadas, el vampiro recién llegado demostró ser un excelente jinete. Sus poderosas piernas rodeaban el cuerpo de la serpiente sin soltarlo, recostado sobre la cabeza de la serpiente, los brazos en paréntesis aferrados a los colmillos que se abrían. Las encías sangraban sobre el rostro del nosferatu y la mochila mantenía a raya la afilada lengua hasta que, finalmente, cedieron. El crujido fue completamente desagradable, así como el grito de la serpiente. La criatura sobre ella le había arrancado los colmillos, armas que usó sin perder un instante, sin dudar. Clavó los colmillos en los ojos de Khafra tan profundamente que llegó al cerebro. La serpiente cayó hacia atrás soltando a Krampus y sobre el vampiro que tan efectivamente había atacado, con la precisión de un asesino experimentado en combate.

Todo quedó en silencio. Lusi estaba anonadada, con salpicones de sangre en el rostro, y Nicholas se mantenía distante, sombrío. El cuerpo de la serpiente, inconsciente, comenzó a cambiar adoptando su forma original. El ser que había llegado se alzó y miró a los presentes, concretamente a Nicholas con desaprobación en el rostro.