Partida Rol por web

Tantas caras mezcladas... No le hacía mucha gracia, y ahora más brujería... - a gangrels les examinas uno a uno... - decía con calma, si un imbrujo se pretendía imponer, los gangrel restamtes saltarían sobre el brujo. - creo no estar ya bajo su influjo, pero seré la primera. Era su modo de declarar que pese a la dificultad de confiar en ella, se ofrecería a modo de buena fé, esa oscuridad nunca era agradable no lo podía negar, rompía toda naturaleza hermosa en la que pudiera pensar y aunque la ocasión lo requería... Puede que solo lo aceptarán porque comparado con el aparecer de su hermana, Vanessa era una comedia. Ni siquiera reconocía a su hermana, pero alguien si podía vigilar, más incluso que el resto de gangrels... - Raider en tí queda la seguridad, si se abalanza alguien contra Vanessa y no detectas nada malo, puede que esté controlado por el viejo - acarició el pelaje de su sobrino, ahora más unido a la naturaleza que ninguno de ls presentes. - si debes hacer grupos para evitar las consecuencias de tus métodos, sepas que Raider velará por tí, para bien y para mal, la lealtad gangrel es indudable, si no haces nada en nuestra contra recibirás el mismo trato. Hablaba quizás de costumbres de antaño, vivir y dejar vivir, sangre por sangre, y daño por venganza, la ayuda se entregaba como relativa confianza, todo lo recibido se entregaba, bueno... Y malo. El honor era tan poderoso como la naturaleza.

Ania le daba unas explicaciones a Gaia, y la hembra escuchaba a la gangrel mostrando interés por sus palabras, aprendiendo sobre cómo se luchaba contra el viejo. Ambas mujeres encajaban e iban de frente, actuaban de manera protectora, se notaba que su sangre tenía la misma procedencia y el mismo interés ambas por cuidar de los suyos.

Chike por su parte les instaba a colaborar. Gaia no entendía que el Viejo fuera un problema para el mundo, a ella le bastaba para ayudar el saber que iba detrás de la sangre de la manada a la que pertenecía, así como la suya propia por haber sido elegida por Raider en su proceso de transformación, algo de lo que siempre le estaría agradecida, por eso no entendió tampoco que el hombre considerada condena el ser vampiro -... ¿Condena dices?... Para mi transformarme fue una liberación... Ser vampiro y gangrel es lo mejor que ha podido pasar en mi existencia... - le expresó con orgullo, siendo sus vivencias pasadas muy particulares pero no había duda en la convicción de lo expresado.

Marta tomaba la palabra y le explicó con palabras sencillas lo que quería que entendiese, y desde luego la vampiro había conseguido su propósito, puesto que Gaia asentía con la cabeza, comprendiendo que el Viejo había traicionado a Ania y ella llevaba su sangre, así que ya no le gustaba nada ese vampiro con deseos de poder, pudiendo empatizar con Chike en esos momentos, aunque para ella, él era muy extraño.

Nicholas sacó uno de esos aparatos infernales (teléfono) y tras decir que lo tenía para casos de emergencia y que con él podía ponerse en contacto con Ibrahin, la gangrel permaneció a la espera de acontecimientos, viendo como SU ovillito se disculpaba hacia Krampus, relatando que les guardaba secretos, cosa que a Gaia le cayó como un jarro de agua fría -... Grrrrrrrrrrrr.... - contenida, pero enfadada, nunca había atacado a nadie de su manada y no sería esa noche su primera vez para hacerlo, pero aquella falta de sinceridad le hacía plantearse hasta qué punto eran una coterie fuerte y unida. Gaia dudó y eso no conllevaba a nada bueno, no había más que ver a los antiguos para llegar a conclusiones comparativas.

Se escucharon ladridos de perros  y eso alteró a  Molli y a Raider, así como a ella misma. Apareció Vanessa en el sitio de la reunión. Gaia miró la Giovani, sentía como la ira por dentro se acrecentaba, pero continuaba contenida, apretando la mandíbula... ¿qué era esto?.... Krampus habló y protegió a la recién llegada con sus palabras, indicando el motivo por el que la había llamado. A Gaia Vanessa no le caía mal, ni mucho menos, pero tenía la sensación de que sus hermanos tenían demasiados ases bajo la manga y llegó a plantearse su verdadera utilidad dentro de la manada, y más cuando Krampus le dijo a Nich algo tajante, o con ellos o contra ellos. Había que elegir bando y... ¿si se separaban?... ¿Qué sucedería entonces?.....¿Romperían su coterie?.... Incertidumbre, inseguridad.... No le gustaba eso.... La situación para la hembra no era propicia tampoco para hablar.

Ania dio el primer paso para ser revisada, cediendo la antigua a Raider el control de la seguridad. Gaia se situó cerca de la pareja y a pesar de su malestar interior, decidió hacer lo que debía, proteger su estirpe y controlar que no hubieran ataques de tipo alguno en el sitio. La mirada azul de la hembra se posicionó en Molli, controlando que estuviera tranquila, aunque irónicamente ella no lo estuviese. Odiaba la brujería.

- Yo también velaré por la seguridad de Vanessa, por mi sangre y porque así lo quiere mi hermano... - respondió Gaia, manteniendo como siempre su lealtad, a pesar de sus dudas y temores ella se mantendría firme, daba el aspecto de sentirse segura, pero por dentro las dudas comenzaban a emerger.

Ania dio un ligero paso atrás al sentir las dudas de su nieta-sobrina para susurrarle unas palabras, no buscaba especialmente que fueran un secreto pero tampoco obvias, posiblemente cualquier bien oído podría hacerse con ellas, después de todo Ania era una pésima mentirosa. O simplemente decir la verdad era más sencillo y a su mentor nunca le molestó su a veces excesiva franqueza.

- los gangrel hemos sido traicionados por todos los clanes en algún momento, nuestra lealtad es parte de nuestra perdición, pero no por ello dejes de creer, si lo haces también te perderás aliados muy interesantes. Simplemente recuerda que solo la sangre gangrel te seguirá, si tienes razón y sinceridad ninguno por anciano que sea se opondrá y el peligro no será inconveniente, el resto de linajes pueden ser aliados y debes responder por ellos como esperas que te respondan, siempre que no olvides que un día pueden fallarte, no les falles si ese día no llega a menos que tus intereses naturales te lleven por otro camino.

Las grandes manadas gangrel se separaban si sus intereses eran distintos, pero eso no les hacía enemigos, como manadas de lobos un día sen disputaban con honor un territorio y se unían en una sola si alguien más quería romper el honor de su justo combate.

- quizás por eso dicen que junto a cierto clan de locos desquiciados incapaces de perder más la cabeza de lo que ya la han perdido (malkavian), solo los gangrel aceptando todas las naturalezas logran algún día hablar con Caín sin morir en el intento.

Ania se dirigió a Gaia para hablarle y darle indicaciones que, en su extensa vida, había llegado a aprender. La hembra de ojos azules estaba de acuerdo con su abuela-tía de que la lealtad era parte de su perdición, nunca había actuado a espaldas de nadie, siendo a la par tan mala mentirosa como la mayor parte de los suyos. Eso sí, había aprendido de Raider a no decir todo lo que pensaba, y quizás por eso, en ocasiones, podía guardar secretos para sí, pero no ante alguien que pudiera comprobar cómo eran sus reacciones corporales naturales.

- Yo siempre cumplo mi parte... - aseguró Gaia, dejándose aleccionar, al fin y al cabo comprendía que Ania buscaba el bien para ella -...Sea como sea yo no puedo fallar a quien le doy mi palabra... - quedó pensativa, pero sí podía alejarse una vez cumpliera lo pactado -...En esta lucha te sigo a ti y a Krampus, el Viejo morirá y colaboraré en cada paso que haya que darse...

Instrucción era lo que Gaia precisaba para sentir que sus pasos iban encaminados en la línea correcta, a pesar de que la comparativa con los gangrels y Caín era una alusión quizás demasiado profunda para alguien que apenas había leído ni filosofeado en la vida.

- Gracias, Ania... - dijo con voz suave -... Me gustas... - esas palabras en el contexto de la fémina tenían un peso considerable, pues hacía mucho más viable la interacción entre ambas.

La Giovanni me aparté dejando pasara al Crepuscular con el teléfono. El joven apenas podía andar por las muchas heridas que había sufrido. Miró al grupo con otros ojos, más oscuros.

Pasé al interior. Había acudido por la promesa de conocimientos y de información, no para hacer amigos. Aun así los dejé hablar mientras controlaba mis estados de ánimo. La Gangrel se ofreció a ser la primera. Asentí y pasé, como paso lento, hasta ponerme delante de ella. -Veré si tienes una presencia antigua tras de ti.- Deslicé la mirada hacia Krampus -Aquí no puedo hacer el ritual completo por falta de medios y tiempo- le expliqué, pero sí que podía prever si alguno de los presentes tenía algún influjo.

Miré a la Gangrel, muy cerca, analizando cada curva de su rostro. Con mi boca a un palmo de distancia de la suya. Acerqué la nariz a su mejilla e inspiré. Fue entonces cuando un dolor agudo me taladró el cerebro y me aparté de ella con una mano en la sien.

Eres perfectamente consciente de que ha intentado usar dominación sobre ti. Ha intentado meterse en tu mente para leer tus recuerdos y has sentido la presencia de Saiasi en tu sangre diciendo -No-.

Te embriaga un sentimiento cálido, familiar, al haber sentido a tu sire de nuevo. Aunque solo fuera un segundo. Ha sido como si él te hubiera protegido de aquella mujer.

Vanesa sale de aquella cochera llevándose las manos a la cabeza. Una vez fuera se despeja y mira con ira hacia el interior, hacia Ania. -Sin lugar a dudas tú no estás bajo la influencia de nadie- escupe con recelo. -Mi familia fue aliada de Aloisius mientras duró su refugio en Venecia. Mi tío quería el secreto de su poder y organizó un plan a sus espaldas. Cuando hubo cumplido sus intenciones desapareció y Aloisius supo lo que estaba pasando. Desató su ira contra todos los que formaron parte de su traición.- Revelé mis motivaciones -¿Acaso aquello era una prueba?¿Algún tipo de juego?-

-Todos dicen que mi tío consiguió lo que quería y traicionó a su familia. Él no sería capaz de traicionarnos. Yo seguí con mi parte pese a todo y gracias a eso se salvaron dos vampiros de la purga que hizo El Viejo. Un Tremere y una Brujah.-

Ania miró a Krampus ladeando su boca - no estoy especialmente molesta, pero ¿Porque debe utilizar dominación para ver si el viejo me controla? ¿Como sé que no pretenderá dominar ella a alguien tal como acaba de hacer conmigo? - miró a Vanessa no le iba a reprochar el intento pues algo había ocurrido que le hacía estar de buen humor, pero permitir que "comprobara" a los demás ya no le hacía ninguna gracia. Se acercó a Molly con lo que parecía una sonrisa, ella no poseía dominación pero sabía ver auras... Posó su frente en la de ella mirando sus ojos, con Molly tenía confianza como para hacer eso, oliendo a la muchacha frente a frente, mirando si sus ojos ocultaban la sombra de alguien ajeno a ella... No era tan fiable, pero no sometería a los suyos a dominación. Ojos de bestias encontrados, olores cruzados, y una caricia en la mejilla de la chica - alguien ahí? - preguntó sin esperar respuesta. Una indirecta forma de preguntar si sería util saber si el viejo dominaba a alguien a cambio de que le dominara Vanessa. - Tu confianza en Vanessa ¿Se debe a estar dominado por ella? ¿O tienes algún motivo para creer que un dominador es mejor que otro? - no le preocupaba Gaia, la esfera de roja la habría liberado en caso de estar dominada por Vanessa o el viejo, pero en ese momento no sabía si quien les guiaba estaba dominado.

Llegaba una Giovanni, lo cual producía cierto desasosiego en Chike, le costaba confiar en una línea de sangre capaz de traicionar a su clan materno. La reacción de Krampus fue llamativa por varias razones, aunque el antiguo reaccionó con su calma acostumbrada - Quizás deberías aclarar que tus palabras están más dirigidas a aquellos que no son de tu coterie, dudo que sea necesario explicar a tus aliados más allegados que si le has pedido que venga es por algo... en eso se basa la confianza - La reacción de Gaia era clara y a ella dirigió sus siguientes palabras - Supongo que al final es una cuestión de percepción... estamos condenados a no volver a ver el Sol, un cuerpo celeste que otorga vida con su calor, incluso como habréis podido percibir en algunos antiguos, cierta parte de nosotros deja de cambiar, perdemos esa capacidad, nuestro cuerpo muerto no puede sentir emociones, sólo un eco de aquellas emociones que pudimos sentir en vida... No lo digo como verdad absoluta, pues dudo que ni los más sabios de entre los vampiros puedan definirlo con claridad... pero al menos, condena o fortuna... es un dilema sobre el que cada uno tendrá su propia opinión - No dudaba de que su labor había supuesto un beneficio para los humanos, aunque la medida de ese beneficio pudiera ser algo imposible de clarificar, pero no podía evitar pensar que al final era una condena. 

Si realmente lo que esperaba hacer era usar dominación a los vampiros allí presentes eso podía ser un problema, debido a las limitaciones habituales de esa disciplina. - Yo también me ofrezco, no tengo problema... aunque quizás fuera más eficiente el ritual - Siempre había tenido una voluntad férrea para resistir aquellos poderes, sólo El Viejo había sido capaz de afectarle y hasta donde pensaba, sólo había conseguido borrar partes de sus recuerdos ni si quiera modificarlos.

Las dudas de Ania podían ser válidas, a veces había lamentado no haber aprendido aquel tipo de capacidad, pero siempre había valorado demasiado el libre albedrío como para alterarlo de aquella manera. 

Todo el mundo estaba nervioso, al fin y al cabo era normal los miembros de la Estirpe no estaban hechos para confiar los unos en los otros. Le había tocado a él, un simple neonato, intentar mediar en un conflicto entre antiguos; como bien había señalado Marta estaban pisando un terreno muy escabroso.

Cuando Gaia comentó que su transformación fue una liberación el joven Nosferat no pudo evitar suspirar con melancolía. Sabía que ella lo había pasado muy mal en vida, pero le aterraba pensar en el hecho de que no era consciente del monstruo en el que se había convertido. El Nosferatu se había visto obligado a madurar en muy poco tiempo, la compañía de aquellos antiguos, seres centenarios le estaba enseñando mucho en muy poco tiempo; aunque la lección parecía se siempre la misma. La amarga traición. Pensaba en Nick y en Gaia, en como iba a evitar que a ellos les pasase lo mismo, pero el Nosferatu se atribuía unos responsabilidades titánicas de las que muy pocos eran capaces. Por un momento se evadió, perdiéndose en los ojos de Gaia, le ocultaba cosas, secretos y peligros, Krampus creía que por su propio bien, aunque esa sobreprotección ¿en realidad la protegía de algo?¿o sencillamente le impedía madurar?. Quizás ella era la más sincera, la que más aportaba, él comprendía porqué Nick no había dicho nada y lo respetaba; en su situación el Nosferatu hubiera hecho lo mismo ¿cuanto tiempo duraría ese respeto mutuo?¿quien sería el primero en marcar alguna línea roja?¿algo intolerable para los otros?. Ahora mismo aquello le preocupaba tanto o más que le Viejo. Acaso la simple mención a su verdadero nombre les estaba afectando a ellos en algún modo, al fin y al cabo era un conflicto entre un mosquito y un elefante. Por último le agradeció su apoyo a Gaia en la protección de Vanessa.-¿Están bien?- se interesó por la Giovanni al ver como se llevaba las manos a la cabeza.-Tal vez este no sea el mejor momento para que te esfuerces tanto, creo que deberíamos descansar y mañana realizar el ritual al completo ¿crees qué podrás en tú estado?-aquella marcas negras el dolor en la cabeza, quizás Vanessa no estaba en su mejor momento.-Eso que te ha pasado ¿te lo ha provocado Ania al intentar influenciarla? No, ella nunca me ha dominado Ania, al menos que yo sea consciente de ello. Entiendo tus reticencias, pero estos son momentos muy delicados.-el Nosferatu no entendía muy bien la situación, era posible que Vanessa hubiera intentado dominar a Ania ¿con qué fin?. Estaba herida, con secuelas y ampliamente superada en número, una gilipollez de ese calibre podía costarle la no-vida, pero Vanessa no era tonta de eso estaba seguro.-¿Qué tiene que ver la dominación en esto Vanessa?- dijo torciendo ligeramente el gesto y solicitando explicaciones, él había confiado en ella, le había ofrecido protección; no era posible que le escupiera así en la cara. Debía haber una buena razón para ello.-Ania libre, sigamos con Chike, luego Lissandra, luego yo y luego Gaia, creo que la sangre de Saiasi y los antiguos le daréis bastantes dolores de cabeza, en cambio yo no. Si pasa algo raro conmigo...- dejo las palabras en el aire, aquella reunión se basaba en la confianza mutua. Si Vanessa quería pegarse un tiro en el pie, allá ella.-De todos modos dejando las suposiciones de lado, que ahora mismo no nos aportan nada, el Viejo tenía un refugio en Venecia. Ya sabemos a donde han ido aquellos dos, si tú clan acabó enfrentado con él no puede recuperar nada de su Viejo refugio, la cuestión es ¿a enviado a su peón Tremere a recuperarlo por él?¿o por el contraría allí podría haber algo que usar para acabar con él?.- el papel del Linn y de Arnold empezaba a tomar un papel demasiado importante en todo aquello como para tenerlos fuera de control.-¿Sabes donde está ese refugio Vanessa?¿Cómo se llamaba tú tío y los vástagos a los que salvaste?-la pregunta era muy obvia y a estar alturas todos los allí presentes deberían saber la respuesta.

Debería confiar en que Nick volviera con buenas nuevas, de momento la mejor baza a favor de Arnold era que Lia había decretado una caza de sangre contra él. Por el momento tenía el beneficio de la duda.

Ania no iba a molestarse por ese intento de dominación, pero no dejaría que lo intentara con lissandea - a Lissandra no le comprobará nada, si estuviera poseída el viejo no le habría atacado a través de mí, también responderé por Molly, por la torturada nosferatu y por mí sobrino felino, si el resto de la quieren jugar no diré nada, pero el ritual para mí ya no es necesario.

Vanessa parecía reaccionar ante la cercanía de Ania, como si sufriera dolor al acercarse, Gaia anotó mentalmente ese hecho sin entender el motivo de dicho gesto, lo que sí le quedó claro es que su tía abuela estaba libre de toda presencia en su interior, narrando posteriormente la Giovanni sus motivaciones personales respecto al Viejo. Era curioso que alguien pudiera levantar tantos odios en sus años de existencia.

- ¿Te ha intentado dominar?....Grrrrrr.... - Gaia gruñó levemente, valoraba mucho la libertad y no le tenía especial cariño a nadie que intentara privar de ella a sus allegados.

Observó los movimientos de Ania hacia Molli y estuvo atenta de que la situación se relajara y normalizara, a pesar de que ella solo estaba allí para imponer orden, siquiera tenía la sensación de haber sido dominada con anterioridad, la voz que le hablaba en el pasado solo le sugería, o eso creía ella.

Chike se ofrecía a ser inspeccionado, aunque comentaba que el ritual hubiera sido más eficiente, algo que la hembra no dudaba, pero tenían las posibilidades que tenían, ni más ni menos, ella en su practicidad no se lamentaba por lo que no podía ocurrir, sino por lo que sí podía -.. Hay lo que hay... - comentó emulando un suspiro, aquel tipo era muy distinto a ella, nada más pensar que su segunda oportunidad de vida era una condena, el resto de matices casi carecían de relevancia, Chike no sabía vivir, quizás algún día debiera llevárselo de caza al bosque para que notase la emoción de la captura... Sí, eso era lo que le pasaba, que leía mucho y eso amargaba a cualquiera, no disfrutaba de los instintos....

Hubo un instante en que los ojos de Gaia conectaron con los de Krampus, y ahí pudieron encontrarse ambas pupilas, dejando posiblemente a relucir parte de los sentimientos internos que ambos barajaban. Ella no apartó su vista, siempre segura, leal, luchadora de entrega completa, su hermano podía contar con ella, los tiempos de charla llegarían.

El cuestionamiento de si Krampus estaba o no dominado ponían nerviosa a Gaia, miró a Vanessa, luego a Ania y por último a SU Cosita, un solo gesto de ataque hacia él, ya fuera mental o físico, provocaría una lucha sin cuartel por su parte, con un último resultado posible, la muerte de alguien o la suya propia. Su coterie era intocable, a pesar del malestar y las dudas Gaia moriría por Nick y Krampus, algo que no admitía discusión.

- A mi no me toca nadie... - las palabras de Ania fueron suficientes para que Gaia determinase que nadie iba a dominarla, teniendo un súbito cambio de idea, si Krampus caía ante Vanessa, ella tenía la obligación de liberarle, y para eso no debía estar bajo ningún influjo de tipo alguno -... Venecia... Si allí están las respuestas no entiendo porqué perdemos el tiempo... - y es que ante todo imperaba la practicidad.

Me incorporé pese al martilleo en la sien. -Sin el ritual adecuado, la única forma que se me ocurre es ver los recuerdos de la mente, si alguien está dominado su memoria es diferente ya que las acciones que realiza no son propias, le vienen de fuera- expliqué justificando lo que había hecho. Claro que, al ver los recuerdos de todos los presentes podría ahorrarme muchas conversaciones de lo ocurrido y sabré lo que ellos saben. Me pareció un pago justo por mis dones pero, claro, las cosas nunca son tan fáciles.

Algunas caras cambiaron cuando comenté lo de leer recuerdos. Krampus propuso dejar el ritual para mañana. Negué con la cabeza -Esta noche, después de esta visita, me marcho de Berlín y el único lugar adecuado en el que podríamos llevarlo a cabo es en el sótano de La Aguja, que ya está todo preparado. De esa reunión puedo decir que ninguno de los presentes estaban influenciados salvo Gaia, por Roja y el Tremere seguramente por El viejo.-

-Mirar en sus recuerdos lo puedo hacer yo pero aún respeto una cosa llamada "intimidad"- entrecierro los ojos cuando la mirada de Vanessa se cruza con la mía.

Gaia mostró su impaciencia por ir a Venecia. Asentí. -En el ordenador de Alexandra hay información sobre los clientes de cada granja y estoy segura que tiene datos sobre los aliados de El Viejo. Si tuviera el mío podría conseguir algo de apoyo de amigos que me deben un par de favores.

Ania, Gaia y... Raider. Si algo les influencia es la de la sangre de su antiguo, Saiasi. Molli y Nicholas han sido atacados por los mercenarios de Aloisius. Lissandra era el objetivo. No desconfío de ninguno de ellos.

Pero Chiké se acaba de despertar, a esa nosferatu no la conozco, el chiquillo de Alexandra no respondo por él, la recién llegada es convenientemente afín a los intereses de todos y Krampus la ha invitado a una reunión en la que he tenido que dejar a la gente de la que sí me fío fuera de aquí. Entiendo que ahora tu primer punto, Krampus, es dejar claro en quién se puede confiar. Pero la traición es una elección, no un estado duradero y, curiosamente, Aloisius nos puede considerar a todos los reunidos aquí como enemigos. Juntitos y a matar las moscas de un solo golpe.- Comienzo a avanzar hacia la salida

-Hablad lo que tengáis que hablar. Ya sé dónde (en realidad lo sabemos todos), ahora sólo falta saber cómo.- Me detengo bajo el umbral -Y es después de conocer las tareas que necesitamos resolver cuando nos preocupamos de quién es mejor para resolverlas.-

Veo a Vanessa delante de la puerta. Yo había rodeado la cochera para hablar más tranquilo. Ahora regreso, paso por delante de ella y estoy a punto de chocarme con Marta cuando entro entro. Nos quedamos mirando un segundo. Me aparto pero ella no sale. Aún tengo el teléfono en la mano, lo guardo en un bolsillo. Se respira la tensión en el ambiente.

-Con nosotros- digo simplemente mirando a Krampus. Muevo los labios y mis ojos están muy abiertos. -Hay tanto que quiero decir, tanto que quiero añadir...- pero miro a derecha e izquierda. Allí hay demasiada gente.

Casi en un susurro inaudible comento -Yo lo sé- los más cercanos a mí se giran y me miran. Me encojo sobre mí misma bajo sus miradas y aparto la vista. -...no más dolor- digo acucliyándome y arrepintiéndome al momento de haber hablado.