La mujer se sienta y te mira fijamente con sus profundos ojos marrones, primero a los ojos y luego nuevamente a tu cuerpo, Estamos de acuerdo en que su rodaje profesional está a la altura de lo que buscamos, sino ni siquiera estaríamos hablando dice con seriedad.
Antes de continuar me gustaría hacerle unas cuantas preguntas, sino tiene usted ningún inconveniente, algunas serán de índole personal, dice relajando su actitud mientras se recuesta en el sillón.
Alza las cejas, pero asiente. Seguramente el tema trataría sobre drogas o dieta. No consideraba que hubiese problema, pues lo que es comer, comía... Y no tomaba ni café, de modo que estaba limpia como una patena.
- Por supuesto - dice mientras se sienta - dígame - dió pié, nunca sabía dónde se metía cuando soltaba aquel "por supuesto". De no ser por Ray, los paparazzis la habrían sepultado tras la muerte de Ethan.
Gracias por su comprensión señorita Van Troy, siempre es complicado este momento para mí también adelanta a modo de disculpa, no tiene nada para tomar notas, ni ningún lugar desde donde leer las preguntas, simplemente vuelve a incorporarse un poco en su asiento, se comporta como si Ray no estuviera delante.
¿Tiene contrato con alguna otra firma de ropa en la actualidad? te mira por unos instantes, y no realiza otra pregunta hasta que no contestas, En caso de que trabaje para nosotros, la queremos en exclusiva en cuanto a ropa y complementos, el sueldo compensará con creces otros pequeños contratos que pueda obtener dice sin dejar de observarte.
¿Tiene algún problema de salud que debamos conocer?, ya sabe, algo que le impida desarrollar su trabajo con normalidad las preguntas siguen cayendo, Seguramente tendremos que viajar bastante durante la primera parte de la campaña, ¿le supone eso algún problema?
¿Mantiene algún tipo de relación con alguien ahora?, si, se es que una pregunta personal, pero no queremos llevarnos ninguna sorpresa desagradable, hemos tenido algún que otro problema con la prensa por los problemas personales de algunas de nuestras modelos dice con seriedad.
Por último, en caso de que sea necesario, ¿estaría dispuesta a regresar a los Estados Unidos a promocionar nuestros productos?, sé que tuvo problemas allí, por eso lo pregunto
Cita:
- Hace poco que terminé un contrato de tres temporadas con H&M, actualmente no tengo firmas con nadie, solo alguna que otra sesión de algún fotógrafo "freelancer", nada más. No tenga problema con ello.
Cita:
- Pues no, nada que me impida viajar, hoy he amanecido levemente congestionada pero con hacer una visita al médico y una semana de medicamentos yo creo que estará bien... - sonríe, justificando el que vaya a visitar al médico, aunque no precisamente por un catarro, sino por esa laguna en su memoria...
Cita:
Niega con la cabeza con aire algo triste. Aún seguía enamorada de Ethan... No había encontrado a nadie ni remotamente parecido a él... Y la carita de su hijo, idéntica a su padre, le recordaba todos los días por quién latía su corazón...
- No... Actualmente no mantengo ni una relación estable ni relaciones esporádicas. Estoy muy unida a mi familia actualmente, tengo a mis tres amigos de siempre pero ellos no se meten en líos fuera de lo común, ni consumen drogas, nada por el estilo.
Cita:
- Si sólo fuese para hacer promociones, no habría problema, siempre y cuando pudiera llevar conmigo a mis hijos y sus "canguros" - sonrió.
La mujer asiente satisfecha a tus contestaciones, Bien, tendremos que hacer algunas fotos de prueba, pero no es justo que la hagamos hoy, prefiero darle de tiempo hasta mañana, aunque debo advertirle que la encuentro algo delgada, y esa no es la imagen de mujer que queremos dar, precisamente una de las causas de su elección ha sido la naturalidad que transmite, esa que permite a muchas mujeres identificarse con usted, y el hecho de que haya perdido peso no contribuye a esta identificación
Mira ahora a Ray por primera vez, Le dejaré el contrato para que le eche una ojeada, así, si las fotos resultan satisfactorias, ahorraremos tiempo, si no tiene ninguna pregunta nos vemos mañana aquí a las once en punto, ¿de acuerdo? la mujer hablaba con rapidez, se nota que ha hecho esto muchas veces, y tampoco es nada nuevo para ti.
¿"Algo delgada"...?
A Liesel le pilló por sorpresa aquel comentario. La última vez que miró, las supermodelos eran tisicas... Aunque claro... Con el puesto número 1 de ese Ranking se estaba haciendo la holandesa Doutzen Kroes, quien se negaba a hacer dieta o ejercicio y proclamaba que sería modelo "hasta que dejara de verse bien".
Tengo que llamar a Alma...
Asintió con una sonrisa comprometida, como la de una niña que acaba de recibir un rapapolvos.
- De acuerdo, gracias. A las once entonces... No le robo más tiempo.
Extiende la mano para darle un rápido apretón a la atareada mujer.
La mujer sale del despacho mientras Ray revisa por encima los papeles con una rápida ojeada, para luego centrarse en ti, Bueno, creo que todo ha ido estupendamente, y con respecto a lo de estar demasiado delgada, creo que lleva algo de razón dice con media sonrisa.
Por cierto, la cita con el médico es para esta tarde, ¿qué paso anoche para que no pudieras venir a cenar? pregunta con aire distraído mientras recoge su maletín.
Ciertamente las cosas han ido bien, parece que esa mujer tenía bastante claro lo que andaba buscando, puesto que las cifras no están pero que nada mal
Liesel se mira el cuerpo. Por el momento aún parece sana... Por el momento. Un mes más con esa "dieta" y tendrá problemas. Torció el gesto.
- No sé lo que pasó... No recuerdo absolútamente nada, Ray... - su voz sonaba algo lastimera y preocupada - Yo... Te prometo que no me drogo, ¡tú sabes que no tomo ni café...! Pero ayer debió pasarme algo... Supongo que es por mi dieta... - esa última palabra la dijo casi en un susurro, tragando saliva como quien sabe que toca confesión, y tras la confesión, bronca. Miró con ojillos de cordero degollado a Ray, apelando a su comprensión.
El hombre te mira con gesto serio y enfadado, pero por más que parece intentarlo no consigue mantenerlo por mucho tiempo, esboza una sonrisa conciliadora, aunque un poco fastidiado por no poder echarte una bronca en condiciones.
No me pongas esa cara que ya me la conozco y explícame tu dieta, que tiene pinta de no ser demasiado saludable últimamente no hace ninguna mención a las drogas, pero es la segunda vez que se lo mencionas, y eso no le gusta, dime, ¿Cuál es tu dieta?, y, ¿por qué iba a provocar que no recordaras nada? el haberse dado cuenta de esta posibilidad hace que se te quede mirando fijamente.
- Pues... Eh... La dieta consiste en comer normal y... Bueno... No sé cómo decirlo de forma elegante... - traga saliva e instintivamente baja la cabeza, dejando salir con un ténue hilillo de voz la palabra - ¿"Regurgitar"...? A... A lo mejor eso afecta también a la cabeza de alguna manera... Es que... Paso muy poco tiempo con los niños, Ray...
Aquello no era cierto. Bien podía hacer alguna tabla de ejercicios mientras los pequeños dormían la siesta, pero generalmente invertía ese tiempo en tomarse un chocolate con Renatta, Heinrich o sus abuelos... O simplemente viendo cómo dormían sus pequeños y echándoles fotos para nutrir su enorme colección de álbumes de Ethan y sus hijos... No era una experta fotógrafa, pero le gustaba hacerle fotos a la gente, se pasaba la vida así, era una manía que le habían pegado. No se llevaba mal con las otras modelos, pero por lo general siempre eran chicas obsesionadas con su aspecto, cuyo mundo se limitaba a "ser sexy" y gustarle a más y más hombres, salir con actores, deportistas y cantantes famosísimos o conseguir casas enormes con una piscina hortera en forma de delfín. Los fotógrafos eran más accesibles en cuanto a personalidad, y también se podía aprender más de ellos.
No da crédito a lo que acaba de escuchar, los ojos se abren completamente ¿Regurgitar?, ¿Me estás diciendo que vomitas lo que comes?, se frota los ojos por debajo de las gafas, buscando paciencia para no estallar.
Vamos a ver Liesel, ya tienes cierta experiencia en este negocio, ¿sabes lo que significa eso que me acabas de contar? siempre le ha parecido que alguna veces no era consciente de lo que representa ser modelo, su imagen lo es todo, le tiene mucho cariño, llevan varios años juntos, se han convertido en amigos, pero algunas veces piensa que se quedo en la adolescencia.
¿Qué tiene que ver que pasas poco tiempo con los niños a comer demasiado para luego “regurgitarlo”?, y no tengo ni idea si afecta a la cabeza, pero lo mismo perdiste el conocimiento
Oh, claro, perdí el conocimiento... Eso debió ser - piensa alegremente al dar con una causa probable.
(...)
- ¡Oh, Dios mío, el conocimiento! - la alarma llega a su mente con efecto retardado, llevándose una mano a la boca - ¡Ay, Dios, si me llegan a ver Ethan y Johanna...! No puedo volver a hacerlo... Llamaré a Alma y le pediré socorro. Ella es de confianza. Al médico no le digo nada... ¿No...? ¿O sí?
Liesel tenía muchas virtudes... Pero la inteligencia no era precisamente recalcable en ella desde que murió Ethan... Su mente se había adormecido en muchos sentidos, presa de una profunda depresión.
Al médico se lo tienes que contar todo, Liesel, ahora su tono es mucho más paternal, como si por fin hubiera encontrado algo con lo que pueda hacerte reaccionar Si, llama a Alma, imagínate que hubieras estado sola en casa, cuidando de los niños es un poco cruel, pero no se le ocurre ningún argumento más.
Esta tarde tienes que ir al médico, que te ponga una dieta y todo eso, y hablar con tus abuelos, para que te ayuden a hacerla, eso también tengo que hacerlo yo, hablar con sus abuelos.
- ¡Oh, Dios mío, soy una pésima madre...! - Liesel se echa las manos a la cara y rompe a llorar. El sólo pensamiento de que hubiese ocurrido algo malo a los niños mientras ella estaba inconsciente resultaba absolutamente terrible para ella.
La reacción de la chica pilla a Ray por sorpresa, no esperaba que se derrumbara, no de esta manera, así que se acerca a ella pasando su brazo por el hombro de la joven modelo, Vamos, vamos, Liesel, no es eso, siempre te ocupas de ellos, y te quieren con locura, es sólo que a veces tienes que mirar por ti un poco más, pues si tu salud es buena, eso es beneficioso para ellos menuda cosa, la había cagado e intentaba arreglarlo.
No se sentía demasiado bien por haber sido cruel con la chica, nada, bien, le tendió su impecable pañuelo para que dejara de llorar, Venga, vayamos a tomar un café y después te acompaño a casa, que tienes que estar bien para mañana no estaba muy seguro de que decir, ese quebradizo carácter de Liesel a veces le confundía.
Cogió el pañuelo.
- Gracias, Ray... - musitó, poniéndose una puntita de éste con los dedos sobre las mejillas, con cuidado de no estropearse aún más el maquillaje.
Escuchó a su representante, asintiendo con la cabeza y doblando delicadamente el pañuelo, mirándolo. Cuando él le dijo de acompañarla asintió de nuevo y le sonrió enternecida. Ray se preocupaba mucho por ella y le parecía que no se lo agradecía lo suficiente (aunque en navidad, su cumpleaños e incluso porque sí le regalaba cosas, le invitaba a comer más de una vez, le daba las gracias hasta por el detalle más insignificante y se pasaba la vida diciéndole lo buen representante que era).
- Gracias, de verdad... - más cándida imposible. Empezó a caminar hacia la puerta con Ray. Aún sollozaba y sus ojos brillantes como esmeraldas lucían húmedos, buscando algún punto del suelo entre remordimientos por haber sido tan irresponsable para con su salud.
No pudo evitar echar un vistazo a la joven mientras salían de la habitación, era tan…inocente, a veces eso le preocupaba, y otras veces le parecía una bendición, él la quería de verdad, la cuidaba como un tío, incluso a veces como un padre.
No me gusta que la vean así, por lo que le indico que me siga, bajando por las escaleras que dan a la parte de atrás de la casa, aún confortándola, Vamos a ese café del centro que siempre te ha gustado, nunca me sale el nombre le digo con una sonrisa
puedes postear si quieres como es el café y todo eso.
Aquella cafetería tenía todos los ingredientes para agradarle: Íntima, pero iluminada; hogareña, pero de diseño sencillo y moderno; recogida, pero amplia, el ambiente no se viciaba como en otras cafeterías...
Solía estar lleno de estudiantes que repasaban sus apuntes, o se los intercambiaban... Conoció el lugar porque una vez Heirich le llevó. Él estudiaba aún la carrera y solía ser su santuario... De manera que le buscó con la mirada al llegar. Todavía se le veían los ojos algo cargados, no era fácil que se olvidase de algo tan "grave".
El bullicioso local te acoge con naturalidad, casi toda la gente es de tu edad, te alegra un poco el ánimo, y más cuando ves a Ray junto a ti, un poco fuera de lugar, con su elegante traje y sus mirada atenta, pero impecable en su gesto y en su porte mientras entráis buscando una mesa vacía.
Tus ojos recorren la estancia con la esperanza de encontrar a Heinrich, y una agradable sorpresa cuando lo localizas en un lateral de la cafetería, sólo en la mesa, con un par de libros sobre ella y unos auriculares en sus orejas.
- Ah, Ray, ¡es Heinrich! Voy a saludarle, si me disculpas...
Heinrich era para ella un auténtico alivio espiritual. Un chico apacible, bueno y dedicado a los pocos que podía contar como "suyos". Alguien podría catalogarlo de "antisocial", pues era un amante de la tranquilidad cuando no estaba en un concierto. Incluso con una música atronadora, la que a él le gustaba, de fondo, era tranquilo. De sus amigos era posiblemente el que más ternura despertaba en Liesel, y desde luego el más cariñoso (Alma y Renatta eran más bien del tipo "cabra loca").
Le puso una mano en el hombro y al captar su atención se acercó a abrazarle.
- Hola, cariño - siempre le llamaba cosas así a sus tres amigos: "Cariño", "cielo", "tesoro" y demás cursiladas.
AGGHHH PERO QUÉ TONTA Y QUÉ EMPALAGOSA XDDDDDDD