La llegada

(En algún punto entre Berlín y Hamburgo)
Distrito de Ostprignitz-Ruppin, en el estado federado de Brandeburgo
Dreetz 

Aquel lugar estaba lejos de cualquier enclave cainita. La furgoneta negra estaba parada en un merendero, bajo un grupo de árboles. Acababa de anochecer.

Silver abrió la puerta del copiloto sobresaltando al dormido en el interior -Vamos Lumbreras.- Comentó a su acompañante quien se mostró molesto pero no discutió. Los dos hombres fueron a la parte de atrás del vehículo, abrieron y entraron. Dentro una vampira llevaba ya tiempo despierta, pero Chike estaba ahora saliendo del sopor diurno...

Lo primero que escuchas es la voz de Marta. La reconoces, pero tu mente aún está adormecida y te cuesta conectar las ideas. Pero te obligas a ello.

Despertaste con la mente casi borrada por lo que te cuesta conectar hechos, pero no los nombres. Recuerdas el nombre de tus aliados.

Alexandra (Ventrue) fue de las últimas pero no por ello de menor provecho. Era algo así como la príncipe de los vampiros sin dominio que se movían internacionalmente. Lo que la hizo una pieza clave para tu empresa. No conoce mucho de tu pasado (al menos no tanto como el Tremere) pero lo suficiente.

Marta - Chiquilla de Alexandra. Con la independencia recién adquirida aún está en las fases de entender los entresijos de la estirpe, pero apunta maneras. De mente afilada ya se ha buscado dos ghouls de confianza que os han ayudado a pasar las fronteras viajando durante el día en una furgoneta negra.

Miro a chike incorporarse. Nuestras miradas se cruzan y niego con la cabeza -Nada. No hay mensajes de Alexandra, ni siquiera de sus ghouls. He hecho llamadas pero nadie sabe nada de ella.- Apoyo la espalda contra la chapa y mi cabeza queda mirando el techo de la furgoneta -La retienen contra su voluntad o está muerta.- Sentencio medio ensimismada.

Vuelvo a mirar a Chike -Aún no sé si puedo fiarme de ti pero sé que ella sí lo hacía. Joder, te has pasado demasiado tiempo durmiendo.- Comento sin ánimo de recriminar, mucho menos de ofender.

Mis chiquillos abren las puertas de atrás de la furgoneta que se llena de la brisa reconfortante de la noche. -Informad-

-Buenas noches para ti también, jefa- le sonrío -Hace una noche espléndida. Estamos a 4 horas de Berlín y todo está tranquilo. Sus acciones se han mantenido pero hemos recibido un mensaje interesante de Samuel. Sí, el que fue ghoul de Alexandra. Nos ha enviado unas coordenadas que dan a ninguna parte ¿eh, lumbreras?-

Frunzo el ceño -Sabes que no me gusta que me llames así- susurro mientras entro en la furgoneta. Despliego la mesa auxiliar entre ellos y extiendo el mapa -Aquí- señalo el punto -Fue una zona de relativa actividad desde la Primera Guerra Mundial. No me extrañaría que se tratara de un Bunker. Deduzco un 77'8% de probabilidad de que se trata de un búnker militar.- Concluyo apartando el dedo del mapa.

Lissandra. El nombre de tu antiguo aliada Tzimisce llega a tu memoria. Recuerdas que, antaño, tus consejos eran lo único que impedía que esta vampira buscara apoyo de la facción del clan Tzimisce más... "loca" de los últimos años relacionados con sucesos e investigaciones escabrosas perpretadas por los Nazis. Sospechas que, en tu ausencia, contactó con ellos y, muy probablemente se encuentre allí.

Tu mirada se volvió a cruzar con los ojos de Marta y ella asintió.

-Hace una semana Alexandra recibió el soplo de la venta de una caja con el símbolo Tremere que había salido de Viena después de su destrucción. Se alió con un Tremere para comprar la caja y supo que los otros compradores eran una pareja de Tzimisces. El vendedor es Khafra, de los Seguidores de Set. Junto a la caja Tremere había otra que contenía las investigaciones del grupo que fue aniquilado en los 50 y del que solo Greta (ahora Linn la anarquista) sobrevivió. Esa investigación estuvo perdida hasta ahora.

El intercambio se realizaría en unos almacenes propiedad del primogénito Malkavian de Berlín que tiene triple personalidad. Las cajas han desaparecido y el primogénito murió pero no sabemos más.-

Resumo avivando la mente del recién despertado. -Tengo la dirección del piso franco de Alexandra. Tenemos el punto en el que puede (o no) haber un bunker secreto que quizá use tu antigua amiga, Lissandra. También sabemos que Alexandra vino a Berlín con un Tremere- saco el nombre -Aguilar, que se hace pasar por Ibrahin aquí. Es el chiquillo de un tal Renier de Montfort o algo así. Y también con un tal Raider, Gangrel.

Puede que todo esto le haya costado la vida a mi sire. ¿Te dicen algo estos nombres?¿A dónde vamos primero?

Después de tanto tiempo dormido costaba volver a coger el ritmo de la vida o no-vida en este caso. El problema de llevar miles de años viviendo es que después de tanto tiempo costaba a veces conectar todas las ideas y nombres sin contar con las consecuencias de ciertos enfrentamientos con Hetarión. Podía escuchar una voz que recordaba, costaba enlazar las ideas pero un nombre surgía de entre las sombras de la mente... Marta... - Marta - susurró como si al darle voz el recuerdo pudiera volver con más fuerza. 

Después de escuchar las noticias o más bien ausencia de ellas de boca de Marta, el vampiro conocido en este tiempo como Chike se incorpora con lentitud, como si le costara. Notaba la sangre moviéndose por su cuerpo bombeada de manera antinatural por el corazón, era una sensación extraña. Observaba con cuidado sus propios dedos como si el contacto visual le ayudara a recuperar el sentido del tacto. - Quizás es pronto para sacar conclusiones, sobre todo cuando esas conclusiones pueden provocar una respuesta visceral que nuble nuestro juicio a la hora de actuar - comenta ante las sospechas del peligro al que puede estar sometida Alexandra, su voz es casi apática, le cuesta resintonizar consigo mismo, lleva demasiado poco despierto. - No seré yo quien busque volverte confiada. Quizás baste con saber que nuestros intereses concuerdan y que me preocupa el bienestar de Alexandra - Hace el comentario casi para si mismo mientras se acomoda la ropa, le resultaba extraña esta ropa moderna. Cuanto echaba de menos el tacto del lino sobre su cuerpo, jamás lo hubiera podido imaginar cuando estaba vivo que eso sería algo de lo que más echaría de menos, pero en estas tierras frías llamaría demasiado la atención. 

Los ghouls entran en la furgoneta y comentan la información que tienen ahora mismo, parece que han recibido un mensaje en esas extrañas cajas de mensajería que usan, una localización. Marta demuestra ser una mujer de acción, busca respuestas con la impetuosidad de los jóvenes, suelta una variedad de nombres varios de los cuales prenden recuerdos del pasado en la mente de Chike. Un leve asentimiento es toda la respuesta que recibe la Ventrue ante la pregunta de si le suenan los nombres. - Conozco a varios, si y esas investigaciones deberían seguir escondidas - Lo más parecido a una emoción surge al hablar de las investigaciones, mientras se toma unos momentos para meditar. - Confiemos en las indicaciones... visitemos ese "bunker" o lo que sea, pero antes... - Deja la palabra en el aire mientras abre la puerta de la furgoneta y sale al merendero, se recrea durante unos momentos en el tacto del suelo en sus pies aunque lleve calzado. Aún le resulta difícil entender en que se ha convertido el mundo, un vehículo pasa a toda velocidad por la carretera cercana. Realmente es asombroso lo que ha hecho el hombre, la prisa con la que va a todos los sitios y lo mucho que complica esto para los vampiros, viajar entre reinos era mucho más sencillo antes. 

Observa la luna con calma mientras trata de recordar el rostro de Alexandra... realmente esperaba encontrarla con vida... después de este breve inciso de introspección, vuelve a la furgoneta... - Sigamos, por favor. Espero que al llegar, nos esperen buenas noticias - comenta con tranquilidad al tiempo que observa a Marta y sus reacciones. 

Afirmo con un cabeceo y miro a los ghouls. Ellos entienden. Cierran la puerta y nos ponemos en marcha. -Primero iremos al búnker. Luego a la ciudad y allí nos tomaremos unos minutos para alimentarnos.- Al menos yo. Chike parecía estar bien. Aguardé por si hacía algún comentario al respecto.

Abro la chapa que da con la cabina. El copiloto Edward se gira con media sonrisa. -Abrid las ventanillas. Que entre el aire de la montaña- me encanta captar las sutilezas de los aromas en los diferentes ambientes. -Humedad, resina, asfalto, animales, musgo...- no se huelen todos los días.

-Mira- saco un teléfono móvil -Esto es un SmartPhone o móvil. Es como los teléfonos antiguos pero ¿ves? Más pequeño y ligero. Esto de aquí es una cámara de fotos y las "teclas" son los iconos que aparecen en la pantalla. Te he comprado uno. Toma.

Es a la vez teléfono, camara de fotos y un miniordenador. Está conectado a un satélite que es nuestro, de la estirpe por lo que no compartimos la misma red que los mortales.

¿Cómo has pensado llevar tu no vida? Me refiero a si vas a montar un negocio que te aporte beneficios y sirva de tapadera. Me estás ayudando así que lo justo es que yo te ayude a ti también. Ed es médico y antropólogo forense y Graham estudió ingeniería pero le van más los números, finanzas. Estábamos montando un negocio cuando todo esto nos estalló en la cara-​​ había algo de resignación en mi voz. Aún tengo el móvil que será para Chile en mis manos. Lo pongo sobre la mesa y se lo acerco para que lo coja y lo observé.

El furgón arrancó y se puso en marcha, a pesar de ser una criatura paciente, Chike tenía ganas de llegar y comprobar si su antigua compañera estaba sana y salva, al menos así lo esperaba. 

Observó con cuidado el objeto o "smartphone" que Marta le entregaba - Gracias - fue la escueta respuesta que ofreció, justo antes de hacer múltiples preguntas sobre su funcionamiento. Ganarse la vida, la verdad es que no sabía bien como hacerlo, ni que oportunidades podría aprovechar al respecto. 

- En realidad no lo he pensado - parecía darle vueltas al asunto, mientras giraba de manera distraída el smartphone en la mano. - Supongo que algo relativo a algún museo o biblioteca estaría bien. Quizás algo relacionado con la historia - Parecía absurdo, pero en 20 años el mundo había cambiado mucho y eso que ya le costaba seguir el ritmo del mundo antes del 2.000, ahora se encontraba simplemente fuera de lugar. 

Miraba a Marta con curiosidad, no era extraño que un chiquillo sintiera lealtad hacia un sire, aunque hubiera sido liberada, quizás esta oferta de ayuda se debía a su propia protección, no lo tenía claro - ¿Qué me recomendarías? -.

Escuchó con atención las recomendaciones de Marta, para pasar a la siguiente parte de la conversación. - ¿Qué es lo que sabemos del seguidor de Set? - 

Realmente no tenía una recomendación clara. Sólo detalles: discreción, algo nocturno que no llamará la atención...

-Restauración, tasación y catalogación de libros antiguos- comenté -Un taller o talleres por el mundo, viajes justificados, estancias en bibliotecas y acceso a contenido de años pasados que, intuyo, que te gusta-

Tras ello desviamos la conversación a algo más pragmático.

-Khafra es un comerciante (contrabandista) de antigüedades y obras de arte relacionado con el crímen organizado y antigüedades relacionadas con nosotros, los vampiros. No es que pertenezca a la mafia, tiene contactos en ella pero su sire controla más y le ha dado a él la parte más turbia del pastel. Sé que se mueve sobre todo por España e Italia. No suele ir a Berlín por lo que no está en su elemento.

El viaje se te hizo muy corto. Hablastes de Khafra y de lo poco que se sabía de su sire (que se hace llamar Lorian). De la situación política en Europa, de algunos países en concreto, de avances en lo que se refiere a la cultura y la tecnología, sobre todo está última que había crecido hasta rozar lo "mágico" y hablasteis de política.

Pero la conversación cesó al llegar a una carretera secundaria con signos visibles de rodadas en los márgenes de la calzada y frenazos en el asfalto. Algo estaba ocurriendo o había ocurrido hace muy, muy poco.

Curva a curva avanzáid hasta que...

Dejáis el buggi a una distancia prudente como para no alertar ni a los caballos ni a los habitantes. Krampus ayuda a Molli (que le rechaza) y avanza a paso rápido a la cuadra, con la vista nublada. No atenderá a cualquier cosa que no sea saciar su ansia y cerrar sus heridas.

Por su parte, Chiké lleva a Lissandra.

Falta decidir si ir a la cochera abandonada, la casa o seguir a Molli.

-Chike ocúpate de que los habitantes no se despierten y no supongan un problema para la reunión. Yo vigilaré a Lissandra, cuando me hagas una señal meteré el buggie en el establo para que no se vea desde el cielo. Si ves las llaves de algún vehículo cógelas, nos serán útiles.-le enseñó al antiguo lo que eran una llaves para que pudiera reconocerlas y dentro de ellas cuales eran de coche y cuales no.

En cierto modo el Nosferatu estaba tanteando al desconocido, no se fiaba de él, quería ver como se desenvolvía con los humanos. Molly necesitaba alimentarse, y Krampus no se iba a entrometer en ello, pero dejar que Chike se llevase a Lissandra... No gracias, la tenía bajo el efecto del vinculo y la mantendría a su lado pasara lo que pasase no la perdería de vista ni por un momento.

Una vez a solas buscó por internet el número de teléfono de la estación de carretera en la que estaban Marta y su equipo. Llamó allí pidiendo por Marta, diciendo que estaba de camino y había tenido un pequeño accidente por si podía hablar con ella.- Hemos tenido que cambiar de sitio, ¿Raider y su equipo están con vosotros?. Hay algún que otro colega bastante "nervioso" por aquí, creo que tanto por discreción como por seguridad lo mejor será que vengas tú sola. Tú equipo puede esperarte ahí tranquilamente.- Krampus le dio un punto de contacto cercano para que fuera en coche. Desde allí la recogería a ella y luego a Vanessa, ahora faltaba esperar noticias de su coterie.

Además aprovechó para registrar a Lissandra en busca del teléfono u algo interesante que portase. La examinó de arriba abajo sabiendo que podría llevar algún objeto oculto en sus entrañas o bajo la piel, mejor hacerlo sin que nadie le viera. ¿Qué mejor escondite para el cetro que ella misma? Si lo encontraba se apresuraría a enterrarlo en las afueras de la granja.

- No es que sea un especialista en lo que me pides, más bien creo que tu clan tiene más posibilidades de realizar esa labor... Deberías empezar a confiar en mi - confesó finalmente con algo similar a un suspiro, miraba con preocupación a ambas... - Cuida que no les pase nada - Dijo mientras se alejaba del lugar para adentrarse en la oscuridad y acercarse a la vivienda. 

Chike dejó que sus poderes de ofuscación ocultaran su presencia ante cualquier vista no deseada, entrando en la casa por alguna ventana o por la puerta, alguna que encontrara abierta, o que fuera fácil de romper sin llamar la atención. Había potenciado sus sentidos para controlar el número y el ritmo de los latidos de la casa, no quería sorpresas. Rebusca entre los cajones tratando de no hacer ruido buscando algunas llaves como las que había indicado Krampus. Después iría a reconocer, bajo la influencia de la ofuscación quienes eran los que vivían allí, para al menos haberles visto, aunque no pareciera algo importante. 

Chiké y Krampus, os separáis. El primero se acerca a la casa aprovechándose de las sombras. La luz del porche está encendida pero eso es una costumbre, no asegura que se hayan despertado (ni lo contrario).

Chiké, rodeando la casa descubres que se trata de una pareja de ancianos. Él es un hombre rudo, fuerte y sano que toda su vida se ha dedicado a la equitación (como demuestran las fotos), ella es una perfecta ama de casa amante de la cocina y las tartas (por el olor). Duermen profundamente. Ella ha cocinado algo hace poco (huevo, harina, azúcar, vino dulce, arándanos...). Hay fotos de su familia que es bastante numerosa. Puedes contar hasta 7 hijos y más de una decena de nietos.

Krampus, los caballos de la cuadra a están inquietos, lanzando bufidos y relinchos bajos. Asustados. Todos salvo uno que está siendo desangrado por Molli. Cuando Molli separa su rostro ensangrentado del cuerpo del animal el olor a sangre llena la atmósfera y el volumen del relinchar y los golpes se alzan como truenos en el silencio de la noche. El anciano se levanta como un resorte, seguido de su apacible y gordita mujer.

Desafortunadamente, Lissandra no lleva absolutamente nada encima. Algo raro tratándose de la Tzimisce. Nada, nada de nada. Ni las llaves de un vehículo, ni de un refugio al que ir, ni un monedero con identidad falsa,num pasaporte o algo suelto para pillar un taxi. Nada.

Tus compañeros no han llegado a la estación de servicio tal y como les has indicado. Pero tras registrar a Lissandra (antes de ir a por Molli), te llama un número oculto. Es Marta.

-Hemos recogido a Gaia, Nich, Samuel y a mi ghoul. Han dejado la caravana en la carretera. Estamos todos en la furgo. Hemos pasado por una zona de tráfico aéreo restringido, cerca de uno de los aeropuertos de Berlín. Lía no nos sigue- Te escucha. -No. Tengo un lugar seguro a las afueras de la ciudad. No me fío ni de ti, ni de Chiké y no tengo por qué ir sola a ningún lugar que vosotros me digáis. Ahora soy la heredera de la posición y el dominio que tenía Alexandra. Comprenderás que esa es mi prioridad antes que los buitres se acerquen. Algo ha dicho Gaia de un colector o algo así, mira, si nos vamos a reunir será donde yo diga. Si no, dejaré a tu Coterie cerca de la ciudad y que ellos se las apañen.

O, salen conmigo de Berlín y nos vemos allí o estáis solos. Si salen conmigo Nick y Gaia curarán sus heridas en un ambiente tranquilo.

Te escucho.-

El Nosferatu sonrió complacido, Marta era digan chiquilla de sus sire, tal vez todavía joven en impulsiva lejos de la elegancia de Alex. Con el tiempo quizás todo le llegase.-De tal palo tal astilla je, je, je. Normalmente en una situación menos compleja que esta te daría toda la razón del mundo Marta y agradecería gustoso tus condiciones, pero como ya habrás visto la cosa está más que jodida. No dudo que tú lugar sea de los más seguro, yo me fio de ti por el respeto y deferencia que le tenia a tú sire. No se que sabes de la trama del Viejo o que no, pero yo conozco una manera de eliminar la influencia del antiguo sobre los que han tenido contacto con él; es por eso que no me puedo mover y tenéis que venir a mi. Mi coterie, Samuel, Aina, Raider y tú, nadie más, luego eres libre de contarle a tus ghouls lo que tú consideres oportuno, eso ya es decisión tuya. Aunque por su seguridad te recomiendo que cuanto menos sepan mejor, por si eso no fuera motivo suficiente ¿de verdad vas a traerlos con una Gangrel y una Tzimitce al borde del frenesí?. Digamos que no es la mejor que las ideas.

Eres la heredera de Alexandra, pero yo tengo los documentos, los ordenadores y todo lo referente a Transaxa. No querría parecer grosero, pero en esta ocasión vas a tener que aceptar mis condiciones, y lo harás de bueno fe porqué tienes mucho que ganar y nada que perder. Alex confiaba en mi, eso ya lo sabes, ahora te toca hacer lo mismo. Id solo vosotros al nudo exterior del enlace con la autopista, desde allí se puede ir a todas direcciones. Avísame cuando estéis allí, me aseguraré de que seáis solo vosotros y os recogeré u os pasare unas coordenadas seguras.

Tú prioridad son los buitres, la mía eliminar la influencia del Viejo en todos los presentes, para poder esclarecer cuanto más mejor. Creo que ambos podemos obtener lo que queremos. Por no mencionar las pruebas de quien acabó con tú sire.-Krampus daba a entender que no tenía intereses personales en ello, que podía ser un gran aliado como lo fue de su sire. O por otra parte podía dejar que todo lo que había construido Alexandra cayera en manos del mejor postor o del más oportunista. Llegados a este punto el Nosferatu negociaba muy duro porqué él no tenía nada que perder y Marta si, si no confiaba en Krampus perdería todo el legado de su sire.